El multimillonario mexicano que resguarda el arte del exilio espa?ol
Antonio del Valle Ruiz, uno de los hombres m¨¢s ricos de M¨¦xico, dice que se retir¨® de los negocios y ahora se dedica a su museo. ¡°En lugar de comprar empresas, ahora estoy comprando cuadros¡±.
El empresario Antonio del Valle Ruiz, fundador de uno de los nuevos museos que abrieron durante la pandemia en M¨¦xico, es tambi¨¦n uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs. De acuerdo al ranking de la lista Forbes de 2021, ¨¦l y su familia son los s¨¦ptimos m¨¢s adinerados, con una riqueza estimada de 3.100 millones de d¨®lares. ¡°Estoy absolutamente retirado de los negocios y solo me dedico ahora a apoyar la cultura y el arte en M¨¦xico¡±, asegura Don Antonio, como le llaman sus conocidos, en una entrevista que concede en la biblioteca del Museo Kaluz. Su museo queda en un hermoso recinto colonial de piedra volc¨¢nica, renovado recientemente y construido en el siglo XVII en el centro hist¨®rico de la ciudad. Se le conoce como el Hotel de Cort¨¦s, aunque no vivi¨® all¨ª Hern¨¢n Cort¨¦s. Pero ahora entra seguido otro poderoso de M¨¦xico, siglos despu¨¦s, el empresario Del Valle Ruiz.
¡°Bueno, te retiraste de los negocios de antes, pero ahora est¨¢s haciendo tus propios negocios, chiquitos¡±, le replica una de sus hijas, Blanca del Valle Perochena, hoy presidenta del museo. Antonio del Valle Ruiz ¨Cun hombre alto de pelo blanco con 83 a?os encima y el carisma intacto de un negociante ¨C la mira y r¨ªe. ¡°Bueno s¨ª, mira, cuando una persona se acostumbra a trabajar y hacer cosas, nunca deja de hacerlas. En lugar de comprar empresas, ahora estoy comprando cuadros¡±. El Museo Kaluz tiene unas 1.700 obras de arte, cuenta del Valle, y esa enorme colecci¨®n fue adquirida por un solo hombre: ¨¦l.
Los que saben de colecciones privadas en M¨¦xico dicen que lo m¨¢s importante de esta, realmente, es que quiz¨¢s es la mejor que hay de pintores exiliados de Espa?a durante la Guerra Civil y sus hijos. Est¨¢n m¨¢s de 50 artistas, entre esos la famosa pintora catalana Remedios Varo, el cordob¨¦s Antonio Rodr¨ªguez Luna, y actualmente est¨¢ expuesto en el museo el madrile?o Jos¨¦ Bardasano ¨Cdetallando en un ¨®leo el volc¨¢n Popocat¨¦petl¨C o el gallego Arturo Souto ¨Cpintando un paisaje de agaves. M¨¦xico acogi¨® a principios del siglo XX alrededor de 25.000 espa?oles exiliados por la Guerra Civil.
La obra m¨¢s emotiva es de un mexicano heredero de espa?oles, el artista abstracto Vicente Rojo, quien hizo un hermoso mural en una fachada exterior del museo para la inauguraci¨®n, y que ahora los transe¨²ntes en la concurrida Avenida Reforma pueden ver a diario. Fue su ¨²ltima gran escultura p¨²blica antes de fallecer en marzo del 2021. ¡°Yo creo que un autor siempre debe desaparecer de una obra p¨²blica¡±, dijo el artista en un video que se expone en el museo. Por eso, no firm¨® el mural. Vicente Rojo fue sobrino del general Rojo, el ¨²ltimo jefe de Estado Mayor de la Rep¨²blica espa?ola. ¡°El Gobierno espa?ol no se dio cuenta de la cantidad de cultura, y de educaci¨®n, y de ciencia, que desperdici¨®¡±, dice ahora del Valle de su colecci¨®n.
-?Cu¨¢l fue el primer cuadro que compr¨®?
-Los primeros dos cuadros que compr¨¦, de importancia para la colecci¨®n, fue uno del Dr. Atl [el pintor mexicano Gerardo Murillo] y otro del pintor poblano [Jos¨¦ Agust¨ªn] Arrieta. Es casi como un vicio, del cual a veces se quejan mis hijos, porque dicen que gasto mucho en arte. He ido comprando casi sin darme cuenta, al cabo de 20, 25 o 30 a?os. Pues tenemos ya m¨¢s de 1.700 obras entre cuadros y esculturas.
