El Estado social, los cambios que empuj¨® la derecha y las encuestas: las claves del proyecto de nueva Constituci¨®n de Chile
El texto aprobado por el Consejo este lunes ser¨¢ plebiscitado el 17 de diciembre. Este es el segundo intento del pa¨ªs sudamericano por superar la Carta Fundamental nacida en dictadura
El Consejo Constitucional de Chile, controlado por las derechas, ha aprobado este lunes la propuesta de nueva Constituci¨®n que ser¨¢ plebiscitada por la ciudadan¨ªa el pr¨®ximo 17 de diciembre con voto obligatorio. Estas son las claves de los dos intentos por cambiar la Carta Fundamental que han marcado los ¨²ltimos cuatro a?os de la pol¨ªtica chilena.
El momento constituyente tras el estallido
En medio del estallido social de Chile que arranc¨® 18 de octubre de 2019, con gran violencia y manifestaciones ciudadanas, la clase pol¨ªtica acord¨® una salida institucional a la profunda crisis: ofrecer el cambio de la Constituci¨®n vigente. En noviembre de ese a?o, los presidentes de casi todos los partidos pol¨ªticos firmaron el hist¨®rico Acuerdo por la paz y la nueva Constituci¨®n, para consultar a la ciudadan¨ªa si quer¨ªa enterrar la Carta Magna de 1980, nacida en la dictadura de Augusto Pinochet, pero reformada unas 60 veces en democracia. El Partido Comunista no se sum¨® al pacto. Del Frente Amplio, Gabriel Boric, como diputado, firm¨® el acuerdo, convirti¨¦ndose en una figura clave en la salida pol¨ªtica a la crisis. El Partido Republicano, en formaci¨®n, se manifest¨® en contra.
En octubre de 2020, un 80% del electorado vot¨® a favor de elaboraci¨®n una nueva Constituci¨®n.
El primer intento fallido de 2021-2022
En julio de 2021 se instal¨® la Convenci¨®n Constitucional, un ¨®rgano paritario de 155 miembros elegidos por la ciudadan¨ªa, dominado por la izquierda, sobre todo la identitaria y radical. El 64% de los convencionales proced¨ªa del mundo independiente y solo el 36% militaba en alguna fuerza pol¨ªtica tradicional. El proceso estuvo marcado por una serie de pol¨¦micas y normas que transformaban profundamente la institucional chilena, como la eliminaci¨®n del Senado o el reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado chileno. La derecha llam¨® a rechazarla acompa?ada de un sector importante de la centroizquierda, tild¨¢ndola de identitaria y maximalista. En septiembre de 2022, el 62% de los chilenos echaron abajo la propuesta.
Un golpe para el Gobierno de Boric
El rotundo rechazo supuso un golpe muy duro para el Gobierno de Gabriel Boric, que lo hab¨ªa apostado todo a un triunfo del texto. El entonces ministro Giorgio Jackson, muy cercano al mandatario, incluso hab¨ªa condicionado las reformas estructurales de campa?a a la aprobaci¨®n de la nueva Carta Fundamental. La noche de la derrota, el presidente manifest¨® su intenci¨®n de echar adelante un nuevo proceso y en menos de 48 horas realiz¨® un profundo cambio de Gabinete, sacrificando a parte de su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo para integrar representantes de la izquierda moderada en el comit¨¦ pol¨ªtico, donde toma las principales decisiones.
El acuerdo de noviembre de 2022
Tres meses despu¨¦s del triunfo del Rechazo, el Congreso ¨Cdesde el Partido Comunista hasta la derecha tradicional¨C acord¨® iniciar un segundo proceso constitucional, fijando una ruta muy distinta a la anterior, con reglas que instalaban l¨ªmites y que buscaban impedir una propuesta refundacional para no repetir el fiasco anterior. Existir¨ªan 12 puntos b¨¢sicos de acuerdo transversal sobre los que trabajar¨ªa un Comit¨¦ Experto elegido por la C¨¢mara de Diputados y el Senado, y luego un Consejo Constitucional de 50 miembros elegidos por votaci¨®n popular, que trabajar¨ªan sobre el borrador de los especialistas.
