Sin ex¨¢menes y sin t¨ªtulos: en esta escuela los alumnos deciden cada d¨ªa qu¨¦ quieren aprender
Un grupo de emprendedores y expertos crea en Barcelona un programa piloto para que la innovaci¨®n deje de ser un fen¨®meno minoritario y se extienda a todo el sistema educativo
En esta escuela de Barcelona no hay ni aulas, ni ex¨¢menes, ni asignaturas. Tampoco profesores, ni al terminar se consigue un t¨ªtulo. Se llama Learnlife y es el nuevo proyecto de innovaci¨®n educativa que se ha asentado en la ciudad. El resumen suena muy parecido a lo que decenas de centros innovadores est¨¢n haciendo en todo el mundo, tambi¨¦n en Espa?a. Excepto que esto no es una escuela y desde aqu¨ª se quiere revolucionar por completo la educaci¨®n en todo el mundo.
Se trata, en realidad, de un laboratorio y centro de operaciones que un grupo de emprendedores y expertos en innovaci¨®n ha abierto en Barcelona para cocinar lo que ser¨¢ el aprendizaje del futuro. Su prop¨®sito es de lo m¨¢s ambicioso: empujar a escuelas y Gobiernos de todo el planeta para que la innovaci¨®n educativa sea una realidad y no solo un tema con el que rellenar horas de conferencias y p¨¢ginas de libros. En la pr¨®xima d¨¦cada quieren llegar a 100 millones de ni?os y 100.000 centros educativos. Todo desde este espacio piloto que han creado en Barcelona para mostrar al mundo lo que ya es posible hacer hoy.
Son las 11 de la ma?ana y un grupo de adolescentes est¨¢ enfrascado en sus cuadernos y sus port¨¢tiles. No hay filas de pupitres ni un profesor dirigiendo el aula. El espacio en el que estudian, amplio y di¨¢fano, era apenas un par de horas antes escenario de una clase de yoga y ahora se ha reconvertido en una zona de recogimiento y concentraci¨®n. Es la hora de matem¨¢ticas, aunque aqu¨ª lo llaman numeracy. Sobre uno de los bancos azules, Mila practica ¨¢lgebra. ¡°Nunca he entendido las mates bien, estoy intent¨¢ndolo porque realmente las voy a necesitar en el futuro¡±, explica. En lugar de llegar a clase y escuchar la lecci¨®n que toca ese d¨ªa, ella misma es quien ha decidido que el plan de estudio para hoy es hincarle el diente a las fracciones.
A su lado, un profesor la acompa?a a ella y al resto de alumnos. Aunque como en el caso de las matem¨¢ticas, ni el profesor se llama profesor ni los alumnos son alumnos. ?l es un gu¨ªa de aprendizaje y ellos, learners o aprendices. Cada uno ha creado su propio plan de estudio para los pr¨®ximos dos d¨ªas y trabajan en ello de forma independiente. Con la m¨¢xima de que todo lo que aprenden tiene que estar conectado con algo que les interese. En el caso de Mila, que quiere ser bailarina profesional, ha elegido el ¨¢lgebra porque cree que va a ser ¨²til en general para su vida. Su ejemplo encierra lo que en este laboratorio se est¨¢ cocinando como el nuevo paradigma de la educaci¨®n: un aprendizaje que el propio estudiante dirige, con una clara aplicaci¨®n en la vida real y en el que siempre tiene que haber un prop¨®sito concreto.
¡°El objetivo es ayudar a crear innovaci¨®n a nivel mundial para que cualquier escuela en el mundo pueda pasar a la acci¨®n¡±, resume Christopher Pommerening, uno de los fundadores del proyecto, del que tambi¨¦n es impulsor el experto en innovaci¨®n educativa Stephen Harris. ¡°Cajas¡± es la palabra que, de forma recurrente, utiliza para explicar el porqu¨¦ de Learnlife. La escuela est¨¢ llena de ellas, dice. Una para las asignaturas. Otra para los grupos divididos por edades. Otra para los ex¨¢menes. Otra para los t¨ªtulos¡ Una concepci¨®n compartimentada que, en su opini¨®n, conduce a la estandarizaci¨®n.
