Francia descubre los manuscritos perdidos de C¨¦line y su novela olvidada, ¡®Guerra¡¯
Los papeles desaparecieron cuando el escritor antisemita escap¨® a la Alemania nazi en 1944. Reaparecieron en 2020. Ahora se exponen y Gallimard publica el primer texto
Lo que ya nadie esperaba a veces acaba sucediendo. ¡°Un milagro¡±, resume Le Monde. Los manuscritos perdidos de Louis-Ferdinand C¨¦line (1884-1961), quiz¨¢ el m¨¢s genial y abyecto de los escritores franceses del siglo XX, salen a la luz despu¨¦s de casi 80 a?os en paradero desconocido. La editorial Gallimard publica el primero de los textos extra¨ªdos de estos manuscritos: Guerra, un relato crudo y trepidante de los meses en que C¨¦line fue herido en Flandes al inicio de la I Guerra Mundial. El autor de Viaje al fin de la noche se ha convertido en el acontecimiento literario del a?o en Francia.
¡°Toda la oreja a la izquierda estaba pegada al suelo con sangre, la boca tambi¨¦n. Entre ambas hab¨ªa un ruido inmenso. Me dorm¨ª en este ruido y despu¨¦s llovi¨®, con una lluvia densa¡±, arranca Guerra, 150 p¨¢ginas escritas en 1934, veinte a?os despu¨¦s de los hechos que describe. ¡°As¨ª que siempre dorm¨ª en un ruido atroz desde diciembre de 1914. Atrap¨¦ la guerra en mi cabeza. Est¨¢ encerrada en mi cabeza¡±. Esta es la historia de un dolor de cabeza y de un ruido que jam¨¢s le abandonar¨¢. Y de uno de los ¨²ltimos misterios de las letras francesas contempor¨¢neas, y la obsesi¨®n por resolverlo.
¡±Yo ya no cre¨ªa que ver¨ªamos los manuscritos¡±, admite Fran?ois Gibault, albacea de C¨¦line junto a V¨¦ronique Chovin. Todo empieza en junio de 1944. Los aliados acaban de desembarcar en Normand¨ªa. C¨¦line es autor de varios panfletos antisemitas y amigo de los ocupantes nazis. Junto a su mujer, Lucette, y su gato B¨¦bert, abandona a toda prisa su piso en Montmartre y toma el tren hacia Alemania. Se olvida encima de un armario miles de folios. Alguien aprovechar¨¢ su ausencia para llev¨¢rselos. Y ¨¦l pasar¨¢ el resto de su vida lamentado el robo. Nunca volver¨¢ a verlos.
Hay un sospechoso. Gibault no alberga dudas. ¡°Sin duda fue Oscar Rosembly¡±, afirma. Rosembly, corso con lejanos or¨ªgenes jud¨ªos, era un personaje singular: fue reportero, empleado municipal, resistente. Tras la liberaci¨®n, fue encarcelado por saquear apartamentos de colaboracionistas. J¨¦r?me Dupuis, el periodista que en 2021 desvel¨® en Le Monde la reaparici¨®n de los papeles, citaba la ¡°leyenda¡± seg¨²n la cual m¨¢s tarde fue ¡°gur¨² en California¡± y acab¨® su vida en la C¨®rcega profunda, meditando descalzo en la monta?a y ba?¨¢ndose desnudo en la fuente de su pueblo.
El propio C¨¦line acusaba a Rosembly, a quien hab¨ªa frecuentado en Montmartre. Nunca se demostr¨® nada. Ni se supo nada de los papeles. Hasta junio de 2020, cuando Jean-Pierre Thibaudat, un veterano periodista de Lib¨¦ration, entr¨® en contacto, por medio de un abogado, con los albaceas del escritor. Su viuda, Lucette, hab¨ªa muerto el a?o anterior. Thibaudat explic¨® que ¨¦l ten¨ªa las 5.324 hojas. El tesoro. A finales de los a?os ochenta alguien se los hab¨ªa entregado. ?Qui¨¦n? ¡°Confidencialidad de las fuentes¡±, aleg¨® el periodista. Si fue un descendiente de Rosembly, u otra persona (lo que abrir¨ªa nuevas pistas) se desconoce.
