?Por qu¨¦ solo uno de cada tres becarios recibe una oferta de trabajo al terminar sus pr¨¢cticas?
Las empresas piden actitud y potencial para fichar a los estudiantes, pero la posibilidad de quedarse en la compa?¨ªa depende, ante todo, de que haya una vacante en el momento de completar la formaci¨®n
A Edgar Izcara todav¨ªa le faltan cinco meses para terminar sus estudios de Derecho, pero ya tiene una oferta sobre la mesa para incorporarse a uno de los mayores despachos de abogados. La culpa la tienen las pr¨¢cticas que ha hecho en Garrigues. En noviembre finaliza su m¨¢ster de abogac¨ªa en la escuela de negocios Esade y ya sabe que, inmediatamente despu¨¦s, se incorporar¨¢ al equipo del bufete. Edgar se suma as¨ª a ese 33% de becarios que consiguen que sus pr¨¢cticas se materialicen en una oferta laboral. Las empresas exigen actitud y potencial a estos alumnos para ficharles, pero el pasaporte de becario a empleado depende, ante todo, de que haya una vacante libre en el momento de terminar las pr¨¢cticas.
El 88% de las empresas espa?olas valora m¨¢s la experiencia que la formaci¨®n, apunta el informe What workers want, de la consultora de recursos humanos Hays. Por eso, y m¨¢s en un pa¨ªs con un 33% de desempleo juvenil, las pr¨¢cticas se perfilan como uno de los caminos m¨¢s transitados entre los estudios y el empleo. As¨ª, el 35% de los j¨®venes espa?oles de entre 18 y 35 a?os ha tenido al menos una experiencia como alumno en pr¨¢cticas, seg¨²n el informe The experience of traineeships in EU, elaborado por la Comisi¨®n Europea en 2013.
Pero a pesar de ello, su capacidad para ser un puente real hacia el empleo es una asignatura pendiente, algo que se une adem¨¢s a la precarizaci¨®n de la figura del becario. Solo el 55% de las empresas que incorpora estudiantes en pr¨¢cticas ofrece un plan de carrera al terminarlas, se?ala el estudio de Hays. Y seg¨²n los datos de la Comisi¨®n Europea, apenas uno de cada tres becarios en Espa?a recibi¨® una oferta laboral por parte de su empresa ¡ªuna cifra similar a la media europea¡ª, aunque a otro 22% le propusieron renovar o extender las pr¨¢cticas por un periodo m¨¢s largo.
Para aprovechar al m¨¢ximo la experiencia ¡ªla mayor¨ªa duran entre uno y tres meses¡ª, los expertos recomiendan abordar el periodo de pr¨¢cticas como si al terminar te fueras a quedar en la empresa, pero con los pies en la tierra: la posibilidad del contrato depende sobre todo de que haya vacantes libres al terminar y en las compa?¨ªas grandes es m¨¢s dif¨ªcil quedarse.
Si aun as¨ª ese es tu objetivo, a continuaci¨®n te damos cinco claves a tener en cuenta si quieres que las estad¨ªsticas jueguen a tu favor.
1. Tus conocimientos no son lo m¨¢s importante
El primer consejo que dan los expertos es recordar que ni las pr¨¢cticas son un examen, ni lo que las empresas buscan es un conocimiento t¨¦cnico perfecto. ¡°Normalmente vienen agobiados pensando que esto es un examen y que tienen que saber mucho, pero el conocimiento no es ni de lejos lo m¨¢s importante¡±, asegura Raquel Garc¨ªa Pastor, chief people officer en la escuela de negocios The Valley, donde adem¨¢s de formar profesionales tienen tambi¨¦n a becarios en su equipo.
Hay otros dos elementos mucho m¨¢s valiosos y a los que los estudiantes no suelen dar importancia, explica Pastor. El primero es la consabida actitud, una palabra tan repetida que casi ha perdido su significado. ¡°Es una actitud hacia el aprendizaje, flexibilidad para estar abierto a todo lo que se te ponga por delante, entender la cultura de la empresa y tener compromiso para los meses que vayas a estar all¨ª. En mi experiencia, es una de las cosas que m¨¢s hacen decantarse por las personas que brillan¡±.
El segundo elemento es lo que la experta define como la ¡°esencia de becario¡±. En un mundo digitalizado y marcado por la inmediatez, a los estudiantes en pr¨¢cticas ¡°se les presupone¡± que saben manejarse a la perfecci¨®n en esos contextos. ¡°Se espera de ellos que est¨¦n al d¨ªa con las herramientas digitales, que sean h¨¢biles y que tengan un perfil curioso. Tambi¨¦n que tengan la generosidad de compartir todo eso¡±.
