Jorge Barrera: ¡°No es una Constituci¨®n de derecha¡±
A un d¨ªa del plebiscito que se celebra este domingo en Chile, el l¨ªder de los asesores constitucionales del Partido Republicano analiza la propuesta que su sector pol¨ªtico apoya
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
El constitucionalista chileno Jorge Barrera Rojas (41 a?os, Rancagua), abogado de la Universidad de Chile, lider¨® al equipo de asesores del Partido Republicano en el actual proceso constitucional chileno, que culmina este domingo con un plebiscito donde habr¨¢ dos opciones en la papeleta: A favor y En contra. Es, en definitiva, uno de los arquitectos del texto. M¨¢ster en Derecho P¨²blico de la Universidad de California y doctor en Derecho por la Universidad de Notre Dame donde actualmente es profesor de la Escuela de Derecho ¨Creside habitualmente en South Bend, Indiana¨C, es muy cercano al l¨ªder de los republicanos chilenos, Jos¨¦ Antonio Kast. Y aunque fue fundador y primer secretario general de la fuerza pol¨ªtica, desde 2020 no milita, porque opt¨® por la vida acad¨¦mica.
A un d¨ªa del refer¨¦ndum ¨Cel segundo intento de Chile en cuatro a?os por cambiar su ley de leyes, tras el fiasco de la Convenci¨®n Constitucional de 2021-2022¨C, Barrera dialoga con el periodista Ascanio Cavallo sobre las razones para empujar la opci¨®n del A favor en la cita electoral chilena de este domingo 17. El encuentro se realiza en la sede del Partido Republicano, en calle Presidente Err¨¢zuriz del municipio de Las Condes, en la zona oriente de Santiago de Chile.
As¨ª fue la conversaci¨®n sostenida para EL PA?S.
Pregunta. Tratemos de ponerle marco a lo que se va a votar el domingo. En t¨¦rminos ideol¨®gicos, ?c¨®mo definir¨ªa el proyecto?
Respuesta. Es una propuesta constitucional transversal. La primera raz¨®n es que hubo una inclusi¨®n muy importante de los especialistas de Dem¨®cratas y Amarillos. Es un texto construido desde el centro hasta la derecha. Quisimos generar una propuesta ideol¨®gicamente transversal, que es distinto que un¨¢nime o de consenso.
P. Y en t¨¦rminos de la tradici¨®n constitucional chilena, ?se inscribe en las constituciones liberales, autoritarias, pluralistas?
R. Soy un profesor de derecho constitucional bastante heterodoxo. Fui el primero en decir que daban lo mismo la extensi¨®n y la definici¨®n de sus contenidos, porque las constituciones son hijas de su tiempo y de su pueblo. Este ha sido un momento constituyente distinto del que tuvo la Convenci¨®n. Partimos a contracorriente, con la gente rechazando la cuesti¨®n constitucional. Es un proyecto muy similar a la Constituci¨®n vigente, pero con una impronta ciudadana que puede hacerla m¨¢s digerible, y que elimina las cosas que hac¨ªan da?o a la estabilidad, principalmente en el sistema pol¨ªtico. La ¨²nica forma de poner esas reglas es en un ¨®rgano distinto al Congreso.
P. Si tuviera que rescatar dos o tres elementos principales, ?este es uno?
R. El elemento principal es que debiese hacerle sentido a la ciudadan¨ªa y a la ¨¦lite. Las constituciones no funcionan s¨®lo porque tienen un cat¨¢logo de derechos y deberes, sino porque el engranaje, la sala de m¨¢quinas, da estabilidad a esas instituciones. ?Cu¨¢ndo terminan siendo aut¨®nomas las instituciones? Cuando sus miembros no pueden ser removidos. Cuando quien es nombrado, pasa por todos los poderes del Estado. Cuando hay una correlaci¨®n de fuerzas m¨¢s o menos sim¨¦trica entre quien gobierna y quien legisla. Y quien gobierna puede lograr las mayor¨ªas necesarias. No podemos limitar la libertad de las personas para organizarse en partidos pol¨ªticos. ?Qu¨¦ podemos hacer? Definir si esos partidos cumplen o no con la condici¨®n de tener una visi¨®n com¨²n de sociedad.
