?Por qu¨¦ las empresas no encuentran talento joven si esta es la generaci¨®n mejor formada?

La generaci¨®n m¨¢s preparada de la historia es tambi¨¦n la que se enfrenta a una tasa de desempleo juvenil que dobla la media europea. Pero mientras casi el 33% de los j¨®venes espa?oles menores de 25 a?os est¨¢ en paro, las empresas dicen no encontrar nuevo talento para incorporar a sus filas. Un mensaje repetido que ahora un reciente estudio de la escuela de negocios IESE apuntala con cifras: de 53 grandes empresas entrevistadas, el 72% asegura que tiene problemas para encontrar empleados con los que cubrir sus vacantes. No por falta de candidatos, sino porque estos no tienen la formaci¨®n que necesitan.

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¡°Las empresas tienen que humanizar los procesos de selecci¨®n¡±

Las empresas coinciden en se?alar que existe un desencuentro entre la formaci¨®n que reciben los j¨®venes y los perfiles que ellas necesitan para incorporar a sus equipos. Es la famosa brecha entre educaci¨®n y empleo. La OCDE se?ala que el desajuste de las capacidades que se requieren para los puestos de trabajo afecta al 33% de los trabajadores espa?oles, mientras que en el informe Global Skills Index que elabora la consultora de recursos humanos Hays punt¨²a con un 10 sobre 10 ese ¡°desalineamiento del talento¡± en el caso de Espa?a. Esta paradoja de j¨®venes que no encuentran empleo y empresas que no encuentran j¨®venes se complica si se le suma, por un lado, una tasa de abandono escolar del 18,3% y, por otro, una sobrecapacitaci¨®n que afecta al 27% de los trabajadores, seg¨²n los datos de la OCDE. Un desajuste por arriba y por abajo.

?C¨®mo se explica este juego de contradicciones? ¡°Tenemos una serie de problemas estructurales en el sistema educativo que inciden en esta situaci¨®n¡±, se?ala Mar¨ªa Luisa Bl¨¢zquez, investigadora y coautora del estudio de IESE, titulado El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas. ¡°En primer lugar, el alto abandono escolar, ya que el grado de estudios est¨¢ directamente relacionado con el nivel de desempleo. Tambi¨¦n hay una penetraci¨®n mucho m¨¢s baja de la FP, que ayuda a generar el desajuste por arriba. Y el desajuste por sobrecapacidad, pues el tipo de carreras m¨¢s estudiadas no se corresponden con las que tienen m¨¢s demanda de empleo¡±.

La tecnolog¨ªa ha actuado como un factor multiplicador del efecto de estos problemas. La digitalizaci¨®n en la que se encuentran inmersas todas las empresas, grandes y peque?as, ha cambiado en muy poco tiempo el tipo de perfiles que buscan las compa?¨ªas. Ahora necesitan profesionales capaces de llevar a cabo ese proceso de transformaci¨®n. As¨ª, se lanzan a la caza de desarrolladores, expertos en big data, profesionales de la ciberseguridad¡­ para encontrarse con que el sistema educativo y la oferta formativa no se mueven al mismo ritmo que sus necesidades.

Es precisamente en el sector tecnol¨®gico donde m¨¢s se acusa este desfase. ¡°No es un problema de unas pocas empresas, est¨¢ absolutamente generalizado en el ¨¢mbito tecnol¨®gico. Nos ocupa y nos preocupa mucho¡±, asegura Enrique Ruiz, partner technology manager en Microsoft, que habla de un d¨¦ficit de talento. ¡°Las empresas tienen much¨ªsimas dificultades para encontrarlo y contratarlo. Y eso a su vez est¨¢ produciendo una ralentizaci¨®n de nuestras industrias. El sentido de urgencia es absoluto¡±.

