Atiq Rahimi: ¡°Los talibanes est¨¢n matando la cultura. ?Desde 1996!¡±

Al escritor y cineasta Atiq Rahimi se le escapa una risa sarc¨¢stica cuando oye que hay quienes piensan que los talibanes que acaban de retomar Kabul, la ciudad donde naci¨® hace 59 a?os, podr¨ªan mostrarse esta vez algo m¨¢s moderados que durante la brutal dictadura que establecieron entre 1996 y 2001, cuando fueron expulsados del poder y de las principales ciudades de Afganist¨¢n ¡ªque no totalmente destruidos, lamenta Rahimi¡ª por la intervenci¨®n estadounidense. D¨ªas antes de la r¨¢pida ca¨ªda de Kabul el domingo, el escritor, que rehizo su vida en Par¨ªs y construy¨® su exitosa carrera, premio Goncourt incluido, tras tener que huir con lo puesto de su pa¨ªs y recibir en 1984 asilo pol¨ªtico en Francia, public¨® una angustiada tribuna en Le Figaro. En ella, el autor de Syngu¨¦ sabour (La piedra de la paciencia) ped¨ªa que los pa¨ªses occidentales acojan a los periodistas y artistas afganos que son, dijo, ¡°objetivo prioritario de los talibanes, cuyo odio implacable a la cultura y la civilizaci¨®n no hace falta demostrar¡±. Lo sucedido desde su llamamiento, apoyado por casi un centenar de personalidades, no ha hecho, lamenta en entrevista telef¨®nica, m¨¢s que confirmar sus peores temores.

Pregunta. ?Le ha sorprendido la r¨¢pida toma del poder de los talibanes?

Respuesta. La verdad es que no: la mayor¨ªa de los afganos esper¨¢bamos desde hace alg¨²n tiempo la llegada de los talibanes. Cuando [el presidente estadounidense] Joe Biden dijo el lunes que su objetivo no era reconstruir un pa¨ªs, sino solo buscar a Osama Bin Laden, eso revela que Afganist¨¢n les sirvi¨® como un terreno de guerra a Estados Unidos. Desde el principio no hubo una voluntad de destruir completamente el nido de los talibanes y del terrorismo yihadista. Desgraciadamente, tampoco ha habido una voluntad de reconstruir el pa¨ªs para que Afganist¨¢n pudiera resistir, para que pudiera combatir todo eso.

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P. ?Es un fracaso internacional, afgano o colectivo?

R. Cuestiono al poder afgano por su ingenuidad, su incapacidad de gobernar y por su corrupci¨®n. Pero tambi¨¦n a Estados Unidos, porque en cuanto expulsaron a los talibanes, metieron a [los presidentes afganos] Hamid Karzai o Ashraf Ghani, que son gente elegida por EE UU, esp¨ªas de EE UU. Tanto la administraci¨®n como la estrategia pol¨ªtica de Afganist¨¢n han estado controladas, casi al 80%, por Estados Unidos. Y sus adversarios, Rusia, China o Ir¨¢n, han hecho todo lo posible por perjudicar su presencia en suelo afgano. Afganist¨¢n se convirti¨® en un campo de batalla desplazado, en un campo de batalla entre Ir¨¢n y Arabia Saud¨ª, entre Pakist¨¢n e India, entre China y el mundo occidental, entre Rusia y EE UU.

P. Hay quienes hablan de ¡°talibanes 2.0¡±, m¨¢s moderados. Hasta han dado una rueda de prensa, algo bastante in¨¦dito, asegurando una amnist¨ªa general y que van a respetar los derechos de las mujeres en el marco del islam. ?Usted se lo cree?

R. S¨ª, han dicho eso, pero en seguida han dicho que todo ser¨¢ seg¨²n la ley de la shar¨ªa. ?Y eso qu¨¦ quiere decir? Lo que han practicado hasta ahora y que practican en muchos pa¨ªses musulmanes, en Arabia Saud¨ª o Qatar. Las mujeres ser¨¢n las primeras v¨ªctimas, seguro, de esta guerra geopol¨ªtica, como siempre. Y tambi¨¦n la juventud, que no va a tener ya acceso a una educaci¨®n laica, moderna, y ser¨¢ nuevamente enviada a escuelas cor¨¢nicas. Ya han prohibido series de televisi¨®n, han detenido muchas emisiones de radio, pronto van a prohibir muchas m¨¢s cosas. Hay que decir las cosas como son: es la victoria del oscurantismo sobre la ilustraci¨®n. Y esta vez va a ser m¨¢s duro a¨²n, porque lo han vuelto a conseguir, han ganado esta guerra, est¨¢n orgullosos y tienen cada vez m¨¢s confianza en s¨ª mismos.

Desde el principio no hubo una voluntad de destruir completamente el nido de los talibanes y del terrorismo yihadista

P. ?C¨®mo puede afectar al resto del mundo?

R. No olvide que la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Ir¨¢n en 1979 dio mucha confianza al mundo musulm¨¢n, que se dijo: ¡°Esto funciona, podemos tomar el poder, podemos cambiar la sociedad¡±. Esta vez va a ser peor, los musulmanes, los integristas sobre todo, han recuperado esa fuerza, esa convicci¨®n. Eso va a ser muy complicado para Occidente, para el mundo democr¨¢tico.

P. Con el apoyo de casi un centenar de actores, escritores y realizadores, usted ha hecho un llamamiento urgente para que Francia y las democracias occidentales acojan a los periodistas y artistas afganos. ?Por qu¨¦ ellos?

R. En los ¨²ltimos 20 a?os, no han dejado de denunciar los horrores de ese ej¨¦rcito de las tinieblas y est¨¢n m¨¢s amenazados que nadie en Afganist¨¢n. Son nuestra conciencia, nuestra memoria, hay que salvarlos y ese es el deber de un pa¨ªs como Francia, que se reclama como el pa¨ªs de los derechos humanos y de la ilustraci¨®n.

P. ?Qu¨¦ m¨¢s puede hacer el mundo de la cultura?

R. Tiene que hacer m¨¢s. Mientras la pol¨ªtica est¨¦ gestionando guerras, la cultura debe defender a los desfavorecidos, a las v¨ªctimas de la guerra. La cultura naci¨® para proteger a los d¨¦biles, naci¨® contra las leyes de la naturaleza, para proteger al ser humano. Si no hubiera cultura, el planeta ya habr¨ªa sido destruido. Es la cultura la que lo salv¨®. En Afganist¨¢n, los talibanes est¨¢n matando la cultura. ?Desde 1996! Destruyeron los Budas de Bamiy¨¢n, que eran la gloria de las civilizaciones, el encuentro entre Oriente y Occidente. Eran nuestra identidad, nuestro pasado, y los destruyeron. Y siguen destruyendo la identidad afgana. Mire ya c¨®mo lo llaman, Emiratos de Afganist¨¢n. ?Se convertir¨¢ en una provincia saud¨ª? Estamos en una tragedia implacable de la historia, una naci¨®n est¨¢ siendo destruida y, claramente, tendremos otro Afganist¨¢n, con otra imagen. Habr¨¢ una ruptura con el pasado, con la historia. Afganist¨¢n tendr¨¢ otra identidad. ?Cu¨¢l? No lo s¨¦.

P. ?Le queda algo de esperanza para su pa¨ªs?

R. Afganist¨¢n refleja el estado del mundo. Mientras el mundo no cese de ir hacia el abismo, Afganist¨¢n no va a poder salvarse. Habr¨¢ una salida para Afganist¨¢n cuando las guerras geopol¨ªticas entre las grandes potencias cesen.