El ahorro tiembla en los hogares espa?oles
La hucha de las familias cae a niveles de m¨ªnimos hist¨®ricos por el alza del consumo y la inversi¨®n en casas
Las familias espa?olas gastan por encima de sus posibilidades.?Con una econom¨ªa en la que el paro alcanza el 15% y en la que el salario medio declarado ronda los 25.000 euros, sus huchas se vac¨ªan. La tasa de ahorro (equivalente a la renta menos el consumo) de los hogares cerr¨® 2018 en el 4,9% de su renta disponible, marcando el m¨ªnimo hist¨®rico de una serie que arranca en 1964. "Ese m¨ªnimo no se hab¨ªa registrado ni siquiera durante el boom inmobiliario", se?alaba el director de estudios del Banco de Espa?a, ?scar Arce, la pasada semana. Espa?a se desmarca, y no para bien, de las familias de la eurozona, que ahorran un 12,1% de sus ingresos, un 60% m¨¢s.
?Cu¨¢nto tiempo puede aguantar una cigarra haciendo de hormiga? Seg¨²n la historia reciente de Espa?a, hasta ocho a?os. Enfrentados con la crisis, entre 2009 y 2016 los ciudadanos se apretaron el cintur¨®n e ingresaron m¨¢s de lo que gastaron. Eran tiempos de prudencia. Tanto que en 2009 la tasa de ahorro de los hogares marc¨® el m¨¢ximo en el 13,4%. Sin embargo, en los dos ¨²ltimos a?os esa austeridad se ha desvanecido. Los espa?oles han sustituido la incertidumbre por el optimismo gracias al crecimiento econ¨®mico.
Si en 2013 ahorraron un total de 64.000 millones, en 2018 el remanente descendi¨® hasta 35.000 millones. Los hogares est¨¢n exprimiendo cada euro de su renta y gastan m¨¢s de lo que ganan por segundo a?o consecutivo. En 2017 fueron casi 5.000 millones de euros m¨¢s de lo que ingresaron, y en 2018 casi 15.000 millones. De esa cantidad, la mitad se dedic¨® a consumo ¡ªsustentada por los cr¨¦ditos¡ª y la otra a elevar la inversi¨®n en vivienda. Por suerte, las cifras todav¨ªa se encuentran lejos del desfase observado en la ¨¦poca de la burbuja, cuando en un solo a?o llegaron a desembolsar 57.000 millones por encima de sus ingresos. "Desde el m¨ªnimo registrado en 2013, la renta disponible ha aumentado un 10,5%. En cambio, el consumo se ha elevado un 16,5%", explicaba la analista Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez durante los cursos de verano que ha organizado esta semana Funcas en la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo, en Santander.
En los a?os de recesi¨®n, los hogares dieron prioridad al pago de la hipoteca y pospusieron las compras de bienes duraderos. La adquisici¨®n del coche, el ordenador, el lavavajillas o el viaje pod¨ªa esperar. El consumo se dirigi¨® en una mayor proporci¨®n hacia productos de primera necesidad y con un perfil m¨¢s b¨¢sico. As¨ª, despu¨¦s de encadenar ocho a?os seguidos de privaciones, tan pronto como se ha confirmado la recuperaci¨®n econ¨®mica, las familias han disparado de nuevo la compra de bienes duraderos. "Necesitan satisfacer el consumo que no se pudo atender durante la Gran Recesi¨®n", dice Juan Jos¨¦ Pintado, profesor de Finanzas de la Universidad a Distancia de Madrid y del Centro de Estudios Financieros.
De hecho, aunque el PIB se ha recuperado desde hace dos a?os, el consumo de los hogares todav¨ªa no ha recobrado los niveles previos a la crisis y queda un a?o para que se reponga en t¨¦rminos reales. Esto explica la menor sensaci¨®n de bienestar en las familias y que sigan aumentando con fuerza el gasto.
Pero que el dinero se escape del bolsillo de los espa?oles preocupa. Al carecer de colchones, "tienen una peor situaci¨®n financiera frente a una posible crisis econ¨®mica", advierte Pintado. Y si viniesen tiempos dif¨ªciles, no dispondr¨ªan de reservas con las que hacer frente incluso a los gastos diarios, al pago de la hipoteca o del alquiler. No es cualquier cosa: m¨¢s del 40% del presupuesto familiar se lo lleva la vivienda, incluidos los gastos corrientes (electricidad, agua...).
