Papeles a cambio de desnudos: 27 mujeres acusan al cineasta Eduard Cort¨¦s de acoso sexual
El director, dos veces candidato al Goya, de series como ¡®Merl¨ª' o ¡®Ni una m¨¢s¡¯, reconoce a EL PA?S que contact¨® con mujeres en redes sociales para dos de sus proyectos, pero alega que ¡°nunca fueron propuestas de trabajo expl¨ªcitas¡±

Veintisiete mujeres aseguran a EL PA?S haber sufrido acoso sexual por parte del cineasta Eduard Cort¨¦s, dos veces nominado al premio Goya y director de las populares series Merl¨ª y Ni una m¨¢s. La fot¨®grafa Silvia Grav, la artista visual Eva F¨¤bregas, las actrices Sof¨ªa Barco, Norah Alexandra Vega y Nicole Le¨®n, entre otras mujeres entrevistadas por este diario, acusan al creador de haberse beneficiado de su posici¨®n en el sector para ofrecerles trabajo en alguna de sus producciones con la condici¨®n de que se grabaran desnudas, masturb¨¢ndose o realizando otro tipo de pr¨¢cticas sexuales. La mayor¨ªa ten¨ªa entre 20 y 30 a?os, dos de ellas eran menores de edad en el momento. Todo estall¨® el pasado 26 de octubre, cuando Grav comparti¨® en Instagram unos antiguos mensajes con el director, en los que le acusaba de grooming [acoso en internet], y decenas de mujeres se sumaron a este testimonio desde sus cuentas en redes sociales. Este peri¨®dico ha tenido acceso a casi un centenar de esas conversaciones con ellas que datan de mediados de 2007 hasta octubre de este a?o.
Cort¨¦s (Barcelona, 65 a?os) contact¨® con ellas a trav¨¦s de Fotolog, Facebook, MySpace, Messenger e Instagram, adem¨¢s de por correo electr¨®nico y videollamadas por Skype, durante m¨¢s de una d¨¦cada, seg¨²n sus relatos, sustentados en los mensajes facilitados a EL PA?S. En algunos de sus perfiles, el cineasta usaba el seud¨®nimo Gato del cerro, pero una vez iniciada la conversaci¨®n, siempre se presentaba con su nombre real. Desde el inicio dejaba claro que era un director de cine (en algunos casos enviaba un enlace de Vimeo, plataforma de v¨ªdeos, para acreditar su curr¨ªculo), explicaba que estaba preparando alg¨²n proyecto para el que buscaba actrices. Este diario ha entrevistado a mujeres en Madrid, Barcelona, Valencia, M¨¢laga, Santiago de Chile, Cerde?a, Los ?ngeles y Ciudad de M¨¦xico. Solo tres de ellas llegaron a trabajar con ¨¦l.
¡°Lo ¨²nico que puedo decir es que yo hice un proyecto que se llamaba Ingrid, que estaba vinculado a las redes sociales, y contact¨¦ con much¨ªsima gente durante esa ¨¦poca [antes de 2009, cuando se estren¨® el filme]¡±, respondi¨® Cort¨¦s a estas acusaciones el viernes pasado en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S. Dos d¨ªas despu¨¦s de esta entrevista, el cineasta envi¨® por email una nueva declaraci¨®n supervisada por su abogada: ¡°Las conversaciones en redes sociales se produjeron dentro de lo hipot¨¦tico, buscando conexiones entre el modo de actuar del personaje y nuestra experiencia personal. Nunca eran propuestas expl¨ªcitas¡±, explica el cineasta. En la primera conversaci¨®n agregaba: ¡°Esta es mi versi¨®n de los hechos. A partir de aqu¨ª, las percepciones que puedan tener otras personas se me escapan. Y tambi¨¦n, evidentemente, puede haber una parte de malinterpretaci¨®n o de mala gesti¨®n de la conversaci¨®n por mi parte¡±.