P. ?Es una Constituci¨®n de derecha?
R. No. Y tengo otro argumento: lo ¨²nico que pod¨ªan hacer los 22 consejeros del Partido Republicano era ponerse al arco, pero no ten¨ªamos delanteros, necesit¨¢bamos a otras fuerzas pol¨ªticas. Necesit¨¢bamos cierto pragmatismo, cierta flexibilidad. Por eso, si lee el texto se dar¨¢ cuenta de que, m¨¢s all¨¢ de ciertas disposiciones que son obviamente contestatarias con la izquierda, la mayor¨ªa de las cuestiones que se han puesto sobre la mesa son derechos actualmente. Por ejemplo, la objeci¨®n de conciencia: la reconoci¨® el Tribunal Constitucional el 2017, precisamente cuando se hizo cargo de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en tres causales.
P. Esto ha quedado ligado al aborto, cuando tiene una amplitud bastante mayor.
R. En el derecho comparado y en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la objeci¨®n de conciencia se solidifica o se reconoce por primera vez a prop¨®sito del servicio militar obligatorio.
P. Dentro del mapa de la derecha, el Partido Republicano, que tuvo la hegemon¨ªa en este caso, ha sido caracterizado frecuentemente como la ultraderecha. ?C¨®mo lo caracterizar¨ªa usted, al menos frente al problema constitucional?
R. Hay una primera etapa en la que el Partido Republicano estuvo absolutamente en contra de cambiar la Constituci¨®n vigente y perdi¨® por un 80%. En la segunda etapa, pas¨® a liderar el rechazo y termin¨® ganando por 62%. Y entremedio se opuso a la reforma constitucional que habilitaba este proceso. Ahora, la cuesti¨®n es la siguiente: si quienes participan en la creaci¨®n de las normas se opusieron antes, ?significa que esas normas no se le aplican? Se le aplican. Entonces la decisi¨®n pol¨ªtica del Partido Republicano fue participar en la Comisi¨®n Experta y el Comit¨¦ T¨¦cnico de Admisibilidad, con un miembro en cada uno, y luego en las elecciones del Consejo Constitucional. Y termin¨® teniendo una elecci¨®n hist¨®rica. M¨¢s que ultraderecha, estamos frente a una derecha distinta de la que est¨¢bamos acostumbrados desde los 2000, que era mucho m¨¢s veleta respecto de lo que cre¨ªa, m¨¢s de caudillismo y personalismo. Esta derecha es m¨¢s de principios, entendiendo que no todo son principios, y el resto es flexibilidad y pragmatismo. Gracias a eso se lleg¨® a un proceso exitoso, con una conducci¨®n ejemplar por parte de la presidenta Beatriz Hevia, con un Consejo disciplinado y sin ninguna idea ultra. Si se debate hoy sobre la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en tres causales, es precisamente porque el Partido Republicano nunca propuso una norma para prohibir el aborto en todas sus formas. Nunca existi¨® protecci¨®n a la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer. Nunca se busc¨® imponer ese tipo de ideas. Buscamos desarrollar una propuesta que mantuviera el coraz¨®n de la Constituci¨®n vigente (tal como hizo la Comisi¨®n Experta) y se hiciera cargo tambi¨¦n de las bases que nos impon¨ªan ciertos m¨ªnimos, como el Estado social y democr¨¢tico de derecho, el reconocimiento de los pueblos ind¨ªgenas, una protecci¨®n m¨¢s robusta del medio ambiente. Y luego, una impronta ciudadana en materia de seguridad, corrupci¨®n, protecci¨®n de las fronteras, inmigraci¨®n irregular y otros elementos. Y esos temas est¨¢n porque la discusi¨®n actual nos lleva a hacernos cargo institucionalmente, y las instituciones se crean en la Constituci¨®n.