El triunfo republicano en el Consejo
En mayo pasado, el Partido Republicano, formaci¨®n de extrema derecha que no quer¨ªa cambiar la Constituci¨®n nacida en dictadura, alcanz¨® el 35% de los votos en la elecci¨®n de consejeros constitucionales y logr¨® 22 de los 50 esca?os. La derecha tradicional 11 y el oficialismo consigui¨® 17. Adem¨¢s de convertirse en la primera fuerza pol¨ªtica chilena, la formaci¨®n de Jos¨¦ Antonio Kast ten¨ªa poder de veto y, junto a la derecha hist¨®rica, la capacidad de proponer, aprobar y modificar normas constitucionales, porque sobrepasan holgadamente los tres quintos de qu¨®rum, sin necesidad de los votos de la izquierda. ¡°Quiero invitar al Partido Republicano a no cometer el error que cometimos nosotros¡±, sostuvo Boric en la noche electoral.
La propuesta de los expertos
Los 24 expertos redactaron un borrador marcado por la moderaci¨®n y los acuerdos pol¨ªticos transversales, desde la extrema derecha a la izquierda m¨¢s dura. La principal modificaci¨®n que presentaron fue la consagraci¨®n de que Chile se organiza en un Estado social y democr¨¢tico de derecho, una lucha impulsada desde hace a?os por la centroizquierda y la izquierda, y a la que la derecha se sum¨®. Reconoc¨ªa, por primera vez en la historia, a los pueblos ind¨ªgenas como parte de la Naci¨®n chilena, incorporaba el derecho a la vivienda adecuada, al trabajo decente y velaba por la protecci¨®n del medioambiente, entre otros puntos.
Los cambios hechos por las derechas en el Consejo
El 7 de junio pasado, comenz¨® un trabajo en el que el Consejo Constitucional, controlado por las derechas, llev¨® a cabo cambios profundos al texto de los expertos, aunque mantuvo cerca de la mitad de sus propuestas. A pesar de que se conserv¨® la consagraci¨®n de un Estado social y democr¨¢tico de derecho, desde la izquierda consideran que otros art¨ªculos dejan ¡°vac¨ªa¡± la definici¨®n, porque est¨¢ limitado o restringido por las propias normas de los derechos sociales como salud, educaci¨®n y pensiones. Las cr¨ªticas apuntan a que se impedir¨ªa el rol solidario. Tambi¨¦n genera rechazo en el oficialismo el que, si bien se mantiene el presidencialismo, se aumenta la capacidad del presidente para ejercer su voluntad.
Entre las normas m¨¢s pol¨¦micas figura que ¡°la ley protege la vida de quien est¨¢ por nacer¡± y el que ¡°se entiende por ni?o todo ser humano menor de 18 a?os de edad¡±. Los cr¨ªticos plantean que estos art¨ªculos podr¨ªan colisionar con la ley de aborto tres causales. El texto final plantea la expulsi¨®n ¡°en el menor tiempo posible¡± de migrantes que ingresen por pasos no habilitados ¡°con pleno respeto de la dignidad humana, los derechos y garant¨ªas fundamentales y las obligaciones internacionales adquiridas por el Estado de Chile¡± y que las personas condenadas a una pena de c¨¢rcel podr¨¢n solicitar al tribunal la de reclusi¨®n domiciliaria ¡°siempre que se acredite conforme a la ley, la existencia de una enfermedad terminal y que el condenado no represente un peligro actual para la sociedad¡±. Los cr¨ªticos indican que esto ¨²ltimo puede beneficiar a los 134 militares condenados por violaciones a los derechos humanos, encarcelados en Punta Peuco, donde el 80% de ellos supera los 70 a?os.
La propuesta que se plebiscitar¨¢
La propuesta constitucional que este lunes 30 de octubre ha aprobado el pleno del Consejo es el doble de extensa que la vigente. ¡°La Constituci¨®n vigente tiene m¨¢s art¨ªculos, con un total de alrededor de 31.000 palabras. El proyecto actual tiene menos art¨ªculos, pero alcanza a 50.000 palabras¡±, planteaba el columnista Ascanio Cavallo el fin de semana en La Tercera. ¡°?De d¨®nde salen esas 19.000 palabras adicionales? Principalmente, de una espesa ramada de ¨®rganos estatales nuevos, unos 20 en total, la mayor¨ªa de los cuales son contrapesos o supervisores de los ya existentes. S¨®lo permanecen libres de supervisi¨®n dos ¨®rganos unipersonales, el Presidente de la Rep¨²blica y el contralor. Es toda una paradoja: se trata de controlar al Estado, pero no reduci¨¦ndolo, sino con m¨¢s organismos de Estado¡±, a?ad¨ªa.
