Hallados los rastros humanos m¨¢s antiguos de Europa en una zona de Ucrania lejos de las bombas
Un proyecto cient¨ªfico realizado en plena guerra identifica herramientas de piedra talladas hace 1,4 millones por los primeros hom¨ªnidos que pisaron el continente
Hace mucho tiempo, en lo que hoy es el oeste de Ucrania, un humano fam¨¦lico quiso comerse un trozo de carro?a o partir un hueso y sacarle el nutritivo tu¨¦tano. Cogi¨® una piedra y comenz¨® a golpearla hasta sacarle un tosco filo con el que conseguir su ansiado alimento. As¨ª era la tecnolog¨ªa punta en tiempos del Paleol¨ªtico.
La piedra qued¨® enterrada y olvidada hasta que un grupo de chavales a las ¨®rdenes del arque¨®logo llamado V. N. Gladilin la desenterraron en la d¨¦cada de 1980. Inmediatamente, supieron que eran los utensilios humanos m¨¢s primitivos que hab¨ªan visto, pero no pudieron establecer su edad exacta.
Uno de aquellos chicos se llamaba Vitaly Usik y hoy es un veterano arque¨®logo de 63 a?os huido de su Ucrania natal al estallar la guerra. Tras una investigaci¨®n de cuatro a?os, dos de ellos en plena guerra, una revolucionaria tecnolog¨ªa que usa las explosiones de estrellas como cron¨®metro geol¨®gico ha permitido demostrar que las herramientas se tallaron hace 1,4 millones de a?os. Son las m¨¢s antiguas de Europa y su autor fue probablemente uno de los primeros seres humanos que colonizaron el continente.
El hallazgo aclara c¨®mo nuestros ancestros, los Homo erectus, salieron de ?frica y descubrieron Europa. El estudio, que se publica hoy en la revista Nature, referente de la mejor ciencia mundial, constituye el triunfo de toda una vida para los castigados cient¨ªficos ucranios emigrados. Como Usik, que actualmente trabaja en el Instituto de Arqueolog¨ªa de Brno (Rep¨²blica Checa), o su colega Natasha Gerasimenko, que sigue dando clases en la Universidad Nacional Taras Shevchenko, en Kiev, desafiando los bombardeos. Investigadores de otros cuatro pa¨ªses europeos firman tambi¨¦n el trabajo.
¡°Durante mucho tiempo, el estudio de la evoluci¨®n humana en nuestro continente ha estado centrada en Francia o Espa?a, mientras que de Europa del Este y central no se sab¨ªa apenas nada¡±, explica Roman Garba, arque¨®logo e investigador del Instituto de F¨ªsica de Rep¨²blica Checa y coautor del trabajo. ¡°Nuestro descubrimiento muestra que los primeros humanos llegaron a Europa desde el sureste y probablemente entraron siguiendo el cauce del Danubio¡±, destaca.
El yacimiento de Korolevo se ha salvado del terror y la destrucci¨®n de la guerra en Ucrania gracias a su localizaci¨®n. ¡°Est¨¢ a pocos kil¨®metros de la frontera con Rumania y Hungr¨ªa, dos pa¨ªses de la OTAN; y no ha ca¨ªdo ni una bomba desde que empez¨® la guerra¡±, detalla Garba. En verano de 2023, el investigador viaj¨® a Korolevo, situado junto a unas canteras que siguen en explotaci¨®n, para preservar el yacimiento y contemplar los niveles de terreno donde aparecieron las herramientas en los a?os 80.
Dataci¨®n por rayos c¨®smicos
Las supernovas son explosiones de estrellas al morir. Estos cataclismos producen rayos c¨®smicos que viajan por todo el universo a la velocidad de la luz. Al llegar a la Tierra impactan en los minerales y generan compuestos radiactivos. Usando un acelerador de part¨ªculas, se puede establecer la cantidad de rayos c¨®smicos que ha recibido una muestra y determinar su edad. Esta dataci¨®n por n¨²clidos cosmog¨¦nicos, realizada en el acelerador del Centro Helmholtz de Dresde-Rosendorf (Alemania), arroja una antig¨¹edad de 1,4 millones de a?os, con un margen de error de 100.000 a?os arriba o abajo.
Por aquel tiempo Europa pudo vivir un periodo de bonanza. Descomunales glaciares del tama?o de pa¨ªses enteros se replegaron al norte y dejaron territorio libre para la llegada de mamuts, hipop¨®tamos, tigres dientes de sable, hienas gigantes y otra megafauna. Probablemente escondidos, aterrados y hambrientos, los primeros humanos siguieron los pasos de las fieras para aprovechar la carro?a que dejaban a su paso. No sab¨ªan hacer fuego, ten¨ªan un cerebro mucho m¨¢s peque?o que el nuestro, pero ya andaban erguidos; y se las arreglaron para salir de ?frica hace unos dos millones de a?os hasta alcanzar confines tan lejanos como la isla de Java unos 500.000 a?os despu¨¦s.
