Las renovables abren la puerta a la desalaci¨®n masiva de agua a bajo coste
La rebaja de precios beneficia sobre todo a pa¨ªses como Espa?a, con sequ¨ªas agudas y recurrentes y un vast¨ªsimo potencial para la solar fotovoltaica
Antes fueron California o S?o Paulo, por citar un par de ejemplos a¨²n vivos en la memoria en los que una gran sequ¨ªa ha provocado grandes estragos en grandes aglomeraciones urbanas en Occidente. El m¨¢s reciente, sin embargo, es el de Espa?a: dos comunidades aut¨®nomas, Catalu?a y Andaluc¨ªa, est¨¢n a un paso de la emergencia por falta de lluvias. Este problema, no obstante, puede estar cerca de tener soluci¨®n ¡ªaunque sea forma parcial¡ª en los pr¨®ximos a?os: el bum de las renovables, con el consecuente abaratamiento dr¨¢stico en el precio de la luz, promete una revoluci¨®n total en las desaladoras. Tanto en lo econ¨®mico, con una fuerte bajada de costes, como en lo ambiental: hasta ahora, la mayor parte de la electricidad utilizada en el proceso proven¨ªa del gas, o en el peor de los casos del carb¨®n, pero pronto tendr¨¢ origen en la e¨®lica y, sobre todo, en la solar fotovoltaica.
La primavera pasada, el siempre pol¨¦mico ¡ªy polemista¡ª Elon Musk se someti¨® a las preguntas del conocido periodista televisivo Bill Maher. En uno de los pasajes, el presentador mostr¨® su preocupaci¨®n por la escasez de agua, a lo que el fundador de Tesla y Space X respondi¨® que el 70% de la tierra es agua. ¡°Eso no se puede beber¡±, constat¨® Maher. La respuesta de Musk, uno de los grandes visionarios del coche el¨¦ctrico y gran defensor de las renovables, no pudo ser m¨¢s clara: la desalinizaci¨®n se est¨¢ volviendo ¡°absurdamente barata¡±.
Este cambio total de paradigma es ¡ªser¨¢¡ª una aut¨¦ntica bendici¨®n para pa¨ªses como Espa?a, que podr¨¢n seguir los pasos de los m¨¢s avanzados en la materia: Emiratos ?rabes Unidos e Israel, donde el 100% y el 25% del agua para consumo humano ya viene del mar. Y permitir¨¢ usos del agua desalada m¨¢s all¨¢ del consumo humano: en Espa?a, apenas la quinta parte de lo que se extrae del mar y se trata acaba utiliz¨¢ndose en agricultura ¡ªseg¨²n los datos del sector¡ª, en gran medida por el alto precio. A medida que los costes bajen y la capacidad instalada crezca, sin embargo, todo apunta a un aumento exponencial de esa proporci¨®n. Con las oportunidades econ¨®micas que eso supone.
La transici¨®n energ¨¦tica no solo ser¨¢ clave para reducir emisiones y evitar desagradables sorpresas en la factura de la luz de hogares y empresas, sino que tambi¨¦n ser¨¢ esencial para facilitar la disponibilidad de agua potable en la era del cambio clim¨¢tico. El sprint renovable en la Pen¨ªnsula durante estos ¨²ltimos a?os ha coincidido precisamente con un momento en el que la emergencia clim¨¢tica ha mostrado como nunca su peor cara en la costa mediterr¨¢nea, con una hist¨®rica sequ¨ªa que se alarga ya m¨¢s de tres a?os y que ha forzado a que Catalu?a declarase el pasado viernes la emergencia en el sistema hidrol¨®gico del Ter-Llobregat, el que abastece Girona, Barcelona y toda su ¨¢rea metropolitana. En total, seis millones de personas (el 80% de la poblaci¨®n catalana) tendr¨¢n un l¨ªmite de consumo de 200 litros al d¨ªa, la agricultura deber¨¢ reducir un 80% el agua, la ganader¨ªa un 50% y la industria un 25%. Todo eso conllevar¨¢ un enorme coste econ¨®mico.
