Una naci¨®n de visionarios
En el Amazonas peruano, los ind¨ªgenas wampis se han unido y creado su propio Gobierno aut¨®nomo para defender su territorio de la miner¨ªa ilegal y de los vertidos de fuel, entre otras amenazas
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En un territorio algo mayor que la regi¨®n de Murcia viven 20.000 personas. Son los wampis. Aqu¨ª no hay carreteras, y los dos principales cursos de agua ¡ªlos r¨ªos Santiago y Morona, o tambi¨¦n Kanus y Kankin en su lengua materna¡ª son la ¨²nica v¨ªa de acceso para el comercio y el contacto con el mundo exterior. Lima, capital de Per¨², se encuentra al otro lado de Los Andes, a 1.500 kil¨®metros de all¨ª, en la des¨¦rtica costa del Pac¨ªfico. Las familias wampis son muy individualistas y estaban acostumbradas a vivir dispersas en la selva. Hasta la llegada de los misioneros y los colegios en la d¨¦cada de 1960 no se trasladaron y formaron comunidades alrededor de los edificios de las escuelas.
Mientras en noviembre de 2015 los l¨ªderes mundiales se preparaban para asistir a la Cumbre del Clima en Par¨ªs (COP21), en una aldea de R¨ªo Santiago llamada Soledad, en pleno territorio wampi, se tomaba una decisi¨®n hist¨®rica que pas¨® inadvertida a los principales medios de comunicaci¨®n. Los representantes de m¨¢s de 200 comunidades ind¨ªgenas de esta etnia anunciaban la creaci¨®n del Gobierno Territorial Aut¨®nomo de la Naci¨®n Wampis, el primero de esta naturaleza en todo el Amazonas, con su propia Constituci¨®n, su Parlamento y sus ¨®rganos ejecutivos. "Seguiremos siendo ciudadanos peruanos", afirma Andr¨¦s Noningo, de 62 a?os, y uno de sus visionarios l¨ªderes, "pero ahora tenemos nuestro propio Gobierno responsable de nuestro territorio. Esto nos permite protegernos de las empresas y los pol¨ªticos que no son capaces de ver m¨¢s que oro y petr¨®leo en nuestros r¨ªos y nuestros bosques". Para ello se basan en el convenio ILO 169 de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, y en la Declaraci¨®n de Naciones Unidas sobre Derechos de Pueblos Ind¨ªgenas del 2007, ambos ratificados por el Per¨². Sin embargo, el Ejecutivo nacional no se ha pronunciado todav¨ªa sobre esta situaci¨®n.
En Per¨² ha existido siempre una desconfianza mutua entre los ind¨ªgenas y el Gobierno, como mostr¨® la masacre de Bagua en 2009. A ra¨ªz de la aprobaci¨®n de nuevas leyes que facilitaban el acceso de las industrias extractivas a las tierras ind¨ªgenas, se produjeron protestas que acabaron con la muerte de m¨¢s de 30 personas entre ind¨ªgenas y polic¨ªas.
Cuando el Gobierno habla de desarrollo se refiere a la explotaci¨®n de nuestros recursos: oro, petr¨®leo, madera... Esto amenaza nuestros medios de vida ?Andr¨¦s Noningo, miembro del Consejo de Ancianos de la Naci¨®n Wampis
"Tras la masacre de Bagua, las relaciones entre el Gobierno peruano y las organizaciones ind¨ªgenas tocaron fondo", cuenta Noningo, que es miembro del Consejo de Ancianos de la Naci¨®n Wampis. "Cuando el Gobierno peruano habla de desarrollo", contin¨²a, "se refiere a la explotaci¨®n de nuestros recursos: oro, petr¨®leo, madera... Esto amenaza nuestros medios de vida. Por eso hemos creado nuestro Gobierno aut¨®nomo; para asegurar que tambi¨¦n las futuras generaciones vivan bien". La tierra wampis declarada "territorio integral" incluye el subsuelo (morada de Nunkui, la madre tierra) y el cielo (Nayaim), que creen es el hogar de los esp¨ªritus de los ancestros.
Miner¨ªa ilegal y vertidos de fuel
Las concesiones del Estado y los diversos proyectos hidroel¨¦ctricos no son las ¨²nicas amenazas al territorio wampis. La fuga de petr¨®leo de Mayuriaga, un oleoducto corro¨ªdo construido hace cuatro d¨¦cadas, afect¨® a 30 kil¨®metros de quebrada antes de contaminar el r¨ªo Morona, de mayor tama?o, y perjudicar a toda la poblaci¨®n que vive aguas abajo. En los trabajos de recuperaci¨®n, todav¨ªa en curso, se emplear¨¢ a casi 500 personas durante un a?o. Cada palmo de tierra y cada una de las plantas que han estado en contacto con el crudo han quedado destruidos.
Es d¨ªa de pago y Michael Wampankito Ungum, de 25 a?os, recorre a pie los 13 kil¨®metros que separan Mayuriaga, su comunidad, de la fuga de petr¨®leo. Michael es diputado del Gobierno wampis y, al igual que muchos otros miembros de su comunidad, trabaja para la compa?¨ªa petrolera estatal Petroper¨² limpiando el escape. "Esta rama del obsoleto Oleoducto Norperuano conecta la regi¨®n de Tigre, 200 kil¨®metros m¨¢s al interior del Amazonas, con la costa, y su vida ¨²til finaliz¨® hace tiempo, raz¨®n por la cual las fugas son cada vez m¨¢s frecuentes", describe. La comunidad de Mayuriaga ha iniciado un procedimiento para solicitar una indemnizaci¨®n por la contaminaci¨®n de una parte de su territorio, fundamental para su supervivencia.