¡°En 2030, la automatizaci¨®n se habr¨¢ comido 800 millones de empleos. Pero al mismo tiempo, todav¨ªa promocionamos sistemas educativos estandarizados con ex¨¢menes estandarizados. Es la combinaci¨®n perfecta porque precisamente lo que mejor se puede automatizar es lo que est¨¢ estandarizado¡±, argumenta. ¡°Todos los ni?os que salgan de la escuela en la pr¨®xima d¨¦cada con una mente estandarizada se van a encontrar en el callej¨®n sin salida m¨¢s grande de la historia¡±.
El reto es, por lo tanto, darle la vuelta a la educaci¨®n en todo el mundo en apenas una d¨¦cada. ¡°No tenemos m¨¢s tiempo¡±, apremia. La idea surgi¨® hace cuatro a?os, cuando Pommerening y su esposa buscaban guarder¨ªa para el mayor de sus hijos. Se dieron cuenta de que la educaci¨®n en su Alemania natal apenas hab¨ªa cambiado desde sus a?os en el colegio. Al echar un vistazo a su alrededor, detectaron que era un problema com¨²n en todos los sistemas educativos. ¡°En los ¨²ltimos 30 a?os, el mundo y la sociedad han dado un gran salto hacia delante, pero la educaci¨®n no. Hay una desconexi¨®n cada vez m¨¢s grande¡±.
A falta de sistemas innovadores, decidieron buscar escuelas innovadoras. Crearon un grupo de 40 expertos ¡ªentre los que figuran, por ejemplo, el psic¨®logo Alfredo Hernando, la dise?adora Rosan Bosch y el chef Ferran Adri¨¤¡ª y viajaron a m¨¢s de un centenar de escuelas en 40 pa¨ªses para trazar el mapa de la innovaci¨®n educativa en el mundo. Tras un a?o y medio de investigaci¨®n, llegaron a dos conclusiones. La primera, que hab¨ªa toda una bater¨ªa de metodolog¨ªas y escuelas innovadoras ya en marcha, pero desconectadas las unas de las otras. Y la segunda, que en la inmensa mayor¨ªa de los centros educativos el principal freno a la innovaci¨®n es que no hay una idea clara de hacia d¨®nde se quiere llegar con ello.
¡°Pongamos el ejemplo de las escuelas Montessori¡±, explica Pommerening. ¡°Son proyectos fant¨¢sticos que, sin embargo, solo han llegado a unas 14.000 escuelas en todo el mundo. ?Por qu¨¦? Porque son modelos de aprendizaje ya estructurados. Pero si t¨² ya tienes tu propio proyecto, muchas veces choca¡±. ?El ant¨ªdoto? Crear una caja de herramientas llena de ingredientes para que cada escuela componga su propia receta innovadora. La clave es ofrecer recursos accesibles y escalables para que la innovaci¨®n no sea cosa solo de unas cuantas miles de escuelas, sino de los dos millones que hay en el mundo.
Por el momento, Learnlife ha abierto una plataforma online, que pretende ser abierta y colaborativa, con los resultados de su investigaci¨®n. Es un repositorio con 25 metodolog¨ªas y un cat¨¢logo de buenas pr¨¢cticas con ejemplos concretos de qu¨¦ se puede hacer ya para innovar en el aula. El problema, como en cualquier debate sobre innovaci¨®n educativa, es pasar de la teor¨ªa a la pr¨¢ctica. ¡°Si solo es una cuesti¨®n de hablar, de leer libros o de ver la siguiente TED Talk sobre innovaci¨®n, es muy bonito pero despu¨¦s no pasa nada. La comunidad educativa necesita hechos¡±, explica Pommerening.