2. A trabajar tambi¨¦n hay que aprender
Aunque parezca una obviedad, lo primero que se aprende en unas pr¨¢cticas es a trabajar. La mayor¨ªa de los j¨®venes espa?oles (un 62%) solo han tenido una experiencia como becarios, seg¨²n el informe de la Comisi¨®n Europea, por lo que es de suponer que para muchos de ellos este es su primer contacto con el mundo laboral. Y adem¨¢s de poner en pr¨¢ctica lo que est¨¢n estudiando, les toca aprender, simplemente, a trabajar.
¡°Este es un aprendizaje fundamental para la gente que no tiene experiencia¡±, subraya Eva Rimbau, profesora de los estudios de econom¨ªa y empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). ¡°Qu¨¦ es estar en una empresa y en una organizaci¨®n con jefes, compa?eros, horarios, qu¨¦ normas hay que seguir¡¡±.
Diez tipos de becarios
Hay una decena de tipos diferentes de pr¨¢cticas, seg¨²n el recuento que hace Comisiones Obreras en su gu¨ªa Aprendices, becarios y trabajo precario. Estas experiencias formativas dentro de una empresa pueden ser laborales o no laborales, en funci¨®n si hay un contrato de trabajo o simplemente un convenio de pr¨¢cticas. La precarizaci¨®n entra por la v¨ªa de los convenios, que deben regular las condiciones b¨¢sicas de las pr¨¢cticas: tareas, horarios, vacaciones, tutor, remuneraci¨®n¡
La figura del becario que todo el mundo tiene en mente es la de aquel que hace pr¨¢cticas acad¨¦micas externas durante sus estudios universitarios, englobadas dentro de las no laborales. Estas pueden ser curriculares (obligatorias para los estudios que se est¨¦n cursando) o extracurriculares (voluntarias y para las que la empresa puede dar una contraprestaci¨®n econ¨®mica en concepto de beca o ayuda al estudio).
Toca, entonces, manejarse con c¨®digos que muchas veces no est¨¢n escritos. Primero, en lo que concierne estrictamente al trabajo. ¡°Se trata de hacer bien lo que te toca hacer. Cumple las formas y cumple los plazos¡±, aconseja Rimbau. Y despu¨¦s, en todo lo que no es el trabajo, pero le afecta de lleno. Son lo que la profesora llama los ¡°factores intangibles¡±, que tambi¨¦n tienen un peso fundamental a la hora de valorar a qui¨¦n ofrecer una oportunidad laboral. ¡°Son las normas b¨¢sicas, como las de entrada y salida, y todas las no escritas: el c¨®digo de vestir, el tiempo que la gente se toma para desayunar, el uso del ordenador para temas privados¡ Pregunta todo, m¨¢s vale pecar de prudente¡±.
3. Pregunta, pregunta y vuelve a preguntar
Preguntar, precisamente, es lo que m¨¢s valor aporta a unas pr¨¢cticas. En los primeros d¨ªas, es necesario entender no solo lo que te va a tocar hacer, sino la empresa en toda su profundidad: cu¨¢l es su negocio, qu¨¦ servicios ofrece o qu¨¦ productos vende, cu¨¢l es su propuesta de valor, qui¨¦n es su competencia¡ Tambi¨¦n factores internos, como el organigrama o el trabajo concreto que realiza el equipo en el que vas a estar. ¡°Esto ¨²ltimo es cr¨ªtico porque aprendemos escuchando a los dem¨¢s y entendiendo¡±, se?ala Raquel Garc¨ªa Pastor, de The Valley. ¡°No tiene que venir, sentarse en su sitio y limitarse a entregar lo que le dice el jefe. Esa riqueza le va a dar una visi¨®n absoluta¡±. Y aunque lo ideal ser¨ªa que te fueran diciendo qu¨¦ tal lo est¨¢s haciendo, lo normal es que haya que pedir esa valoraci¨®n directamente.
Pero preguntar es tambi¨¦n algo que muchos becarios, por inexperiencia o por su propio car¨¢cter, no hacen. En Esade han empezado a realizar evaluaciones intermedias, y no solo al final de las pr¨¢cticas, para detectar esta situaci¨®n. ¡°Hay casos en los que por timidez igual no se atreven a preguntar y pueden dar una imagen m¨¢s pasota, pero no es as¨ª¡±, explica Sandra Enzler, directora asociada de carreras profesionales en la escuela.
