Las universidades privadas copan el 63% de las plazas ofertadas de m¨¢ster con el impulso de los gobiernos auton¨®micos
Este 2023-2024, por primera vez los inscritos en estos campus (50,2%) han superado a los de la p¨²blica por su pujanza en el ¨¢rea de las ciencias sociales
A mediados de julio, en la Comisi¨®n delegada de la Conferencia General de Pol¨ªtica Universitaria ¨Dque re¨²ne a los directores generales con el Ministerio de Ciencia, Innovaci¨®n y Universidades¨D se expuso el n¨²mero de plazas de grado o posgrado oficial (no t¨ªtulos propios) que van a ofertar las universidades el pr¨®ximo curso (2024-2025) y los resultados son sorprendentes: el 63% de la disponibilidad en m¨¢ster se concentra en los campus privados. ¡°Con este reparto ya tienen la mayor cuota de mercado. Ahora lo que necesitan es atraer a los clientes. Tienen el espacio para correr¡±, resume un experto universitario.
Cierto es que muchas universidades privadas, 11 menos en funcionamiento que las p¨²blicas, piden m¨¢s asientos de la cuenta por si lograsen llenar; pero tambi¨¦n es verdad que muchos gobiernos auton¨®micos les dan manga ancha, mientras racanean fondos a sus campus p¨²blicos, que dejan fuera a centenas de estudiantes deseosos de entrar en sus titulaciones. Aunque el deseo de impartir una ense?anza personalizada y de calidad frena tambi¨¦n a veces a los rectorados a la hora de ampliar cupo.
El curso pasado (2023-2024), por primera vez en la historia, los matriculados en posgrados oficiales privados superaron a los de la p¨²blica: 145.300 (el 50,2%). Una diferencia m¨ªnima en porcentaje, que no se corresponde con ese 63% de las plazas disponibles en sus manos. ¡°Hace a?o y medio los fondos de inversi¨®n decidieron centrarse en la FP Superior, pero ahora han vuelto a interesarse¡±, explica un ejecutivo que busca pelotazos. Las cifras reafirman el porqu¨¦. Aunque el crecimiento de matriculados tendr¨¢ que frenarse porque el decreto que criba la calidad de las universidades ¨Dque hay que cumplir para no cerrar¨D fuerza a que la mitad de los estudiantes sean de grado. De esta forma el Gobierno ha intentado parar el enorme negocio de muchas privadas online que son como un chiringuito que oferta formaciones no regladas y de calidad dudosa.
¡°Se empieza a priorizar las universidades privadas y a haber una l¨®gica concertada, dando subvenciones a las privadas¡±, argumenta Carles Rami¨°, exvicerrector de Planificaci¨®n de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (p¨²blica). ¡°Ya no es simplemente que las privadas hagan negocios, no, es ayudarlas. Veo que ya es una din¨¢mica absolutamente estructural, es terrible, porque si una cosa ha funcionado bien en Espa?a es la Universidad. Todas las p¨²blicas, hasta las m¨¢s mediocres, han funcionado bien y son buenas. Con el poco dinero invertido, los resultados son excelentes¡±. La prueba es que su producci¨®n cient¨ªfica, medida en infinidad de m¨¦tricas, est¨¢ muy por encima de su nivel de financiaci¨®n.
En una d¨¦cada, los matriculados de m¨¢ster en centros privados se han casi triplicado, desde los 55.000 de 2015. La clave est¨¢ en la ense?anza online. Mientras las instituciones p¨²blicas solo acogen a 12.000 inscritos en esta modalidad, en la privada alcanzan los 90.700. Y, sobre todo, en la sobredimensionada oferta del ¨¢rea de conocimiento de ciencias sociales y jur¨ªdicas (son 7 de cada 10 inscritos en la privada y el 60% de la tarta total de oferta de posgrados).
Para ejercer de profesor o de psic¨®logo sanitario se exige un m¨¢ster habilitante y las p¨²blicas, con un coste mucho menor y casi siempre m¨¢s prestigio, no pueden asumir ni de lejos esa demanda, con hasta 10 solicitudes por asiento. En ciencias de la salud hubo este curso 6.000 matriculados m¨¢s en la privada y 34.000 en ciencias sociales, pero cierra la brecha que tienen pocos alumnos en humanidades, ciencias e ingenier¨ªas, que requieren en muchos casos m¨¢s medios para impartirse o resultan menos rentables.
