Al rescate de las compositoras silenciadas por la historia
El Teatro de la Maestranza de Sevilla organiza un ciclo dedicado en exclusiva a autoras relegadas por ser mujeres


¡°Olvidemos que soy una mujer y hablemos de m¨²sica¡±. Estas palabras de la compositora, pedagoga e intelectual francesa Nadia Boulanger (1887-1979) resumen el sentido del proyecto Rasgando el silencio, un ciclo de 12 conciertos que rescatar¨¢ obras de 60 compositoras escritas o publicadas entre 1780 y 1953 repartidos en tres temporadas en el Teatro de la Maestranza de Sevilla. Es la primera vez que un coliseo de ¨®pera espa?ol programa un ciclo dedicado exclusivamente a compositoras.
El primer concierto, el 8 de noviembre, re¨²ne piezas para viol¨ªn y piano de 12 creadoras cuyos nombres ¡°llegaron a tener cierta celebridad, pero cuando se trata de pasar a la historia de la m¨²sica para representar una ¨¦poca se escoge a unos pocos compositores, siempre hombres, y ellas se quedan fuera¡±, destaca la pianista Carmen Mart¨ªnez-Pierret, directora art¨ªstica del proyecto junto al violonchelista Israel Fausto. Mart¨ªnez-Pierret, tambi¨¦n pedagoga y gestora cultural, lleva tres d¨¦cadas rescatando el trabajo de las mujeres que escribieron m¨²sica entre 1750 y 1970 y ha recopilado obras de unas 600 en todo el mundo. A partir del ¨²ltimo tercio del siglo XX, la situaci¨®n empez¨® a mejorar para las creadoras, que encuentran menos trabas para visibilizar su trabajo.
Algunas tuvieron que firmar con seud¨®nimo masculino para ver editadas sus obras, como la francesa Mel Bonis o la brit¨¢nica de origen polaco Poldowski. Otras fueron reconocidas en vida, pero cayeron en el olvido tras su muerte, como la francesa Germaine Tailleferre, la ¨²nica mujer del grupo de Los Seis que se form¨® en torno a Erik Satie. Y algunas m¨¢s brillaron por sus dotes como int¨¦rpretes, que ocultaron su faceta compositiva. Esto le ocurri¨® a Pauline Viardot, la mezzosoprano francesa hija del cantante y compositor sevillano Manuel Garc¨ªa.
Los conciertos, que interpretar¨¢n distintos grupos de c¨¢mara, se ofrecer¨¢n en la sala Manuel Garc¨ªa, el segundo escenario del Teatro de la Maestranza, que lleva el nombre del c¨¦lebre m¨²sico sevillano, que dio a sus hijos una exquisita educaci¨®n musical. Adem¨¢s de Pauline, Garc¨ªa fue padre de la diva Mar¨ªa Malibr¨¢n y de Manuel Patricio, el gran maestro de bel canto de finales del siglo XIX y principios del XX.

