La muerte s¨²bita de los alcornoques centenarios de Do?ana
En uno de los ejemplares ca¨ªdos este a?o nidificaba una pareja de ¨¢guila imperial del parque nacional. Los cient¨ªficos estudian si la bajada del acu¨ªfero est¨¢ detr¨¢s de estas p¨¦rdidas
El alcornoque centenario conocido como La Imperial, al ser el lugar elegido por una pareja de ¨¢guila imperial del Parque Nacional de Do?ana para anidar durante a?os, no ha resistido m¨¢s y ha colapsado este a?o. Este ejemplar es uno de los alrededor de 10 que se han secado en la Reserva Biol¨®gica de Do?ana ¨Del coraz¨®n del espacio protegido¨D desde enero del a?o pasado, en lo que los cient¨ªficos califican de muerte ¡°s¨²bita¡±. La especie se encuentra en mal estado desde hace d¨¦cadas y los ¨¢rboles mor¨ªan, pero a un ritmo mucho menor: de uno o dos por a?o, seg¨²n han comprobado cient¨ªficos de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (EBD) en la zona conocida como la Pajarera. ¡°Los individuos centenarios tienen como m¨ªnimo 300 a?os de edad y perd¨ªamos ejemplares, pero cuando de repente ves que el proceso se acelera en tan poco tiempo, te preocupas¡±, expone Ricardo D¨ªaz-Delgado, investigador de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana. Los cient¨ªficos estudian en qu¨¦ medida la bajada del nivel del acu¨ªfero debido a las extracciones de la agricultura unidas a una pertinaz sequ¨ªa ha contribuido a la multiplicaci¨®n de estas muertes.
La mortalidad m¨¢s reciente se concentra sobre todo en los lugares m¨¢s elevados, en los que ha desaparecido el 27% de los alcornoques centenarios, frente a un 5% de las ¨¢reas m¨¢s bajas, donde las aguas subterr¨¢neas han disminuido menos y son m¨¢s accesibles para los ¨¢rboles, apunta la ¨²ltima revisi¨®n de 121 ejemplares (109 centenarios y 12 m¨¢s j¨®venes) realizada por la EBD-CSIC esta primavera. Entre los ¨¢rboles que est¨¢n vivos se observan algunos con ca¨ªda de hoja. Estos ejemplares afectados presentaban un buen estado hasta al menos el oto?o de 2021. ¡°Por lo que su decaimiento y muerte se ha producido de manera s¨²bita a lo largo de 2022 y lo que llevamos 2023¡å, resalt¨® Eloy Revilla, director de la estaci¨®n biol¨®gica, en el pleno extraordinario del Consejo de Participaci¨®n de Do?ana el 10 de abril de este a?o.
D¨ªaz-Delgado explica que ¡°la vegetaci¨®n terrestre es un indicador de la situaci¨®n de Do?ana por la falta de agua y no solo sufren los alcornoques, tambi¨¦n los pinos, las sabinas, el monte negro dominado por brezos...¡±. Los alcornoques y el resto de la vegetaci¨®n padecen un importante estr¨¦s h¨ªdrico por la falta de lluvia, y las plantas y ¨¢rboles m¨¢s dependientes del acu¨ªfero, por su bajada debido a que el nivel de extracci¨®n es mayor que la recarga. En este escenario aparece un parque nacional en el que solo hay inundado un 1,8% de las marismas y la laguna de Santa Olalla ¨Dla ¨²nica que era permanente y que se ha secado estos dos ¨²ltimos a?os¨D cuenta con un escaso 9,6% de su superficie encharcada. Tanta es la falta de agua, que se circula por el humedal ¡°igual que en verano¡±, asegura Jaime Robles, cuarta generaci¨®n de una familia de guardas de la Reserva Biol¨®gica de Do?ana. ?l tambi¨¦n observa en su d¨ªa a d¨ªa los efectos de los problemas que arrastra el humedal. ¡°Cada vez hay m¨¢s alcornoques que se mueren, pero lo notas en todo, en los pinos, en otras especies, porque en general est¨¢ fatal y hay una falta de aves tremenda¡±, asegura.
La vejez y la presencia del pat¨®geno Phytophthora cinnamomi son otras de las razones asociadas a la desaparici¨®n de estos impresionantes ejemplares. La enfermedad se detect¨® por primera vez en la Reserva Biol¨®gica de Do?ana en 2008 y provoc¨® la muerte de varios ¨¢rboles. En estos a?os se ha extendido por todo el parque y produce s¨ªntomas parecidos al estr¨¦s h¨ªdrico, pero est¨¢ m¨¢s activo en periodos h¨²medos y el actual es seco.
Embolias vegetales
Los cambios experimentados por la vegetaci¨®n se perciben en otras especies como las sabinas, que crecen en los entornos m¨¢s ¨¢ridos del parque, en las dunas, y que ahora se est¨¢n expandiendo a lugares anta?o h¨²medos, pero ahora con menos agua. ¡°Eso te muestra cu¨¢l es la situaci¨®n; los ¨¢rboles afectados de cualquier especie igual depend¨ªan de una bolsa de agua que ya no tienen y se produce una embolia que les hace colapsar en nada¡±, explica D¨ªaz-Delgado. Esto ocurre debido a que el transporte de agua entre las ra¨ªces y las hojas se interrumpe, lo que puede secar hojas y ramas e incluso matar al ¨¢rbol. ¡°Pasas un d¨ªa y est¨¢ verde, y al siguiente lo ves seco¡±, describe el cient¨ªfico. Este proceso es diferente al de una plaga o una enfermedad que acaba con el ¨¢rbol, pero de una forma m¨¢s progresiva. Los investigadores estudian la dependencia de estos ¨¢rboles del agua subterr¨¢nea, para comprobar si sus sospechas son ciertas.
Al mismo tiempo que se pierden ejemplares de alcornoques, la vegetaci¨®n terrestre avanza e invade las lagunas de mayor tama?o que ya no se inundan. La EBD comprob¨® con un monitoreo directo de campo realizado en 2021 y 2022 que el 19% de las 267 lagunas muestreadas se han perdido por completo y est¨¢n colonizadas por sabinas, jaguarzos, brezos o pinos que invaden las cubetas. Han desaparecido lagunas como la del Moral, el Zahillo, la del Tarje o el Brecillo. Adem¨¢s, otro 19% tiene m¨¢s de un 50% de su cubeta invadida por matorral y pinos y solo un 10% se mantienen en buen estado, sobre todo en la zona de la Vera. No es el ¨²nico humedal de importancia internacional afectado por un proceso similar debido a las extracciones de agua y falta de precipitaciones: el carrizo y el taray se est¨¢n comiendo las llanuras de inundaci¨®n del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en un proceso de transformaci¨®n de un sistema acu¨¢tico en uno terrestre.
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