A aprender tambi¨¦n se aprende (y se ense?a)
La educaci¨®n busca f¨®rmulas para formar alumnos aut¨®nomos, capaces de aprender durante toda la vida dentro y fuera del aula
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En Coursera, una de las plataformas MOOC (cursos online, abiertos y gratuitos) m¨¢s populares del mundo, los alumnos tienen acceso a un cat¨¢logo casi infinito de peque?as p¨ªldoras de conocimiento t¨¦cnico: aprender a programar en R, iniciarse en el machine learning, dominar Excel... Pero hay un curso que sobresale entre todos ellos. Se titula Aprendiendo a aprender, poderosas herramientas mentales con las que podr¨¢s dominar temas dif¨ªciles y lo imparten los catedr¨¢ticos Barbara Oakley y Terrence Sejnowki. El taller, que han cursado ya casi 40.000 alumnos, promete descifrar herramientas y t¨¦cnicas que sirvan para comprender y estudiar materias complejas. Su ¨¦xito no es una mera an¨¦cdota. El concepto de aprender a aprender se perfila como una de las competencias clave de la educaci¨®n del siglo XXI y permea todos los niveles formativos, desde los ni?os que dan sus primeros pasos en el colegio hasta los adultos que han hecho suya esa m¨¢xima de seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida.
Aunque la expresi¨®n de aprender a aprender pueda parecer que enuncia una obviedad, se trata de una de las siete competencias clave que fija la Lomce, la actual ley educativa, que la define como "la habilidad para iniciar, organizar y persistir en el aprendizaje". El concepto entronca con los grandes debates que ha puesto sobre la mesa la revoluci¨®n tecnol¨®gica. ?C¨®mo educar en una sociedad de la informaci¨®n, en la que el conocimiento ya no se concentra solo en la escuela o la universidad? ?Y c¨®mo educar en un momento de cambio constante, en el que algunos estudios indican, por ejemplo, que el 80% de los j¨®venes van a terminar trabajando en puestos que hoy ni siquiera existen? El objetivo, seg¨²n este enfoque, es formar a estudiantes aut¨®nomos y cr¨ªticos, capaces de aprender dentro y fuera del aula, con o sin profesor, durante su etapa formativa obligatoria y m¨¢s all¨¢ de ella.
La preocupaci¨®n por desentra?ar en qu¨¦ consiste aprender y c¨®mo ense?ar a hacerlo no es ni mucho menos nueva. "Ya en la ley educativa de 1970 se dec¨ªa que hab¨ªa que despertar en los alumnos la iniciativa y ense?arles t¨¦cnicas de trabajo intelectual", apunta Santiago Castillo, catedr¨¢tico de Universidad en la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED). La Comisi¨®n Europea la estableci¨® en 2004 como una de las ocho competencias b¨¢sicas del aprendizaje. Y la revoluci¨®n tecnol¨®gica, con su ritmo acelerado, ha puesto el foco en ella.
"En una sociedad tan abierta como en la que vivimos, se requiere un alto grado de iniciativa y espontaneidad", explica Castillo, que tambi¨¦n es profesor en un curso de especializaci¨®n para profesores en esta materia de la UNED. "Lo que se pretende es que el alumno consiga la autonom¨ªa que le permita aprender por s¨ª mismo. Si un estudiante ¨²nicamente act¨²a al dictado de lo que dice otro, nunca tendr¨¢ iniciativa. Hay que ense?ar a los ni?os a navegar solos".
?Pero qu¨¦ es aprender a aprender? No se trata (solo) de conocer y dominar t¨¦cnicas de estudio. Aunque aprender, por ejemplo, a sintetizar, a planificarse o a distinguir las ideas principales de un texto o de una explicaci¨®n sean tambi¨¦n habilidades importantes. El concepto de aprender a aprender es, sin embargo, mucho m¨¢s amplio y transversal. "El estudiante es un profesional del aprendizaje. Y para que un profesional desarrolle bien su trabajo, tiene que aprender las competencias b¨¢sicas que le permitan desenvolverse con solvencia", explica Castillo.
La UE define aprender a aprender como "la habilidad para iniciar el aprendizaje y persistir en ¨¦l, para organizar su propio aprendizaje y gestionar el tiempo y la informaci¨®n eficazmente, ya sea individualmente o en grupos". Se trata de que, por ejemplo, frente a un examen o un trabajo, el alumno entienda qu¨¦ le est¨¢n pidiendo, qu¨¦ recursos tiene, qu¨¦ estrategias puede utilizar y, una vez le hayan evaluado, entienda en qu¨¦ ha fallado y c¨®mo puede mejorar. "Hay una parte de t¨¦cnicas de estudio y otra actitudinal y de motivaci¨®n, de entender que t¨² diriges tu aprendizaje y ser consciente de lo que sabes y de lo que no sabes", explica Paloma D¨ªaz, profesora del m¨¢ster en innovaci¨®n educativa de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, en el que se forma a los profesores en esta competencia.