?Qu¨¦ soluciones proponen? Tanto las compa?¨ªas encuestadas para el estudio de IESE como los responsables de varias iniciativas que, desde el mundo empresarial, ensayan nuevas f¨®rmulas de formaci¨®n integrada sugieren su propio listado de alternativas para evitar que la brecha se convierta en un abismo. Estas son las medidas que reclaman las empresas:

1. Una colaboraci¨®n m¨¢s estrecha

La colaboraci¨®n entre empresas y universidades o centros de formaci¨®n no es anecd¨®tica, pero s¨ª est¨¢ restringida a dos ¨¢reas muy concretas: entablar relaciones institucionales y articular la incorporaci¨®n de alumnos en pr¨¢cticas. Ahora se trata, dicen, de ir un paso m¨¢s all¨¢. La investigaci¨®n de IESE refleja que las compa?¨ªas quieren tener un papel m¨¢s activo en la definici¨®n de la educaci¨®n del futuro. ¡°Muchas veces a las empresas se les considera como meros receptores de los j¨®venes que salen formados del sistema educativo¡±, se?ala Bl¨¢zquez. ¡°Pero deber¨ªan tener un papel mucho m¨¢s importante porque son las que mejor conocen los perfiles profesionales que se necesitan¡±.

Amazon, por ejemplo, ha creado dos programas (AWS Academy y AWS Educate) para formar talento. ¡°Los profesionales con conocimientos sobre nube est¨¢n muy demandados. Estos programas permiten a las instituciones educativas ofrecer curr¨ªculo y aprendizaje pr¨¢ctico en ello¡±, explica Carlos Sanchiz, solutions architect manager de Amazon Web Services.

Y en Microsoft ha alcanzado un acuerdo con la Universidad Complutense de Madrid para desarrollar contenidos formativos sobre machine learning. ¡°Es una novedad, hasta ahora la universidad p¨²blica no estaba abierta a este tipo de colaboraciones pero estamos empezando a ver se?ales de apertura¡±, apunta Ruiz. ¡°Es necesario impulsar estos acuerdos entre universidad y empresa. Y entender el entorno universitario como un camino de inserci¨®n al mundo laboral y no como un fin en s¨ª mismo de obtener un t¨ªtulo¡±.

2. Planes de estudio flexibles y ¨¢giles

Prosegur ten¨ªa una necesidad muy concreta: incorporar 15 nuevos empleados para poner en marcha un centro de excelencia de automatizaci¨®n y rob¨®tica. Para ello necesitaban profesionales formados en esta tecnolog¨ªa, muy novedosa y para la que apenas hay expertos. Ninguna universidad espa?ola ofrec¨ªa preparaci¨®n, aunque fuera b¨¢sica, por lo que optaron por lanzar un programa de formaci¨®n para j¨®venes. ¡°Hay una brecha gigante entre lo demandado por las empresas y lo que se imparte, al menos en las facultades de ¨¢mbito cient¨ªfico¡±, asegura Fernando Cisneros Villa, director de automatizaci¨®n y rob¨®tica de Prosegur. ¡°Las universidades se tienen que unir al uso de metodolog¨ªas ¨¢giles que est¨¢ inundando las empresas para generar valor de forma temprana y adecuarse a la digitalizaci¨®n¡±.

Planes de estudio m¨¢s flexibles y ¨¢giles para poder adaptarse con m¨¢s rapidez a las necesidades cambiantes del mercado laboral. La petici¨®n es simple sobre el papel, pero complicada en la pr¨¢ctica por la burocracia. La consultora McKinsey tiene en marcha la iniciativa Generation, un programa de formaci¨®n ¡ªen el que se enmarca el proyecto de Prosegur y en el que tambi¨¦n han participado Amazon y Microsoft¡ª para j¨®venes desempleados.

Buscan precisamente borrar esa brecha mediante an¨¢lisis de mercado que les permitan identificar las profesiones m¨¢s demandadas y revisiones peri¨®dicas de sus programas. Los datos, dicen, secundan su modelo: de los 2.000 j¨®venes que han pasado por el proyecto, el 80% tiene trabajo. Pero aunque colaboran con instituciones de formaci¨®n como la Fundaci¨®n Incyde, han optado por mantenerse al margen de los certificados oficiales. ¡°Se obliga a que el programa no cambie en el ¨²ltimo a?o, no se puede actualizar¡±, explica Pablo Hern¨¢ndez, socio gerente en McKinsey. ¡°A muchas universidades les pasa esto, tienen las manos atadas. Es un problema estructural¡±.

