Luc¨ªa Carballal, la dramaturga que bucea en el feroz mundo de la televisi¨®n
La autora vuelca su experiencia como guionista en una obra teatral que desgrana los dilemas ¨¦ticos y el poder que ejercen los creadores de series en la sociedad
Teatro y televisi¨®n parecen t¨¦rminos opuestos. El primero es un arte de minor¨ªas que suma espectadores funci¨®n a funci¨®n. Casi por goteo. En cambio, millones de personas de diferentes partes del mundo pueden estar viendo a la vez la misma serie en una plataforma de streaming. Solo pensarlo da v¨¦rtigo. Esa sensaci¨®n tuvo la dramaturga Luc¨ªa Carballal cuando empez¨® a trabajar como guionista en Vis a vis, la exitosa producci¨®n espa?ola de cuatro temporadas que sigue el d¨ªa a d¨ªa de un grupo de presas en una c¨¢rcel de mujeres, estrenada en 2015 y exportada a numerosos pa¨ªses. ¡°Acostumbrada al p¨²blico reducido del teatro, tener de pronto esa capacidad de influencia sobre tanta gente me hizo pensar en la responsabilidad que tenemos quienes escribimos esos relatos. Es un poder tremendo. ?Qu¨¦ visi¨®n del mundo ofrecemos con nuestras historias? ?Qu¨¦ mensajes transmitimos? ?Qu¨¦ personajes visibilizamos? Todo ello enmarcado en una industria tremendamente competitiva¡±, recuerda la autora.
Tanto ha pensado en ello desde entonces ¡ªdespu¨¦s de Vis a vis le llegaron m¨¢s series¡ª que ha acabado escribiendo una obra de teatro partiendo de esas preguntas. Se titula Los p¨¢lidos y se estrena esta noche en el teatro Valle-Incl¨¢n de Madrid, en una producci¨®n del Centro Dram¨¢tico Nacional que supone adem¨¢s el debut de la autora como directora de escena, despu¨¦s de una fulgurante trayectoria dedicada exclusivamente a la escritura que la ha convertido a sus 38 a?os en un nombre de referencia dentro del teatro espa?ol de la ¨²ltima d¨¦cada, con ¨¦xitos como Los temporales (2016), Una vida americana (2018), La resistencia (2019) o Las b¨¢rbaras (2019), todos ellos recogidos en el volumen Las ¨²ltimas (La U?a Rota, 2021). Carballal es adem¨¢s una de las cabezas m¨¢s visibles de la oleada de mujeres que en los ¨²ltimos a?os est¨¢n rompiendo la hegemon¨ªa masculina en el terreno de la dramaturgia.
Los p¨¢lidos transcurre en una writer¡¯s room. Es decir, la habitaci¨®n donde se escriben las series de televisi¨®n. Los protagonistas, interpretados por Israel Elejalde, Miki Esparb¨¦, Natalia Huarte, Manuela Paso y Alba Planas, son un equipo de guionistas que se han metido en un atolladero del que no saben c¨®mo salir. Su ¨²ltimo gran ¨¦xito, una historia sobre un club de voleibol de mujeres que pretende ser un canto a la sororidad, ha ca¨ªdo en desgracia despu¨¦s de un giro argumental que ha desatado la furia de sus seguidores en las redes sociales por considerarlo sexista: la protagonista decide dejar su carrera tras quedarse embarazada. ?Deben ceder a las presiones y rectificar para mantener su empleo o sostener su apuesta? He aqu¨ª el gran dilema de la contemporaneidad.
Carballal lo aborda en Los p¨¢lidos no para dar una respuesta, sino para poner en entredicho el propio dilema. ¡°Cuando nos preguntamos sobre la ¡®responsabilidad de la ficci¨®n¡¯, ¨²nicamente parecen posibles dos respuestas opuestas. Una dicta que las ficciones deben presentar modelos de conducta ejemplares, pedag¨®gicos, pol¨ªticamente correctos y sin fisuras. La otra considera que deben ser completamente ajenas a cuestiones ¨¦ticas¡±, explica la autora en conversaci¨®n con este peri¨®dico. ?Cu¨¢l es su posici¨®n? ¡°Creo que cuando est¨¢s escribiendo un guion es imposible olvidar que tu historia va a llegar a un mont¨®n de espectadores, pero al mismo tiempo no te puedes dejar llevar solo por eso. Te puede ahorrar problemas, pero generalmente te lleva a sitios art¨ªsticamente poco interesantes y nada coherentes con la naturaleza humana. As¨ª que me inclino por lo m¨¢s dif¨ªcil: un punto medio¡±.