Coleccionar 1.700 obras y hacer un museo no es, realmente, un negocio chiquito. Pero comparado a los negocios que ha hecho este empresario puede verse como su hobby. Antonio del Valle, en palabras muy breves, es el patriarca de un consorcio que se ha centrado en los negocios de petroqu¨ªmicos (Mexichem, hoy Orbia), financieros (banco Bx+) y materiales de construcci¨®n (Elementia, con Carlos Slim). Sus herederos ¨Ctuvo cinco hijos¨C ahora controlan la mayor parte de los negocios. ?l empez¨® con poco ¨Ctrabajando una tienda familiar de textiles, estudi¨® contabilidad¨C y termin¨® con mucho: adem¨¢s de M¨¦xico, ha hecho inversiones en Estados Unidos y fue importante inversionista del difunto Banco Popular espa?ol. ¡°Todos los dividendos que cobr¨¦ en Espa?a se fueron a obras ben¨¦ficas espa?olas: por un lado el Museo del Prado, por otro lado la Fundaci¨®n Princesa de Asturias¡±, cuenta sobre su relaci¨®n entre dinero y arte en Espa?a. En 2017, a?ade, ayud¨® para que la colecci¨®n de arte de la Hispanic Society de Nueva York ¨Cde cuya junta directiva es miembro¨C viajara al Museo del Prado para una exposici¨®n. ¡°Luego nosotros la trajimos a M¨¦xico, junto con el BBVA y el Palacio de Bellas Artes¡±, cuenta.
Antonio del Valle muestra a EL PA?S la exposici¨®n inaugural del Kaluz, M¨¦xico y los Mexicanos, donde est¨¢n esos primeros cuadros que compr¨® de Dr. Atl y Arrieta, pero tambi¨¦n de los famosos muralistas ¨CSiqueiros, Orozco, Rivera¨C o reconocidas pintoras mexicanas: Mar¨ªa Izquierdo o las hermanas Josefa y Juliana San Rom¨¢n. En una esquina especial est¨¢n autoretratos de Juan Soriano, Juan O¡¯ Gorman y Dr. Atl, los tres en la misma sala en la que est¨¢ otro retrato de 1940 hecho por Diego Rivera a una mujer llamada B¨¢rbara. ¡°Hasta ahora no hemos logrado saber qui¨¦n es¡±, dice del Valle mirando el cuadro.
El empresario se detiene en un momento a mostrar su ¨²ltima adquisici¨®n, del pintor italiano Eugenio Landesio, una especie de esfuerzo documental del siglo XIX en el que el artista pint¨® el d¨ªa en que su carroza cay¨® por su precipicio en la Villa de Guadalupe. ¡°No se muri¨® porque Dios fue grande, as¨ª que hizo este cuadro de alguna manera como recuerdo para la Virgen de Guadalupe, del milagro¡±, cuenta del Valle.
M¨¢s adelante est¨¢ un cuadro de ella, la Virgen de Guadalupe, o una enorme versi¨®n de la patrona de M¨¦xico en marco dorado que pidi¨® hacer en el siglo XIX el emperador Maximiliano de Habsburgo. ¡°Cu¨¦ntale a qui¨¦n pertenece ese cuadro¡±, pide su hija. ¡°Este cuadro es de mi mujer¡±, cuenta ¨¦l. ¡°Tuvo un disgusto muy grande cuando lo sacamos de la casa, pero se lo vamos a devolver¡±. En un libro sobre su colecci¨®n, del Valle escribi¨® que inicialmente pens¨® que esta iba a ser peque?a, y para su hogar.
¡°?Pero por qu¨¦ traje la colecci¨®n del museo? Porque quiero que todo esto permanezca unido. El d¨ªa que faltemos mi mujer y yo, no quiero que mis hijos se vayan a quedar con unos cuadros y vendan todos los dem¨¢s. No, esto tiene que concebirse como un patrimonio¡±, a?ade el coleccionista.
-Su familia es de origen espa?ol y usted ha hecho negocios grandes con Espa?a. ?Viene de ah¨ª su inter¨¦s por los artistas exiliados?
-Mi familia es de origen asturiano de parte de mi padre, y de origen monta?¨¦s de parte de mi madre. Mi abuelo paterno era de Cangas de On¨ªs, en Asturias, y mi abuelo materno, aunque naci¨® en Cuba, era originario antes de 1898. O sea, era de Espa?a. Su familia era de Santander, de Cantabria. Entonces, nuestras ra¨ªces son muy profundas ah¨ª. Mi padre y mi madre nacieron en M¨¦xico, aunque ya de ascendencia europea, y nos inculcaron el cari?o a nuestra patria chica, le podr¨ªamos llamar, como se le dice aqu¨ª a Espa?a. Esa es la raz¨®n. Y la otra, muy importante, es que como la mayor¨ªa de mis amigos eran hijos de inmigrantes espa?oles de la Rep¨²blica, pues me ense?aron las maravillas que ten¨ªan de cuadros de sus padres. Y pues, me dediqu¨¦ a comprarlos¡±.
