Coches por quesos: ?qu¨¦ significa el acuerdo comercial UE-Jap¨®n?
El pacto entre dos de las grandes econom¨ªas mundiales elimina virtualmente todos los aranceles
La Uni¨®n Europea y Jap¨®n acaban de suscribir su Acuerdo de Asociaci¨®n Econ¨®mica, el mayor pacto de liberalizaci¨®n comercial del planeta por el tama?o de las econom¨ªas de los firmantes. El documento no solamente elimina casi todos los aranceles actuales en el comercio bilateral de mercanc¨ªas y armoniza los est¨¢ndares de varios sectores; tambi¨¦n manda una se?al inequ¨ªvoca contra el proteccionismo en tiempos turbulentos.?Estados Unidos apostar¨¢ por el ¡®America First¡¯, pero el resto de las econom¨ªas modernas avanza en direcci¨®n contraria.
El pacto aglutina el 27,8% del Producto Interior Bruto mundial y el 36,8% del comercio de mercanc¨ªas, un bloque que rivaliza en importancia con el Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN; firmado por Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico y en plena renegociaci¨®n). Si es ratificado ¡ªalgo que se prev¨¦ que ocurra antes de marzo del 2019¡ª los aranceles de alrededor del 94% de los productos europeos exportados a Jap¨®n ser¨¢n eliminados paulatinamente, una tasa que alcanzar¨¢ el 99% en el caso de las mercanc¨ªas niponas que accedan al bloque comunitario. Esta diferencia es reflejo de la exclusi¨®n del acuerdo de productos como el arroz, que goza en Jap¨®n de una fuerte protecci¨®n pol¨ªtica frente a las importaciones.
Al pacto se le conoce popularmente como el de ¡°los autom¨®viles por el queso¡±, en referencia a los grandes objetivos logrados por cada uno de los bloques en unas negociaciones que se han alargado m¨¢s de un lustro. La UE eliminar¨¢ el actual arancel del 10% a los veh¨ªculos de pasajeros japoneses de forma progresiva en los siete a?os posteriores a la ratificaci¨®n del texto, mientras que Jap¨®n suprimir¨¢ ¡ªbien de inmediato o en un periodo de hasta 15 a?os¡ª las tasas a varios productos de alimentaci¨®n como el vino, la carne de cerdo y de ternera o el queso. En total, seg¨²n c¨¢lculos de la Comisi¨®n Europea, las empresas exportadoras se ahorrar¨¢n en tasas unos 1.000 millones de euros. El Gobierno nip¨®n estima que la econom¨ªa del archipi¨¦lago podr¨ªa aumentar alrededor del 1% anual una vez los aranceles hayan desaparecido por completo.
Pero el acuerdo trasciende el comercio de bienes. Se fijan tambi¨¦n las reglas comunes para el intercambio de servicios (finanzas, telecomunicaciones, transporte) o para que las empresas accedan a la contrataci¨®n p¨²blica en ambos mercados. Tambi¨¦n se armonizan regulaciones que beneficiar¨¢n a, por ejemplo, los veh¨ªculos europeos (no tendr¨¢n que someterse a nuevas certificaciones cuando se exporten a Jap¨®n) o a los productos sanitarios y cosm¨¦ticos.
Vista la enorme controversia generada con tratados como el TTIP (Europa-Estados Unidos) o el CETA (Europa-Canad¨¢), Bruselas y Tokio han optado esta vez por dejar abierto el sistema de resoluci¨®n de disputas con los inversores extranjeros. En estos anteriores tratados, la opini¨®n p¨²blica europea temi¨® que un arbitraje privado entre las multinacionales y los estados diera la raz¨®n a las primeras y se forzara un cambio de pol¨ªtica que mermara los derechos en Europa. Finalmente, Bruselas sorte¨® el obst¨¢culo con la creaci¨®n de un tribunal p¨²blico que lidiara con estos casos, pero a Jap¨®n no le convence esta soluci¨®n. Lo m¨¢s probable que este aspecto finalmente no se incluya en el tratado para facilitar su pronta ratificaci¨®n.
Las negociaciones del pacto tomaron un impulso definitivo despu¨¦s de que Donald Trump tomara posesi¨®n del cargo en Estados Unidos, en enero de 2017, y dejara meridianamente clara su intenci¨®n de no participar en acuerdos de libre comercio multilaterales. ¡°Este es un acto de enorme importancia estrat¨¦gica para el orden internacional basado en normas en un momento en que algunos lo cuestionan¡±, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, durante la firma del acuerdo.
Para Hidetoshi Nakamura, profesor asociado de la Facultad de Pol¨ªtica y Econom¨ªa de la Universidad de Waseda, el documento env¨ªa un mensaje directo al creciente n¨²mero de l¨ªderes ¡°autoritarios o antiliberales¡± en todo el mundo. ¡°Dos socios estrat¨¦gicos, la Uni¨®n Europea y Jap¨®n, proporcionan sus valores pol¨ªticos liberales: democracia, Estado de derecho, derechos humanos y libertades fundamentales. No solamente Trump deber¨ªa escuchar esta voz, tambi¨¦n deber¨ªan Vlad¨ªmir Putin y Xi Jinping¡±.
Una vez digerido el impacto inicial del giro proteccionista de Trump, tanto la UE como Asia ¡ªliderada precisamente por Jap¨®n¡ª han seguido con su agenda de liberalizaci¨®n comercial. La firma y probable ratificaci¨®n de este acuerdo les sit¨²a en la primera fila de la proliferaci¨®n de otros tratados, dejando a un lado a las dos primeras econom¨ªas del mundo, Estados Unidos y China. Washington porque no est¨¢ por la labor; Pek¨ªn porque suscita dudas sobre si su modelo de liberalizaci¨®n se corresponde con los est¨¢ndares tradicionales. Prueba de ello es que en la agenda est¨¢ una ampliaci¨®n de la?Alianza Transpac¨ªfica (TPP, por sus siglas en ingl¨¦s, ahora con 11 socios tras la retirada de Estados Unidos?(conocida como TPP11)?o el pacto comercial entre Europa y el Mercosur.
Para Jap¨®n, la firma del pacto comercial con Europa es una forma de compensar la retirada de Estados Unidos del TPP, algo que rebaj¨® considerablemente los beneficios para el archipi¨¦lago. El tratado era una de las grandes apuestas pol¨ªticas del primer ministro, Shinzo Abe, para vigorizar la estancada econom¨ªa japonesa y liberalizar sectores que llevan d¨¦cadas protegidos. Su ejecutivo est¨¢ actualmente implicado en hasta tres acuerdos de libre comercio multilaterales: el reci¨¦n firmado con Europa, el citado TPP11 ¡ªen proceso de ratificaci¨®n¡ª y otro impulsado por China, el RCEP, que incluir¨ªa a 16 pa¨ªses en Asia-Pac¨ªfico basado solamente en la reducci¨®n de aranceles. Tokio conf¨ªa en que la puesta en marcha de varios de estos acuerdos de libre comercio acabe por arrastrar de nuevo a Estados Unidos a la v¨ªa multilateral. No ser¨ªa por convicci¨®n, sino por necesidad, ante la p¨¦rdida de competitividad de sus empresas en un mundo abocado a la reducci¨®n de las barreras al comercio.
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