La derecha defiende que es mejor que la Carta Magna actual, ya que incluye m¨¢s herramientas para el control fronterizo, una Fiscal¨ªa enfocada en el crimen organizado, una agencia anticorrupci¨®n, una Defensor¨ªa de las V¨ªctimas y porque disminuye el n¨²mero de diputados de 155 a 138, entre otras medidas. Destacan que recoge las preocupaciones ciudadanas, como la seguridad, y que las normas m¨¢s identitarias quedaron en el camino. Adem¨¢s, destacan que se pondr¨ªa fin a los cuatro a?os de incertidumbre institucional desde el estallido social. Seg¨²n los cr¨ªticos, presenta una actitud defensiva frente a una sociedad cada vez m¨¢s liberal y que es m¨¢s conservador en lo val¨®rico que el vigente, expresado en las normas de las mujeres o de la preeminencia en materia educacional (de la educaci¨®n fuera del alcance del rol que cumple el Estado). Tambi¨¦n que incluye normas populistas como las exenciones de las contribuciones a la vivienda principal y la propiedad de los fondos de pensiones.
Los avances, seg¨²n el progresismo
Desde la izquierda han destacado la consagraci¨®n del Estado Social, aunque est¨¦ cojo, los avances en materia de modernizaci¨®n del Estado, y en algunos aspectos del sistema electoral, como enumeraba el ensayista de centroizquierda Ernesto Ottone en EL PA?S que, sin embargo, se decanta por rechazar. Tambi¨¦n el que reconozcan principios en materia de descentralizaci¨®n, como el que exista la funci¨®n de Gobierno tanto en las municipalidades como en los gobiernos regionales, seg¨²n lo celebrado por el comisionado socialista Gabriel Osorio en el programa de televisi¨®n Tolerancia Cero.
La derecha se cuadra con el texto
A comienzos de septiembre, cuando el nuevo texto a¨²n terminaba de tomar forma, la oposici¨®n comenz¨® a mostrar sus cartas por la opci¨®n A favor. Uno de los primeros en hacerlo fue el senador y presidente de la UDI, de la derecha tradicional, Javier Macaya, quien anunci¨® el respaldo de su partido. Pero un hito en el proceso ocurri¨® el 3 de octubre, el d¨ªa en que el l¨ªder del Partido Republicano, el excandidato presidencial Jos¨¦ Antonio Kast, acab¨® con el misterio que exist¨ªa respecto de la posici¨®n que tomar¨ªa su colectividad cuando dijo que en el plebiscito del 17 de diciembre Chile tendr¨¢ ¡°una gran oportunidad para cambiar el futuro¡±.
Aquella frase de Kast marc¨® una diferencia, pues republicanos, que nunca estuvo a favor de cambiar la Constituci¨®n actual, ahora estaba a favor de aprobar una nueva propuesta en la que, apoyado por la derecha tradicional, logr¨® sacar adelante la mayor¨ªa de sus propuestas para la Carta Magna.
Luego, los respaldos de la oposici¨®n al texto se sucedieron con velocidad. Lo apoy¨® el excandidato presidencial del conglomerado de Chile Vamos, de la derecha tradicional, Sebasti¨¢n Sichel, y luego el expresidente Sebasti¨¢n Pi?era (2010-2014, 2018-2022).
Uno de los ¨²ltimos enigmas era la opci¨®n que tomar¨ªa la principal figura pol¨ªtica de la oposici¨®n, la alcaldesa de Providencia, de la UDI, Evelyn Matthei, que la semana pasada anunci¨® su voto A favor. Este lunes, tras visarse en el Consejo Constitucional, Matthei ha dicho: ¡°Hoy se aprob¨® el texto que todos los chilenos votaremos en diciembre. Hay una necesidad y una tremenda posibilidad de cerrar el proceso constituyente y dejar atr¨¢s incertidumbres y divisiones. Lograr esa estabilidad que tanto necesitamos y buscar avanzar en temas urgentes como generaci¨®n de empleos y seguridad, eso es lo que todos anhelamos¡±.
