Un peque?o gran mercado
La ca¨ªda de las fronteras comerciales no ha acabado con la recesi¨®n y el paro
El primer a?o de experiencia del Mercado ¨²nico no se ha cerrado con las fanfarrias que le parec¨ªan reservadas. La ca¨ªda de las fronteras comerciales no se ha traducido en una explosi¨®n de intercambios entre las econom¨ªas de los Doce.El mercado interior, aunque guarda todas sus potencialidades, no ha servido para acabar con la recesi¨®n y el paro en Europa y no ha pasado de ser un peque?o gran mercado, aunque eso no significa que haya fracasado. Este aparente letargo tiene dos explicaciones. Por una parte, la crisis econ¨®mica no ha propiciado un aprovechamiento de las nuevas normas; por otra, la propia configuraci¨®n del gran mercado desde la publicaci¨®n del Libro Blanco, en 1985, ya gener¨® grandes movimientos de capitales e importantes tomas de posici¨®n, que ahora han permanecido a la espera de empezar a ver sus frutos.
A pesar de esta entrada al ralent¨ª, las peque?as y medianas empresas se declaran "satisfechas" de la puesta en marcha del Mercado ¨²nico por las ventajas que comporta en materia de controles fronterizos, barreras t¨¦cnicas, sistema de IVA, transporte y distribuci¨®n, mercados p¨²blicos, informaci¨®n y acceso a la justicia. Las encuestas son menos positivas a la hora de analizar el impacto que el Mercado ¨²nico est¨¢ teniendo sobre los ciudadanos particulares. Si el 67% de las pymes considera que la apertura de fronteras ha contribuido a reducir los costes del transporte de mercanc¨ªas, el 61% de los ciudadanos comunitarios estima que nada ha cambiado para ellos desde el 1 de enero de 1993, seg¨²n el Eurobar¨®metro.
Circulaci¨®n de personas
Los Doce consideran que la Comunidad ha alcanzado la mayor parte de los objetivos inicialmente fijados para crear un mercado comunitario ¨²nico: "Hasta hoy, el ¨²nico problema digno de menci¨®n es que se han mantenido los controles sobre la circulaci¨®n de personas; ahora bien, el impacto econ¨®mico que este hecho tiene sobre el mercado interior es limitado, ya que los aspectos de la legislaci¨®n comunitaria de mayor importancia econ¨®mica -el reconocimiento del derecho de establecimiento y el de las cualificaciones profesionales- se encuentra ya en vigor". Las previsiones siguen manteniendo como objetivo oficial el 1 de febrero pr¨®ximo para hacer efectiva la libre circulaci¨®n de personas, aunque nadie descarta que para entonces se haya acordado un nuevo aplazamiento.Pero la libre circulaci¨®n de personas no es el ¨²nico retraso que sufre la puesta en pr¨¢ctica del Mercado Unico. A pesar de que los Doce ya han dado luz verde al 95% de la normativa contemplada en el Libro Blanco del mercado interior, s¨®lo entre el 83% y el 85% de estas directivas han sido ya adaptadas a las legislaciones nacionales. Sin embargo, estas cifras tambi¨¦n son enga?osas porque s¨®lo se refieren a aquellas normas que han sido adaptadas en alguno de los Doce pa¨ªses miembros, y no en todos ellos. Si se tiene en cuenta el dato esencial de qu¨¦ directivas ya han sido adaptadas por todos y cada uno de los Doce, el porcentaje de transposiciones cae hasta el citado 50%.
Los pa¨ªses que m¨¢s reticencias ponen a la integraci¨®n pol¨ªtica europea y que con m¨¢s ¨¦nfasis defienden que la Uni¨®n se reduzca a un mero espacio econ¨®mico de libre comercio son los que con mayor celeridad est¨¢n adaptando la legislaci¨®n comunitaria que propicia ese gran mercado: Dinamarca ha adaptado el 93,9% de la legislaci¨®n y el Reino Unido el 91,5%. Entre los pa¨ªses menos cumplidores est¨¢n Irlanda (81,1%) y Alemania (82,2%). Espa?a, con un 83,2% de cumplimiento, est¨¢ en la zona media de cumplimiento.