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Mujer
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Eduard Cort¨¦s
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Mujer
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Eduard Cort¨¦s
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Mujer
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Eduard Cort¨¦s
¡°Este se?or me contact¨® cuando yo ten¨ªa 19 a?os y ¨¦l, 55, prometiendo ayudarme profesionalmente¡±. Este es el mensaje, con una imagen de Cort¨¦s, que Grav comparti¨® en su perfil de Instagram en octubre. Esta publicaci¨®n contra el cineasta se produjo pocos d¨ªas despu¨¦s de que se conociera el caso Errej¨®n ¡ªa ra¨ªz de unas denuncias an¨®nimas contra el pol¨ªtico en el perfil de Instagram de la escritora Cristina Fallar¨¢s¡ª, por eso tuvo tal impacto que en pocas horas la fot¨®grafa empez¨® a recibir decenas de mensajes con historias similares. Desde entonces, ha sido contactada por m¨¢s de 50 mujeres, y 38 de ellas han creado un grupo de WhatsApp denominado Ni una m¨¢s, como ha podido comprobar este peri¨®dico.
Al menos 15 de las mujeres entrevistadas han dado los primeros pasos para denunciar lo sucedido: han recibido asesor¨ªa jur¨ªdica de un despacho de abogadas y han recabado evidencias en el ¨²ltimo mes. Las mujeres contactadas por EL PA?S, animadas en un principio por una posible denuncia colectiva, se lamentan estos d¨ªas del elevado coste del servicio jur¨ªdico (850 euros m¨¢s IVA por persona solo por iniciar la denuncia) y de la ¡°inacci¨®n¡± de las diferentes instituciones culturales con oficinas de apoyo a las v¨ªctimas de violencia en el cine, a las que han acudido.

A finales de octubre, la Academia de Cine Catal¨¢n anunci¨® que abrir¨ªa una investigaci¨®n tras las denuncias publicadas en redes, pues Cort¨¦s era miembro de esa entidad. El proceso no se llev¨® a cabo. El director comunic¨® su baja a finales de noviembre a trav¨¦s de un email, antes de que esta instituci¨®n le pudiera citar a declarar para que as¨ª se iniciara el procedimiento, seg¨²n ha explicado a EL PA?S Laia Aubia, directora de la academia catalana, y ha confirmado Cort¨¦s: ¡°Lo habl¨¦ con la presidenta [Judith Colell] y me di de baja por motivos personales¡±, explica el cineasta. Tras informar sobre su salida, Aubia le comunic¨® que ¡°la investigaci¨®n quedaba archivada provisionalmente y que se reiniciar¨ªa en caso de que volviera a solicitar el alta como miembro¡± en este organismo.
Desde la Academia catalana les recomendaron a las mujeres entrevistadas por EL PA?S acudir al despacho de Carla Vall, un bufete privado que colabora con esta instituci¨®n en un servicio independiente para la atenci¨®n a v¨ªctimas. Fue esta abogada la que ofreci¨® asesor¨ªa jur¨ªdica a las denunciantes. Debido a que muchas no pod¨ªan encarar los costes iniciales de ese despacho, varias acudieron a la oficina de la Academia de Cine espa?ola: a la reci¨¦n creada unidad de atenci¨®n a v¨ªctimas de violencia machista en el sector cultural gestionada por la fundaci¨®n Aspacia (financiada por el Ministerio de Cultura). ¡°En Aspacia me dijeron que no nos pod¨ªan ofrecer nada mejor que la Academia catalana¡±, cuenta Norah Alexandra Vega. Desde la direcci¨®n de la fundaci¨®n han rechazado responder a las preguntas de este diario.
Cuando las acusaciones se difundieron en Instagram, Cort¨¦s acababa de finalizar el rodaje de la serie Terra Alta, producida por Secuoya Studios y Movistar Plus+, que adapta la novela hom¨®nima de Javier Cercas. Su ¨²ltimo estreno fue la exitosa serie Ni una m¨¢s, producida por Netflix y protagonizada por una estudiante de 17 a?os que denuncia una agresi¨®n sexual por parte de un profesor de su instituto. En 2002 estren¨® La vida de nadie, con la que fue candidato al Goya a mejor direcci¨®n novel; Otros d¨ªas vendr¨¢n (2005), nominada al Goya a mejor guion original; Ingrid (2009), Los Pelayos (2012) y Cerca de tu casa (2016), un musical sobre los desahucios protagonizado por S¨ªlvia P¨¦rez Cruz, quien gan¨® el premio Goya por la canci¨®n Ai, ai, ai. Adem¨¢s, dirigi¨® las tres temporadas de la serie de TV3 Merl¨ª, que despu¨¦s se convirti¨® en uno de los ¨¦xitos de Netflix.