El oficialismo y otros sectores anuncian su rechazo
Los consejeros del oficialismo anunciaron este lunes por primera vez en conjunto que rechazar¨ªan la propuesta. Sin embargo, no hubo sorpresa en esa de revelaci¨®n, pues las se?ales de incomodidad con varias de las normas que impulsaban las derechas, en especial el Partido Republicano, y que se aprobaban con sus votos en contra, eran m¨¢s que evidentes desde hace meses.
Por ejemplo, en agosto, a¨²n antes de que se votaran las enmiendas que republicanos propusieron al anteproyecto de la Comisi¨®n Experta, el consejero de Convergencia Social, el partido del presidente Boric, Yerko Ljubetic, dijo a EL PA?S: ¡°No estamos dispuestos a suscribir una Constituci¨®n escrita en democracia que sea peor a la que tenemos¡±. Ha sido una frase que, con el tiempo, se fue reiterando en las izquierdas, que entraron en un camino con piedras al constatar que sus 17 votos no pod¨ªan con los 33 de las derechas.
Los partidos del oficialismo, a diferencia de sus consejeros, han decidido tomar el camino institucional y formal para anunciar su postura hasta el 7 de noviembre, cuando la propuesta sea entregada al presidente Boric para luego convoque al plebiscito. Tampoco es un misterio cuando llamen a votar en contra, pues sus l¨ªderes, como la presidenta del Partido Socialista, la senadora Paulina Vodanovic y sus partes del PPD, Jaime Quintana y de Convergencia Social, en el que militar Boric, el diputado Diego Ib¨¢?ez, ha sido muy cr¨ªticos del texto.
Las izquierdas est¨¢n hoy en una posici¨®n muy inc¨®moda, pues si su aspiraci¨®n hist¨®rica ha sido reemplazar la Constituci¨®n que naci¨® en la dictadura de Pinochet, aunque reformada m¨¢s de 60 veces desde 1989, votar en contra significa ratificar la Carta Fundamental actual.
El Gobierno de Boric est¨¢ igualmente inc¨®modo con el texto, pero ha resuelto desde el comienzo de este segundo intento dos cuestiones: que mantendr¨¢ la prescindencia, es decir, que no se involucrar¨¢, y que tampoco habr¨¢ durante esta Administraci¨®n un nuevo proceso constitucional en caso de ganar la opci¨®n En contra, como auguran la mayor¨ªa de los sondeos.
Lo que dicen las encuestas
Los sondeos revelan que la opci¨®n de votar en contra de la propuesta constitucional es significativamente mayor a la de votar a favor. En la ¨²ltima encuesta Cadem, la opci¨®n favorable alcanz¨® el 34% de las preferencias frente a un 51% de las contrarias. Un 15% se declara indeciso. Seg¨²n Pulso Ciudadano, el 30,3% aprobar¨ªa el texto, mientras que un 69,7% lo rechazar¨ªa. El ¨²ltimo sondeo de Feedback arroja que un 30,8% votar¨¢ a favor, el 52,7% en contra y el 10% nulo. La tendencia de las ¨²ltimas semanas revelan que cada vez son m¨¢s los ciudadanos proclives a apoyar la propuesta, un avance lento, pero sostenido.
Casi nulas opciones para un tercer proceso
El Gobierno de Boric pr¨¢cticamente ha descartado que, en el caso de rechazarse el nuevo texto, exista otro proceso constitucional en su Administraci¨®n. ¡°Dif¨ªcilmente habr¨ªa condiciones en este Gobierno¡±, sostuvo la portavoz Camila Vallejo. Y si bien hay un consenso bastante transversal en el mundo pol¨ªtico de que, al menos, hay que tomarse unas ¡°vacaciones constitucionales¡±, el Partido Comunista ha mostrado su inter¨¦s por continuar de inmediato. ¡°Ning¨²n Gobierno, ni este ni el que venga, puede dar por finalizado un proceso constituyente que le pertenece al pueblo, porque no corresponde que los gobiernos que est¨¢n en entredicho sean los que definan si los procesos constituyentes se hacen o no se hacen¡±, afirm¨® el exprecandidato presidencial comunista, Daniel Jadue.
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