Con el cambio clim¨¢tico, estos episodios ir¨¢n a m¨¢s y obligar¨¢n a tirar de todas las opciones disponibles: agua desalada y, tambi¨¦n, agua regenerada, una opci¨®n muy ecol¨®gica ¡ªporque implica la reutilizaci¨®n de aguas residuales¡ª y hoy por hoy m¨¢s econ¨®mica ¡ªfluct¨²a entre 35 y 50 c¨¦ntimos, frente a los 90 actuales de la desalinizada¡ª. Sin embargo, esta sigue encontrando importantes resistencias culturales entre los consumidores. Eso hace que su uso mayoritario sea agrario (62%) o en parques y jardines (18%).
Espa?a, cada vez m¨¢s dependiente del agua de mar
En Espa?a, la dependencia de la tecnolog¨ªa de desalaci¨®n ha ido claramente a m¨¢s en los ¨²ltimos tiempos. Catalu?a, Murcia, Valencia y Andaluc¨ªa se han visto forzadas a operar al m¨¢ximo sus desalinizadoras para garantizar el abastecimiento urbano de sus poblaciones, incluidas Barcelona y Sevilla. Y en algunos rincones de la geograf¨ªa nacional, como el archipi¨¦lago canario, dos islas ya llevan a?os cubriendo la totalidad de su consumo: Lanzarote y Fuerteventura.
Pero convertir el agua de mar en agua potable sigue sin salir ni mucho menos gratis. El proceso de osmosis conlleva un gran consumo energ¨¦tico: m¨¢s de tres kilovatios hora (KWh) por metro c¨²bico de agua (1.000 litros de agua), aunque en algunas instalaciones de nuevo cu?o ¡ªcomo la de Atacama, en Chile, que abastece a m¨¢s de 200.000 personas¡ª esa cifra ronda los 2,8 KWh. Y eso ha disparado irremediablemente la factura de luz de instalaciones fara¨®nicas como la desalinizadora de El Prat, que abastece a los m¨¢s de tres millones de personas que viven en la capital catalana y en su ¨¢rea metropolitana.
La instalaci¨®n barcelonesa lleva m¨¢s de dos a?os produciendo 2.000 litros de agua dulce por segundo. El nuevo contrato de suministro de energ¨ªa el¨¦ctrica en instalaciones del operador del ?rea Metropolitana de Barcelona (AMB), Aig¨¹es Ter-Llobregat (ATLL), ha aumentado un 50% desde septiembre del a?o pasado tras concluir la tarifa contratada para el periodo 2019-2023.
Ese gran gasto ¡ªparticularmente oneroso en los a?os de la crisis energ¨¦tica, en los que el precio de la luz se ha disparado¡ª, junto a otras actuaciones directas (como obras urgentes en plantas potabilizadoras), ya ha llegado al bolsillo del consumidor: el recibo del agua ha subido un 11,5% de media al mes en Barcelona. En Sevilla el precio de la factura del agua tambi¨¦n ha subido entre un 15 y un 18%. Con el fuerte abaratamiento previsto de la electricidad en los pr¨®ximos a?os, el precio deber¨ªa ir claramente a la baja.
Pese a que el avance tecnol¨®gico ha mejorado mucho la eficiencia energ¨¦tica ¡ªhace m¨¢s de una d¨¦cada el coste para producir un metro c¨²bico de agua desalada lleg¨® a ser de 20 kWh¡ª, se ha llegado a ¡°un punto en el que es muy dif¨ªcil bajar ya m¨¢s el consumo energ¨¦tico por metro c¨²bico¡±, enfatiza Domingo Zarzo, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Desalaci¨®n y Reutilizaci¨®n (AEDyR), que aglutina las principales empresas del sector. La causa, a?ade, es que se est¨¢ cerca del ¡°l¨ªmite termodin¨¢mico¡±. ¡°As¨ª que la ¨²nica forma de reducir la huella de CO? es alimentar las plantas por medio de energ¨ªa renovable¡±, agrega. Tambi¨¦n de rebajar el recibo.