Despu¨¦s de un breve contencioso judicial, los albaceas recuperaron el manuscrito. ¡°Al verlos sent¨ª emoci¨®n, satisfacci¨®n. No sab¨ªamos que hab¨ªa en ellos, ni si era bueno o malo¡±, recuerda Gibault. Ahora la Galer¨ªa Gallimard, en Par¨ªs, muestra algunos de los manuscritos. Pueden verse extractos de los tres libros encontrados. Adem¨¢s de Guerra, Londres, que narra la etapa del autor en esta ciudad despu¨¦s de salir de la convalecencia y debe publicarse en octubre, y La voluntad del rey Krogold, una fantas¨ªa medieval que C¨¦line us¨® fragmentariamente en la novela Muerte a cr¨¦dito. La escritura, en tinta negra, es legible casi siempre, y lleva anotaciones y correcciones a l¨¢piz.
Guerra es una novela muy celiniana, por la crudeza del lenguaje, el uso de la jerga, la brutalidad de las escenas y los temas. ¡°Ah¨ª est¨¢n los temas mayores de la obra de C¨¦line: la guerra y la muerte¡±, resume el escritor Pierre Assouline. La concisi¨®n de la novela, en cambio, no es t¨ªpicamente celiniana. Quiz¨¢ sea porque el texto no era m¨¢s que un esbozo, o porque no estaba del todo completo, pero hay nada aqu¨ª de los excesos, digresiones y verborrea de otros libros. ¡°Si C¨¦line hubiese tenido tiempo o la posibilidad de volver al texto, habr¨ªa sido m¨¢s largo y habr¨ªa perdido el aspecto shock¡±, a?ade Assouline. ¡°Este inconveniente es una oportunidad¡±.
Guerra es un concentrado de C¨¦line. Hay desesperanza: ¡°Sabemos que har¨ªa falta dormir para volver a ser un hombre como los dem¨¢s. Estamos demasiado cansados incluso para tener fuerzas para matarnos. Todo es cansancio¡±. Hay sexo y misoginia, lenguaje cuartelero. ¡°Pornograf¨ªa¡±, dec¨ªan el domingo en Le masque et la plume, el programa de literatura en la cadena France Inter. Hay vida y memoria transformada en literatura: ¡°Vaya mierda el pasado, se deshace en la enso?aci¨®n. Adopta peque?as melod¨ªas que nadie le hab¨ªa pedido. Regresa todo maquillado entre l¨¢grimas y lamentos. No es serio. Entonces hay que pedir un vivo socorro a la polla para orientarse. Es la ¨²nica manera, de la manera de hombre¡±.
La cr¨ªtica est¨¢ dividida. Nadie duda de la importancia del texto, pero mientras que algunos lo califican de ¡°obra maestra¡± y, desde ya mismo, libro fundamental en la obra de C¨¦line, otros lo relativizan: es un texto no revisado e incompleto, un borrador. ¡°Tiene su valor y un impacto, pero no es un verdadero C¨¦line, porque no est¨¢ terminado¡±, juzga Henri Godard, gran especialista en C¨¦line en Francia. ¡°Son textos que voluntariamente ¨¦l hab¨ªa dejado de lado y que no contemplaba publicar¡±.
Como est¨¢ haciendo con Marcel Proust y los in¨¦ditos que no dejan de reaparecer del otro genio franc¨¦s del siglo XX, Gallimard sigue reconstruyendo una obra escrita hace d¨¦cadas pero todav¨ªa no concluida. ¡°La casa Gallimard acogi¨® a C¨¦line en el momento m¨¢s dif¨ªcil cuando era un autor aborrecido¡±, dice el editor Antoine Gallimard. Se refiere a la posguerra mundial cuando el escritor fue encarcelado en Dinamarca, condenado en rebeld¨ªa en Francia y posteriormente amnistiado. ¡°Cuando se le lee hoy, es tan actual sobre la guerra¡±, a?ade. ¡°Es un escritor extremadamente moderno: logr¨® dar a las cosas m¨¢s terribles una lucecita de esperanza: nunca es sistem¨¢ticamente horrible¡±.
El otro volumen pendiente, adem¨¢s del resto de manuscritos, son los virulentos panfletos antisemitas que C¨¦line public¨® antes y durante la ocupaci¨®n nazi. Por deseo del escritor y despu¨¦s de su viuda, no volvieron a publicarse en Francia, aunque est¨¢n disponibles en internet. A finales de 2017, Gallimard anunci¨® la intenci¨®n de publicarlos en una edici¨®n cr¨ªtica prologada y contextualizada por Assouline. La noticia desat¨® una ola de protestas. Gallimard suspendi¨® los planes, pero no los abandon¨®. En 2032, toda la obra de C¨¦line pasar¨¢ al dominio p¨²blico, lo que permitir¨¢ a otros sellos publicarla. ¡°Habr¨¢ que pensar en la posibilidad de publicar los panfletos¡±, dice el editor. ¡°A¨²n me quedan diez a?os¡±.
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