La ¡®rentr¨¦e¡¯ literaria: pasi¨®n por las historias, espejo de Francia
Las relaciones felices o traum¨¢ticas y abusivas entre padres e hijas son una de las tendencias en el inicio del curso que ha tra¨ªdo 521 novelas a las librer¨ªas francesas
Pasan las pandemias, los gobiernos y las modas en Francia, pero hay una instituci¨®n inamovible, fiel a la cita anual: la rentr¨¦e, el inicio del curso literario.
Entre finales de agosto y principios de septiembre, se publican de golpe en este pa¨ªs centenares de novelas. Las revistas y suplementos culturales dedican decenas de p¨¢ginas a la literatura de ficci¨®n. Los programas radiof¨®nicos de m¨¢xima audiencia entrevistan a escritores. Las librer¨ªas se inundan de las novelas que todo lector medianamente culto querr¨¢ haber le¨ªdo si quiere estar al d¨ªa y mantener una conversaci¨®n mundana en un caf¨¦ o una cena.
En esta rentr¨¦e, se han publicado 521 nuevas novelas. Entre ellas, destacan las que tratan de relaciones entre padres e hijas. Algunas, traum¨¢ticas, marcadas por el abuso, como Voyage dans l¡¯Est, de Christine Angot. Otras, felices como Premier sang, de Am¨¦lie Nothomb.
La rentr¨¦e coincide con las primeras eliminatorias de los grandes premios literarios del oto?o, con el Goncourt recort¨¢ndose en el horizonte. Los miembros de los jurados seleccionan las mejores y consagran, al decidir los vencedores en noviembre y diciembre, a los autores del a?o, que ser¨¢n traducidos a otras lenguas y emprender¨¢n una carrera internacional.
Estos d¨ªas, en las sedes de las editoriales en Par¨ªs, en las librer¨ªas y cen¨¢culos literarios, se deciden algunos de los libros que dentro de un a?o se leer¨¢n en Barcelona o Nueva York, en Londres o Berl¨ªn, en Roma o Madrid.
¡°En Francia, entre septiembre y noviembre, la literatura asciende en la jerarqu¨ªa de la curiosidad y la atenci¨®n¡±, resume un veterano de las rentr¨¦es, ?ric Fottorino. Vencedor en 2007, con la novela Baisers de cin¨¦ma, del premio F¨¦mina, acaba de publicar Mohican. ¡°En este momento, Francia ¡ªla Francia de los que leen, evidentemente¡ª se entusiasma, se pelea, debate, discute sobre objetos que son ficciones, historias¡±, explica.
La rentr¨¦e literaria es una operaci¨®n comercial: se trata de inundar el mercado de un producto en un tiempo muy breve. Aunque se circunscribe exclusivamente al g¨¦nero m¨¢s literario y culto: los best sellers de ventas masivas, la literatura popular, tienen otros ritmos y mercados. A principios de septiembre, entre los 10 libros m¨¢s vendidos en Francia, seg¨²n la clasificaci¨®n de la publicaci¨®n Edistat, cinco eran c¨®mics manga, cuatro diccionarios y una novela, la de Nothomb.
Una maquinaria engrasada
El origen del fen¨®meno se remonta a la posguerra mundial, explica Pierre Assouline, miembro de la Academia Goncourt, que concede el premio del mismo nombre. Fue entonces cuando los editores decidieron publicar sus libros m¨¢s valiosos en septiembre, coincidiendo con la vuelta al cole, el fin de las vacaciones y el inicio del curso pol¨ªtico. Y a tiempo para que estos libros pudiesen optar a los grandes premios literarios.
La maquinaria, en realidad, se pone en marcha antes, en primavera, cuando las editoriales env¨ªan a periodistas y cr¨ªticos las primeras versiones de las novelas que llegar¨¢n a las librer¨ªas al final del verano y entrar¨¢n en esta feria de las vanidades y talentos que es la rentr¨¦e.
En el mundillo literario-period¨ªstico, es una ¨¦poca de actividad desbordada y nervios desatados. Los autores quieren que sus editores publiquen sus libros en la rentr¨¦e para aspirar a los premios. Las editoriales quieren que los medios de comunicaci¨®n se fijen en sus t¨ªtulos. Los periodistas, cr¨ªticos y miembros de los jurados se ven desbordados por una sobreabundancia que cada a?o provoca cr¨ªticas y debates pero que no deja de repetirse. En 2020, a?o de pandemia y confinamientos en el que las librer¨ªas estuvieron meses cerradas, se publicaron 511 novelas, casi como en un a?o normal.