El trabajo como cebo
Una vez iniciada la conversaci¨®n con estas mujeres, Cort¨¦s alababa su trabajo, seg¨²n los mensajes facilitados a este peri¨®dico. ¡°Me dijo: ¡®Tienes talento, eres bella, inteligente y joven, tienes much¨ªsimo potencial¡±, narra Grav por videollamada. ¡°Estaba en una situaci¨®n bastante vulnerable en un entorno profesional del que desconoc¨ªa absolutamente todo. Eduard se mostr¨® interesado en ofrecerme un rol en alguna de sus pel¨ªculas, me lleg¨® a plantear que quiz¨¢ podr¨ªa dirigir¡±, contin¨²a la fot¨®grafa. Un mes despu¨¦s de su primer contacto, el tono de la conversaci¨®n cambi¨®: ¡°Comenz¨® a preguntarme c¨®mo me sent¨ªa al respecto de hacer desnudos, si hab¨ªa algo que se aproximara a una experiencia sexual en ello. Era evidente que estaba inc¨®moda con la conversaci¨®n pero no se lo hice saber por miedo a que dejara de tener inter¨¦s en ayudarme profesionalmente¡±.
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Eduard Cort¨¦s
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Silvia Grav
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Eduard Cort¨¦s
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Silvia Grav
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Eduard Cort¨¦s
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Silvia Grav
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Eduard Cort¨¦s
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Silvia Grav
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Eduard Cort¨¦s
?Tienes novio?
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Silvia Grav
Nada serio, ?por qu¨¦?
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Eduard Cort¨¦s
?Te sueles mirar desnuda en el espejo?
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Silvia Grav
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Eduard Cort¨¦s
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Silvia Grav
En la mayor¨ªa de los testimonios, seg¨²n muestran los mensajes, cuando el intento de Cort¨¦s de establecer una relaci¨®n sexual no fructificaba, el director les planteaba que deb¨ªan prestarse a realizar determinadas pr¨¢cticas sexuales por ¡°exigencias del proyecto¡±. ¡°Cuando me hablaba de la historia que estaba escribiendo, que asegur¨® que quer¨ªa que yo protagonizara, me dijo que era imprescindible que me atrever¨ªa a hacer algo parecido a Ingrid [en referencia a las secuencias sexuales]¡±, recuerda Grav. En los siguientes contactos, Cort¨¦s le pregunt¨® si quer¨ªa estudiar cine. ¡°Le dije que s¨ª, pero no ten¨ªa dinero, as¨ª que ¨¦l se ofreci¨® a ense?arme a cambio de que hiciera de modelo de desnudos para ¨¦l. No le contest¨¦¡±, explica esta mujer. La ¨²ltima vez que hablaron le dijo: ¡°Tengo muchas ganas de sexualizarte¡¯. Ah¨ª cort¨¦ la conversaci¨®n¡±.
A la artista Eva F¨¤bregas, seg¨²n explica a este diario y cont¨® en su cuenta de Instagram, Cort¨¦s le habl¨® de ¡°un guion para lo que despu¨¦s ser¨ªa Ingrid¡±, asegura. ¡°Cort¨¦s me asegur¨® que la protagonista estaba basada en m¨ª y que el guion lo estaba construyendo despu¨¦s de haberme conocido y por mi trabajo en Fotolog¡±, contin¨²a esta mujer. ¡°Nos vimos en dos ocasiones y luego rod¨¦ una secuencia de Ingrid en la discoteca Apolo de Barcelona como extra¡±, cuenta.
Todas las mujeres con las que ha hablado EL PA?S confirman este mismo relato: el director les ofrec¨ªa un futuro rol en Ingrid o en un proyecto que ser¨ªa la continuaci¨®n de esa pel¨ªcula. ¡°Estos trabajos exploratorios se ce?¨ªan ¨²nicamente al proceso del guion, sobre el que ya se hab¨ªa hablado previamente. Nunca derivaron en pruebas o castings online, ni en nada que se produjera a trav¨¦s de fotograf¨ªas o videos o videoconferencias¡±, alega Cort¨¦s en el texto enviado a EL PA?S.
