La econom¨ªa espa?ola exhibe fortaleza en medio de la aton¨ªa europea
El empleo, el turismo, las exportaciones de servicios empresariales, el consumo p¨²blico y la digitalizaci¨®n tiran de la actividad en Espa?a
Espa?a encadena tres trimestres consecutivos con crecimientos de la econom¨ªa muy elevados, batiendo todas las previsiones, mientras que Alemania flirtea con la recesi¨®n y Francia e Italia crecen a ritmos m¨¢s t¨ªmidos. Los n¨²meros hablan por s¨ª solos: la econom¨ªa espa?ola avanza un vigoroso 2,9% interanual frente al 0,6% que repunta la zona euro. Y logra estas cifras a pesar de una serie de obst¨¢culos que, en principio, eran dif¨ªciles de sortear sin sufrir da?os considerables: una inflaci¨®n acumulada que supera el 15% y que todav¨ªa lastra la capacidad de compra de las familias; una subida de tipos muy intensa que frena la inversi¨®n y que supone unos 12.000 millones m¨¢s al a?o en el pago de intereses de los hogares, y una aton¨ªa de los socios comerciales que deber¨ªa arrastrar al sector exterior espa?ol. Adem¨¢s, se suma de forma estructural un paulatino proceso de envejecimiento que va restando capacidad de crecimiento. Pero aun as¨ª, crece. Y con fuerza.
La crisis financiera y del euro pill¨® a Espa?a con una burbuja inmobiliaria. La pandemia, con una exposici¨®n importante al turismo y la hosteler¨ªa. Pero la crisis industrial y energ¨¦tica no la ha golpeado con la misma intensidad que a sus socios del euro. Un conjunto de factores lo explican: el buen comportamiento del empleo sostenido por la llegada de trabajadores inmigrantes; el tir¨®n inusitado del turismo tras la covid; el empuje de las exportaciones de servicios empresariales favorecidas por la internacionalizaci¨®n de las compa?¨ªas; el consumo de las Administraciones respaldado por las compras de deuda p¨²blica del BCE; la inversi¨®n en obra p¨²blica apoyada en los fondos europeos; la resistencia de la industria al no verse tan afectada por la crisis del gas ruso, disponer de energ¨ªas renovables y mantener unos costes laborales competitivos; la inversi¨®n en digitalizaci¨®n, y el impulso de sectores como informaci¨®n y comunicaciones, las actividades profesionales, cient¨ªficas y t¨¦cnicas, y la log¨ªstica.
Como explica Miguel ?ngel Garc¨ªa, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, de las 1,8 millones de afiliaciones a la Seguridad Social generadas desde 2019, el 19% se debe a educaci¨®n y el 16% a actividades sanitarias. Es decir, la mayor parte se debe al gasto de las comunidades para mantener los servicios tras la pandemia. El 9% ha sido en actividades profesionales, cient¨ªficas y t¨¦cnicas, el 8% en informaci¨®n y comunicaciones, el 8% en hosteler¨ªa, y un 7% tanto en transporte como en comercio. Construcci¨®n e Industria rondan el 6%. En cualquier caso, una tercera parte del empleo existente se halla en el comercio, la hosteler¨ªa y la construcci¨®n, ramas con un menor valor a?adido.
Y para conseguir esas cifras ha sido esencial la llegada de inmigrantes. Desde finales de 2019, un tercio del empleo creado ha sido cubierto por for¨¢neos. M¨¢s de 600.000 afiliaciones. Si se mira la Encuesta de Poblaci¨®n de Activa del INE, donde se pueden contar adem¨¢s los de doble nacionalidad, suponen el 67%: algo m¨¢s de un mill¨®n de ocupados. A pesar de un paro elevado, la conexi¨®n con Am¨¦rica Latina podr¨ªa ser un activo importante a la hora de aliviar el enorme d¨¦ficit demogr¨¢fico y el aumento de las vacantes.
Si se examina el conjunto de la masa salarial en el INE, acumula ya m¨¢s de un a?o con crecimientos interanuales superiores al 7%. Una parte es por un incremento del empleo del entorno del 2%. Pero la otra obedece a subidas medias del coste salarial de cerca del 5%. En un contexto en el que se est¨¢ moderando la inflaci¨®n, esto significa que se est¨¢n empezando a recuperar las rentas salariales y eso deber¨ªa impulsar poco a poco el consumo. Incluso as¨ª, mientras que el PIB ya es un 4,7% superior a los niveles prepandemia, las compras de los hogares en t¨¦rminos reales solo est¨¢n un 0,7% por encima. Y en per c¨¢pita todav¨ªa est¨¢n hundidas debido a la inflaci¨®n. Precisamente el consumo es un indicador del bienestar de los ciudadanos.