La experta se?ala que lo importante aqu¨ª es que haya un buen tutor en la empresa. Pero eso es algo que no ocurre tan a menudo como deber¨ªa. Seg¨²n el informe de la Comisi¨®n Europea, el 79% de los becarios espa?oles afirma que ten¨ªa un mentor al que recurrir en caso de duda o de necesitar ayuda, mientras que la media europea est¨¢ en el 91%. ¡°Hay empresas que tienen un sistema muy bien establecido y controlado de pr¨¢cticas, pero hay otras que son del tipo pasen y vean¡±, critica Enzler. La falta de tutorizaci¨®n por parte de la empresa repercute directamente en la posibilidad de que esa experiencia cristalice en una oportunidad laboral. ¡°Si nadie se ha responsabilizado ni ha hecho un seguimiento del alumno, todo lo que ha hecho queda diluido¡±, a?ade.
4. Lo que entra en juego cuando se habla de un contrato
Si el 33% de los becarios espa?oles consigue un contrato, en la consultora Ayming han conseguido mejorar el dato unos cuantos puntos: cuatro de cada diez estudiantes que hacen con ellos sus pr¨¢cticas se quedan al terminar. Tienen un sistema bien engrasado por el cual reciben becarios tanto universitarios, para consultor¨ªa de innovaci¨®n y fiscal, como alumnos de FP, para su equipo de inform¨¢tica. ?Qu¨¦ valoran a la hora de ofrecer un contrato? ¡°Que haya una oportunidad¡ y que la otra persona la quiera¡±, explica Laura Haro, experta en atracci¨®n y desarrollo del talento en Ayming. ¡°Tambi¨¦n tiene que ser alguien que haya encajado muy bien con c¨®mo somos nosotros, que est¨¦ c¨®modo en su equipo y que la integraci¨®n haya sido natural desde el primer d¨ªa¡±.
En L¨ªnea Directa a?aden una palabra m¨¢s a la lista de deseos: el potencial. ¡°Lo importante es que veamos ese potencial para aportar valor y abordar retos diferentes a medio plazo. No solo que haya hecho bien algo que le encargamos un d¨ªa, sino que pueda desarrollarse e ir a m¨¢s¡±, abunda Mar Garre, directora de personas y comunicaci¨®n interna de la compa?¨ªa.
En cualquier caso, en la mayor¨ªa de los casos la permanencia depende de esa alineaci¨®n de astros para que, en el momento de terminar las pr¨¢cticas, haya una vacante disponible. Si no, toca esperar a que surja una oportunidad m¨¢s adelante y confiar en que el buen hacer haya dejado huella. ¡°En una entrevista todos podemos enga?ar o poner buena cara, pero cuando te han visto funcionar durante varios meses, es imposible¡±, recuerda Eva Rimbau, de la UOC.
En las empresas grandes, esta transici¨®n es todav¨ªa m¨¢s compleja. ¡°Tienen otros procesos de selecci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la confianza que se puede haber generado con un becario durante sus pr¨¢cticas¡±, explica Carlos Mart¨ªnez, presidente de la escuela de negocios IMF. ¡°Los j¨®venes se suelen obsesionar con las compa?¨ªas del Ibex 35, pero es mucho m¨¢s dif¨ªcil quedarse en una de ellas porque, adem¨¢s, hay puestos que son solo para becarios¡±.
5. Las pr¨¢cticas son cosa de dos
Quedarse depende, por tanto, mucho m¨¢s de la empresa que del propio becario. Pero incluso para exprimir el aprendizaje desde el primer al ¨²ltimo d¨ªa, hay muchos factores que est¨¢n tambi¨¦n en manos de las compa?¨ªas. Un buen ambiente, un recibimiento correcto y un tutor que haga el seguimiento son claves. Muchas empresas suelen cometer, sin embargo, un error de bulto: olvidarse de que el becario es, precisamente, un becario. Y asignarles tareas inadecuadas, tanto por encima como por debajo de su nivel. ¡°Deben tener claro el perfil del estudiante, hasta d¨®nde pueden llegar y, algo muy importante, lo que est¨¢n cobrando¡±, enumera Carlos Mart¨ªnez, de IMF. ¡°Y darles autonom¨ªa, no son tontos¡±.
Las pr¨¢cticas, adem¨¢s, no sirven solo para abrir un hueco a trav¨¦s del que entrar en una empresa. Tambi¨¦n son una oportunidad para comprobar si lo que est¨¢s estudiando realmente te gusta o si esa compa?¨ªa que te llamaba la atenci¨®n es un buen lugar para trabajar. Los expertos aseguran que la generaci¨®n Z ve cada vez m¨¢s las pr¨¢cticas como un experimento de prueba y error, y no como un matrimonio de por vida. ¡°Casarse con el primer sitio en el que caes en unas pr¨¢cticas puede ser un error¡±, argumenta Eva Rimbau, de la UOC. ¡°Tienes que valorar si realmente te gusta ese sitio, porque el curr¨ªculum puede encadenarte mucho a un sector o a un tipo de empresa concretos. A los j¨®venes les animo a ser m¨¢s ambiciosos¡±.
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