P. Pero admitir¨¢ una cosa: en la elaboraci¨®n del texto final, la izquierda tuvo muy poca incidencia.
R. Yo creo que tuvo mucha. Primero, el texto de la Comisi¨®n Experta fue aprobado en una alta mayor¨ªa por el Consejo Constitucional. Hab¨ªa elementos que eran muy relevantes que la izquierda quer¨ªa que no quedaran en el texto y siempre dio a entender que esos eran acuerdos. Pero en realidad eran disensos. Por ejemplo, la elecci¨®n del sistema de salud est¨¢ garantizada en la Constituci¨®n vigente. No hay ninguna novedad. Pero ellos se opon¨ªan bajo la l¨®gica de lo que denominaron ¡°Constituci¨®n habilitante¡±, que ven¨ªa con una trampa, que significaba regresividad respecto del reconocimiento y la garant¨ªa de libertades y derechos fundamentales. No era un tema de consenso, era uno de los que llamamos ¡°silencios profundos¡± en el texto de la Comisi¨®n Experta. Esos fueron llenados por el Consejo. El segundo asunto donde la izquierda tuvo fuerte incidencia es que hubo mesas de negociaci¨®n que produjeron pre-acuerdos. Lo que pasa es que la izquierda siempre pidi¨® todo o nada: acuerdos, como los llamaba, ¡°completos y suficientes¡±. ?Qu¨¦ ocurri¨®? No se lleg¨® a ellos, porque la izquierda se baj¨® y en alg¨²n momento nos exigi¨® ¡°rendici¨®n total¡± ¨Cesa fue la frase que usaron¨C, no s¨®lo de las cosas que propon¨ªamos, sino tambi¨¦n de las que ya estaban aprobadas. Ped¨ªan que por unanimidad se retrotrajeran votaciones realizadas en las comisiones.
P. ?Como condici¨®n previa?
R. Como ¡°requisitos de admisibilidad¡±. Una jerga jur¨ªdica muy especial. Sin embargo, no llegando a acuerdo, ten¨ªamos tres alternativas: la primera era insistir con nuestra versi¨®n de las indicaciones presentadas el 17 de julio. La segunda era tomar la ¨²ltima oferta conversada con la izquierda, con acuerdos respecto de los derechos a la salud y la educaci¨®n, el Tribunal Constitucional, los tratados internacionales. Y la tercera alternativa, que fue la que tomamos, era recoger lo mejor de esas opciones. Eso es lo que fue aprobado por el Consejo Constitucional.
P. Pero las indicaciones de la izquierda acogidas forman un porcentaje muy bajo.
R. Uno debiese medir cu¨¢ntas de las indicaciones presentadas por republicanos, UDI, RN y la izquierda fueron aprobadas como estaban. ?Por qu¨¦ hago esta diferencia? Porque las indicaciones que se aprobaron al final fueron todas ¡°unidades de prop¨®sito¡±, discutidas despu¨¦s de que cada partido hab¨ªa presentado sus enmiendas puras. ?Cu¨¢l era el problema pr¨¢ctico? La izquierda no contaba con tres quintos en las comisiones para poder presentar ¡°unidades de prop¨®sito¡±. S¨ª pod¨ªan hacerlo si llegaban a acuerdo con nosotros. Entonces, ?qu¨¦ se termin¨® haciendo? Las propuestas que presentaron republicanos y Chile Vamos recogieron parte de los acuerdos no firmados con la izquierda.
P. No me parece que ellos aceptar¨ªan esa versi¨®n...
R. Porque era todo o nada. Lo ¨²nico que aceptaron y que despu¨¦s se desdijeron, fueron los cambios en el Tribunal Constitucional, incluido el control preventivo facultativo. Despu¨¦s tambi¨¦n se desdijeron porque dec¨ªan que estaban hist¨®ricamente en contra del control preventivo, pero en su momento lo acordaron y lo firmaron.