Carmen Mart¨ªnez-Pierret, directora art¨ªstica de los Festivales Internacionales de M¨²sica de Canfranc, en el Pirineo Aragon¨¦s, insiste en que existen miles de obras con mucha calidad que merece la pena rescatar, grabar e incorporar a los repertorios habituales. ¡°Stefan Zweig, en uno de sus ensayos, publicado en El legado de Europa, escribe que la historia tiene tendencia a engrandecer a los grandes y fulminar a los peque?os, y esto sucede, por principio, con las mujeres. Eso es lo que le ocurri¨® a compositoras como Fanny Hensel-Mendelssohn, que public¨® alguna de sus obras con la firma de su hermano, Felix Mendelssohn, o a las que tuvieron que usar un seud¨®nimo masculino porque los editores pensaban que si las partituras aparec¨ªan firmadas por una mujer tendr¨ªan menos valor en el mercado. Entonces esa era una salida comercial muy importante porque se tocaba en las casas y se vend¨ªan muchas partituras¡±, explica la pianista, quien ha creado un sello discogr¨¢fico propio, Telxinoe Music, con el que ha iniciado la colecci¨®n La Chambre Bleue para sacar del anonimato a las compositoras y cuyo primer t¨ªtulo es S¨¦r¨¦nade.
Guardadas en un caj¨®n
Israel Fausto, int¨¦rprete y reconocido pedagogo que ocupa la c¨¢tedra de violonchelo en el Conservatorio Manuel Castillo de Sevilla, insiste en la necesidad de incorporar a estas creadoras a los repertorios para que el p¨²blico las conozca. ¡°De las 60 compositoras que hemos seleccionado, 55 son pr¨¢cticamente desconocidas. Algunas de sus obras ni siquiera se hab¨ªan publicado o se hab¨ªan estrenado y, despu¨¦s, guardado en un caj¨®n. Muchas han aparecido gracias al tes¨®n de los investigadores, en bibliotecas, desvanes u olvidadas en las casas de sus descendientes¡±, comenta Fausto, quien ilustra con su experiencia el ninguneo que han padecido las compositoras.
¡°En 2016 una de mis alumnas, que hab¨ªa estado de Erasmus en Croacia, me dijo que quer¨ªa tocar piezas de dos compositoras que yo no sab¨ªa ni que exist¨ªan: la croata Dora Peja?evi? y la holandesa Henri?tte Bosmans. Cuando la o¨ª tocarlas por primera vez pens¨¦: c¨®mo es posible que sean unas desconocidas¡±, recuerda Fausto, que interpretar¨¢ ambas obras junto a Mart¨ªnez-Pierret el 17 de enero en el tercer concierto de Rasgando el silencio.
Ninguna de estas creadoras tuvo una vida f¨¢cil, ya que su existencia transcurri¨® en una sociedad patriarcal en la que siempre estuvieron supeditadas a sus padres o a sus maridos y que vetaba el trabajo de la mujer. La francesa Germaine Tailleferre (1892-1983) fue de las que tuvieron que superar m¨¢s obst¨¢culos en su carrera. ¡°A pesar de que aprendi¨® piano con su madre y desde peque?a demostr¨® tener un gran talento, su padre se negaba a que fuera al conservatorio. Era violento y maltratador y dijo que, para ¨¦l, que su hija estudiara en el conservatorio era como hacer la calle en Saint Michel. Consideraba indigno que se dedicara a la m¨²sica. Germaine consigui¨® estudiar m¨²sica, pero se cas¨® con un caricaturista estadounidense de temperamento similar al de su padre que le forz¨® a rechazar una oferta de Charles Chaplin para instalarse en Hollywood y escribir la m¨²sica de sus pel¨ªculas¡±, explica la directora art¨ªstica del ciclo.
El grupo de Los Seis
Separada de su primer marido, Tailleferre se volvi¨® a casar en 1932 con un jurista a quien no le gustaba la m¨²sica ni que su mujer le hiciera sombra. A pesar de vivir circunstancias dif¨ªciles, fue una prol¨ªfica compositora que escribi¨® cuatro ¨®peras, otros tantos ballets, conciertos y m¨²sica para pel¨ªculas, pero la mayor parte del material permanece in¨¦dito. En Par¨ªs frecuent¨® el ambiente de los artistas y fue amiga de Picasso, Modigliani o L¨¦ger. Concertista de piano, con lo que se gan¨® la vida, fue miembro del grupo de Los Seis, a los que representaba Jean Cocteau y del que tambi¨¦n formaron parte Francis Poulenc o Darius Milhaud.

Mel (M¨¦lanie) Bonis (1858-1937), autora de m¨¢s de 300 composiciones, naci¨® en una familia de clase media muy conservadora que no ve¨ªa con buenos ojos que una ni?a acudiera al conservatorio, por lo que aprendi¨® piano de forma autodidacta. A los 16 a?os pudo por fin ingresar en el conservatorio de Par¨ªs, donde coincidi¨® con Claude Debussy. Aunque la calidad de su obra era incuestionable, para publicar tuvo que masculinizar su nombre y as¨ª evitar el rechazo. ¡°El de Bonis es uno de los casos en los que los herederos han tomado la iniciativa para preservar y difundir su legado. Han creado una asociaci¨®n, est¨¢n reeditando sus partituras e incentivan su interpretaci¨®n¡±, a?ade Mart¨ªnez-Pierret.
Las olvidadas espa?olas
El hecho de que el ciclo Rasgando el silencio no incluya ninguna compositora espa?ola se debe a que su directora art¨ªstica, Carmen Mart¨ªnez-Pierret, ha dise?ado programas especiales con estas creadoras, como los que interpretar¨¢ el d¨ªa 26 en el Palacio Real de Madrid y el 27 en el de Aranjuez. Los conciertos, organizados por Patrimonio Nacional, re¨²nen obras de siete autoras espa?olas del siglo XIX, como Llu?sa Casagemas, la primera espa?ola en componer una ¨®pera, Schiava e regina, que escribi¨® de los 16 a los 18 a?os y cuyo estreno estaba previsto en el Liceo de Barcelona, pero se suspendi¨® tras el atentado anarquista de 1893. La ¨®pera, premiada en la Exposici¨®n Universal de Chicago, se estren¨® en versi¨®n de concierto en el Palacio Real. Adem¨¢s, la pianista interpretar¨¢ obras de Mar¨ªa Luisa Chevallier, Soledad de Bengoechea, Isabel Prota y Elo¨ªsa de la Parra.

¡°El periodo isabelino fue una aut¨¦ntica edad de oro para el piano en Espa?a. Hab¨ªa mucha afici¨®n y todos los infantes recib¨ªan educaci¨®n musical. Por eso hemos incluido dos valses compuestos por las infantas Josefa Fernanda de Borb¨®n, que dedica su obra, editada en Par¨ªs en 1850, a la reina Mar¨ªa Cristina, y una jovenc¨ªsima Mar¨ªa Cristina de Borb¨®n y Battenberg [t¨ªa-abuela de Felipe VI], que escribi¨® en el manuscrito de su vals: Para Bama de Crista. Bama era el apelativo familiar de su abuela, Mar¨ªa Cristina de Habsburgo-Lorena¡±, explica Mart¨ªnez-Pierret.
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