Y los hechos, en su caso, se han materializado en un espacio de 1.200 metros cuadrados, en pleno Eixample de Barcelona, en el que 40 adolescentes llevan varios meses aprendiendo. Un piloto en el que aplicar ese nuevo paradigma de la educaci¨®n que huye de lo estandarizado y que pretende demostrar c¨®mo ser¨¢n las escuelas del futuro, pero a fecha de hoy.
Este primer grupo de aprendices lo componen adolescentes que o bien ten¨ªan dificultades por sus altas capacidades o bien ven¨ªan de casos de fracaso escolar. No se les separa por edades, aunque a la hora de trabajar con ellos s¨ª se les distingue por fases de aprendizaje. La teor¨ªa sobre la que se apoya el proyecto es que hay que pasar de la actual estandarizaci¨®n que prima en la educaci¨®n a un concepto de aprendizaje autodirigido. Sin embargo, en el camino es necesario pasar primero por la fase de la personalizaci¨®n, en la que el debate educativo lleva un tiempo enfrascado, y despu¨¦s por la cocreaci¨®n, en la que el alumno dise?a su camino de aprendizaje con la ayuda de un gu¨ªa o mentor.
As¨ª, en la hora de numeracy, el grupo de alumnos que todav¨ªa necesitan ese acompa?amiento trabaja en un taller sobre c¨®mo construir una silla. Aprenden sobre vol¨²menes, pero tambi¨¦n sobre finanzas y presupuestos pues tienen que optimizar el uso de materiales y calcular cu¨¢nto cobrar¨ªan por entregarla. En el mismo espacio, un taller maker en el que lo mismo se puede trabajar manualmente con maderas que con m¨¢quinas CNC, Gerard avanza por su cuenta en su proyecto de dise?ar su propia impresora 3D. Ya est¨¢ buscando inversores.
En l¨ªnea con ese af¨¢n por eliminar las cajas en las que se ordena cada peque?o aspecto de la educaci¨®n, aqu¨ª no hay inicio ni fin de curso, sino ciclos de tres meses en los que cada alumno emprende su propia ¡°aventura de aprendizaje¡±. Todo gira en torno a un proyecto personal que cada joven tiene que definir. El aprendizaje se va construyendo en torno a ese proyecto, aunque de forma equilibrada para que todos lleguen a un m¨ªnimo de conocimientos y competencias que Learnlife ha establecido tras examinar los curr¨ªculums de sistemas educativos de todo el mundo.
En el caso de Gerard, su proyecto personal es dise?ar esa impresora 3D. Antes de entrar, ¨¦l ya ten¨ªa clara que esa era una de sus pasiones, pero lo normal es que los chavales lleguen aqu¨ª sin tener ni idea de lo que quieren hacer. Ayudarles a descubrirlo es la espina dorsal de este modelo educativo, con el que se pretenden atajar cifras preocupantes, como ese 17,9% de abandono escolar temprano en Espa?a o el 80% de estudiantes de Bachillerato que no saben qu¨¦ hacer con su futuro. ¡°Aqu¨ª tenemos ni?os de 12 a?os que saben perfectamente d¨®nde van. Si conf¨ªan en s¨ª mismos, el mundo es una autopista para ellos¡±, asegura Pommerening.
Cada estudiante decide cu¨¢nto tiempo quiere pasar en Learnlife. Una de sus aprendices pas¨® con ellos seis meses hasta que descubri¨® lo que quer¨ªa estudiar en la universidad, mientras que Gerard espera estar all¨ª al menos hasta los 18 y despu¨¦s, ¡°ya decidir¨¦¡±. Sus padres est¨¢n preocupados porque no va a recibir un t¨ªtulo una vez que termine (aunque algunos alumnos s¨ª se sacan secundaria en paralelo). ¡°El objetivo no es el bachillerato, o la universidad, o algo que te marcas a 10 a?os¡±, argumenta Pommerening. ¡°El objetivo es c¨®mo aprendo hoy. Es crear autoconfianza y prop¨®sito: es la gran diferencia entre aprender para los dem¨¢s o para el sistema y aprender para m¨ª¡±.