Las diferencias de oferta privada entre autonom¨ªa son abismales. Para empezar, cuatro autonom¨ªas no albergan universidades privadas (Baleares, Asturias, Extremadura y Castilla-La Mancha) y otras est¨¢n arrancando. Eso explica que solo el 2% de las plazas de posgrado ofertadas en Andaluc¨ªa sean privadas: solo hay una en funcionamiento (Loyola), dos empezar¨¢n las clases en los pr¨®ximos dos cursos y el 24 de julio pasado se aprobaron dos. En total, cuatro nuevas en 10 meses.
La todopoderosa UNIR, a distancia, acapara casi todas las plazas de La Rioja: en el curso 2023-2024 matricul¨® a 45.000 estudiantes en posgrado frente a los 600 de la p¨²blica hom¨®nima (Unirioja). Esta tem¨ªa que UNIR comenzase a ofrecer titulaciones presenciales en la regi¨®n, pero la privada se ha comprometido a no hacerlo sin su visto bueno.
La agilidad de las privadas
En Madrid, donde los centros privados doblan a los p¨²blicos (6 frente a 13) y se concentran el 20% de los estudiantes de posgrado de Espa?a, el Gobierno auton¨®mico ha dejado el 69% de estas plazas en manos de las privadas, no todas de calidad. A los rectores de la p¨²blica les preocupa sobre todo su infrafinanciaci¨®n, pero tambi¨¦n la apuesta regional por la privada. Los estudiantes optan por sus facultades claramente en grado ¨Dmuchas privadas se nutren de los alumnos que no entran en la p¨²blica¨D y algo menos en m¨¢ster. Las privadas, con menos burocracia, son m¨¢s ¨¢giles en ofrecer estudios que reclama el mercado y eso les hace muy atractivas.
¡°El mapa global est¨¢ disparatado. Se est¨¢ creando una burbuja particularmente grave, que va a estallar seguro en 5, 10 o 15 a?os. Arrastrar¨¢ a las privadas y luego a las p¨²blicas¡±, asegur¨® la rectora de la Aut¨®noma de Madrid, Amaya Mendikoetxea, en un acto en Madrid el pasado abril. ¡°Estoy a favor de las privadas de calidad que investigan¡±.
El 60% de la oferta de Castilla y Le¨®n es privada, como el 53% en Murcia o el 47% en Catalu?a, con la peculiaridad de que la UOC (Universitat Oberta de Catalunya) tiene precios p¨²blicos ¨Dest¨¢ impulsada por la Generalitat¨D, aunque con gesti¨®n privada.
¡°Lo que m¨¢s me preocupa es que estamos con una pinza, la derecha nos quiere destruir [a la universidad p¨²blica], pero la izquierda, con su buenismo, tambi¨¦n nos destruye¡±, prosigue Rami¨°, autor del controvertido libro La universidad, en la encrucijada. ¡°Hay que terminar con la dicotom¨ªa perversa de todo lo que no es p¨²blico es privado y viceversa. No se admiten grises. Si miramos los pa¨ªses de nuestra tradici¨®n y entorno, Francia y Portugal, han cambiado y admiten grises. Son p¨²blicas, pero tienen la capacidad de actuar como un ente privado¡±.
¡°Estamos alimentando a las universidades privadas porque las p¨²blicas tenemos una regulaci¨®n tan estricta que nos ata las manos y adem¨¢s, con una financiaci¨®n m¨¢s bien escasa, no podemos hacer nada¡±, sostiene Rami¨°. Y pone el ejemplo de un m¨¢ster habilitante en abogac¨ªa de la UPF Barcelona School of Management, una escuela de negocios privada de la Pompeu en la que est¨¢ implicado. Su posgrado no tiene el precio de la p¨²blica (1.500 euros), ni de la privada (10.000), cuenta, si no 5.000 euros. ¡°Eso nos permite tener los mejores profesionales, abogados, jueces... [al no contar con los bajos salarios de la p¨²blica] y tienen aseguradas unas pr¨¢cticas con las que recuperan 3.000 euros. Pero se nos ve mal, que estamos privatizando. No se nos deja hacer maestr¨ªas por 10.000 euros que tendr¨ªan un nivel mundial¡±.
Rami¨° alerta de que pronto est¨¢ el d¨ªa en el que los grandes investigadores de la p¨²blica se decanten por la privada, capaz de ofrecer mucho mejores sueldos sin ajustarse a unas tablas salariales.
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