Los erectus son la especie humana que m¨¢s tiempo ha sobrevivido en este planeta. Siempre se ha tenido por una especie asi¨¢tica porque la mayor¨ªa de sus restos aparecieron en este continente. Los de ?frica se asignan a su ancestro, el Homo habilis, llamado as¨ª por su capacidad de fabricar herramientas toscas de piedra no muy diferentes a las halladas en Korolevo. Sus pasos por Europa son mucho m¨¢s inciertos.
En agosto de 2005, un espectacular cr¨¢neo ce?udo y primitivo fue desenterrado con esmero en Dmanisi, Georgia. Demostr¨® que los erectus estaban en esta zona hace ya 1,8 millones de a?os. Los siguientes rastros f¨®siles est¨¢n misteriosamente al otro extremo del continente: en la m¨ªtica Sima del Elefante de la sierra de Atapuerca (Burgos), y son de hace 1,2 millones de a?os. El yacimiento de Korolevo llena ahora el vac¨ªo temporal y geogr¨¢fico entre esos dos puntos.
¡°Es un lugar estrat¨¦gico desde el punto de vista Paleol¨ªtico¡±, explica el arque¨®logo ucranio Usik, cuya tesis doctoral se bas¨® en su trabajo en este yacimiento. ¡°Est¨¢ en un alto desde donde los humanos pod¨ªan divisar el movimiento de los animales. Hay una rica reserva de piedra volc¨¢nica con la que hacer herramientas y abundante agua. Gracias a esta nueva t¨¦cnica de dataci¨®n hemos podido pasar de decir que las herramientas eran relativamente antiguas a fijar la fecha en la que llegaron los primeros humanos a este lugar y a Europa en general¡±, destaca.
Las herramientas est¨¢n ahora almacenadas en los s¨®tanos del Museo Arqueol¨®gico Nacional de Kiev junto al resto de las piezas de la colecci¨®n para protegerlas de los bombardeos. Los responsables de la investigaci¨®n han pedido una ayuda millonaria a la Uni¨®n Europea para excavar de nuevo en Korolevo y encontrar m¨¢s restos l¨ªticos. El terreno es demasiado ¨¢cido para conservar f¨®siles humanos, cree Garba.
Toda la expectaci¨®n pasa ahora al yacimiento de Atapuerca, donde en verano de 2022 se encontr¨® un fragmento de cara de hasta 1,4 millones de a?os, lo que le convertir¨ªa en el f¨®sil humano m¨¢s antiguo de Europa, aunque a¨²n no se ha datado con precisi¨®n. El resto ha sido bautizado Pink, un posible homenaje en ingl¨¦s a una de sus descubridoras, Rosa (Pink) Huguet.
Mar¨ªa Martin¨®n-Torres, directora del Centro Nacional de Evoluci¨®n Humana, destaca que el estudio de Korolevo es ¡°robusto e importante, porque se suma a la lista de los pocos yacimientos que en Europa pueden documentar la presencia de humanos antes del mill¨®n de a?os con solidez¡±. Y a?ade: ¡°Atapuerca sigue siendo el ¨²nico que adem¨¢s de industria [l¨ªtica] proporciona tambi¨¦n restos humanos que pueden ayudarnos a determinar qui¨¦n fue el protagonista de estas primeras incursiones. Los autores sugieren que por la cronolog¨ªa podr¨ªa pertenecer a Homo erectus, pero habr¨¢ que esperar al estudio de Pink para poder resolver el misterio¡±.
Huguet, corresponsable de las excavaciones en la Sima del Elefante, explica: ¡°Esperamos que el trabajo de Pink y todo su contexto se publique como tarde despu¨¦s del verano¡±. El hallazgo de Korolevo, a?ade, ¡°es una magn¨ªfica noticia¡±, y destaca que es el yacimiento m¨¢s septentrional en el que se han encontrado rastros humanos. Atapuerca y Dmanisi est¨¢n mucho m¨¢s al sur y cuadran mejor como refugios clim¨¢ticos en tiempos de glaciaci¨®n.
Esto apoya la teor¨ªa de que los humanos no llegaron a Europa de una sola vez, sino en pulsos sucesivos, aprovechando los periodos entre glaciaciones, de unos 40.000 a?os. Al volver el fr¨ªo se extingu¨ªan o hu¨ªan de nuevo hacia el sur.
Se piensa que nuestra propia especie, el Homo sapiens, surgi¨® en ?frica hace unos 300.000 a?os, probablemente a partir de Homo erectus. Nuestra especie sali¨® varias veces de ?frica, probablemente aprovechando periodos c¨¢lidos. Todos los habitantes actuales del planeta descendemos de uno de esos pulsos salidos del continente hace unos 70.000 a?os.
Los restos de erectus se hacen tan abundantes y distintos que posiblemente ¡°haya que hilar m¨¢s fino¡± y nombrar nuevas especies para diferenciar unas poblaciones de otras, apunta Juan Luis Arsuaga, codirector de Atapuerca. Lo que no le cabe duda es el camino a trav¨¦s de Europa marcado por el hallazgo ucranio: ¡°Seguro que la ruta que siguieron fue por ah¨ª¡±.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, X e Instagram, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.