Y lo mismo que no se entregan diplomas, tampoco hay ex¨¢menes al uso. Se hace una evaluaci¨®n llamada 360 grados en la que se huye de cualquier aspecto que suene a comparaci¨®n o competencia. Y se trabaja en fomentar la autorresponsabilidad de cada joven. ¡°Tenemos por ejemplo un listado en el que ellos se autoeval¨²an del uno al cuatro en 50 competencias num¨¦ricas¡±, explica Adri¨¤ Balc¨¢zar, uno de los gu¨ªas de aprendizaje, ingeniero con experiencia docente en un colegio concertado. ¡°Lo m¨¢s interesante es que se ponen m¨¢s o menos el mismo valor que les pondr¨ªamos cualquiera de los gu¨ªas¡±.
Esa filosof¨ªa no es f¨¢cil de encajar. Sobre todo porque se construye al margen del sistema educativo oficial. En Learnlife utilizan un s¨ªmil tecnol¨®gico para explicar que este piloto va dirigido a los early adopters, ese grupo que se pirra por la ¨²ltima novedad digital. Tampoco es apto para cualquier bolsillo: la matr¨ªcula cuesta 800 euros al mes. ?C¨®mo puede servir entonces de paradigma para cualquier escuela, p¨²blica o privada, sin importar sus recursos? Sus responsables se?alan que la base del proyecto no es una ¨²nica receta de innovaci¨®n, sino un conjunto de herramientas para que cada centro defina su propia f¨®rmula.
El pr¨®ximo paso es crear 200 centros de este tipo en todo el mundo ¡ªel siguiente en la lista ser¨¢ en Ruanda, el a?o que viene¡ª que sirvan para conectar toda una red de innovaci¨®n. Para ello, acaban de conseguir tres millones de euros en una ronda de inversi¨®n. En su punto de mira sit¨²an a los Gobiernos. Ya est¨¢n en conversaciones con departamentos de educaci¨®n de varios pa¨ªses y quieren que esta red innovadora d¨¦ el empuj¨®n final para alcanzar ese punto de no retorno en el que la innovaci¨®n educativa deje de ser algo minoritario para convertirse en la norma. ¡°Queremos demostrar que esto no es una utop¨ªa. Existe, es sostenible, funciona y tiene mucho m¨¢s sentido que cualquier cosa que estamos viviendo ahora¡±.
M¨¢s de 1.000 centros interesados
El pr¨®ximo curso, Learnlife va a empezar a probar los resultados de su investigaci¨®n con m¨¢s de 1.000 escuelas de 16 pa¨ªses. Desde hace seis meses, han abierto ya sus puertas a centros educativos y profesores llegados de Nueva Zelanda, Australia, Suecia, Estados Unidos¡ que quieren saber qu¨¦ se cuece en sus no-aulas.
Otro de los planes a corto plazo pasa por convertirse en un ap¨¦ndice de los colegios de Barcelona. Quieren ofrecerles su espacio para que cualquier profesor pueda llevarse a su clase un d¨ªa entero all¨ª, para probar nuevas metodolog¨ªas y din¨¢micas en un entorno que nada tiene que ver con el de un aula convencional.
En la escuela Momo, con un proyecto muy similar para primaria e infantil, ya se han fijado en ellos y han empezado a aplicar algunas de sus pr¨¢cticas. Su responsable, Marisa Blanco, ha hecho adem¨¢s un doble camino, pues su hija ha comenzado a estudiar en Learnlife. No le da miedo que, al finalizar, no haya ning¨²n t¨ªtulo. "No veo que estemos en lucha con el sistema educativo, a nivel de competencias vamos muy de la mano con los curr¨ªculums oficiales. Decimos cosas muy parecidas, lo diferente es el c¨®mo se lleva a cabo".
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