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Eduard Cort¨¦s
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Mujer
La aprovechar¨¦
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Eduard Cort¨¦s
?Haces alguna cosa adem¨¢s de trabajar como actriz?
Algunas de ellas en determinados momentos accedieron a mantener conversaciones m¨¢s ¨ªntimas, que nada ten¨ªan que ver con lo profesional. Una mujer, que prefiere no dar su nombre porque ten¨ªa 16 a?os y hasta hace poco tiempo se sent¨ªa ¡°responsable¡± de lo que le sucedi¨® por no haberlo cortado a tiempo, lo explica: ¡°Su manera de intentar manipularme fue decirme que las fotos que yo sub¨ªa a Fotolog eran muy buenas, despu¨¦s pasaba a hacerme comentarios sexuales. Llegu¨¦ a pensar que le gustaba, que yo era una fot¨®grafa incre¨ªble y ¨¦l, un director famoso que ve¨ªa mi potencial¡±. Estuvieron en contacto entre 2014 y 2018, fue en ese a?o cuando Cort¨¦s le propuso que viajara a Barcelona para hacer una prueba que no le concret¨®. ¡°Me hizo creer que pod¨ªa ser actriz¡±, explica, ¡°pero no fui, no me fie¡±. El pasado 30 de enero esta mujer inform¨® a la Asociaci¨®n de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA) de lo que hab¨ªa vivido con Cort¨¦s. La ¨²nica respuesta que obtuvo, cuenta, fue un correo electr¨®nico, al que ha tenido acceso este peri¨®dico, en el que se le comunicaban las v¨ªas para solicitar ayuda y denunciar: ¡°Fue un poco decepcionante, no me apeteci¨® seguir, parec¨ªa que me estaba respondiendo una m¨¢quina¡±.
¡°Contact¨® conmigo en 2020, alab¨® mi trabajo como actriz y me ofreci¨® su cuenta de Vimeo para que viera su trabajo. Me ilusion¨¦ bastante, ten¨ªa 23 a?os y estaba terminando la carrera de interpretaci¨®n¡±, explica Sof¨ªa Barco. Otras actrices como ella, pero tambi¨¦n fot¨®grafas, artistas visuales, bailarinas y realizadoras, entre otras profesiones vinculadas al sector cultural, describen a EL PA?S una situaci¨®n laboral de precariedad, ya que estaban al inicio de sus carreras o en un momento de especial vulnerabilidad en sus trabajos.
¡°Dec¨ªa qu¨¦ era lo que m¨¢s le llamaba la atenci¨®n de m¨ª y lo que deseaba explotar: mi calidad sensual, mi mirada felina y misteriosa. Quer¨ªa crear un guion que rompiera los l¨ªmites entre realidad y ficci¨®n¡±, contin¨²a Barco, que asegura que le hizo esta propuesta: ¡°Me pregunt¨® si estar¨ªa dispuesta a hacer una obra de teatro que me hiciera crecer en mi carrera a cambio de que en el ¨²ltimo acto me anestesiaran y el p¨²blico pudiera hacer lo que quisiera conmigo. Creo que esta fue la conversaci¨®n en la que ya no hubo punto de retorno¡±. Tras cuatro a?os de charlas y lo que define como falsas promesas, esta joven dej¨® la interpretaci¨®n de manera temporal.
Sobre este caso concreto, Cort¨¦s se?ala por tel¨¦fono: ¡°Es que eso ha sido malinterpretaci¨®n. Yo ten¨ªa un proyecto, que implicaba que el personaje se anestesiase voluntariamente, inspirado en Las bellas durmientes del novelista japon¨¦s [Yasunari] Kawabata. La idea era esta, no quer¨ªa anestesiar a nadie¡±.
Una cineasta, que prefiere no dar su nombre porque teme que le afecte en su trabajo, comenz¨® a hablar con Cort¨¦s en 2010 por Facebook. En aquel momento, esta mujer relata que buscaba ¡°cualquier trabajo de pr¨¢cticas¡± porque, asegura, ¡°necesitaba el dinero¡±. ¡°Con el tiempo Cort¨¦s, que fue muy insistente, me pidi¨® hacer unas pruebas online de c¨¢mara donde yo mostrara los pechos al aire. Me negu¨¦ y ¨¦l me propuso ponerme una cabeza de ciervo para que no se me reconociera y pagarme 400 euros. Tampoco lo hice¡±, recuerda.