En Espa?a, de momento, salvo peque?as instalaciones destinadas al riego agr¨ªcola, las grandes desaladoras desplegadas en toda la costa mediterr¨¢nea se alimentan de la red el¨¦ctrica general. Y aunque ya se han beneficio del creciente peso de la e¨®lica y la fotovoltaica en la matriz el¨¦ctrica, tienen el reto a largo plazo de aprovechar el gran potencial solar para ser lo m¨¢s autosuficientes posible, instalando paneles en las cubiertas o en los aleda?os de estas instalaciones.
Hay una ventaja que acompa?a: ¡°Que las desaladoras est¨¦n ubicadas en una de las zonas [la costa mediterr¨¢nea] con mayor potencial de generaci¨®n fotovoltaica en Espa?a¡±, defienden fuentes de Acuamed, la empresa p¨²blica que gestiona estas instalaciones. Esto es particularmente claro en la mitad sur del ¨¢rea (de Murcia para abajo): Andaluc¨ªa es una de las comunidades con mejor recurso solar y, tambi¨¦n, una de las que m¨¢s proyectos fotovoltaicos a gran escala concentra. All¨ª, el rendimiento de un panel ¡ªya sea en un huerto solar o en el techo de una casa o de una desaladora¡ª es mucho mayor que en el norte de Espa?a y, por supuesto, que en la Europa septentrional.
En proceso est¨¢ ya la puesta en marcha de plantas fotovoltaicas espec¨ªficas para alimentar las desalinizadoras de Torrevieja, ?guilas, Valdelentisco, Carboneras y Campo de Dal¨ªas con el objetivo de que se consiga producir ya en 2026 un 35% de la potencia demandada en cada planta, seg¨²n c¨¢lculos de Acuamed. En paralelo, las nuevas plantas pendientes de construcci¨®n, como la nueva desaladora de M¨¢laga o la de La Tordera (Girona), ya est¨¢n ideadas para ser levantadas con conexi¨®n a plantas fotovoltaicas.
Un ejemplo a seguir es la macroplanta (con capacidad de 600.000 metros c¨²bicos al d¨ªa) inaugurada el pasado junio en Riad (Arabia Saud¨ª), que empez¨® a funcionar parcialmente con energ¨ªa solar gracias a su gran planta fotovoltaica (45,5 MW), seg¨²n los datos de la contratista, Abengoa.
La falta de espacio, cuello de botella
Con todo, el proceso de descarbonizaci¨®n durante la desalaci¨®n en la Espa?a que bebe agua de mar no est¨¢ exento de problemas, seg¨²n reconoce el jefe de la patronal. El principal, la falta de terrenos: ¡°Al estar l¨®gicamente pr¨®ximas a la costa no suele haber espacio disponible¡±, explica Zarzo. Es un problema que afecta sobre todo a las plantas desaladoras pr¨®ximas a zonas urbanas como la de El Prat, encajonada entre el Aeropuerto y el puerto de Barcelona, donde se hace imposible levantar una planta fotovoltaica.
En paralelo, Zarzo a?ade otro inconveniente: ¡°Las desaladoras deber¨ªan estar funcionando de la forma m¨¢s continua posible, y las energ¨ªas renovables se producen en discontinuo, por lo que hay que sobredimensionar el sistema o bien implantar bater¨ªas que tengan una elevada inversi¨®n¡±. Un problema sobre el que enfatiza tambi¨¦n el director de Acuamed: ¡°Teniendo en cuenta que estas plantas est¨¢n dise?adas para funcionar las 24 horas, resulta necesario complementar el autoconsumo solar con otras fuentes¡±. Con este horizonte, Zarzo pide que las futuras instalaciones cuenten con ¡°estos factores de espacio y de disponibilidad de energ¨ªa¡±.
Sigue toda la informaci¨®n de Econom¨ªa y Negocios en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.