P. Llama la atenci¨®n la extensi¨®n del texto: 216 art¨ªculos permanentes y 62 transitorios. Es m¨¢s de lo que conoc¨ªa en las constituciones llamadas liberales.
R. Si la comparamos con el resto de Latinoam¨¦rica, no es una Constituci¨®n tan extensa. Yo tengo una convicci¨®n heterodoxa: no existe ninguna posibilidad de que una Constituci¨®n, escrita en democracia y por un ¨®rgano democr¨¢ticamente elegido, sea breve. Ya el proyecto de la Comisi¨®n Experta era largo. Y muchas de las cosas que no estaban, eran silencios que deb¨ªan ser llenados. Eso ya iba a llevar a una extensi¨®n mayor. Y no tengo problema con eso, despu¨¦s de haber pasado por todo lo que puede pasar un abogado dedicado a lo p¨²blico. Hubo tambi¨¦n una decisi¨®n pol¨ªtica. La Comisi¨®n Experta decidi¨® no tener leyes supramayoritarias, ning¨²n qu¨®rum superior al 50 m¨¢s uno. Esa decisi¨®n implicaba que cosas esenciales de las instituciones democr¨¢ticas aut¨®nomas, como el Banco Central, el Ministerio P¨²blico, la Contralor¨ªa, el Tribunal Constitucional, ten¨ªan que pasar a la Constituci¨®n. Eso aumenta la extensi¨®n del texto de manera significativa.
P. Una Constituci¨®n larga sugiere cierta intenci¨®n de sobrenormar¡
R. Nosotros tenemos un problema. Cuando una persona extranjera viene a Chile, pregunta: ?c¨®mo tengo certeza jur¨ªdica para invertir? Y uno le dice que esa certeza solamente se obtiene con una sentencia judicial en la Suprema. Eso no lo entienden. ?Pero c¨®mo, la decisi¨®n que toma un ¨®rgano administrativo no se mantiene en el tiempo? No, no se mantiene. ?Y si los tribunales ya lo definieron antes? S¨ª, la semana pasada lo definieron, pero esta semana est¨¢n diciendo otra cosa. Chile tiene un sistema en el cual, lamentablemente, la certeza jur¨ªdica s¨®lo se logra ante tribunales. Es algo que est¨¢ en la Constituci¨®n vigente, en la de 1980, en la de 1925. Este proyecto pone coto al activismo judicial, de una manera lo m¨¢s arm¨®nica posible con la democracia. ?C¨®mo? Mire, cuando un juez extienda lo decidido a personas que no fueron parte de ese juicio, la decisi¨®n es inoponible. Usted tiene que ser parte de ese proceso para que se le aplique la sentencia. No tengo problema en que decida lo que le parezca, pero este no es un Gobierno de los jueces. Quien legisla es el Presidente de la Rep¨²blica con el Congreso.
P. Tambi¨¦n se crean muchos organismos nuevos, contralores o vigilantes de organismos ya existentes. Es como vigilar al Estado con m¨¢s Estado.
R. No, es que vigilemos a los pol¨ªticos. La Oficina de Estudios y An¨¢lisis Regulatorios, por ejemplo, es porque no hay interoperabilidad entre los organismos del Estado, no conversan unos con otros. ?La Agencia Anticorrupci¨®n? Tiene actividades de promoci¨®n de prevenci¨®n, un compliance obligatorio para el cumplimiento de ciertos est¨¢ndares, algo que no hace ni puede hacer la Contralor¨ªa.
P. Los art¨ªculos transitorios exigen aprobar leyes nuevas hasta cinco a?os m¨¢s.
R. Esa es una buena noticia, no una mala. Es requerir, en un momento pol¨ªtico particular, que el Congreso se aboque a una agenda, no solamente ciudadana, con todas las leyes en materia de seguridad, corrupci¨®n, fronteras, etc¨¦tera, sino tambi¨¦n a la voluntad soberana del pueblo de Chile, que en el 2020 decidi¨® tener una nueva Constituci¨®n. Con una nueva Constituci¨®n siempre se va a requerir implementaci¨®n.
