El Gobierno asume que no podr¨¢ aprobar el impuesto a las energ¨¦ticas y ultima la subida fiscal al di¨¦sel
Hacienda llevar¨¢ la equiparaci¨®n del gas¨®leo a la gasolina en un real decreto ley en los pr¨®ximos d¨ªas ante la incertidumbre del gravamen sectorial
La posibilidad de prorrogar el impuesto que afecta a las grandes energ¨¦ticas se diluye como un azucarillo en un caf¨¦ y en el Ejecutivo ya asumen que ser¨¢ pr¨¢cticamente imposible aprobar la medida. El gran problema est¨¢ en el dif¨ªcil juego de equilibrios con el que lidia casi a diario el Gobierno, un panorama que cobra especial relevancia en materia tributaria por las posiciones antag¨®nicas de sus socios habituales, cuyos votos, sin excepci¨®n, son imprescindibles para cualquier movimiento. En el Ministerio de Hacienda reconocen que sacar adelante el impuesto es ¡°un objetivo complejo porque la realidad es que actualmente las posiciones est¨¢n muy alejadas¡±, aunque animan a ¡°dar una oportunidad al di¨¢logo y evitar generar mayor crispaci¨®n¡±. Otras fuentes gubernamentales, sin embargo, ya avanzan que en estos momentos las opciones de que la iniciativa vea luz verde son pr¨¢cticamente nulas. Ante este panorama, el Ejecutivo est¨¢ centrando sus esfuerzos en buscar la f¨®rmula id¨®nea para poder aprobar antes de que termine el a?o otra medida trascendental para las cuentas y que todav¨ªa queda pendiente: la equiparaci¨®n fiscal del di¨¦sel a la gasolina.
Esta medida, que reportar¨ªa unos 1.500 millones adicionales a la recaudaci¨®n y que decay¨® en el Congreso hace tres semanas, es vital para cuadrar los n¨²meros del Gobierno. Por eso, para asegurar su aprobaci¨®n, Hacienda valora aprobarla en los pr¨®ximos d¨ªas mediante un real decreto ley que asegure su luz verde. El apoyo de todos sus socios, previsiblemente, est¨¢ garantizado.
El culebr¨®n que rodea al impuesto a las energ¨¦ticas y a la subida del di¨¦sel cogi¨® ritmo a finales del mes pasado, cuando el Congreso vot¨® la reforma fiscal que los grupos parlamentarios hab¨ªan ido introduciendo a base de enmiendas en la trasposici¨®n de la directiva europea que fijaba una tributaci¨®n m¨ªnima a las multinacionales. Tras negociaciones ag¨®nicas que se produjeron a varias bandas entre el PSOE y los diferentes socios, la propuesta que aparentemente iba a ser definitiva sacrificaba el gravamen energ¨¦tico a cambio de blindar el bancario y la subida fiscal al gas¨®leo. Sin embargo, en un giro inesperado de los acontecimientos, Podemos amenaz¨® con echar por tierra todo el paquete si ca¨ªa el tributo a las grandes el¨¦ctricas, gasistas y petroleras y consigui¨® arrancar al PSOE el compromiso de extenderlo antes de que terminara el a?o. La formaci¨®n que lidera Ione Belarra tambi¨¦n rechaz¨® la subida fiscal al di¨¦sel por votarse en una enmienda que inclu¨ªa otros cambios menores, a su juicio, negativos. As¨ª las cosas, la votaci¨®n termin¨® con algunas de las propuestas salvadas, pero con el impuesto energ¨¦tico y el alza al di¨¦sel en un limbo.
Este mi¨¦rcoles, el Gobierno pis¨® el acelerador para dar ritmo a las conversaciones que decidir¨¢n el futuro del gravamen que afecta a las empresas energ¨¦ticas y convoc¨® a los socios, tal y como fijaba el pacto alcanzado con Podemos sobre la bocina. Sin embargo, la reuni¨®n descarril¨® antes de empezar porque Junts y el PNV se negaron a asistir, evidenciando su rechazo frontal a la medida y dejando en clara minor¨ªa al Ejecutivo y a sus socios de la izquierda. Los catalanes cargan contra este gravamen pese a que Hacienda se abre a que haya deducciones de hasta el 90% para la inversi¨®n verde. Los vascos, por su parte, proponen una modificaci¨®n integral del impuesto sobre sociedades para ¡°dejar de hacer parches¡±. ¡°No vamos a participar en un parip¨¦ que necesita Podemos¡±, a?aden.
En caso de no lograr el apoyo necesario en los pr¨®ximos d¨ªas, que se antoja ahora como el escenario m¨¢s probable, el Ejecutivo deber¨¢ llevar al Congreso un real decreto ley con la pr¨®rroga del gravamen energ¨¦tico para 2025, seg¨²n el pacto firmado con Podemos. El problema para Hacienda, asumen las fuentes gubernamentales consultadas, es que el escenario ser¨¢ el mismo, por lo que la votaci¨®n previsiblemente caer¨¢ tras el rechazo casi asegurado de Junts y el PNV, adem¨¢s de otras fuerzas de la oposici¨®n. Es la cr¨®nica de una muerte anunciada, aunque desde algunos de los socios de izquierda creen que estas dos formaciones estar¨ªan ¡°sobreactuando¡± y ven posible alcanzar ¡°un pacto intermedio¡± que contente a todas las partes.
En este contexto de incertidumbre, los esfuerzos del Gobierno se est¨¢n centrando en asegurar la subida fiscal al di¨¦sel (que no afectar¨ªa al gas¨®leo profesional), comprometida adem¨¢s con Bruselas en su plan de ajuste fiscal. En un principio, Hacienda estudiaba la posibilidad de recuperarla de manera conjunta con el impuesto sobre las empresas, pero, ante el miedo de que este no vea la luz, lo m¨¢s probable es que las dos medidas vayan por caminos separados. Las fuentes gubernamentales consultadas avanzan que lo m¨¢s seguro es que se presente un real decreto ley para la equiparaci¨®n en los pr¨®ximos d¨ªas, antes de que termine el a?o. Los socios, por lo general, avanzan que apoyar¨ªan la medida, aunque algunos, a modo de aviso a navegantes, advierten de que votar¨ªan en contra si se tramita con otros cambios no consensuados previamente.
La equiparaci¨®n fiscal del di¨¦sel a la gasolina es un acuerdo adquirido entre Espa?a y Bruselas para acelerar la transici¨®n verde y culminar la reforma fiscal aprobada parcialmente hace tres semanas en el Congreso. El Gobierno necesita que la Comisi¨®n valide los cambios para poder recibir el quinto pago de los fondos europeos ¡ªque asciende a los 7.200 millones de euros¡ª y los que recibieron luz verde en la C¨¢mara baja son insuficientes. Los grupos solo dieron su apoyo al tipo m¨ªnimo para las multinacionales, a una correcci¨®n t¨¦cnica en el impuesto sobre sociedades, a la permanencia del impuesto a la banca, a un ajuste para combatir el fraude en el IVA de los hidrocarburos y a una subida fiscal a las grandes inversiones en el IRPF y a los vapeadores.
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