A Nicole Le¨®n, actriz y escritora ecuatoriana, residente en Valencia, le ofreci¨® adaptar al audiovisual su libro El grito de mis heridas, en el que narra las violaciones que hab¨ªa sufrido desde ni?a. Para llevar a cabo este proyecto, esta mujer le cont¨® los detalles de estos abusos y c¨®mo se le hab¨ªa ocurrido filmar desde dentro de su vagina el dolor que ella sinti¨®. ¡°No va a ser f¨¢cil mantener la cabeza fr¨ªa. Me gustar¨ªa explorar tu sexualidad¡±, le responde ¨¦l, en una conversaci¨®n que muestra a este diario de julio de este a?o. ¡°Mientras m¨¢s le contaba o ahondaba en mis traumas, ahora lo entiendo, ¨¦l se excitaba¡±, se lamenta Le¨®n. ¡°Yo segu¨ªa creyendo en ¨¦l y profundizando para el guion. Me di cuenta de que todo era una farsa cuando vi la denuncia p¨²blica de una chica, de Silvia [Grav], y que hab¨ªa m¨¢s chicas, que ten¨ªamos el mismo patr¨®n. Y ah¨ª supe que no habr¨ªa ninguna pel¨ªcula sobre mi historia¡±, cuenta.
Una actriz mexicana residente en Espa?a accedi¨® a ser grabada desnuda en persona por ¨¦l. ¡°Me preguntaba si hab¨ªa rodado desnudos. Le respond¨ª que s¨ª. Yo solo quer¨ªa que me concretara la oferta de trabajo¡±, recuerda. Se encontraron en tres ocasiones. ¡°En la segunda¡±, explica, ¡°nos vimos en un apartamento en Barcelona. All¨ª me rod¨® desnuda, sent¨ª que ¨¦l estaba conteni¨¦ndose, que pod¨ªa ocurrir cualquier cosa¡±. ¡°Meses despu¨¦s le pregunt¨¦ qu¨¦ iba a hacer con las im¨¢genes, y me escribi¨® que estaba con mucho trabajo, que necesitaba tiempo¡±.
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Cort¨¦s solicit¨® a estas mujeres que le enviaran fotograf¨ªas y v¨ªdeos en los que aparecieran desnudas, seg¨²n sus testimonios. Al menos siete aseguran a EL PA?S que se las mandaron. El director responde por correo electr¨®nico a este asunto: ¡°Todo lo relacionado con fotos, v¨ªdeos y videoconferencias, en ning¨²n momento form¨® parte del proyecto. Fueron din¨¢micas que se establecieron entre dos personas adultas y con mutuo consentimiento. El resto pertenece al ¨¢mbito ¨ªntimo y personal¡±.
Ha pasado m¨¢s de un mes desde que se movilizaran para pedir apoyo jur¨ªdico y tratar de plantear una denuncia colectiva contra el cineasta. Pero estas mujeres relatan que se han sentido solas frente a unas instituciones que hab¨ªan prometido ayudarlas, al menos con apoyo jur¨ªdico y psicol¨®gico, pero tambi¨¦n con una investigaci¨®n interna. ¡°La Academia catalana nos dijo que iban a crear una comisi¨®n, pero nos enteramos ahora de que Eduard Cort¨¦s se ha marchado antes de que lo investiguen¡±, cuenta Norah Alexandra Vega. ¡°Ni siquiera nos han contactado ni conocen nuestros testimonios. Puedo entender por qu¨¦ muchas mujeres no denuncian¡±.
Con informaci¨®n de Isabel Vald¨¦s.
El tel¨¦fono 016 atiende a las v¨ªctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del d¨ªa, todos los d¨ªas del a?o, en 53 idiomas diferentes. El n¨²mero no queda registrado en la factura telef¨®nica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. Tambi¨¦n se puede contactar a trav¨¦s del correo electr¨®nico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el n¨²mero 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al tel¨¦fono de la Fundaci¨®n ANAR 900 20 20 10. Si es una situaci¨®n de emergencia, se puede llamar al 112 o a los tel¨¦fonos de la Polic¨ªa Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicaci¨®n ALERTCOPS, desde la que se env¨ªa una se?al de alerta a la Polic¨ªa con geolocalizaci¨®n.
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