Gigante Parejo
Soberbio manejo del partido del capit¨¢n del Valencia, protagonista con bal¨®n y sin ¨¦l durante la hora larga que jug¨®. Su lesi¨®n propici¨® la crecida del Bar?a
No le falt¨® a la final de la Copa una actuaci¨®n inesperada, la de David Bisbal. El cantante sudaba para entonar su Ave Mar¨ªa mientras los jugadores del Valencia se instalaban en el vestuario del Benito Villamar¨ªn, a donde llegaron una hora y media antes del partido. Al frente de la expedici¨®n se present¨® el capit¨¢n Parejo con el rostro contra¨ªdo por las cavilaciones. El Valencia regresaba a una final de Copa 11 a?os despu¨¦s y el mediocampista, aut¨¦ntica alma de este equipo, se dispon¨ªa a cumplir con su papel rutinario: el de puntual ejecutor de las maniobras m¨¢s complicadas de su equipo. Las acciones sutiles que determinan los tiempos del ataque y de la defensa.Si la aparici¨®n de Bisbal fue sorprendente, el recital de Parejo result¨® previsible. En juego estaba su primer t¨ªtulo.
Grande fue su soberbia conducci¨®n a los cinco minutos del inicio. Una acci¨®n que evit¨® la presi¨®n adelantada del Barcelona, intensa en los primeros lances. El movimiento supuso una liberaci¨®n para sus compa?eros, que ya se vieron capaces de tener algo el bal¨®n ante el acoso de los pupilos de Valverde. Parejo es tan valioso por lo que hace con la pelota como sin ella. Es simple. Se trata de la prolongaci¨®n de Marcelino en el c¨¦sped. No falt¨® una orden, un movimiento de brazos, gestos que edificaron el enorme partido de sus compa?eros, conscientes de que el l¨ªder lo mismo le ganaba un bal¨®n a Messi que combinaba con pasmosa facilidad con Rodrigo, Soler o Gameiro.
Parejo escondi¨® la pelota con dos gambetas de maestro ante Busquets antes de atraer la presi¨®n del Bar?a y filtrar el pase que revent¨® al rival. Liberado por la entrega del mediocampista, Soler corri¨® por la banda lejos del alcance de Alba antes de asistir a Rodrigo para el 0-2. Todos los jugadores del Valencia festejaron enloquecidos el gol. Todos menos uno. Parejo se qued¨® en el centro del campo y le envi¨® un mensaje de tranquilidad a Jaume, que hab¨ªa salido corriendo de su porter¨ªa. El gesto demostraba la inteligencia, la madurez, de un futbolista sin el que el Valencia no hubiera logrado los ¨¦xitos de esta temporada. Su implicaci¨®n defensiva lleg¨® a provocar dos sonoras ovaciones por parte de la afici¨®n valencianista. La primera, cuando le escondi¨® el bal¨®n a Sergi Roberto, que desesperado le hizo falta. La segunda, a los 36 minutos, cuando le volvi¨® a robar el bal¨®n a Messi.
Ovaci¨®n final
La figura de Parejo emergi¨® hasta dominar por completo el centro del campo, quiz¨¢s uno de los problemas que tuvo el Barcelona, el equipo que estuvo tras sus pasos para precisamente ejercer el mando de una zona donde los principales actores de Valverde se vieron superados por el empuje y el liderazgo del capit¨¢n. Era el partido n¨²mero 56 para Parejo en una temporada inolvidable. Ha jugado LaLiga, la Champions, la Liga Europa y la Copa, hasta el punto de ser llamado por la selecci¨®n espa?ola como uno de los jugadores destinados a marcar un nuevo rumbo en el combinado nacional. En los peores momentos de una temporada que comenz¨® algo convulsa, Parejo demostr¨® alma de l¨ªder y pidi¨® tranquilidad, hasta el punto de fomentar una relaci¨®n muy especial con Marcelino, entrenador al que defendi¨® siempre.
Parejo reparti¨® gestos de ¨¢nimo, justo cuando el Barcelona apret¨® de lo lindo al inicio de la segunda mitad. Tambi¨¦n avisando a Jaume para que ralentizara los saques de puerta. Se lesion¨® el gemelo izquierdo al hacer un mal apoyo cuando lanz¨® una falta, en el minuto 62. La grada core¨® su nombre mientras recorr¨ªa la banda del Villamar¨ªn, roto, en busca del vestuario. Fue una especie de vuelta triunfal del capit¨¢n, que ya hab¨ªa hecho su trabajo. Parejo, roto y emocionado, se fue al banquillo con la satisfacci¨®n del deber cumplido pero lanzando miradas preocupadas al campo de juego. All¨ª el Bar?a aprovech¨® su ausencia en la medida en que el Valencia perdi¨® el tim¨®n.
"A este a?o no se le puede pedir m¨¢s", dijo, llorando, ante el micr¨®fono de TVE1, antes de subir al palco para recibir el trofeo de manos del Rey y blandirlo dando voces en direcci¨®n a sus colegas. "He pasado por momentos muy dif¨ªciles desde que llegu¨¦ a este club hace ocho a?os. ?Pero el Valencia y su afici¨®n se merecen vivir m¨¢s momentos como ¨¦ste!".
VIDEO | Los 90 minutos del gran ¨¦xito del Valencia y la nueva hecatombe del Barcelona, resumidos en un minuto pic.twitter.com/TWoJYezpFM
— EL PA?S Deportes (@elpais_deportes) May 25, 2019
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