Por qu¨¦ los infectados de coronavirus deben vacunarse los ¨²ltimos y solo con una dosis
Dos estudios preliminares apoyan que se cambien los criterios de inmunizaci¨®n para hacer frente a la escasez de inyecciones
La investigaci¨®n biom¨¦dica aporta esta semana m¨¢s buenas noticias sobre la efectividad de las vacunas y la mejor forma de administrarlas ante la acuciante escasez de inyecciones que sufren Espa?a y el resto de pa¨ªses europeos.
Dos estudios han demostrado que las personas que ya se han infectado por coronavirus solo necesitar¨ªan una dosis de vacuna de ARN para estar inmunizados. Estas personas registran niveles de anticuerpos ¡ªlas prote¨ªnas inmunes capaces de neutralizar al virus¡ª que son superiores a los de la gente que nunca se contagi¨®, pero recibi¨® las dos dosis preceptivas.
Los dos trabajos ¡ªa¨²n preliminares¡ª se han realizado en EE UU. El primero se centra en la inmunidad de trabajadores de hospitales, unos con una infecci¨®n por SARS-CoV-2 confirmada y otros sin ella. Tras la primera dosis de una vacuna de ARN de Moderna o BioNTech/Pfizer los primeros desarrollaron niveles de anticuerpos bastante m¨¢s altos que sus compa?eros que recibieron las dos inyecciones.
El segundo trabajo, dirigido por el vir¨®logo Florian Kramer, de la Escuela de Medicina del Hospital Monte Sina¨ª en Nueva York, ha estudiado a 109 personas con y sin infecci¨®n previa confirmada. Tras una primera dosis, los que ya se contagiaron generaron entre 10 y 20 veces m¨¢s anticuerpos neutralizantes del coronavirus. Incluso despu¨¦s de que el otro grupo recibiese la segunda dosis, los niveles de anticuerpos de los ya infectados segu¨ªan siendo 10 veces m¨¢s altos.
La primera dosis act¨²a como si fuera la segunda de recuerdo para los que ya pasaron la infecci¨®n
Los cient¨ªficos argumentan que para la gente que ya se ha contagiado la primera dosis de vacuna act¨²a en realidad como una segunda dosis de recuerdo. Su sistema inmune ya entrenado contra el coronavirus recuerda el pat¨®geno y monta una respuesta m¨¢s potente que la de los vacunados que nunca se contagiaron. Ambos estudios se?alan que a la luz de estos datos habr¨ªa que modificar los protocolos de vacunaci¨®n de forma que la gente que ya se haya contagiado sea vacunada al final y reciban una sola dosis. Esto liberar¨ªa muchas dosis preciosas en un contexto de escasez generalizado de vacunas.
Ambos trabajos han llegado a una segunda conclusi¨®n: los efectos secundarios de la vacuna son m¨¢s intensos y frecuentes en la gente que ya se contagi¨®. En cualquier caso estas reacciones son leves y no requieren tratamiento m¨¦dico: fiebre, dolor en el brazo, malestar¡
Estas noticias se suman a otras muy positivas sobre la tercera vacuna aprobada en Europa: la de Oxford. Un estudio de esta universidad y de la empresa AstraZeneca que ha colaborado en su desarrollo muestra que esta vacuna reduce en unos dos tercios la transmisi¨®n del virus. Varios pa¨ªses europeos est¨¢n considerando reservar esta vacuna para los menores de 65 a?os debido a que no hay datos completos sobre su efectividad en los mayores. Estos datos tambi¨¦n pueden influir en el dise?o de las nuevas fases de vacunaci¨®n.
¡°Estos estudios apuntan lo que ya imagin¨¢bamos, que la capacidad de inmunizaci¨®n de la infecci¨®n es suficiente, de forma que incluso no habr¨ªa que vacunar a estas personas¡±, explica Marcos L¨®pez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa (SEI). ¡°Estamos todos mirando la respuesta vacunal entre la primera y la segunda dosis. Estudiamos tanto el nivel de anticuerpos como el de c¨¦lulas del sistema inmune. Y ya estamos viendo que entre dosis hay buenos niveles de anticuerpos con una protecci¨®n de en torno al 50%. Tambi¨¦n linfocitos T [capaces de matar a las c¨¦lulas infectadas] dirigidos espec¨ªficamente a la prote¨ªna de la esp¨ªcula¡±, explica L¨®pez, jefe de inmunolog¨ªa del Hospital Universitario Marqu¨¦s de Valdecilla, en Santander.