"El objetivo es que los alumnos desarrollen la capacidad de aprendizaje permanente, de manera aut¨®noma e independientemente de su edad. Tambi¨¦n que puedan extrapolar los conocimientos que han adquirido en la escuela a su vida real, tanto en el presente como en el futuro", resume Victoria Hortelano, directora de formaci¨®n del Colegio Estudio, en el que fomentan este aprendizaje m¨¢s como una filosof¨ªa que como un m¨¦todo. Esto implica, seg¨²n explican, trabajar la motivaci¨®n, el respeto a la individualidad y la confianza para lograr ese mantra tan repetido de que el alumno deje de ser un receptor pasivo del conocimiento, que se limita a sentarse y a escuchar al profesor, y pase a asumir el control de su propio aprendizaje.
?Y la evaluaci¨®n?
Si aprender a aprender pone el foco en el proceso, en c¨®mo los alumnos adquieren el conocimiento y las competencias, ?significa eso que el resultado de ese aprendizaje queda en un segundo plano? "La evaluaci¨®n es un elemento clave. No estoy nada de acuerdo con los planteamientos de suprimirla", apunta Santiago Castillo, catedr¨¢tico de Universidad en la UNED. "Al final, en la vida y tambi¨¦n en la ense?anza, los resultados son lo que importa. Ahora bien, esos resultados deben ser fruto de un proceso positivo. Pero decir que basta con un buen proceso, aunque no haya buenos resultados, es una falacia".
En el Colegio Estudio, las notas en Primaria no son evaluaciones num¨¦ricas, sino informes individualizados de cada alumno que tambi¨¦n se incluyen en Secundaria como apoyo a la calificaci¨®n cuantitativa. "Intentamos evaluar siempre en positivo, hay que poner en valor esas cosas positivas de cada alumno frente a lo que no haya alcanzado en un periodo concreto. La evaluaci¨®n no es un castigo, es un proceso informativo que me dice en qu¨¦ momento est¨¢ el alumno para poder rehacer mi estrategia", explica su director, Luis Jer¨®nimo. "Aunque todo esto es muy f¨¢cil de enunciar y dificil¨ªsimo de llevar a la pr¨¢ctica".
Santiago Castillo, de la UNED, se?ala tambi¨¦n la importancia de la memoria, otro aspecto que ha sido objeto de debate en los ¨²ltimos a?os. "Inteligentemente utilizada es imprescindible para el aprendizaje", asegura. "Si decimos que las competencias tienen que ser permanentes en el tiempo, solo es posible si est¨¢n archivadas en la memoria, en nuestra capacidad de retenci¨®n".
Aprender a aprender pretende rebasar las paredes del aula para sembrar en los estudiantes la semilla de la curiosidad. Y hacerlo para siempre. Se trata de educar en un gusto por seguir descubriendo y aprendiendo durante toda la vida, que no desaparezca en cuanto los alumnos salgan de clase o terminen el instituto o la universidad. Y ah¨ª la emoci¨®n, aseguran los expertos, es la mejor aliada. "Es importante que los alumnos asocien el aprendizaje a algo que les cree placer, alegr¨ªa y emociones positivas. Entonces es cuando van a querer seguir aprendiendo durante toda su vida", explica Victoria Hortelano, del Colegio Estudio. Guadalupe Llorente, directora de innovaci¨®n del centro, a?ade: "Tambi¨¦n tira abajo el t¨®pico de una educaci¨®n basada en el miedo y el control, eso ha sido muy frecuente y de alguna manera a veces sigue pasando".
Si aprender a aprender es una cara de la moneda, ense?ar a hacerlo es la otra. Ninguna de las dos se entiende sin el papel del profesor. "Son dos procesos distintos: el que desarrolla el docente para ver qu¨¦ temas y conceptos plantea a sus alumnos y el que cada alumno sigue para aprender y asimilar esos conceptos", explica Castillo. Esas dos din¨¢micas se vertebran con la convicci¨®n de que en el aula no solo aprenden los estudiantes. "Ahora mismo estamos desnudos frente a los alumnos, sobre todo en Secundaria", asegura Luis Jer¨®nimo, director del Colegio Estudio. "En muchos momentos pueden saber m¨¢s que t¨² sobre determinados temas. No puedes situar tu posici¨®n ¨²nicamente en saber m¨¢s que tus alumnos. Ese es el replanteamiento del docente".
Sin embargo, trasladar a la pr¨¢ctica este enunciado no es f¨¢cil, sobre todo porque aprender a aprender no es algo que se pueda ce?ir solo a una asignatura. Tambi¨¦n por las diferencias entre las distintas etapas educativas. "Hay mucha m¨¢s libertad para mirar al ni?o en su integridad en Infantil y Primaria. Cuando aprendes de peque?o lo haces por imitaci¨®n y por ensayo-error, pero eso en Secundaria desaparece totalmente", a?ade Jer¨®nimo.
La habilidad de aprender a aprender se estira m¨¢s all¨¢ de la etapa de educaci¨®n obligatoria o de la universidad, sobre todo en un contexto laboral acelerado en el que los expertos ya se?alan que el aprendizaje a lo largo de toda la vida va a ser uno de los factores clave de la educaci¨®n. "El aprendizaje no es algo puntual", se?ala Paloma D¨ªaz, del m¨¢ster de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. "Nadie te va a poder asegurar que lo que estudiaste en la carrera te vaya a servir toda la vida, sobre todo porque estamos inmersos en una sociedad cambiante donde hay cosas que hoy ni sabemos que existen y que ma?ana ser¨¢n muy importantes. Tenemos que ser capaces de adquirir ese inter¨¦s por aprender y hacerlo d¨ªa a d¨ªa".
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