St¨¦phane Isra?l (Arianespace): ¡°Los europeos deben plantearse ser m¨¢s ambiciosos en el espacio¡±
El consejero delegado de la empresa de lanzamiento de cohetes explica por qu¨¦ la carrera con China y EE UU es esencial para garantizar la autonom¨ªa de Europa
La lucha contra la pandemia y la recuperaci¨®n econ¨®mica monopolizan, con toda l¨®gica, los esfuerzos de la Uni¨®n Europea en este inicio de 2021. Pero hay un terreno en que, m¨¢s all¨¢ de las prioridades del momento, puede determinar la fortaleza futura del continente: la carrera espacial.
¡°El espacio se encuentra en el coraz¨®n de los desaf¨ªos del siglo XXI, y, para los europeos, es m¨¢s indispensable que nunca ser amos de nuestro destino¡±, explica en una entrevista telef¨®nica con EL PA?S St¨¦phane Isra?l (Par¨ªs, 1971), consejero delegado de Arianespace, la compa?¨ªa europea de lanzamiento de cohetes. ¡°El espacio, ?para qu¨¦ sirve?¡±, se pregunta Isra?l. ¡°Sirve para proteger a la poblaci¨®n en las aplicaciones de seguridad y defensa, para luchar contra la fractura digital con nuevos proyectos dedicados a Internet, para vigilar el clima con sat¨¦lites que permitan comprender mejor las emisiones y el cambio clim¨¢tico. Y el espacio tambi¨¦n sirve para ir m¨¢s all¨¢ de uno mismo y superarse, como se ve en los grandes proyectos de exploraci¨®n?.
Arianespace, propiedad de las empresas Airbus y Safran, obtuvo en 2020 beneficios de mil millones de euros y, pese a la pandemia, realiz¨®, desde las bases de Guyana, Baikonur y Vostochny, diez lanzamientos y puso en ¨®rbita 166 sat¨¦lites de entre 250 gramos y 6,5 toneladas. No es, sin embargo, un momento f¨¢cil para el proyecto espacial continental, que en 2019 conmemor¨® el 40 aniversario del primer lanzamiento del cohete Ariane, uno de los grandes ¨¦xitos industriales de Europa, fruto de la colaboraci¨®n franco-alemana y de otros pa¨ªses.
El 17 de noviembre de 2020, un fallo humano en el proceso de ensamblaje del Vega, cohete de Arianespace lanzado desde la base de la Guyana francesa, provoc¨® la p¨¦rdida del SeoSat-Ingenio, el primer sat¨¦lite espa?ol para la observaci¨®n terrestre, en la que se invirtieron diez a?os de trabajo y 200 millones de euros.
¡°Hemos presentado nuestras excusas m¨¢s sinceras a nuestros clientes por esta misi¨®n¡±, dice Isra?l. ¡°Sabemos lo que representa la p¨¦rdida de un sat¨¦lite y lo lamentamos de verdad. Este fracaso nos recuerda que la fiabilidad es un combate de todos los instantes y que se gana persistiendo de forma duradera¡±.
Un efecto de la pandemia ha sido retrasar el proyecto del Ariane 6, el cohete que remplazar¨¢ el Ariane 5. Inicialmente, el Ariane 6 deb¨ªa empezar a volar en 2020. La fecha se ha aplazado hasta el segundo semestre de 2022. ¡°Ser¨¢ un cohete m¨¢s ligero, y que podr¨¢ embarcarse en misiones m¨¢s complejas gracias a su motor reutilizable, y un cohete m¨¢s barato de producir y operar¡±, explica el jefe de Arianespace. ¡°Ariane 6 es un programa de desarrollo muy ambicioso que, como todos los programas de desarrollo, afronta retos t¨¦cnicos que requieren tiempo para resolverse. Pero no hay duda de que una parte significativa del retraso se explica por la crisis de la covid-19¡±, afirma.
Complicaciones
Otra complicaci¨®n es la formidable competencia que ha surgido en los ¨²ltimos a?os con empresas privadas estadounidenses o potencias pujantes como China. Un informe del Tribunal de Cuentas franc¨¦s avis¨® en 2019 de que ¡°el control de las tecnolog¨ªas espaciales y el hecho de poder acceder de manera aut¨®noma al espacio son, para Europa y Francia, intereses cuya importancia nunca ha sido tan grande¡±. Y a?ad¨ªa que Ariane afrontaba ¡°desaf¨ªos importantes¡±. ¡°Esta situaci¨®n tiene su origen en el ascenso de la competencia estadounidense de la sociedad SpaceX, que ha hurtado a la sociedad Arianespace la posici¨®n de l¨ªder mundial en el mercado comercial en 2017¡±, continuaba. Y conclu¨ªa que ¡°el nuevo lanzador Ariane 6, que la Agencia espacial europea decidi¨® desarrollar en 2014 para hacer frente a esta competencia, no constituir¨¢ m¨¢s que una respuesta transitoria a este desaf¨ªo¡±.