Primeros avisos
La ca¨ªda del ahorro inquieta porque una proporci¨®n importante de la poblaci¨®n espa?ola se acerca a su edad de jubilaci¨®n y hay perspectivas de una cierta ralentizaci¨®n econ¨®mica. Adem¨¢s, buena parte del patrimonio de los espa?oles est¨¢ invertido en viviendas: el 80% de los ciudadanos es propietario de una, frente al 44% en Alemania. Unas casas de las que puede costar obtener liquidez cuando se precise y que, adem¨¢s, podr¨ªan perder valor. Ya ha ocurrido: entre 2007 y 2015 su precio baj¨® de media un 41,5%.
Con la memoria todav¨ªa reciente de la crisis, el Banco de Espa?a ya ha advertido de que algunos ciudadanos pod¨ªan estar siendo poco cautelosos a la hora de planificar sus gastos y ahorros, incurriendo en endeudamientos excesivos. No se trata de un grupo mayoritario, pero s¨ª de ciertos colectivos que podr¨ªan sufrir si la coyuntura econ¨®mica empeora y pierden el empleo. Este mensaje es tambi¨¦n un aviso a las entidades financieras para que sean m¨¢s selectivas al dar cr¨¦ditos al consumo, ya que el supervisor ha detectado que el volumen de morosidad en estos pr¨¦stamos est¨¢ aumentando pese al contexto favorable.
La llamada de atenci¨®n es pertinente. Para financiar su nivel de vida y esa expansi¨®n del gasto, las familias han recurrido al cr¨¦dito al consumo, la ¨²nica forma de poder gastar por encima de lo que ingresan. Este tipo de financiaci¨®n ha engordado en solo tres a?os, pasando desde 60.000 millones de euros en diciembre de 2015 hasta casi 90.000 millones en el mismo mes del a?o pasado, un 50%. Los bancos, muy perjudicados por los tipos negativos, han encontrado en estos pr¨¦stamos ¡ªel tipo medio ronda el 7%, seg¨²n el Banco de Espa?a¡ª un nicho de negocio que alivia sus cuentas.
Pero que pone la soga en el cuello de algunas familias. Acorde a los datos de la Comisi¨®n Europea, las de rentas bajas son las que todav¨ªa no han recuperado sus niveles de ingresos previos a la crisis. Sin embargo, s¨ª que han podido recobrar mucho mejor los niveles de consumo. "En algunos casos sus tasas de ahorro podr¨ªan estar en negativo", se?ala el Ejecutivo comunitario en su informe sobre la econom¨ªa espa?ola. Y a?ade que tales cifras podr¨ªan "indicar una mayor vulnerabilidad de los hogares de ingresos bajos frente a cambios en las condiciones econ¨®micas". En la misma l¨ªnea apuntan las cifras del Banco de Espa?a: el 10% de los espa?oles con rentas m¨¢s bajas dedica m¨¢s de la mitad de sus ingresos al pago de la hipoteca. Las rentas bajas tambi¨¦n han tomado proporcionalmente m¨¢s cr¨¦dito al consumo. Aunque se trata de colectivos muy concentrados, podr¨ªan enfrentarse a dificultades si pierden el empleo, sugiere el organismo supervisor.
A la espera de ver c¨®mo evolucionan estos pr¨¦stamos en lo que resta de a?o, de momento su crecimiento se ha moderado en los ¨²ltimos meses. Y en todo caso solo suponen un 14% del total de cr¨¦dito concedido a los hogares.
Un viejo vicio
Y no solo es el consumo. Con un mercado del alquiler con rentas prohibitivas, la vivienda vuelve a seducir a las familias ¡ªy eso que el mantra de que nunca pierde valor se dio de bruces con la realidad¡ª. Des?de 2015, la inversi¨®n en estos activos no financie?ros ha crecido. El bajo rendimiento de cualquier otro producto financiero y las golosas rentabilidades que ofrece el ladrillo, unido al hecho de que Espa?a nunca ha dejado de ser un pa¨ªs de propietarios, explican el repunte. La riqueza inmobiliaria de los hogares se ha incrementado hasta los 5,3 billones de euros en 2018. Representa un 79% de su ahorro total, m¨¢s que el m¨ªnimo de 2015 (77%), pero lejos a¨²n del m¨¢ximo de 2008 (89%), comentan en Bankinter.
"En los tres ¨²ltimos a?os hemos tenido clientes que han sacado sus ahorros para comprar vivienda como inversi¨®n, aunque es cierto que en los ¨²ltimos meses se han parado un poco porque los precios han subido tanto que conseguir una buena rentabilidad ya no es tan sencillo", comenta Paula Satr¨²stegui, directora de planificaci¨®n financiera de Abante Asesores. A¨²n hoy, el 52% de las compras de vivienda se pagan al contado, seg¨²n los datos del Consejo del Notariado.