En un principio, la estrategia de vacunaci¨®n en Espa?a contemplaba vacunar a infectados y no infectados del primer grupo ¡ªmayores de residencias y sanitarios¡ª por igual. Posteriormente, explica L¨®pez, debido a la escasez de vacunas, se ha decidido vacunar a los sanitarios ya infectados los ¨²ltimos, tres meses despu¨¦s de la fecha en la que fueron diagnosticados. Los nuevos resultados podr¨ªan ahora influir en la vacunaci¨®n del resto de grupos. ¡°Todo esto pinta muy bien, pero habr¨ªa que usar la inmunolog¨ªa para priorizar dosis y no poner m¨¢s de las necesarias y no vacunar primero a quien no lo necesita. A los ya infectados se los deja para el final y es probable que con una sola dosis al final de la campa?a tengan suficiente como recuerdo tal vez pasado un a?o o m¨¢s¡±, a?ade.
¡°Estos estudios apuntan que la capacidad de inmunizaci¨®n de la infecci¨®n es suficiente, de forma que incluso no habr¨ªa que vacunar a estas personas¡±Marcos L¨®pez, presidente de la Sociedad Espa?ola de Inmunolog¨ªa
En cualquier caso, estos dos trabajos necesitan ser confirmados y ampliados con un seguimiento m¨¢s largo de los participantes, advierte el vir¨®logo Estanislao Nistal, de la Universidad San Pablo CEU. ¡°Hay un dato importante, las edades de las personas en el an¨¢lisis. Ser¨ªa importante definir si este efecto que sugieren ocurre de igual manera en personas mayores, que son las que peor sufren la enfermedad. Ser¨ªa interesante que pudieran hacer un seguimiento de estos pacientes en el tiempo para saber si la respuesta inmune es m¨¢s robusta en el tiempo que en el grupo de los vacunados con dos dosis o en los infectados que reciben solo una¡±, explica.
¡°Estos trabajos son una buena noticia y coinciden con lo que estamos viendo en los sanitarios vacunados en Espa?a¡±, explica el epidemi¨®logo del Hospital Cl¨ªnic de Barcelona Toni Trilla. ¡°Aunque hay que confirmar estos datos, tiene l¨®gica dejar a los infectados para despu¨¦s y darles una sola dosis. Una de las inc¨®gnitas que quedan por responder es cu¨¢nto dura la inmunidad generada por la infecci¨®n¡±, destaca. Los ¨²ltimos datos apuntan a que esta dura por lo menos ocho meses.
Estos resultados plantean un reto tecnol¨®gico dif¨ªcil de superar en Espa?a. Los dos trabajos han analizado la presencia de anticuerpos contra el coronavirus para determinar si la persona hab¨ªa pasado la infecci¨®n o no. Pero hay ya muchas evidencias de que no tener anticuerpos no significa que no se haya estado contagiado con el SARS-CoV-2. Es posible que un infectado en la ola de marzo ya no tenga anticuerpos, pero s¨ª mantendr¨ªa c¨¦lulas de memoria que le protegen contra el pat¨®geno. Incluso hay personas que no desarrollan anticuerpos por problemas gen¨¦ticos y aun as¨ª est¨¢n inmunizados gracias a los linfocitos y otras c¨¦lulas inmunes.
¡°Lo primero ser¨ªa hacer pruebas de anticuerpos, pero adem¨¢s habr¨ªa que montar un nuevo test de respuesta celular frente al covid¡±, explica L¨®pez. ¡°Pero esto complica mucho las cosas a los servicios de inmunolog¨ªa de los hospitales porque no tenemos recursos. Es una de las cosas de las que nos quejamos siempre. Necesitamos m¨¢s recursos para poder hacer este tipo de estudios. En la SEI ya hemos desarrollado un protocolo com¨²n. Es complicado y caro. Pero para otras cosas se han gastado muchos m¨¢s recursos¡±, resalta.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.