Isra?l responde que, ¡°en t¨¦rminos de pedidos comerciales¡±, Arianespace sigue por delante de SpaceX, pero esta supera a Arianespace ¡°en n¨²mero total de lanzamientos¡±. Por un motivo: el cohete Ariane 5, actualmente en uso, es m¨¢s potente que el Falcon de SpaceX, por lo que cada lanzamiento con el primero equivale a dos lanzamientos del ¨²ltimo. Otro motivo: SpaceX, pese a ser privada, disfruta de un apoyo del Gobierno de EE UU ¡ªlo que Isra?l llama ¡°misiones institucionales numerosas y bien pagadas¡±, con clientes militares como la U.S. Air Force¡ª inimaginable para Arianespace, aunque esta sea semiestatal. Esto obliga a los europeos, dice, a ¡°redoblar el esfuerzo y la energ¨ªa para asegurarse de que sus lanzadores juegan en las mismas condiciones¡± que la competencia.
¡°A los europeos, en un contexto en que los estadounidenses y los chinos practican una hiperinversi¨®n en el espacio, se les plantea la cuesti¨®n de la ambici¨®n¡±, argumenta el consejero delegado de Arianespace. ¡°Cuantos m¨¢s proyectos institucionales europeos haya, m¨¢s industria habr¨¢ con perspectivas y trabajo, a la vez con sat¨¦lites y lanzadores¡±.
Isra?l pone el ejemplo de Galileo (sistema europeo de navegaci¨®n por sat¨¦lite) y Cop¨¦rnico (programa de observaci¨®n terrestre) y el proyecto futuro de constelaci¨®n de sat¨¦lites en ¨®rbita baja (menos de 1000 kil¨®metros de altura) para combatir la fractura digital, mejorar las comunicaciones seguras para las fuerzas armadas y desarrollar la ¡®nube¡¯ soberana, el internet de los objetos y el coche aut¨®nomo. Se trata de una serie de aplicaciones que demostrar¨ªan la utilidad del espacio en la vida pr¨¢ctica. A esto se a?aden los proyectos, que llevar¨¢ a cabo el cohete Ariane 6, de un sistema de aterrizaje lunar y una sonda para recoger muestras de Marte.
¡°Si los europeos pasan a una velocidad superior en la exploraci¨®n, ser¨¢ una buena noticia para nuestros lanzadores¡±, dice Isra?l, quien exhorta a los Estados europeos a que usen los cohetes de Arianespace para lanzar sus sat¨¦lites y as¨ª equilibrar la competici¨®n con EE UU.
?Puede la UE ser una potencia aut¨®noma y con influencia global sin un programa espacial l¨ªder? No hay naci¨®n sin relatos, ficciones compartidas sobre el pasado y sue?os conjuntos sobre el futuro, y la exploraci¨®n espacial es el campo id¨®neo para crear identidad com¨²n, para una ¨¦pica que, a escala europea, hoy no existe. Los logros indudables de los sucesivos cohetes Ariane nunca han excitado la imaginaci¨®n de los europeos como ha sucedido con los programas de otros potencias. Estos logros siempre se han visto m¨¢s como proyectos en los que confluyen la pol¨ªtica industrial, las comunicaciones y los avances tecnol¨®gicos que como una epopeya colectiva con h¨¦roes y gestas.
Europa ha descartado por ahora los cohetes reutilizables como los de Space X y que ha dado a esta empresa una ventaja a la hora de recortar costes. ¡°Tendr¨ªamos que habernos decidido por un lanzador reutilizable¡±, dijo en septiembre el ministro franc¨¦s de Econom¨ªa, Bruno Le Maire. ¡°Habr¨ªamos debido tener esta audacia¡±.
Los vuelos habitados tampoco est¨¢n al orden del d¨ªa en Europa: los astronautas europeos vuelan hoy con cohetes rusos o estadounidenses. ¡°Entendemos que Europa no puede hacerlo todo. Entendemos que tiene un coste. Pero pensamos que Europa podr¨ªa abordar esta cuesti¨®n¡±, declara Isra?l. ¡°Somos realistas, pero tenemos derecho a so?ar y a ser ambiciosos¡±.
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