Pero, ?es posible un punto medio cuando tienes tanta presi¨®n? ?C¨®mo mantener el equilibrio cuando el objetivo final es que lo vean la mayor cantidad de espectadores posible? Esa tensi¨®n es la base de la obra. ¡°Sus protagonistas deben hacer malabares ideol¨®gicos entre lo mainstream y la correcci¨®n pol¨ªtica; el efectismo y la honestidad, entre lo que es bueno para la ficci¨®n y bueno para s¨ª mismos¡±, apunta Carballal. Porque m¨¢s all¨¢ de la presi¨®n de la industria, confiesa la autora, ¡°en el fondo todo depende de qui¨¦n escribe las historias¡±. ¡°Si es hombre o mujer, su estrato social, su ideolog¨ªa, sus fobias o sus circunstancias personales en cada momento¡±.
Uno de los personajes de la obra es una especie de trasunto de la propia autora. Como ella, se trata de una guionista procedente del teatro y le sirve para poner en cuesti¨®n los m¨¦todos y las inercias que arrastra el equipo tras muchos a?os de trabajo en com¨²n. ?Se sinti¨® Carballal en alg¨²n momento como pez fuera del agua? ¡°Est¨¢ claro que la presi¨®n es distinta y son dos lenguajes muy diferentes, pero se enriquecen mutuamente. En mi caso, cuando empec¨¦ a trabajar para la televisi¨®n me di cuenta de que el teatro me hab¨ªa ense?ado los principios fundamentales de la composici¨®n de personajes y di¨¢logos, lo cual es muy importante en una serie. A la inversa, la necesidad de captar y mantener la atenci¨®n en televisi¨®n, con toda la oferta que hay, te obliga a desarrollar unas t¨¦cnicas narrativas que luego resultan muy ¨²tiles tambi¨¦n en el teatro¡±.
Por otra parte, ¡°la relaci¨®n entre el teatro y la industria audiovisual tiene mucha tradici¨®n en el mundo anglosaj¨®n. Muchas de las series que triunfan ahora mismo est¨¢n escritas por dramaturgos. Succession, por ejemplo, es absolutamente shakespeariana¡±, subraya la dramaturga. David Mamet, Tony Kushner, Harold Pinter o Tom Stoppard son ejemplos de la promiscuidad entre ambos mundos. En el ¨¢mbito espa?ol no hay que olvidar que Enrique Jardiel Poncela triunf¨® en el Hollywood dorado de los a?os treinta del pasado siglo. O que Josep Maria Benet i Jornet, padre de la dramaturgia catalana contempor¨¢nea, fue el hacedor de las primeras teleseries producidas por TV3 y guionista de Amar en tiempos revueltos y Amar es para siempre. Ignacio del Moral, Rodolf Sirera, Pablo Rem¨®n o Guillem Clua son otros ejemplos de autores que combinan el teatro con la escritura de guiones.
En 2016, Carballal particip¨® en un reportaje publicado en EL PA?S sobre la nueva generaci¨®n de dramaturgas que entonces empezaba a abrirse paso en los escenarios espa?oles. Adem¨¢s de ella, en la foto de grupo aparec¨ªan Denise Despeyroux, Carolina ?frica, Luc¨ªa Miranda, Mar¨ªa Velasco, Carolina Rom¨¢n y Laila Ripoll. Subrayaban entonces el hecho ins¨®lito de que el Centro Dram¨¢tico Nacional, principal instituci¨®n p¨²blica del pa¨ªs dedicada al teatro contempor¨¢neo, estrenara esa temporada siete obras escritas por mujeres vivas. Fue un antes y un despu¨¦s. ¡°Todav¨ªa tenemos dificultades a la hora de acceder a las grandes salas. Pero ya no es un hecho excepcional, sino natural¡±, opina Carballal. Igual que la literatura, el cine o las artes pl¨¢sticas, el teatro est¨¢ viviendo su propia revoluci¨®n en este sentido. Lo cual se traduce en la aparici¨®n en escena de nuevos puntos de vista, nuevos tipos de personajes y nuevos conflictos. Como Los p¨¢lidos: una perspectiva cr¨ªtica del feroz mundo de la televisi¨®n.
Babelia
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