Italia: Episodio XIV
Si el crecimiento del PIB no se reparte con equilibrio entre la pol¨ªtica no va bien
?ngela Merkel ha reconocido que en el oto?o de 2011 estuvo a punto de romperse el euro. La situaci¨®n pol¨ªtica al final del ciclo Berlusconi era ag¨®nica y la elevada deuda p¨²blica y el bajo crecimiento de las d¨¦cadas anteriores les convirti¨® en pieza propicia para los lobos de Wall Street.
La crisis se contagi¨® a los pa¨ªses perif¨¦ricos y fue el principio del fin de la crisis del euro. Mario Draghi, un italiano, fue nombrado presidente del BCE y anunci¨® una subasta extraordinaria de liquidez para que los bancos europeos pudieran comprar bonos de deuda p¨²blica. Luego lleg¨® el rescate de Espa?a, el riesgo de ruptura del euro fue m¨¢ximo y forz¨® a la compra de deuda p¨²blica directamente por el BCE que ha superado a la Reserva Federal.
El parlamento italiano eligi¨® un gobierno tecn¨®crata, liderado por Monti, que emul¨® al Conde de Lampedusa en el Gatopardo: hicieron una revoluci¨®n para no cambiar nada. Siete a?os despu¨¦s Cinco Estrellas, partido antisistema, y la Liga Norte, partido independentista, est¨¢n a punto de formar Gobierno.
Se ha filtrado un documento del acuerdo de gobierno y hablan de que el BCE condone a Italia 250.000 millones de euros de los bonos que ha comprado, cambiar los tratados y reformar radicalmente el Pacto de Estabilidad, aprobar un mecanismo para que Italia pueda abandonar el euro, una renta b¨¢sica de 17.000 millones de euros anuales financiada con fondos europeos, una intensa reducci¨®n de impuestos, desmantelar la reforma del sistema de pensiones y dar la opci¨®n a los italianos de jubilaci¨®n anticipada, etc¨¦tera.
Los inversores huyen de Italia y buscan refugio en bonos alemanes. Y tambi¨¦n hemos visto contagio a los bonos espa?oles, portugueses y perif¨¦ricos. A diferencia de 2011, ahora el BCE compra deuda cada d¨ªa y el contagio ha sido m¨ªnimo. Y la esperanza de vida de este gobierno antinatura parece que ser¨¢ corta.
Espa?a es una econom¨ªa m¨¢s din¨¢mica que la italiana desde hace d¨¦cadas pero es una democracia m¨¢s joven y tenemos una historia anterior que impone al leerla. Por eso deber¨ªamos sacar lecciones de la crisis italiana. Debemos elegir pol¨ªticos con visi¨®n de pa¨ªs y largo plazo, honestos y que no pongan a las instituciones de pantalla para perpetuarse en el poder. La fragmentaci¨®n pol¨ªtica en el parlamento acaba generando problemas. La nueva pol¨ªtica, como todo lo neo, suele acabar en los extremos y polarizando a la sociedad. Sobre todo cuando su ideario pol¨ªtico es criticar todo lo anterior y poner en cuesti¨®n las principales instituciones de la democracia y de la econom¨ªa. Si la pol¨ªtica no va bien la econom¨ªa tampoco va bien. Y si el crecimiento del PIB no se reparte equilibradamente entre los ciudadanos la pol¨ªtica no va bien.
La pol¨ªtica del BCE ha tenido ¨¦xito y Europa vuelve a crecer y baja la tasa de paro. Pero se han parado las reformas de las instituciones europeas para revertir los problemas detectados durante la crisis. La deuda sigue siendo elevada y los cisnes negros son escasos, pero existen.
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