Futuros maestros trazan el camino para elaborar un aceite ¨¦tico en la provincia de Ja¨¦n
Profesores y alumnos del centro universitario SAFA de ?beda impulsan una c¨¢tedra de buenas pr¨¢cticas en el sector olivarero
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Lidia Gonz¨¢lez, alumna de cuarto curso del grado de Educaci¨®n Primaria, ha trasladado esta semana sus clases hasta una finca olivarera de ?beda (Ja¨¦n). All¨ª, junto a sus compa?eros Juan Jes¨²s Vargas, Lurdes Mar¨ªn, Mar¨ªa del Mar Serrano y Mar¨ªa Isabel Ruiz, ha compartido experiencias con los inmigrantes subsaharianos que cada a?o acuden a recoger la aceituna. ¡°Lo que m¨¢s impacta es la dureza del trabajo y el desarraigo que sufren estos temporeros¡±, se?ala Gonz¨¢lez, que conoce bien, por tradici¨®n familiar, el modo de vida del sector ole¨ªcola, casi un monocultivo en la provincia de Ja¨¦n, con 66 millones de olivos.
La clase pr¨¢ctica en pleno tajo aceitunero ha recuperado de alguna manera el esp¨ªritu con el que, hace varios cursos, naci¨® la C¨¢tedra de ?tica y Responsabilidad Social en el centro universitario en el que estudian, el SAFA de ?beda, adscrito a la Universidad de Ja¨¦n. Lo hizo abordando la problem¨¢tica de la acogida de la poblaci¨®n migrante que cada a?o llega a la campa?a de recolecci¨®n de la aceituna en Andaluc¨ªa. ¡°Hemos hecho propuestas para mejorar el alojamiento y las condiciones sociolaborales de esta poblaci¨®n intentando implicar a los empresarios¡±, subraya Jos¨¦ Luis Soto, profesor de ?tica y miembro de esta c¨¢tedra. En el centro, perteneciente a la Compa?¨ªa de Jes¨²s, estudian varias especialidades de Magisterio cerca de 500 alumnos y dan clase una treintena de profesores.
La c¨¢tedra est¨¢ inspirada en la llamada econom¨ªa del bien com¨²n, un modelo alumbrado por el austriaco Christian Felber, seg¨²n el cual existe un sistema alternativo al capitalismo y al comunismo basado en la cooperaci¨®n y con el objetivo principal de maximizar el bienestar de la sociedad. ¡°Buscamos la formaci¨®n de las cuatro C: ciudadanos conscientes, competentes, comprensivos y comprometidos con su entorno y con una sociedad justa¡±, asegura Antonio Almagro, director de la c¨¢tedra, que este a?o ha dado un paso adelante creando el grupo de trabajo sobre Aceite ¨¦tico: el futuro de los aceites de oliva.
Preguntas como qu¨¦ se entiende por aceite ¨¦tico, qu¨¦ pasos hay que dar para obtener un sello de calidad ¨¦tica para el aceite o si tienen futuro los aceites de oliva no ¨¦ticos son algunas de las que surgen en este proceso de reflexi¨®n sobre las buenas pr¨¢cticas dentro del potente sector ole¨ªcola espa?ol. ¡°Ese tipo de empresas que no piensan su tarea s¨®lo desde s¨ª mismas, desde su beneficio, sino teniendo tambi¨¦n en cuenta qu¨¦ es lo que puede necesitar el contexto, qu¨¦ es lo que puede precisar su entorno, en que ganen todos, la empresa que piensa en beneficiar a todos los afectados por su actividad, genera aliados, amigos y no adversarios y la sociedad la siente como parte suya, como una ciudadana m¨¢s¡±, reflexiona la fil¨®sofa Adela Cortina, que da nombre a la c¨¢tedra del centro ubetense.
?Y qu¨¦ ser¨ªa entonces el aceite ¨¦tico? ¡°El que es bueno por s¨ª mismo, y que cuando se produce con justicia, beneficia al conjunto de la sociedad. Un conjunto que en los tiempos que corren, en un mundo que es ya global, alcanza a todos los confines de la tierra. Podemos decir que a la empresa que no act¨²e ¨¦ticamente se le cerrar¨¢n puertas¡±, concluye la catedr¨¢tica em¨¦rita de ?tica de la Universidad de Valencia.
Del terreno en las fincas olivareras a la reflexi¨®n, la c¨¢tedra, que naci¨® con el apoyo de la universidad jienense y, de modo especial, de los profesores Concepci¨®n Mart¨ªnez y Santiago Ja¨¦n, intenta adem¨¢s completar el camino llevando sus propuestas de vuelta a la sociedad, intentando implicar a los agentes sociales y las empresas para que incorporen sus orientaciones a sus pr¨¢cticas cotidianas. Con herramientas como el manual del bien com¨²n 5.0, que recoge como aspectos esenciales para lograr esos fines la dignidad humana, la solidaridad y justicia, sostenibilidad medioambiental, transparencia y participaci¨®n democr¨¢tica. As¨ª, el aceite ¨¦tico necesitar¨ªa algo m¨¢s que un sello ecol¨®gico. ¡°De lo que se trata es que todos esos principios est¨¦n contemplados en los procesos de producci¨®n y comercializaci¨®n del aceite de oliva, incluyendo las pr¨¢cticas laborales; lo ¨¦tico y lo ecol¨®gico no tienen que ir a contracorriente de lo que es rentable desde un punto de vista empresarial¡±, aclara el profesor Jos¨¦ Luis Soto.
De momento, todav¨ªa son pocos los empresarios que se dan por aludidos. Algunas excepciones vienen de la mano de diversas aceiteras de la Subb¨¦tica cordobesa o la firma Aceites Vallejo, de Torredonjimeno (Ja¨¦n), que ya disponen de un distintivo que acredita su apuesta por la seguridad e inocuidad alimentaria, la gesti¨®n de la calidad y el cuidado al medio ambiente como pilares fundamentales en su gesti¨®n. ¡°El objetivo final es que la mayor parte de las empresas ole¨ªcolas puedan contar con un sello de calidad del bien com¨²n totalmente homologado¡±, remarca Soto. ¡°Al final se logra el efecto mariposa, es decir, que las peque?as cosas que hacemos generen un efecto y una gran repercusi¨®n en una comunidad o en un sector econ¨®mico¡±.
De este modo, lo que empez¨® siendo un foro de reflexi¨®n sobre la habitabilidad de los temporeros que llegan a la campa?a de la aceituna se ha convertido en una plataforma de conocimiento para alumnos y profesores sobre la ¨¦tica y la responsabilidad social, algo que para la fil¨®sofa Adela Cortina ¡°es una garant¨ªa de supervivencia para las empresas¡±.
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