Atlantia ceder¨¢ al Estado el control de sus autopistas en Italia

La concesionaria de autopistas italiana Atlantia, socia de ACS en la espa?ola Abertis, ha aceptado este mi¨¦rcoles reducir progresivamente su participaci¨®n en su filial Autostrade per l¡¯Italia, que ser¨¢ p¨²blica y cotizar¨¢ en bolsa, en el marco de la disputa que mantiene con el Gobierno italiano desde el derrumbe del puente Morandi en G¨¦nova hace dos a?os. La propuesta ha sido acogida con optimismo por los inversores de Atlantia, cuyas acciones han ganado m¨¢s de un 26% en la Bolsa de Mil¨¢n durante la jornada de este mi¨¦rcoles.

Seg¨²n ha informado el Ejecutivo italiano, el acuerdo entre ambas partes se ha alcanzado en la pasada madrugada y contempla que Atlantia, que posee el 88% de Autostrade per l¡¯Italia, ceda el control de esta a la sociedad estatal Casa Depositi e Prestiti (CDP), que se har¨¢ con el 51 % del capital social. Atlantia, controlada por la familia Benetton al 30,25 % a trav¨¦s de Edizione Holding, quedar¨¢ inicialmente como accionista minoritario con una participaci¨®n de entre el 10% y el 12%. Ese porcentaje podr¨¢ diluirse a¨²n m¨¢s en una segunda fase, cuando Autostrade salga a cotizar y se permita la entrada de nuevos inversores.

El umbral de hasta el 12% no da derecho a los Benetton a tener un representante en la nueva junta directiva de Autostrade. El proceso para que el Estado se haga con el control de la gestora de autopistas comenzar¨¢ el 27 de julio y no ser¨¢ inmediato, pues requerir¨¢ de entre seis meses y un a?o, ha indicado el ministro de Econom¨ªa, Roberto Gualtieri, en declaraciones a los medios. El Ministerio de Econom¨ªa y el de Infraestructuras acordar¨¢n ahora con Atlantia y Autostrade los detalles del proceso y limar¨¢n puntos esenciales, como una rebaja en las tarifas de los peajes.

La amenaza de la retirada de las concesiones para Autostrade sigue sobre la mesa y se llevar¨¢ a cabo si no se llega a un acuerdo definitivo, ha asegurado esta madrugada el primer ministro, Giuseppe Conte. Este escenario ser¨ªa nefasto y Atlantia ya ha advertido de que generar¨ªa problemas para pagar la deuda de 10.000 millones contra¨ªda por Autostrade y tambi¨¦n para que Atlantia amortizara otros 9.000 millones. Una revocaci¨®n de las concesiones tendr¨ªa un impacto total de 19.000 millones con consecuencias negativas para los bancos, las instituciones financieras y hasta 17.000 peque?os ahorradores, poseedores de sus bonos.

El inicio de las desavenencias entre Atlantia y el Estado italiano arranc¨® en agosto de 2018 con el derrumbe del puente Morandi en G¨¦nova, una tragedia que cost¨® la vida a 43 personas. Ese viaducto se encontraba en una v¨ªa gestionada por Autostrade, cuyas labores de mantenimiento se cuestionaron. El Movimiento 5 Estrellas, uno de los socios de Gobierno, culpa del suceso a la filial de Atlantia y quiere desde entonces retirarle las concesiones. La medida no es sencilla porque penalizar¨ªa enormemente a Autostrade, que posee los permisos de la mitad de las autopistas de peaje del pa¨ªs y gestiona una red de m¨¢s de 3.000 kil¨®metros, y tambi¨¦n porque el Estado deber¨ªa pagar una penalizaci¨®n millonaria, ya que los contratos tienen validez hasta 2038.

En los ¨²ltimos d¨ªas, la ministra de Infraestructuras, Paola De Micheli (del Partido Dem¨®crata, otro socio de Gobierno), ha reconocido p¨²blicamente que el nuevo puente de G¨¦nova, que est¨¢ previsto que se inaugure a finales de julio o principios de agosto, seguir¨¢ gestionado por Autostrade hasta que Roma tome una decisi¨®n de una vez por todas. El Movimiento 5 Estrellas teme que inaugurar el nuevo viaducto sin solucionar la cuesti¨®n mine su credibilidad poco antes de las elecciones regionales que se celebrar¨¢n en septiembre. Eso ha llevado al partido m¨¢s votado en las generales de 2018 a elevar el tono en los ¨²ltimos tiempos para exigir una soluci¨®n. En el acuerdo, Autostrade ha aceptado hacerse cargo de medidas compensatorias por valor de hasta 3.400 millones de euros.