Los efectos del Mercado ¨²nico notaron m¨¢s en sus a?os de configuraci¨®n que en su primer a?o de ejercicio. Para los, Doce es una evidencia que el mercado interior "est¨¢ actuando como catalizador de un cambio en el entorno competitivo en beneficio del consumidor y de una mayor prosperidad en los a?os por vemr". Esto se refleja en indicadores como la eliminaci¨®n de los tr¨¢mites fronterizos, que est¨¢n facilitando el comercio intracomunitario. La cuota de importaciones se ha elevado del 53,4% al 59,3% del total entre 1985 y 1992, y las exportaciones del 54,9% al 61,3%.
Al mismo tiempo, la eliminaci¨®n de los controles ha impulsado una mayor integraci¨®n de los mercados de capitales de los Estados miembros, lo que facilitar¨¢ la-inversi¨®n transfronteriza, suavizar¨¢ las restricciones al cr¨¦dito e incrementar¨¢ los procesos de fusiones y adquisiciones entre empresas de diferentes Estados. Estos procesos ya se han incrementado en los ¨²ltimos a?os, al pasar de 2.190 operaciones en 1987 a 4.553 en 1992. Tambi¨¦n ha aumentado la inversi¨®n directa procedente de otros bloques econ¨®micos (Estados Unidos, Jap¨®n y la Asociaci¨®n Europea de Libre Comercio), la implantaci¨®n de sucursales en el sector bancario y asegurador y la inversi¨®n de cartera procedente de otros lugares de la UE (entre 1983 y 1990 se ha quintuplicado en el Reino Unido, se ha duplicado en Francia y se ha multiplicado por 1,5 en Alemania). Seg¨²n los Doce, "existen se?ales de que la eliminaci¨®n de los obst¨¢culos no arancelarios est¨¢ ya facilitando el comercio y la competencia intracomunitarios en los sectores m¨¢s afectados por el programa del mercado interior: material de transporte, ingenier¨ªa el¨¦ctrica, electr¨®nica de consumo, equipos de oficina y maquinaria".
En la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del 10 y 11 de diciembre pasados, la llamada Bruselas-2, advirtieron sobre la necesidad de llegar a la plena utilizaci¨®n del Mercado ¨²nico: "La existencia de un gran mercado interior de vocaci¨®n exportadora constituye para la econom¨ªa europea una baza capital de la que debe sacarse el m¨¢ximo partido", se?alan las conclusiones de la cumbre.
Nuevas decisiones
Los l¨ªderes europeos proponen completar lo antes posible la transposici¨®n ¨ªntegra de la normativa comunitaria al Derecho nacional; simplificar y aligerar dicha normativa de acuerdo con el prinncipio de subsidiariedad; impulsar la evoluci¨®n hacia una econom¨ªa descentralizada, en particular mediante la creaci¨®n de un entorno fiscal favorable a las peque?as y medianas empresas; aplicar rigurosamente las normas de competencia y de control de las ayudas estatales, y mejorar la eficacia del mercado de capitales con el fin de mejorar la afluencia del ahorro hacia inversiones productivas generadoras de empleo.En los pr¨®ximos a?os, la Comisi¨®n intentar¨¢ desregular los sectores de la energ¨ªa, telecomunicaciones, servicios postales y transportes a¨¦reos, en los que hay a¨²n un fuerte peso de las Administraciones p¨²blicas de los Estados miembros. Tambi¨¦n deber¨¢ hacer hincapi¨¦ en las medidas del Libro Blanco que a¨²n no han sido adaptadas, fundamentalmente referidas al derecho de sociedades, la fiscalidad de las empresas y la propiedad intelectual e industrial, aunque el grueso de la legislaci¨®n de base ya ha sido adaptada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.