A pesar de destinar m¨¢s dinero a bienes y casas, la deuda, de momento, no est¨¢ subiendo. En parte porque se amortizan m¨¢s hipotecas que las que se contratan nuevas. En parte porque se tira del ahorro acumulado durante la crisis para gastar. Y en parte porque hay deudas que se cancelan o se reestructuran.
Ecos de la burbuja
Esta es la principal diferencia respecto a los a?os de bonanza econ¨®mica y burbuja inmobiliaria. Por aquel entonces, unas perspectivas infladas por la ilusi¨®n del boom animaron a las familias a hipotecarse hasta las cejas. Hasta el punto de que el ahorro toc¨® m¨ªnimos en el 5,8% de la renta disponible. En aquel momento abundaba la compra de vivienda bajo la creencia de que su valor nunca bajar¨ªa, sin importar cu¨¢nto hab¨ªan subido los precios en relaci¨®n con las rentas. Un estudio del Banco de Espa?a sobre el ahorro por niveles de ingresos concluy¨® que fueron las rentas bajas las que m¨¢s recortaron su hucha. La falsa sensaci¨®n de prosperidad hizo que se expusieran a una situaci¨®n patrimonial de mayor vulnerabilidad.
Sin embargo, la llegada de la crisis lo cambi¨® todo. Las buenas perspectivas se nublaron. Y el miedo a perder el trabajo hizo que las familias disparasen el ahorro para adelantar el pago de la hipoteca. Es lo que se conoce como ahorro por precauci¨®n. En tan solo ocho a?os, la deuda se redujo en m¨¢s de 200.000 millones de euros, a raz¨®n de 25.000 millones por a?o. En porcentaje del producto interior bruto, el endeudamiento ha disminuido en unos 25 puntos, desde el 84% hasta el 59% del PIB. Y ahora se coloca en los mismos niveles que la media europea, considerados m¨¢s sostenibles pero que todav¨ªa son altos si surge una crisis o suben los tipos. Todo apunta a que a partir de ahora la deuda podr¨ªa estabilizarse en esas cotas.
A la hora de buscar culpables de por qu¨¦ los espa?oles no ahorran, no existe un ¨²nico sospechoso. Con un paro todav¨ªa muy elevado y unos salarios bajos, parece m¨¢s dif¨ªcil guardar dinero. "No se han alcanzado los niveles previos a la crisis en la renta disponible de las familias y, sobre todo, entre los nuevos j¨®venes ocupados", indica Pintado. No obstante, "los chinos est¨¢n entre los que m¨¢s ahorran del mundo y su renta per c¨¢pita es mucho m¨¢s baja que la espa?ola", recuerda la economista de Funcas, Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez. La raz¨®n es que carecen de un Estado del bienestar desarrollado y se preparan para cubrir sus necesidades de educaci¨®n, pensiones o sanidad.
Este es uno de los factores que explican el comportamiento del ahorro. Otro ser¨ªa el ciclo vital: al formar un hogar, se tiende a ahorrar menos. Sin embargo, cuanto m¨¢s se aproxima la jubilaci¨®n, m¨¢s se ahorra. Un motivo a?adido ser¨ªan las expectativas de ingresos: en la medida en que un individuo crea que le va a ir bien en el futuro, puede no ahorrar o incluso endeudarse. Una tercera explicaci¨®n es la situaci¨®n patrimonial: en tanto se tiene un patrimonio que se revaloriza, la confianza crece.
Pero hay m¨¢s causas. Gracias a la pol¨ªtica del BCE, los intereses que pagan las familias espa?olas se han desplomado desde los 54.000 millones de 2008 hasta los 15.400 millones en 2018. Es decir, la carga que soportan se ha situado en m¨ªnimos, y en un contexto de desaceleraci¨®n global la expectativa es que los tipos sigan bajos durante m¨¢s tiempo, desincentivando todav¨ªa m¨¢s el ahorro. Tampoco ayuda el hecho de que la remuneraci¨®n de los dep¨®sitos sea cercana a cero.
Esta situaci¨®n m¨¢s holgada en las finanzas familiares podr¨ªa explicar parte del desplome del dinero a resguardo. Dicho esto, "el resto de pa¨ªses tienen condiciones parecidas de deuda e intereses y, sin embargo, ahorran m¨¢s", subraya Mar¨ªa Jes¨²s Fern¨¢ndez. Seg¨²n Eurostat, solo Reino Unido y Portugal presentan ratios similares a Espa?a en Europa. Los alemanes guardan un 18%. Los suecos, un 20%.