Esta debilidad del consumo coincide con unas cifras de ahorro r¨¦cord. Los hogares lo han disparado en parte para hacer amortizaciones anticipadas de hipotecas ante las subidas de tipos. Es decir, el menor consumo tambi¨¦n se debe al impacto de los tipos. Y a que parte del ahorro se concentra en rentas medias-altas y jubilados, que tienen una menor propensi¨®n a comprar por cada euro que ganan.
Con el consumo todav¨ªa rezagado, los dos principales vectores que han tirado desde la pandemia son el sector exterior y el p¨²blico. ¡°Aproximadamente la mitad de los casi cinco puntos que ha aumentado el PIB respecto a finales de 2019 ha sido sector exterior y la otra mitad, consumo p¨²blico¡±, explica Antonio Merino, economista jefe de Repsol. Y a?ade que la inversi¨®n en propiedad intelectual, que comprende la digitalizaci¨®n, ha aportado 0,6 puntos.
El sector exterior est¨¢ mostrando un rendimiento extraordinario. A pesar de que en los ¨²ltimos a?os se haya perdido un poco de competitividad en costes laborales unitarios, sobre todo por la subida de cotizaciones, el coste laboral por hora sigue siendo bajo comparado con otros grandes pa¨ªses del euro. El gasto del turismo for¨¢neo es en t¨¦rminos reales un 40% mayor que antes de la pandemia. El sector ha podido incluso subir con fuerza los precios en un entorno de alta demanda tras la covid por tener una oferta atractiva, el aumento de las clases medias en todo el mundo, la falta de seguridad de otros pa¨ªses del Mediterr¨¢neo y el hecho de que muchos turistas repitan destino. Adem¨¢s, el gasto tur¨ªstico de los espa?oles fuera se ha reducido. As¨ª que el super¨¢vit de Espa?a con el exterior por turismo supera los 50.000 millones en los ¨²ltimos doce meses. No obstante, las limitaciones que se puedan establecer para evitar sus consecuencias indeseadas podr¨ªan acabar lastrando este dinamismo. El reto ser¨¢ compatibilizarlo con otras necesidades para asegurar un crecimiento sostenible.
La bonanza de las exportaciones de servicios empresariales constituye otra gran sorpresa positiva. Aunque su super¨¢vit es menor, sus ventas al extranjero baten las de turismo. Son ya 115.000 millones frente a los 78.000 millones que se dejaron los turistas en Espa?a.
El consumo p¨²blico, que se encuentra un 12% por encima del periodo precovid, ya se est¨¢ moderando algo en un contexto de pr¨®rroga presupuestaria y deber¨ªa contenerse en tanto que se apliquen las nuevas reglas fiscales europeas. La inversi¨®n p¨²blica se halla un 6% por encima del cierre de 2019 gracias a los fondos europeos. Y el consumo de las familias deber¨ªa coger fuerza conforme las rentas sigan mejorando. El reto es fomentar la inversi¨®n privada, que todav¨ªa no ha recobrado las cotas previas a la pandemia.
Rafael Dom¨¦nech, economista del BBVA, explica adem¨¢s que la econom¨ªa espa?ola tiene una brecha muy importante en productividad con Europa que hay que estrechar. A pesar del crecimiento de los ¨²ltimos dos a?os, Espa?a lleva desde los 90 sin mejorar la convergencia con la UE y se ha visto superada en PIB per c¨¢pita por pa¨ªses como Chequia. ¡°Las fuerzas de la convergencia dictan que la econom¨ªa espa?ola deber¨ªa crecer m¨¢s para alcanzar los niveles del centro y norte de Europa. Y para ello deber¨ªamos mantener estas tasas. Tenemos el reto de transformar lo que est¨¢ sucediendo en el corto plazo en algo sostenible y estructural que nos permita cerrar distancias que se han ido abriendo en los ¨²ltimos a?os¡±, sostiene Dom¨¦nech. La clave es poner el foco en aumentar el porcentaje de gente trabajando, elevar la inversi¨®n privada y mejorar la productividad.
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