Los ¨²ltimos an¨¢lisis del desaf¨ªo soberanista de Catalu?a
Las firmas de EL PA?S explican los ¨²ltimos movimientos del proceso independentista de Catalu?a
Columna | Esto va de nacionalismo; por Jos¨¦ Ignacio Torreblanca
Con una asombrosa candidez, Puigdemont confes¨® el pasado domingo que al carecer de la fuerza necesaria en el Parlamento, se ve¨ªa obligado a forzar la ley desde la calle y mediante la presi¨®n popular. Convertirse en v¨ªctima para justificar la ilegalidad y asaltar la democracia en nombre de ese victimismo es puro fascismo
Tribuna | El descarrillamiento del 'proc¨¨s'; por Eduardo Mendoza
Los recursos intelectuales del gobierno actual son, por decirlo de alg¨²n modo, limitados. Rega?a, llama al orden y amenaza, todo lo cual da el resultado contrario al que busca, si es que busca resolver el conflicto y no encrespar los ¨¢nimos con fines electorales. El recurso a la legalidad dif¨ªcilmente surte efecto cuando ni este Gobierno ni ninguno ha demostrado mucha preocupaci¨®n por las leyes a la hora de manejar los dineros propios y ajenos.
Tribuna | ?'Qu¨® vadis Maza'?; por Baltasar Garz¨®n
Cuenta la tradici¨®n que cuando Pedro, avergonzado porque Cristo le record¨® que de nuevo iba a ser abandonado, decidi¨® regresar a Roma, se port¨® con valent¨ªa y sobrellev¨® la crucifixi¨®n dignamente con el consuelo del buen trabajo realizado. Yo dir¨ªa que el fiscal Maza est¨¢ recorriendo el camino equivocado. Roma est¨¢ sin duda en la otra direcci¨®n, ser¨ªa preciso tal vez que diera la vuelta. Aunque a lo mejor teme que le crucifiquen.
Tribuna | Democracia y naci¨®n; por Jos¨¦ ?lvarez Junco
El 2 de octubre deber¨ªamos sentarnos unos frente a otros, respet¨¢ndonos e intentando entender nuestras respectivas emociones; y negociando sobre lo ¨²nico negociable: poderes, competencias, recursos. Esperemos que, para entonces, no haya habido que lamentar desgracias irreparables.
Tribuna | Romper la coalici¨®n independentista; por Llu¨ªs Orriols
Un Gobierno con verdadera vocaci¨®n de resolver la crisis territorial catalana deber¨ªa dirigir sus esfuerzos a romper la coalici¨®n independentista y recuperar, de nuevo, la lealtad de los federalistas catalanes. Pero, para lograrlo, es necesario poner encima de la mesa reformas que muy probablemente generar¨ªan una gran hostilidad en el resto de comunidades aut¨®nomas.
Tribuna | El mundo nos mira; por Llu¨ªs Bassets
Catalu?a ha irrumpido de nuevo, y esta vez todav¨ªa con m¨¢s fuerza, en una agenda tan competitiva como es la de la actualidad internacional. Es una noticia de amplio y profundo alcance, especialmente europeo, que el gobierno regional de uno de los pa¨ªses miembros de la UE convoque de forma unilateral un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, en vulneraci¨®n de la legislaci¨®n constitucional, sin base jur¨ªdica alguna en el derecho internacional y contraviniendo las ¨®rdenes de los tribunales y del Gobierno central.
Columna | Sin reconocimiento no hay independencia; por Mariola Urrea
Una declaraci¨®n de independencia del Parlament constatar¨ªa simplemente una realidad, pero no desplegar¨ªa todos los efectos que persigue sin el reconocimiento de un n¨²mero significativo de Estados. De hecho, es este reconocimiento el que transforma una situaci¨®n f¨¢ctica en una realidad pol¨ªtica definitiva y reconocible jur¨ªdicamente para la comunidad internacional.
Tribuna | Movilizaciones y democracia; por Antonio Elorza
Tras a?os de pasividad, la decisi¨®n del Estado parece tambi¨¦n inequ¨ªvoca, y resulta avalada por la degradaci¨®n de la democracia impuesta desde la Generalitat. No todo est¨¢ resuelto, sin embargo. La base social de la democracia aclamativa es en Catalu?a muy amplia, y el Govern ha invitado ya a ¡°ocupar la calle¡±, esgrimiendo el victimismo. La violencia puede convertirse en protagonista, a partir del 11-S, y su alcance y resultados son impredecibles.
Tribuna | El verdadero problema catal¨¢n; por F¨¦lix Ovejero
El problema catal¨¢n, para decirlo claro, es el nacionalismo, cuyo programa ¨²ltimo, el de ahora, es la quintaesencia de la limitaci¨®n de derechos: la creaci¨®n de un nuevo Estado mediante la apropiaci¨®n de una parte de la poblaci¨®n y del territorio de un Estado preexistente.
Claves | Buscar una salida; por Sandra Le¨®n
Resulta una inc¨®gnita qu¨¦ ocurrir¨¢ tras el 1-O en Catalu?a. Una predicci¨®n optimista es que tras la consumaci¨®n del refer¨¦ndum y el fin de la movilizaci¨®n se abrir¨¢ una nueva fase que dejar¨¢ paso a la negociaci¨®n pol¨ªtica. La visi¨®n pesimista es que entre el 2-O y el momento en que finalmente el conflicto se aborde pol¨ªticamente pasar¨¢ un largo tiempo en el que el enfrentamiento continuar¨¢.
Claves | Dos leyes; por Jorge Galindo
si uno es funcionario en Catalu?a se enfrenta a una tesitura sin parang¨®n en la historia reciente de nuestro pa¨ªs: debe escoger entre dos legalidades vigentes que se contradicen entre s¨ª. Una, la que proviene del Estado, de su Constituci¨®n y de sus sistemas legislativo y judicial. La otra viene del Parlament y de la Generalitat. El momento de la verdad ha llegado: ?c¨®mo elegir?
El Factor Humano | El Brexit y el l¨ªo catal¨¢n; por John Carlin
Si el refer¨¦ndum sobre el Brexit fue absurdamente opcional, un refer¨¦ndum legal en Catalu?a es necesario, entre otras cosas por una cuesti¨®n de respeto b¨¢sico a la clara mayor¨ªa de catalanes que lo desea. Los que no lo ven o no lo admiten tendr¨¢n que aceptar su cuota de culpabilidad hist¨®rica, especialmente en el probable caso de que el l¨ªo catal¨¢n se vuelva m¨¢s feo de lo que ya es.
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