Una ley educativa en tiempos del coronavirus
Es necesario ofrecer una respuesta diferencial a los centros en funci¨®n de su situaci¨®n
Se ha producido una cierta sorpresa en la opini¨®n p¨²blica al debatirse una ley educativa en tiempos de confinamiento. Aunque el tr¨¢mite de la ley se inici¨® hace varios meses, no es extra?o que una parte de la comunidad educativa se pregunte si es beneficiosa para los ciudadanos en estos meses convulsos.
Hay cuatro ¨¢mbitos que la experiencia de estos meses de confinamiento ha puesto de manifiesto en la educaci¨®n: c¨®mo aprenden los alumnos, la importancia que tiene la educaci¨®n emocional; la funci¨®n de los docentes y la gesti¨®n de la educaci¨®n. Veamos cada uno de ellos.
El aprendizaje durante el confinamiento ha subrayado que se aprende mejor de forma personalizada, con metodolog¨ªas activas, con proyectos en los que los alumnos trabajen en colaboraci¨®n, en donde se pueda dar una respuesta a la diversidad. Los alumnos necesitan el di¨¢logo con el profesor o profesora y la comunicaci¨®n con los compa?eros. Se aprende con los otros. Se aprenden conocimientos, pero tambi¨¦n actitudes y valores. El proyecto de ley apuesta por avanzar en esta direcci¨®n.
Otro de los aprendizajes durante el confinamiento ha sido la importancia de la tecnolog¨ªa. No como la soluci¨®n educativa, sino como una estrategia para que los alumnos aprendan a seleccionar la informaci¨®n y a organizarla y se sientan motivados para continuar aprendiendo. Es preciso mejorar la digitalizaci¨®n de los centros docentes y conseguir que todos los alumnos puedan acceder a los sistemas tecnol¨®gicos para no quedarse atr¨¢s. Las nuevas dotaciones presupuestarias caminan en esa direcci¨®n.
Junto con ello, hay una constataci¨®n que se nos estaba olvidando: la importancia de aprender en la naturaleza. El confinamiento nos ha puesto de manifiesto que necesitamos salir, ir a los parques, al mar, a la monta?a, escuchar el rumor de los r¨ªos y sentir el aire fresco de los bosques. Es el momento de pensar que el contacto con la naturaleza no es solo un deseo por estar confinados tanto tiempo. La conexi¨®n con la naturaleza es un valor educativo de enorme importancia. Debemos cuidarla y protegerla para disfrutarla nosotros y para legarla en mejores condiciones a las nuevas generaciones en coherencia con los objetivos de la Agenda 2030.
El segundo ¨¢mbito se refiere a la educaci¨®n emocional. La experiencia del confinamiento ha puesto en primer plano la relevancia de esta dimensi¨®n para el bienestar de los alumnos, lo que a su vez tiene un enorme impacto en su compromiso con el aprendizaje. Es necesario que este tipo de educaci¨®n se incluya entre los objetivos prioritarios de los centros y sea una de las preocupaciones principales de la comunidad educativa. Un ¨¢mbito que la ley educativa sit¨²a en un primer plano.
Adem¨¢s de este compromiso del conjunto del centro, ser¨ªa necesario que hubiera un tiempo semanal para la educaci¨®n socioemocional en todos los cursos. Lo deseable es que fuera en la hora de tutor¨ªa. Existir¨ªan unos ejes curriculares orientativos, materiales, intercambios de experiencias y programas de formaci¨®n de los docentes.
El tercer ¨¢mbito es el reconocimiento de la tarea imprescindible de los docentes. El confinamiento ha mostrado su compromiso con los alumnos y su capacidad de adaptarse a una situaci¨®n nueva e inexplorada como es ense?ar a distancia a alumnos que nunca hab¨ªan vivido esta forma de aprender. Tambi¨¦n ha puesto de manifiesto la importancia de que las administraciones educativas sean conscientes de que deben preocuparse y cuidar del equilibrio emocional de los docentes para que puedan mantener a lo largo de los a?os el esfuerzo sostenido para ense?ar con ilusi¨®n a las nuevas generaciones.
Una de las iniciativas que parece ya imprescindible es alcanzar un acuerdo que facilite el desarrollo profesional de los docentes. El dise?o consensuado de esta carrera profesional deber¨ªa indicar las competencias que el docente tendr¨ªa que manifestar, el sistema de evaluaci¨®n de las mismas y sus efectos para el desarrollo profesional. Una perspectiva que la ley apunta como algo necesario.
Finalmente, el cuarto ¨¢mbito se refiere a la gesti¨®n de la educaci¨®n. La pandemia ha puesto de manifiesto que existen enormes desigualdades en la educaci¨®n, tanto de centros como de alumnos. Las encuestas se?alan que en torno al 12% de los alumnos no tienen ordenadores en casa o conexi¨®n a Internet. Pero ese 12% como tantas otras diferencias no se distribuyen por igual en todos los centros. Por tanto, es necesario ofrecer una respuesta diferencial a los centros en funci¨®n de su situaci¨®n. Hay que modificar un modelo en el que las normas son iguales para todos ellos y establecer ratios y m¨®dulos econ¨®micos, distribuci¨®n de profesores y orientadores e incluso de tiempo lectivo de los docentes para que puedan responder mejor a las demandas de sus alumnos y de sus familias. Avanzar en la respuesta diferencial a los centros es una forma de expresar que esa misma din¨¢mica ha de orientar a los profesores cuando ense?an a sus alumnos en sus aulas.
El incremento de los recursos econ¨®micos que ha proporcionado el gobierno a las comunidades aut¨®nomas adaptados a su situaci¨®n espec¨ªfica es una senda en la que ser¨ªa necesario seguir avanzando. Los programas de refuerzo y de digitalizaci¨®n que la ley establece refuerzan esta tendencia.
Nos encontramos en un recodo de la historia educativa en el regreso a las aulas despu¨¦s del confinamiento. M¨¢s all¨¢ de los leg¨ªtimos debates sobre las relaciones entre la ense?anza p¨²blica y la concertada o sobre la ense?anza de la religi¨®n, se abren dos rutas. La primera nos ofrece avanzar por el camino de una ense?anza igual para todos los alumnos en aula, en la que el profesor es casi el ¨²nico referente, en la que la participaci¨®n de los alumnos es reducida y en la que los modelos de evaluaci¨®n son controles peri¨®dicos de contenidos de aprendizaje. La segunda ruta es la que apuesta por el aprendizaje activo y cooperativo, en la que los proyectos interdisciplinares y el contacto con la naturaleza son elementos importantes, en la que se le da una importancia fundamental a la educaci¨®n emocional y a la educaci¨®n en valores, en la que se est¨¢ convencido de que todos los alumnos han de progresar de acuerdo con sus posibilidades y en la que los centros reciben un apoyo de las administraciones educativas en funci¨®n de sus necesidades y de sus proyectos. Este camino es el que impulsa el reciente proyecto de ley.
?lvaro Marchesi es profesor em¨¦rito de la Universidad Complutense de Madrid y fue director general y secretario de Estado de Educaci¨®n desde 1986 a 1996.
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