3. Formaci¨®n pr¨¢ctica y en competencias

?Qu¨¦ es exactamente lo que buscan (y no encuentran) las empresas? Formaci¨®n en nuevas tecnolog¨ªas e idiomas son las ¨¢reas peor cubiertas, seg¨²n la investigaci¨®n de IESE. El desajuste no se agota, sin embargo, en los conocimientos; tambi¨¦n aparece en el terreno de las habilidades. El 52% de las empresas creen que el sistema educativo no forma a los j¨®venes lo suficiente en la capacidad de comunicaci¨®n y el 56% se?ala carencias en la habilidad para trabajar en equipo. Falta tambi¨¦n, dicen, adaptabilidad, resiliencia e iniciativa.

La soluci¨®n que se propone es un enfoque m¨¢s pr¨¢ctico de la formaci¨®n, que incluya conocimientos t¨¦cnicos pero tambi¨¦n competencias. Precisamente es ah¨ª, en las soft skills o habilidades blandas, donde Adecco tiene m¨¢s dificultades en sus procesos de selecci¨®n. Buscan perfiles para puestos comerciales y de gesti¨®n, por lo que se dirigen a universitarios titulados en ADE, Psicolog¨ªa, Sociolog¨ªa¡­ un segmento en el que hay oferta suficiente. Donde pinchan, sin embargo, es en las habilidades personales. ¡°La curiosidad, la adaptaci¨®n al cambio y el aprendizaje constante¡±, enumera Iria V¨¢zquez, directora de gesti¨®n de talento y empleabilidad de Adecco. ¡°Normalmente, los reci¨¦n licenciados creen que en ese momento ya han completado su formaci¨®n t¨¦cnica. Es m¨¢s bien al contrario: ah¨ª empieza la formaci¨®n de verdad¡±.

4. La FP, una parte importante de la soluci¨®n

En la taberna Puerto Lagasca, en el centro de Madrid, acaba de empezar el turno de comidas. Carmen, de 20 a?os, se mueve entre las mesas para tomar nota de los pedidos y cantar las sugerencias del d¨ªa. Es una de las alumnas del programa de FP dual que la Fundaci¨®n Mahou San Miguel tiene en marcha para formar a j¨®venes en riesgo de exclusi¨®n social como profesionales de la hosteler¨ªa. La brecha entre educaci¨®n y empleo afecta a todos los niveles y en todos los sectores. ¡°El principal quebradero de cabeza de los hosteleros no es tratar con el cliente, sino encontrar camareros formados¡±, asegura Beatriz Herrera, directora de la fundaci¨®n.

Por el programa de Mahou han pasado 700 j¨®venes y el 90% ha conseguido empleo estable. A pesar de este ejemplo de ¨¦xito, lo cierto es que la FP ¡ªy m¨¢s en concreto la modalidad dual, que combina clases te¨®ricas con formaci¨®n pr¨¢ctica en las empresas¡ª sigue siendo en Espa?a una opci¨®n secundaria (800.000 matriculados frente a los casi 1,6 millones de universitarios). Tambi¨¦n hay escasez de titulaciones medias y la misma carencia de formaci¨®n en habilidades y competencias de la que adolecen los universitarios, seg¨²n el estudio de IESE. Las empresas sugieren extender el modelo y dotarlo de m¨¢s prestigio. Aunque en eso, a ellas tambi¨¦n les toca emplearse a fondo. ¡°Es cierto que todav¨ªa en algunas compa?¨ªas, quien viene de FP no se considera que tengan el mismo potencial de desarrollo de carrera que los universitarios¡±, apunta Mar¨ªa Luisa Bl¨¢zquez, de IESE.