Que coman filetes marca Trump
Retirar las ayudas a la compra de alimentos perjudicar¨¢, una vez m¨¢s, a los votantes del presidente
En general, a Donald Trump le interesan muy poco los detalles de la pol¨ªtica. Por ejemplo, es evidente desde hace tiempo que nunca se ha molestado en entender para qu¨¦ serv¨ªa realmente su ¨²nica victoria legislativa importante, la rebaja fiscal de 2017. De modo similar, est¨¢ bastante claro que no ten¨ªa ni idea de qu¨¦ hab¨ªa en realidad en el acuerdo con Ir¨¢n que acaba de revocar. En ambos casos, ha sido m¨¢s una cuesti¨®n de ego que de fondo: anotarse una "victoria" y deshacer lo logrado por su predecesor.
Pero hay algunas cuestiones pol¨ªticas que s¨ª le importan de verdad. A decir de todos, siente verdadera aversi¨®n por la idea de que la gente reciba "asistencia social", refiri¨¦ndose con esto a cualquier programa p¨²blico que ayude a personas con rentas bajas, y quiere eliminar esos programas siempre que sea posible.
Se dice que hace poco amenaz¨® con vetar la futura ley agraria a no ser que imponga duros requisitos laborales a los perceptores del Programa Asistencial de Nutrici¨®n Suplementaria (SNAP por sus siglas en ingl¨¦s), conocido en general como los cupones para alimentos.
Perm¨ªtanme ser directo: hay algo esencialmente obsceno en este espect¨¢culo. Tenemos a un hombre que hered¨® una gran riqueza y que luego desarroll¨® una trayectoria empresarial principalmente a base de enga?ar a gente cr¨¦dula, ya fuesen ingenuos que invert¨ªan en sus negocios y cargaban con el muerto cuando esos negocios quebraban, o estudiantes que perd¨ªan tiempo y dinero en t¨ªtulos in¨²tiles emitidos por la Universidad Trump. As¨ª y todo, est¨¢ decidido a quitarles la comida de la boca a personas verdaderamente desesperadas, porque est¨¢ seguro de que, de una manera u otra, se est¨¢n librando de algo, de que lo tienen demasiado f¨¢cil.
Pero por mezquinos que sean los motivos de Trump, este es un gran problema desde el otro lado. La Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO, por sus siglas en ingl¨¦s) calcula que los nuevos requisitos laborales y otras restricciones propuestas por los republicanos de la C¨¢mara de Representantes acabar¨ªan negando o reduciendo la ayuda nutricional a cerca de dos millones de personas, la mayor¨ªa familias con ni?os.
?Por qu¨¦ querr¨ªa alguien hacer eso? El problema est¨¢ en que no es solo Trump: el odio de los conservadores a los cupones para alimentos est¨¢ muy extendido. ?A qu¨¦ se debe?
El lado m¨¢s respetable, supuestamente intelectual, de la opini¨®n conservadora plantea que los cupones para alimentos reducen los incentivos, al hacerles la vida demasiado c¨®moda a los pobres. Como explicaba Paul Ryan, el SNAP y otros programas crean una "hamaca" que "mece a personas f¨ªsicamente aptas y las lleva a una vida de dependencia y complacencia".
Pero este es un problema que existe solo en la imaginaci¨®n de la derecha. Es muy dif¨ªcil encontrar perceptores f¨ªsicamente aptos de SNAP que debieran estar trabajando y no lo hacen; la gran mayor¨ªa de los beneficiarios del programa tienen trabajo ¡ªaunque en empleos inestables que pagan poco¡ª o son ni?os, ancianos, discapacitados o cuidadores esenciales de familiares.
Ah, y hay pruebas s¨®lidas de que los ni?os de familias con pocos ingresos que reciben cupones para alimentos se convierten en adultos m¨¢s productivos y sanos, lo que significa que el programa es, de hecho, bueno para el crecimiento econ¨®mico a largo plazo.
?Se trata de dinero? La aprobaci¨®n de la rebaja de impuestos de 2017, que destrozar¨¢ el presupuesto, demostr¨® de una vez por todas, a cualquiera que lo dudase, que a los republicanos les dan igual los d¨¦ficits.
Pero incluso aunque les importasen, la CBO calcula que los recortes propuestos para los cupones de alimentos ahorrar¨ªan menos del 1%, s¨ª, el 1%, de los ingresos perdidos debido a esa rebaja de impuestos. De hecho, en la pr¨®xima d¨¦cada todo el programa SNAP, que ayuda a 40 millones de estadounidenses, solo costar¨¢ aproximadamente un tercio de lo que costar¨¢ la rebaja de impuestos. No, no es una cuesti¨®n de dinero.
?Y el racismo? Hist¨®ricamente, los ataques a los cupones de alimentos han comportado un elemento racial apenas oculto: por ejemplo, cuando Ronald Reagan imagin¨® a un "fornido joven negro" usando los cupones de alimentos para comprar chuletones. Y sospecho que el propio Trump todav¨ªa piensa que los cupones de alimentos son un programa para negros urbanos.
Pero si bien muchos negros urbanos reciben cupones para alimentos, tambi¨¦n los reciben muchos blancos de las zonas rurales. A escala nacional, hay muchos m¨¢s blancos que negros recibiendo cupones, y la participaci¨®n en el SNAP es m¨¢s elevada en los condados rurales que en los urbanos. Los cupones para alimentos son especialmente importantes en regiones deprimidas como los Apalaches, que han perdido empleos en el carb¨®n y en otros sectores tradicionales.
Y s¨ª, esto significa que algunas de las mayores v¨ªctimas de la obsesi¨®n de Trump con recortar la "asistencia social" ser¨¢n los mismos que lo elevaron al cargo.
Piensen en el condado de Owsley, Kentucky, en el epicentro de la crisis regional de los Apalaches. M¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n del condado recibe cupones para alimentos; el 84% de los electores votaron a Trump en 2016. ?Sab¨ªan qu¨¦ votaban?
Al final, no creo que haya ninguna justificaci¨®n pol¨ªtica para el ataque a los cupones de alimentos. No se trata de incentivos, ni de dinero. Y hasta la animosidad racial que tradicionalmente se oculta tras los ataques a los programas sociales en Estados Unidos ha retrocedido parcialmente a un segundo plano.
No, esto es crueldad mezquina convertida en principio de gobierno. Se trata de gente privilegiada que mira a otros menos afortunados y no piensa "yo podr¨ªa estar ah¨ª, si no fuese por la gracia de Dios"; simplemente ven a un mont¨®n de perdedores. No quieren ayudar a los menos afortunados; de hecho, les indigna la idea misma de que la ayuda p¨²blica haga un poco menos desgraciados a esos perdedores.
Y esta es la gente que en estos momentos gobierna Estados Unidos.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa.
? The New York Times Company, 2018.
Traducci¨®n de News Clips.
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