El ¡®d¨ªa D¡¯ de Dia: gu¨ªa para seguir la junta de accionistas que decidir¨¢ el futuro de la cadena
Los accionistas de la cadena de supermercados deciden hoy si respaldan los planes del consejo o se entregan al fondo Letterone del magnate ruso Fridman
Los accionistas de Dia deciden hoy en manos de qui¨¦n dejan el futuro de una cadena que, pese a estar en situaci¨®n de quiebra t¨¦cnica tras varios a?os de crisis, tiene m¨¢s de 7.000 tiendas y 40.000 empleados en Espa?a, Portugal, Argentina y Brasil. Con su voto, dirimir¨¢n si mantienen su confianza en el actual consejo de administraci¨®n y en sus planes para reflotar la empresa o si se la entregan al m¨¢ximo accionista, el fondo luxemburgu¨¦s Letterone del magnate ruso Mijail Fridman, que tiene su propia hoja de ruta. A priori, el m¨¢ximo accionista, con el 29% del capital, tiene las de ganar, pero imponer su visi¨®n no aleja autom¨¢ticamente los nubarrones sobre la empresa.
En quiebra t¨¦cnica. Tanto el actual consejo de administraci¨®n, liderado por Borja de la Cierva, como el fondo Letterone planean ampliar capital para, con el dinero obtenido, sacar a la empresa de la situaci¨®n de liquidaci¨®n en que se encuentra desde fin de a?o, cuando admiti¨® unas p¨¦rdidas de 352 millones de euros y un patrimonio negativo por 166. En los ¨²ltimos tres a?os, una mezcla de expansi¨®n exterior descontrolada ¡ªtuvo que salir de China o Francia¡ª, adquisiciones desaforadas ¡ªEl ?rbol, Clarel¡ª, confusi¨®n de formatos, desconexi¨®n con los clientes tras la crisis y tejemanejes contables ¡ªpresent¨® una demanda en la Fiscal¨ªa por irregularidades de directivos en Espa?a y Brasil¡ª llevaron a la empresa al profundo abismo en que se encuentra, con una deuda de m¨¢s de 1.400 millones de euros. La gravedad de la situaci¨®n estall¨® en octubre, cuando la empresa admiti¨® que sus cuentas de 2018 estar¨ªan mucho peor de lo previsto. Desde entonces, la acci¨®n, que lleg¨® a superar los seis euros, se desplom¨® hasta el entorno del medio euro. Ayer cerr¨® a 0,62 euros.
El plan del consejo. En esa situaci¨®n acuden los accionistas a una junta que se presenta crucial. Si no hay acuerdo de ¨²ltima hora entre ambos bandos ¡ªno hay indicios¡ª, tendr¨¢n que decantarse por el plan del consejo, del que Letterone sali¨® en diciembre, o el de Fridman. El de la empresa pasa por una ampliaci¨®n de capital de 600 millones, asegurada con condiciones por Morgan Stanley. Se trata de una operaci¨®n llamada acorde¨®n, que incluye una reducci¨®n previa del capital de la empresa rebajando el valor de las acciones existentes para, acto seguido, emitir acciones nuevas por 600 millones. Esa operaci¨®n, denuncia Letterone, supondr¨¢ una diluci¨®n de al menos el 90% para los accionistas que no acudan.
Seg¨²n ha publicado, el consejo prev¨¦ destinar 350 millones a pagar deuda y una emisi¨®n de bonos que vence en julio y 147 millones a su plan de rescate, que incluye la venta de las perfumer¨ªas Clarel y los supermercados mayoristas Max Descuento, el cierre de tiendas ¡ªplante¨® ERE para 2.100 empleados que ha rebajado a unos 1.500¡ª, el refuerzo de la marca blanca y una apuesta decidida por los productos frescos y las tiendas de proximidad.
El plan de Letterone. Enfrente, Letterone se presenta a la junta, si no hay novedades de ¨²ltima hora, con un proyecto de ampliaci¨®n de capital, sin reducci¨®n previa, por 500 millones, asegurado por Goldman Sachs o por sus propios fondos. Casi 200 millones de la ampliaci¨®n y lo que se saque por Clarel ir¨ªan destinados a un plan de reflote a cinco a?os ¡ªde nuevo, basado en frescos, marca blanca y reforma de tiendas¡ª. Pero este plan tiene dos condiciones previas que a¨²n no se han dado y que no tienen fecha. En primer lugar, el ¨¦xito de una opa presentada en febrero a 0,67 euros por acci¨®n condicionada a su vez a ser aceptada por la mitad del 71% de la empresa que no controla. En segundo lugar, un acuerdo con los bancos, a los que la cadena adeuda m¨¢s de 900 millones.
El ¨¦xito de la opa. Letterone no est¨¢ dispuesto a meter dinero en Dia hasta que no se haga con el control total de la empresa, es decir, hasta que logre su opa, que a¨²n no ha sido siquiera autorizada por la CNMV. Fridman vende a los accionistas que les asegura cobrar esos 0,67 euros por acci¨®n, pero muchos compraron muy por encima y, adem¨¢s de perder dinero, no participar¨ªan en un eventual futuro exitoso de la cadena. Si hoy sale el plan del consejo, la retirar¨¢ y dejar¨¢ de "perder tiempo" en Dia.
El papel de la banca. Stephan DuCharme, el hombre de Fridman para el negocio de la distribuci¨®n, afirma que se han sentado con los bancos y han tenido conversaciones preliminares, pero lo cierto es que, a diferencia del consejo, Letterone no ha informado hasta hoy de haber pactado con los 12 bancos acreedores. S¨ª les ha presentado una serie de exigencias que se resumen, como dijo DuCharme a EL PA?S, en "cuatro o cinco a?os de paciencia", es decir, que esperen a 2023 para cobrar los pr¨¦stamos, que rebajen los tipos de inter¨¦s y abran nuevas l¨ªneas de liquidez a la empresa. Sin acuerdo con la banca, los vencimientos de deuda son acuciantes, empezando por una emisi¨®n de bonos de 300 millones en julio.
En el otro lado, el consejo saca a relucir cada vez que puede que cuenta con el respaldo de los bancos acreedores. Este mismo lunes anunci¨® un acuerdo para prorrogar hasta 2023 el vencimiento de un pr¨¦stamo sindicado de 912 millones. Eso s¨ª, el acuerdo est¨¢ condicionado, entre otras cosas, a que salga adelante hoy su plan.
Fridman, favorito. Aunque solo sea por el peso de su participaci¨®n del 29%, el fondo Letterone tiene mejores cartas en la junta. El consejo solo cuenta con el apoyo de un inversor portugu¨¦s con un 2%; Goldman Sachs (4,38%) ha anunciado que no acudir¨¢. Y un 60% de las acciones est¨¢ en manos de minoritarios (free float).
Si Fridman impone su visi¨®n, se abren nuevos interrogantes. El consejo quedar¨ªa desacreditado, pero ayer fuentes cercanas descartaron dimisiones: alguien tiene que mantener las riendas y gestionar la situaci¨®n de liquidaci¨®n de la empresa hasta un hipot¨¦tico relevo. La banca podr¨ªa reclamar su deuda, el fondo podr¨ªa tapar el agujero con un pr¨¦stamo. Los accionistas deciden.
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