Otro motivo por el que los espa?oles no llenan su hucha es el sistema de pensiones. "El cociente entre la primera pensi¨®n cobrada y el ¨²ltimo salario cobrado es del 80%, cuando en la UE la media est¨¢ en el 55%. Si cuando te jubilas cobras lo mismo y no pierdes poder adquisitivo, no tienes incentivos para ahorrar", dice Jordi Fabregat, profesor del departamento de Control y Direcci¨®n Financiera de ESADE. Los alemanes siempre justifican sus elevadas cotas de ahorro porque esperan ganar menos al jubilarse.
Pensiones
Para los expertos, la falta de ahorro en Espa?a es un problema estructural y no coyuntural. "Los incentivos son muy pocos porque de las cuatro parcelas b¨¢sicas de planificaci¨®n a largo plazo ¡ªsanidad, educaci¨®n, pensiones y vivienda¡ª, tres son provistas por el Estado y, por tanto, los espa?oles se han centrado en la vivienda", argumenta Javier Santacruz Cano, investigador de la Fundaci¨®n de Estudios Financieros. Mientras que no haya una amenaza real de insostenibilidad en el sistema p¨²blico de pensiones, los espa?oles no sentir¨¢n la urgencia de ahorrar, "al igual que suceder¨ªa si la sanidad o la educaci¨®n de sus hijos dejara de ser p¨²blica y hubiera que pagar al m¨¦dico o a la escuela", a?ade Santacruz. A ello se suma un marco fiscal que premia el consumo (la presi¨®n fiscal que ejerce el IVA en Espa?a es mucho m¨¢s baja que la media de la UE) y castiga el ahorro (tratamiento fiscal de la transmisi¨®n de inmuebles sin actualizaci¨®n por inflaci¨®n, impuesto sobre sucesiones, patrimonio, IBI, revisiones catastrales, fiscalidad de las prestaciones de los planes de pensiones...), afirma.
La falta de pol¨ªticas de vivienda social y un precio del alquiler al alza incentivan a¨²n m¨¢s la acumulaci¨®n de ahorro en inmuebles. Por ejemplo, en Alemania, al haber m¨¢s soluciones habitacionales para las rentas bajas, estas no se ven en la misma obligaci¨®n de comprar casa. En el caso de los j¨®venes espa?oles, un alquiler caro hace m¨¢s dif¨ªcil que ahorren en tanto que tienen que destinar una mayor parte de sus ingresos al arrendamiento.
?Volver¨¢ el ahorro antes de que estalle la pr¨®xima crisis? Tras el fuerte incremento del consumo por encima de las rentas, cabr¨ªa esperar que en los pr¨®ximos trimestres las familias intenten recomponer algo su ahorro y moderen sus compras, explica Arce. Lo cual, en su opini¨®n, deber¨ªa provocar una muy gradual ralentizaci¨®n de la econom¨ªa. De hecho, en el primer trimestre de este a?o las familias ya han mejorado ligeramente su tasa de ahorro hasta el 5,4%."Es previsible que este modelo de ahorro acabe modific¨¢ndose a medio plazo. Sin embargo, a corto la vulnerabilidad financiera de muchos hogares, junto con un conocimiento financiero a¨²n limitado, seguir¨¢n impidiendo un cambio significativo", recalcan en la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Qu¨¦ se compra con los cr¨¦ditos
El destino principal de los cr¨¦ditos al consumo en Espa?a (el 23,8%) son los gastos diarios, por ejemplo la compra de ropa, alimentos, regalos, as¨ª como el pago de facturas y el alquiler de la casa. Esta ¨²ltima partida se lleva ya el 34% del salario mensual de los espa?oles -el 51% en Madrid y el 49% en Catalu?a-, seg¨²n InfoJobs y Fotocasa.
El 15,9% de los cr¨¦ditos al consumo contratados por las familias espa?olas son para financiar los gastos del hogar (reparaciones, reformas...), y el 12% para reparar el coche o comprar uno nuevo, seg¨²n una encuesta realizada por Creditea en los primeros cinco meses de 2019 con una muestra de 130.000 personas. Los pr¨¦stamos se dirigen en menor medida a la financiaci¨®n de grandes compras (8,6%), viajes y vacaciones (5,8%), refinanciaci¨®n de pr¨¦stamos (5,8%), gastos m¨¦dicos (4,5%), educaci¨®n y formaci¨®n (3,9%) y los destinados a la empresa y a emprender un nuevo negocio (1,2%).
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