P. S¨ª, pero ?cinco a?os?
R. S¨ª, por una cuesti¨®n de gradualidad y realismo pol¨ªtico. Por ejemplo: ?por qu¨¦ la norma del umbral del 5% para entrar ingresar al Congreso Nacional no se aplica en esta elecci¨®n? Para no afectar a los incumbentes, como exigieron las doce bases establecidas. Lo mismo con la disminuci¨®n de diputados.
P. Supongamos que fracasa la propuesta el domingo. ?Qu¨¦ elementos de esos deber¨ªa seguir promoviendo la derecha?
R. Estoy convencido de que la propuesta se va a aprobar el domingo. Si se pierde, ser¨¢ un llamado de la ciudadan¨ªa a la clase pol¨ªtica en general, no a la derecha. En t¨¦rminos pol¨ªticos duros, la derrota cultural es de la izquierda, que est¨¢ llamando a votar por lo que ellos llaman ¡°la Constituci¨®n de Pinochet¡±. Ahora dicen que es de Lagos. Pero creo que un resultado adverso no se va a producir.
P. ?Le parece que esta tambi¨¦n es una elecci¨®n sobre el Gobierno?
R. El presidente ha dado indicios bastante claros de cu¨¢l va a ser su posici¨®n. No cabe duda de que su Gobierno est¨¢ en contra de la propuesta constitucional. El problema est¨¢ en si la ciudadan¨ªa tiene claro que votar en contra es votar en conjunto con el gobierno. Esa es otra pregunta. Hay un problema comunicacional, porque hay gente que dice que votar¨¢ en contra porque est¨¢ en contra del Gobierno. Y con el rechazo anterior. Si rechac¨¦, ?por qu¨¦ tengo que aprobar ahora? Dicho eso, creo que una vez que gane el apruebo, va a ser un problema para el Gobierno, porque tendr¨¢ que dejar de lado su programa.
P. ?Piensa que el debate se ha presidencializado? Pareci¨® as¨ª desde esa rara irrupci¨®n tuvo Evelyn Matthei.
R. Ojal¨¢ hubiese m¨¢s liderazgos. La derecha tiene muchos hoy, pero en la izquierda no hay. Tuvo que hacerse presente la expresidenta Bachelet, dando declaraciones que me parecen lamentables. Tuvieron que ir a buscar liderazgos del pasado. Esta Constituci¨®n se hace cargo tambi¨¦n de eso. Impide a los presidentes presentarse en m¨¢s de dos mandatos. Si se rechaza la Constituci¨®n, lo m¨¢s probable es que la expresidenta Bachelet quiera ser candidata nuevamente...
P. En el caso de que el proyecto se apruebe, ?se ve especialmente favorecido Jos¨¦ Antonio Kast?
R. Est¨¢ claro que Jos¨¦ Antonio ser¨¢ candidato presidencial en la pr¨®xima elecci¨®n. Pero este plebiscito fortalece a las fuerzas que hayan aprobado el A favor. Y a sus liderazgos, porque, por primera vez en mucho tiempo, estamos ante una mirada no contingente, no personalista. Durante mucho tiempo se ha dicho que la derecha es el partido del no. Ahora viene una derecha constituida, heterog¨¦nea, transversal, en conjunto con un centro pol¨ªtico que particip¨® en la construcci¨®n de la propuesta.
P. Finalmente: ?imagina al Presidente Boric firmando un texto constitucional de Kast?
R. Yo he tratado de decir en todos lados que el cumplimiento del decreto promulgatorio de la Constituci¨®n es un acto formal, que podr¨ªa haber hecho cualquier Presidente. Si algo ha demostrado Chile, es que es un pa¨ªs muy institucional. Lo mismo va a pasar en la propuesta constitucional: no importa el margen, el pa¨ªs respeta su institucionalidad, incluso en los momentos m¨¢s dif¨ªciles.
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