Unai Sordo: ¡°Se utiliza a Europa como si fuera un mu?eco de los ventr¨ªlocuos¡±
El secretario general de CC OO recibe el apoyo del sindicato durante el 12? Congreso Confederal para renovar su mandato por cuatro a?os m¨¢s
A sus 49 a?os, Unai Sordo (Barakaldo, 1972) renueva su mandato como secretario general de CC OO, el principal sindicato de Espa?a, despu¨¦s de ser reelegido en el 12? Congreso Confederal que la organizaci¨®n ha celebrado en Madrid durante los ¨²ltimos tres d¨ªas. A pesar del evidente desgaste que ha provocado en los agentes sociales el 2020, reconoce que afronta los pr¨®ximos cuatro a?os ¡°con ganas de resolver todas las negociaciones pendientes¡±.
Pregunta. Tanto usted como Pepe ?lvarez en UGT han renovado su liderazgo sin oposici¨®n. ?A qu¨¦ achaca esta falta de alternativas?
Respuesta. Yo creo que el nivel de cohesi¨®n interna que hay en CC OO tiene que ver en gran parte con la madurez que tiene la organizaci¨®n, aunque lo cierto es que se est¨¢ renovando la media de edad de las personas que ostentan representatividad. Creo que los que lideran las organizaciones lo que tienen que mirar fundamentalmente es a los retos que tiene la clase trabajadora y no estar embelesados consigo mismos.
P. Aunque en CC OO han ampliado en m¨¢s de 50.000 el n¨²mero de adscritos entre 2017 y 2020 (son 976.910, seg¨²n la ¨²ltima memoria) la afiliaci¨®n sindical en Espa?a (14%) sigue siendo mucho m¨¢s baja que la de pa¨ªses como Reino Unido (23%) o B¨¦lgica (50%). ?Hacen autocr¨ªtica?
R. Son situaciones incomparables. En pa¨ªses como B¨¦lgica la afiliaci¨®n en los sindicatos se fomenta por la v¨ªa de la gesti¨®n del acceso de los trabajadores a determinadas prestaciones p¨²blicas. Otra diferencia es que all¨ª los convenios colectivos se aplican solo a los trabajadores que est¨¢n afiliados. En Espa?a tenemos un esquema donde la legitimidad de los sindicatos no se basa en la afiliaci¨®n.
P. En sus primeros cuatro a?os como secretario general ha vivido una moci¨®n de censura en el Gobierno y la declaraci¨®n de una pandemia mundial. En los pr¨®ximos cuatro negociar¨¢ una reforma laboral y una reformulaci¨®n del sistema de pensiones.
R. ?Solo nos queda por vivir una invasi¨®n alien¨ªgena! (R¨ªe). Creo que ¨²ltimamente en la sociedad se ha incrementado la sensaci¨®n de vulnerabilidad de una forma intens¨ªsima y es algo que nos ha obligado a dar respuestas inmediatas a problemas in¨¦ditos.
La legitimidad de los sindicatos en Espa?a no se basa en la afiliaci¨®n¡±
P. En su primera intervenci¨®n del congreso se emocion¨® recordando la ¨¦poca que estuvo confinado tras contagiarse de coronavirus. ?Pas¨® miedo?
R. En esa ¨¦poca estaba solo en Madrid. Era una situaci¨®n de mucho estr¨¦s laboral en la que de repente te encuentras encerrado en casa. Tienes la sensaci¨®n de estar viviendo una distop¨ªa. Ya con el confinamiento, tuve una conversaci¨®n con Mar¨ªa Jes¨²s Montero donde nos plante¨® la valoraci¨®n que hac¨ªamos de la par¨¢lisis total de la actividad. Lo que estaba pasando era terrible, inenarrable.
P. La imagen del di¨¢logo social se vio reforzada durante los momentos m¨¢s duros de la pandemia con la firma de acuerdos entre Gobierno, patronal y sindicatos. Pero la patronal ya se descolg¨® de la ¨²ltima subida del salario m¨ªnimo, y les quedan por negociar asuntos en los que las posiciones est¨¢n igual de alejadas. ?Se acabaron aquellas fotos?
R. Va a ser m¨¢s dif¨ªcil, indiscutiblemente, y hay que poner en valor esos acuerdos. Ahora va a ser m¨¢s complicado porque los intereses en liza son bastante contrapuestos y sobre todo, porque la reforma laboral del a?o 2012 otorg¨® much¨ªsimo poder al empresariado. Y cuando das tanto poder a una parte y le facilitas tanto la precarizaci¨®n del empleo, el recurso al despido o la modificaci¨®n de las condiciones laborales, es dif¨ªcil que esa parte acuerde de forma voluntaria ceder parte de ese poder. Pero bueno, yo no descartar¨ªa un acuerdo tripartito.
P. Europa pide que lo haya.
R. Creo que a Europa se le utiliza un poco como a los mu?ecos que tienen los ventr¨ªlocuos y se intenta decir cosas que dicen que dice Europa, pero que yo no estoy tan seguro de que las diga Europa.
P. ?Por ejemplo?
R. Yo no he o¨ªdo a Europa decir que o hay un acuerdo tripartito en Espa?a o no se puede tocar la legislaci¨®n laboral. Yo le he o¨ªdo decir que hay que reducir dr¨¢sticamente la dualidad laboral en Espa?a, es decir, rebajar la contrataci¨®n temporal. Ojal¨¢ hubiera un acuerdo tripartito, pero si no lo hay, el Gobierno va a tener que regular la legislaci¨®n laboral de una forma distinta.
