?Viva el oficio de la interpretaci¨®n!
¡®Celebraci¨®n¡¯, dirigida por Luis Luque, re¨²ne los testimonios y vivencias de seis actores de entre 70 y 80 a?os en una obra de teatro documental
Hab¨ªa dos condiciones para acceder al proceso de selecci¨®n de actores del espect¨¢culo Celebraci¨®n: tener m¨¢s de 70 a?os y estar dispuestos a confesar en vivo y en directo testimonios y vivencias personales de su experiencia en el mundo del teatro, el cine y la televisi¨®n. Y ah¨ª, sobre un escenario de color rosa y depuradas l¨ªneas arquitect¨®nicas, se plantan seis actores mayores, tres hombres y tres mujeres, para celebrar con el p¨²blico una gran velada festiva de su amor por el oficio.
Los temores y angustias, tambi¨¦n los gozos y la felicidad, que rodean la interpretaci¨®n en un plano alejado del estrellato, componen un mapa emocional y vital y un grito de reivindicaci¨®n de una generaci¨®n de artistas imprescindibles para conocer la historia de la cultura en Espa?a. Ana Marzoa, Guillermo Montesinos, Amparo Pamplona, Paco Racionero, Juan Rib¨® y Mar¨ªa Luisa San Jos¨¦ protagonizan esta funci¨®n, primera pieza esc¨¦nica del proyecto La senior, que pusieron en marcha Natalia Men¨¦ndez y Luis Luque cuando se hicieron cargo de la direcci¨®n art¨ªstica del Teatro Espa?ol de Madrid. Su objetivo es rescatar del olvido la memoria de los actores mayores, con talleres, exposiciones, obras de teatro y otras actividades. Celebraci¨®n, dirigida por Luis Luque ¡ªcon dramaturgia del propio Luque y ?lvaro Lizarrondo¡ª se estrena el pr¨®ximo viernes en las Naves del Espa?ol en Matadero (Madrid), donde se representar¨¢ hasta el 23 de octubre.
Ha sido un proceso largo para depurar y elegir los recuerdos que durante meses han ido aportando los seis int¨¦rpretes a los tres talleres en los que se fue conformando esta funci¨®n de teatro documental, donde todo lo que se cuenta responde a la realidad de lo que han vivido y sentido sus protagonistas. En Celebraci¨®n no hay una pizca de ficci¨®n, todo es fruto de la historia real de estos seis personajes. Su historia se convierte en un emotivo tributo a muchos de los actores y actrices que han luchado durante a?os por unas condiciones de trabajo dignas en un oficio muchas veces maltratado. ¡°Su sabidur¨ªa es nuestra herencia m¨¢s preciada y, como tal, debemos cuidarla y mantenerla. Somos responsables de ennoblecer el legado que, silenciosamente, encierran nuestros actores mayores. La vejez no puede ser el tiempo del olvido y el abandono, sino que debe ser el del respeto y las oportunidades¡±, asegura Luque, en un encuentro con los seis protagonistas, celebrado la semana pasada tras un ensayo en Las Naves del Matadero. Se nota su entusiasmo y las ganas de tener ya al p¨²blico delante. Todos asumen sus canas y sus arrugas. Aunque no tienen la sensaci¨®n de estar especialmente olvidados, esta funci¨®n la acometen como una verdadera fiesta de reconocimiento.
¡°Est¨¢ siendo una bella experiencia humana¡±, dice Amparo Pamplona. ¡°Hemos abierto nuestros corazones¡±, apunta Paco Racionero. ¡°Ha sido un reencuentro especial y terap¨¦utico que te abre un nuevo universo¡±, a?ade Juan Rib¨®. ¡°Aunque hablemos de nosotros mismos y de nuestras vidas y experiencias, con esta funci¨®n lo que hacemos es celebrar el teatro¡±, dice Ana Marzoa. ¡°Tenemos historias para aburrir¡±, a?ade Guillermo Montesinos. Pero que no se asuste el p¨²blico, porque Celebraci¨®n no es una obra de batallitas y an¨¦cdotas, sino que se centra en un hermoso recorrido por la historia del teatro en Espa?a con el que, dice Luque, han pretendido ¡°trascender el paso del tiempo¡±.
Hay mucha alegr¨ªa sobre el escenario. Ahora bailan, pero hubo un tiempo en que corrieron delante de los grises y sufrieron detenciones y c¨¢rcel en una lucha por cambiar las duras condiciones laborales del oficio, como en la hist¨®rica huelga de 1975, con la que consiguieron, entre otras cosas, una reducci¨®n de la jornada laboral y el pago de los ensayos. ¡°Estuvimos a?os sin ver un atardecer¡±, evoca Amparo Pamplona, de la ¨¦poca en la que hac¨ªan dos funciones diarias los siete d¨ªas de la semana.
Junto con piezas musicales de distintas ¨¦pocas, im¨¢genes audiovisuales de los trabajos de cada uno de los int¨¦rpretes y una cuidada coreograf¨ªa dentro del espacio rosa, con solo seis sillas sobre el escenario, los protagonistas van dando rienda suelta a sus recuerdos, sus man¨ªas y fetiches, los consejos que les dar¨ªan a los que est¨¢n empezando en la profesi¨®n, la relaci¨®n con los ¨¦xitos y fracasos, las largas esperas al lado del tel¨¦fono o la inestabilidad laboral. Se sienten c¨®modos con todas estas confesiones a bocajarro, aunque reconocen que les gustar¨ªa en ocasiones algo m¨¢s de respeto y consideraci¨®n. ¡°A m¨ª la vejez me ha pillado desprevenido. Nadie te avisa de qu¨¦ es ser mayor de edad. Estoy desconcertado, pero no quiero volverme un cascarrabias¡±, dice Guillermo Montesinos, mientras, a su lado, Mar¨ªa Luisa San Jos¨¦ apunta que le ha costado confesar lo dura que ha sido la profesi¨®n con ella en los a?os del destape en el cine. ¡°Yo quer¨ªa ser actriz y as¨ª empec¨¦, pero la explosi¨®n de la ¨¦poca del destape me pill¨® de lleno. Como era mona y ten¨ªa buen cuerpo, solo me ofrec¨ªan ese tipo de pel¨ªculas. Lo pas¨¦ muy mal, pero si no aceptaba no ten¨ªa trabajo. Yo quer¨ªa hacer Shakespeare, que era para lo que me hice actriz. Afortunadamente, eso pas¨®¡±, explica.
La funci¨®n hace un emotivo homenaje a dramaturgos, actores y directores de teatro y cine que les precedieron, como Fern¨¢n G¨®mez, Adolfo Marsillach, Lina Morgan, Jos¨¦ B¨®dalo, Garc¨ªa Berlanga, y muchos otros, y tambi¨¦n a los que hoy copan las pantallas y los escenarios, como Pen¨¦lope Cruz, Javier Bardem, Irene Escolar o Carmen Machi. Y termina con unas bellas palabras del actor Jos¨¦ B¨®dalo: ¡°Amo el teatro. ?Quer¨¦is amarle vosotros tambi¨¦n, por favor? Gracias¡±.
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