Los Presupuestos despiertan recelos
Los expertos ven optimistas las previsiones econ¨®micas de 2011 - El Gobierno se puede ver obligado a anunciar nuevos recortes si el PIB no cumple los pron¨®sticos
La variedad espa?ola de la crisis no solo refleja el fracaso de un modelo econ¨®mico, sino tambi¨¦n el de una ret¨®rica. El Gobierno se empe?¨® en negar la crisis y en asegurar que el hurac¨¢n no iba a provocar recortes sociales, hasta que se encontr¨® con un incendio en los mercados y la necesidad imperiosa de dar un giro en redondo para decretar el ajuste m¨¢s dr¨¢stico que se recuerda: rebaja de sueldos, congelaci¨®n de pensiones, recorte de inversiones, subidas de impuestos, reforma laboral y dem¨¢s. Lo peor ha pasado ya, aunque nunca hay que descartar alg¨²n coletazo en los mercados -y en la calle-. Espa?a ha dejado atr¨¢s la recesi¨®n. La crisis fiscal remite y la deuda espa?ola ha conseguido desmarcarse de la de Grecia, Irlanda y Portugal. Y aun as¨ª, lo que queda por delante va a ser duro. Tan duro como para pensar en una segunda ronda de tijeretazos cuando a¨²n no se ha completado la primera.
El Ejecutivo augura un crecimiento del 1,3%; los analistas lo reducen a la mitad
El Ejecutivo present¨® el viernes los Presupuestos de 2011 con una idea fuerza: la austeridad. Es decir, recortes de gasto y en menor medida subidas de impuestos para contener el d¨¦ficit. Pero nada es gratis. La austeridad suele tener un precio: la mayor¨ªa de los expertos asegura que las previsiones econ¨®micas sobre los que se asientan las cuentas p¨²blicas son optimistas. Y esa frase es m¨¢s peligrosa de lo que parece.
El Ejecutivo calcula que el PIB crecer¨¢ el 1,3% en 2011. El consenso de los analistas privados reduce esa cifra a la mitad. Si la econom¨ªa avanza al 1,3% -y atenci¨®n: el Gobierno ha acertado en 2009 y 2010-, Espa?a podr¨¢ cumplir sus objetivos de d¨¦ficit. Si crece menos, lo m¨¢s probable es que haya recortes adicionales: m¨¢s austeridad en aras de evitar sanciones de Bruselas y, sobre todo, nuevos ataques en los mercados.
Morgan Stanley resume as¨ª el diagn¨®stico general: "La direcci¨®n de la pol¨ªtica fiscal parece clara y cre¨ªble. Los primeros detalles conocidos de los Presupuestos van en l¨ªnea con lo esperado: el Gobierno reitera su compromiso con la reducci¨®n del d¨¦ficit. Pero se basa en un crecimiento optimista: ese es el riesgo principal".
Los expertos coinciden. Guillem L¨®pez-Casasnovas, de la UPF, considera que el propio plan de ajuste del Gobierno y los claroscuros respecto a la salida internacional de la crisis hacen que los pron¨®sticos "sean m¨¢s que dudosos, a la luz de los primeros datos del segundo semestre, que anticipan ca¨ªdas del PIB". "Es poco probable que Espa?a cumpla con la senda de reducci¨®n del d¨¦ficit; la ventaja es que muchos otros pa¨ªses van a correr la misma suerte. El problema es que si el crecimiento es m¨¢s lento va a requerir medidas duras: subidas generales de impuestos y reducci¨®n de plantillas p¨²blicas".
Alfredo Pastor, del IESE, explica que el Gobierno no elabora sus previsiones como los analistas: "Genera expectativas y su obligaci¨®n es que esas expectativas sean moderadamente optimistas. La previsi¨®n del 1,3% no es un disparate, aunque tal vez sea algo optimista". Para Pastor, el problema no son los Presupuestos. "Es la credibilidad, la confianza: definir de una vez la pol¨ªtica energ¨¦tica, definir de una vez por d¨®nde van a ir las pensiones, dejar de jugar con los impuestos y con las reglas del juego que necesita la econom¨ªa, como ha hecho ¨²ltimamente con diversos anuncios y rectificaciones. La m¨²sica de la pol¨ªtica econ¨®mica suena medianamente bien: otra cosa son esos detalles; este Gobierno los lleva mal".
Las previsiones tienen algo de ciencia y mucho de fe: al cabo, dependen de lo que acaben decidiendo 46 millones de espa?oles. De lo que hagan desde ya. Luis de Guindos, del Instituto de Empresa, asegura que el problema de los Presupuestos de 2011 es el cierre de este a?o. "El Ejecutivo empeora la previsi¨®n de paro porque ve mal las cosas ahora, y deber¨ªa haber corregido la previsi¨®n de PIB porque ni el consumo ni las exportaciones van a ayudar tanto como se pretende. Sin crecimiento econ¨®mico, el tijeretazo del d¨¦ficit va a ser misi¨®n imposible", concluye. El economista Guillermo de la Dehesa argumenta en defensa del Gobierno que tanto las previsiones como los Presupuestos "son con toda seguridad los m¨¢s dif¨ªciles de la democracia, por la exigencia de contentar a los mercados en un contexto de crisis fiscal y a su vez por la necesidad de preservar la paz social".
Lo mejor que le pasa a Espa?a es que los mercados perciben que ha hecho los deberes: no recibe la estopa que est¨¢n dando a Irlanda y Portugal. Lo peor es ese horizonte de estancamiento, que dificulta alcanzar las metas de d¨¦ficit y que a la larga puede provocar nuevos recortes y un descontento creciente, que empezar¨¢ a medirse con la huelga general. "En el escenario optimista del Gobierno, el crecimiento previsto se materializa y el ajuste se concentra en 2011. En un escenario m¨¢s realista esas previsiones no se cumplen y hay que preparar nuevas medidas de ajuste. Hay un escenario peor, poco probable, y es que nos arrastren los problemas de Irlanda y Portugal. En todo caso, demasiadas incertidumbres para tener nada claro", sostiene Jos¨¦ Luis Alzola, del Observatory Group.
Adem¨¢s de recortes, Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, de la UPF, resume lo que casi todos los expertos esperan en el lado de los ingresos: "La subida del IRPF para las rentas altas es simb¨®lico, incluso tiene un punto populista, como lo ten¨ªan los 400 euros. Y Zapatero sigue sin echar mano a las grandes bolsas de fraude, que est¨¢n perfectamente identificadas desde hace 20 a?os. Si las cosas no cambian mucho, veremos subidas de impuestos generalizadas y en un plazo no muy lejano", cierra.
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