Antonio del Valle dice, con el orgullo de un empresario, que no solo ayud¨® a coleccionar estos cuadros sino a que se valorizaran. ¡°En M¨¦xico, como no conoc¨ªan a los espa?oles, ni en Espa?a conocieron a la inmigraci¨®n tan hermosa que vino, pues los cuadros eran muy baratos. A veces [los artistas o sus hijos] ten¨ªan que venderlos a precios muy bajos para acabar de vivir¡±, cuenta. ¡°Val¨ªan mucho menos de lo que realmente, como obras de arte, tienen hoy. Pas¨® que cuando la gente se dio cuenta que estaba yo comprando obras de pintores espa?oles¡pues comenzaron a subir en el mercado¡±.
El museo, que abri¨® sus puertas en octubre del 2020, no es a¨²n autosuficiente: se financia por ahora con el dinero de la Fundaci¨®n Kaluz y por la familia del Valle. Algo de dinero entra por venta de boletos, pero no mucho. Una forma de financiaci¨®n m¨¢s lucrativa han sido los eventos que se han hecho en sus instalaciones y que muestran c¨®mo el museo no es solo un atractivo cultural sino para el poder pol¨ªtico. En el Kaluz se reunieron en diciembre el presidente Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador con los empresarios m¨¢s importantes del pa¨ªs, conglomerados en Consejo Mexicano de Negocios, cuyo presidente es uno de los hijos de Don Antonio llamado Antonio Del Valle Perochena.
-?El museo es un lugar para conectar al presidente con los empresarios?
-Mira, esa historia es diferente. Una forma de hacer autosuficiente este museo es haciendo aqu¨ª eventos. Y s¨ª, el presidente tuvo el primer evento aqu¨ª y le gust¨®. A nosotros nos convino mucho porque nosotros cobramos por eso. Aunque no lo paga ¨¦l, lo pagan los empresarios. Entonces el Consejo Mexicano de Negocios, de hecho, ha puesto su sede de visitas al presidente, y a otros funcionarios del Gobierno aqu¨ª en el museo. Ha venido la se?ora [jefa de gobierno de la ciudad] Claudia Sheinbaum, ha venido el Secretario de Gobernaci¨®n, ha venido el se?or Presidente. Pero todos invitados por el Consejo Mexicano de Negocios. Sirve ese dinero para ayuda del mantenimiento del museo y de la colecci¨®n.
-?Pero entonces s¨ª hay un inter¨¦s en ser un punto de comunicaci¨®n entre los dos?
-No, no, no. El museo est¨¢ totalmente fuera de la pol¨ªtica. El museo se dedica a promover la cultura y el arte en M¨¦xico. Nada m¨¢s. Entonces, que sean aqu¨ª las juntas del Consejo de Negocios es totalmente circunstancial. Al presidente le gust¨®, y por eso se hacen aqu¨ª todas.
El museo cuenta con una hermosa terraza que da a la alameda ¨Cel parque p¨²blico m¨¢s viejo de M¨¦xico¨C y con vista al techo naranja del Palacio de Bellas Artes y al rascacielos de la Torre Latinoamericana. No se alcanza a ver entre los ¨¢rboles, pero en una calle perpendicular al parque est¨¢ una de las compras de patrimonio hist¨®rico que m¨¢s enorgullecen al coleccionista: una cantina. No cualquier cantina, una de finales del siglo XIX que perteneci¨® a su abuelo y una de las m¨¢s viejas del centro hist¨®rico.
¡°Esa es una compra rom¨¢ntica¡±, cuenta del Valle. ¡°Yo pens¨¦ que estaba cerrada, pero un d¨ªa un amigo m¨ªo, precisamente hijo de republicanos [espa?oles], me dijo: ¡®Oye, ?por qu¨¦ no vamos a la cantina de tu abuelo?¡¯ Le dije ¡®no podemos, est¨¢ cerrada¡¯. Dice: ¡®No no, est¨¢ abierta¡¯. Pues fuimos, y est¨¢ id¨¦ntica que en 1890, cuando la compr¨® mi abuelo. Me encontr¨¦ ah¨ª a una se?ora en la caja y le dije, ¡®Oiga, ?no venden esta cantina?¡¯ -No, se?or, no la vendemos. -¡¯Oiga, es que la fund¨® mi abuelo¡¯. - ¡®No, no la vendemos¡¯. Ella ten¨ªa un problema entre familias, y de socios, pero a los diez a?os de esa visita la pude comprar. Siempre hab¨ªa una persona que estaba detr¨¢s de la se?ora a ver qu¨¦ pasaba. Supimos que ten¨ªa un juicio, vimos el juicio c¨®mo iba, hasta que se acab¨®, y ah¨ª se la pudimos comprar¡±.
Alguien que dice que ya est¨¢ ¡°absolutamente retirado de los negocios¡± pero espera 10 a?os para comprar una vieja cantina, sigue adquiriendo obras de arte en subastas, y genera ingresos para su museo de las reuniones entre pol¨ªticos y empresarios, quiz¨¢s no se toma la palabra retiro literalmente. Pero Antonio del Valle Ruiz, sin duda, se toma el patrimonio cultural de M¨¦xico muy en serio.
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