Nadie est¨¢ capacitado para leer tanto en unas semanas. Hay que hacer una criba, gui¨¢ndose por el olfato, las sugerencias y el prestigio de autores ya conocidos.
¡°Hay libros que, leyendo 10 p¨¢ginas, ya basta¡±, dice Assouline, quien calcula haber le¨ªdo este verano m¨¢s de medio centenar de los 521 t¨ªtulos de esta rentr¨¦e.
¡°Para m¨ª, el verano es todo menos vacaciones¡±, a?ade este escritor, que conjuga su actividad como jurado del Goncourt con la de novelista y cronista literario. ?l, aunque haya recibido algunos libros antes, no empieza a leerlos hasta el 15 de junio por consejo de Bernard Pivot, el hombre que revolucion¨® el periodismo literario en televisi¨®n y presidi¨® durante a?os la Academia Goncourt. ¡°Bernard Pivot me dijo: ¡®Si empiezas antes del 15 de junio, en septiembre los habr¨¢s olvidado¡±, asegura.
Tenemos la impresi¨®n de que un gran espejo se pasea ante la sociedad francesa y todo el mundo puede mirarse en ¨¦l?ric Fottorino
¡°Este a?o¡±, valora, ¡°hay mucha diversidad, los premios est¨¢n muy abiertos. Hay a?os con pesos pesados como Michel Houellebecq que aplastan la rentr¨¦e. Este, no¡±.
En esta rentr¨¦e no hay ning¨²n Houellebecq, ni ning¨²n Emmanuel Carr¨¨re, la estrella de la anterior con su novela Yoga. Entre los nombres m¨¢s conocidos figuran la superventas Nothomb, autora de f¨¢bulas minimalistas y de l¨ªnea clara, y Angot, referencia de la autoficci¨®n. Ambas abordan la figura del padre desde experiencias opuestas.
Nothomb se identifica tanto con su padre, el diplom¨¢tico belga Patrick Nothomb (1936-2020), que se mete en su piel y escribe en primera persona su vida entre el nacimiento y el d¨ªa que estuvo a punto de ser fusilado en Congo. ¡°Me encuentro ante un pelot¨®n de ejecuci¨®n¡±, arranca Premier sang. ¡°El tiempo se estira, cada segundo dura un siglo m¨¢s que el precedente. Tengo 28 a?os. Frente a m¨ª, la muerte tiene el rostro de doce ejecutantes¡±.
El padre de Angot fue lo contrario, no un padre admirable sino un depredador sexual que abus¨® durante a?os de su hija desde su adolescencia, experiencia que ella lleva abordando en sus narraciones desde los a?os noventa. Voyage dans l¡¯Est, escrito con ritmo trepidante y sin eufemismos, llega tras la publicaci¨®n en Francia de varios libros en primera persona que han colocado los abusos incestuosos en el centro del debate social y han forzado cambios legislativos. ¡°A un ni?o maltratado se le humilla a golpes, a un ni?o violado con caricias¡±, dice la narradora. ¡°En ambos casos se trata de una estrategia de humillaci¨®n. El incesto es una denegaci¨®n de la filiaci¨®n que pasa por el sometimiento del menor para la satisfacci¨®n sexual del padre¡±. La novela de Angot figura en la primera lista de finalistas del Goncourt. Nothomb, eterna aspirante, no.
Hay pocas personas que tengan la visi¨®n de conjunto de las novedades. Jurados del Goncourt como Assouline, por ejemplo. O periodistas literarias como Nathalie Crom, del semanario cultural T¨¦l¨¦rama. ¡°Veo dos tendencias¡±, describe Crom. ¡°Una es la subida, con m¨¢s fuerza todav¨ªa, de la autoficci¨®n y la no ficci¨®n narrativa, especialmente de mujeres¡±. El libro de Angot es un ejemplo. ¡°Otra tendencia es la cuesti¨®n ecol¨®gica, con un n¨²mero considerable de obras que de uno u otro modo, ya sea descriptivo o como novela de anticipaci¨®n, abordan la crisis clim¨¢tica¡±. Cita Hors-gel, de Emmanuel Salas, y Climax, de Thomas B. Reverdy.
¡°Entre 500 novelas hay para todos los gustos: novelas hist¨®ricas, sentimentales, de costumbres¡±, apunta Fottorino, quien fue director de Le Monde y ahora compagina la escritura de novelas con la direcci¨®n de las publicaciones Le 1 y Zadig. ¡°Tenemos la impresi¨®n de que un gran espejo se pasea ante la sociedad francesa y todo el mundo puede mirarse en ¨¦l¡±.
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