P. La CEOE dice que derogarla reducir¨ªa la flexibilidad en la contrataci¨®n.
R. Eso es un mantra y adem¨¢s no responde a la realidad. CC OO no est¨¢ planteando derogar la reforma laboral para ir a la legislaci¨®n del a?o 2009, que era una legislaci¨®n en la que hab¨ªa un 32% de temporalidad antes de la crisis financiera. Lo que estamos planteando es derogar la reforma laboral del a?o 2012 para modificar el modelo laboral en Espa?a, no pensando en el a?o 2007, sino en el 2022. Y esto implica reequilibrar, en efecto, la negociaci¨®n colectiva. Y tambi¨¦n estabilizar la contrataci¨®n y facilitar una nueva f¨®rmula de adaptaci¨®n de la jornada de trabajo que sirva como alternativa al despido. CC OO no est¨¢ planteando volver a la legislaci¨®n de la primera parte del siglo XXI ni a la legislaci¨®n de hace 25 a?os.
P. ?C¨®mo calificar¨ªa su relaci¨®n con el Gobierno? ?Y en particular con Yolanda D¨ªaz?
R. Es una relaci¨®n fluida, bastante permanente, y a veces tirante cuando no estamos de acuerdo en algunas cosas. Hay que reconocer que el Ministerio de Trabajo ha hecho una apuesta bastante limpia por el di¨¢logo social y por tratar de llegar a acuerdos.
P. El proyecto de Ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2022 incluye la fijaci¨®n de un tipo m¨ªnimo del 15% en el impuesto de sociedades como ustedes reclamaban.
R. S¨ª, pero tal y como est¨¢ recogido va a tener un impacto muy t¨ªmido.
P. ?Teme que el man¨¢ de los fondos europeos haga perder el foco al Gobierno sobre ese nuevo marco fiscal que le reclaman?
R. Ese es el riesgo. Los fondos de reconstrucci¨®n lo que te ofrecen es m¨¢s margen para no tener que emprender ahora mismo una reforma fiscal de mucha profundidad. Pero una cosa es que te d¨¦ m¨¢s margen de tiempo y otra que no se vayan dando pasos para que al final de la legislatura en Espa?a haya una reforma fiscal de calado que permita reducir los m¨¢rgenes con la media de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y sobre todo, que garantice que vamos a seguir teniendo un Estado social y que lo vamos a reforzar en el futuro.
P. Aunque la afiliaci¨®n a la Seguridad Social lleva seis meses al alza, los empresarios se quejan de la falta de mano de obra. La vicepresidenta D¨ªaz les sugiri¨® que mejorasen los salarios que ofrecen como soluci¨®n.
R. En buena parte ese es el problema. Es que en Espa?a se dice, por ejemplo, que no hay trabajadores y trabajadoras para el campo, y miles de jornaleros espa?oles se van a hacer la vendimia a Francia. Con lo cual no ser¨¢ que no est¨¢n dispuestos a trabajar, sino que prefieren otros trabajos que no sean en condiciones de miseria.
Ojal¨¢ haya acuerdo tripartito con la reforma laboral, no lo descarto¡±
P. ?Qu¨¦ le dir¨ªa a los j¨®venes que no encuentran trabajo o no consiguen uno fijo?
R. Primero que se organicen en un sindicato porque las cosas no caen como cae la lluvia del cielo. Y luego que no se resignen y cambien las cosas.
P. Acaban de cumplirse 10 a?os del final de ETA y usted se inici¨® en el sindicalismo en Euskadi y en los a?os m¨¢s duros del terrorismo. ?C¨®mo recuerda aquella ¨¦poca?
R. Pues yo me incorpor¨¦ al sindicato en junio del a?o 2000 y en septiembre mataron a M¨¢ximo Casado ¨Dun funcionario de prisiones de 44 a?os¨D, y una de las primeras actividades en las que me vi involucrado fue organizar su funeral. Lo que ocurri¨® el 20 de octubre de hace 10 a?os creo que es uno de los grandes momentos de mi vida p¨²blica.
P. ?Cree que la herida tanto en Euskadi como en el resto de Espa?a est¨¢ cicatrizando? A tenor de las declaraciones de algunos pol¨ªticos ¨²ltimamente no lo pareciera.
R. Yo creo que en Euskadi el nivel de normalizaci¨®n de la vida social es muy importante. Lo que no quiere decir que no queden heridas por resta?ar, y que no queden teclas que no hay que tocar Euskadi. Hay que tener un respeto reverencial a las v¨ªctimas y a la actitud que tuvieron durante todos estos a?os. No hay que tener ning¨²n af¨¢n de revancha, ning¨²n af¨¢n de venganza. No se puede vanagloriar, por ejemplo, a los presos de ETA cuando salen de la prisi¨®n. Creo que hay que fomentar la convivencia y que la sociedad vasca ha avanzado mucho en esto en estos 10 a?os. Fue una gran liberaci¨®n, y como dec¨ªa el escritor Bernardo Atxaga, cuando desapareci¨® ETA todos and¨¢bamos un palmo por encima del suelo del inmenso peso que nos quitamos de encima.
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