Al mismo tiempo, los mineros ilegales del oro est¨¢n a punto de convertir esta tierra virgen en otra pesadilla peruana como Madre de Dios. Aparte del impacto directo en el paisaje, esta pr¨¢ctica suele incluir el uso de mercurio, cuyos residuos contaminan el agua y entran en la cadena alimentaria. En la regi¨®n de Santiago, la miner¨ªa del oro es muy atractiva. Utilizando una m¨¢quina se puede recoger entre 20 y 120 gramos al d¨ªa, lo que equivale a entre 600 y 3.000 d¨®lares, una cantidad de dinero muy elevada para una regi¨®n econ¨®micamente marginal.
"Cultivamos esta tierra desde la ¨¦poca de mi abuelo", recuerda Rogelio Padilla, de 43 a?os, mientras ense?a c¨®mo era antes la chacra de su familia. "Cuando llegaron los mineros ilegales, se comportaron como si la tierra fuese suya". Las chacras son parcelas de tierra ancestrales que pertenecen a la comunidad pero que las familias individuales utilizan temporalmente. Durante el d¨ªa, la familia suele dedicar el tiempo a trabajar en la suya. Los cultivos habituales son, entre otros, la banana y la yuca, que constituyen los componentes principales de la dieta wampis.
Cuando se destruye un bosque es imposible cuantificar las p¨¦rdidas para la comunidad
Adem¨¢s, cada vez son m¨¢s habituales las peque?as plantaciones de cacao que permiten cambiar parte de la producci¨®n por dinero. Aunque este ¨²ltimo no es fundamental para sobrevivir, es ¨²til para comprar gasolina para los medios de transporte, ropa, paneles solares, y cada vez m¨¢s para la educaci¨®n superior de los hijos. Cuando se destruye un bosque que podr¨ªa mantener a generaciones de personas es imposible cuantificar las p¨¦rdidas para la comunidad.
Las quebradas son cruciales para la vida diaria de las comunidades wampis como fuente de agua potable y de pescado. La seguridad alimentaria no es un problema en la zona, y un territorio bien conservado puede proporcionar sustento a toda la poblaci¨®n, lo que hace que las tierras tengan un valor incalculable. A los wampis les gusta decir que los bosques son su "supermercado". La selva amaz¨®nica recibe el sobrenombre de "pulmones del planeta" por su capacidad para fijar el di¨®xido de carbono y mitigar el cambio clim¨¢tico. Un estudio de la Universidad de Stanford calcula que esta selva almacena cerca de 17.000 toneladas de carbono superficial, m¨¢s de tres veces las emisiones anuales de Estados Unidos.
No todos los peligros provienen del exterior. Tras d¨¦cadas de homogeneizaci¨®n cultural, gran parte del conocimiento ind¨ªgena corre el riesgo de caer en el olvido, y la Constituci¨®n de la Naci¨®n Wampis aspira a conservarlo. La cultura wampis pone de manifiesto el profundo apego de este pueblo a la naturaleza. Para ellos, los bosques y las monta?as son sagrados, y esconden cascadas en las que los aspirantes a guerreros visionarios buscan orientaci¨®n durante el ritual de la ayahuasca.
Hoy en d¨ªa, los j¨®venes est¨¢n confusos y desorientados entre el modelo de sociedad de consumo que aprenden en el colegio y los valores tradicionales que les ense?an sus padres, afirma Kefren Gra?a, un exmaestro de 45 a?os y ministro de Educaci¨®n de la naci¨®n wampis. Kefren fomenta el uso de plantas alucin¨®genas como un medio fundamental para restablecer la conexi¨®n con la naturaleza. "La ayahuasca, el tabaco y el to¨¦ son nuestra universidad".
La Constituci¨®n de la Naci¨®n Wampis aspira a conservar los conocimientos ind¨ªgenas, a punto de caer en el olvido
Las visiones son fundamentales para la cultura wampis. As¨ª las describe Andr¨¦s Noningo: "Nuestros ancestros se dieron cuenta de que los animales hablaban y de que hasta la tierra se mov¨ªa, y se preguntaron de d¨®nde ven¨ªan esos animales, cu¨¢l era el origen del aire que respiramos, qui¨¦n cuidaba de los ¨¢rboles, cu¨¢l es el origen de la vida. Para buscar el conocimiento, nuestros visionarios pasaban hasta tres meses en la selva. Ellos nos ense?aron que los animales y los ¨¢rboles son gente como nosotros, y que tienen guardianes que los protegen. Por eso, nuestros antepasados pudieron ense?arnos d¨®nde viven los animales, d¨®nde se reproducen, qu¨¦ tierras son f¨¦rtiles y cu¨¢les son improductivas, d¨®nde cultivar y c¨®mo cazar respetuosamente utilizando nuestros anent, los cantos sagrados que aseguran que tratamos a todos los seres vivos con dignidad".
Guerreros convertidos en estadistas
Despu¨¦s de m¨¢s de 50 reuniones de las comunidades y de 15 asambleas generales, el 29 de noviembre de 2015 naci¨® en esta aldea remota el Gobierno Ind¨ªgena Aut¨®nomo de la Naci¨®n Wampis. Su creaci¨®n se anunci¨® al mundo a trav¨¦s del primer correo electr¨®nico enviado desde Soledad. La comunicaci¨®n, dependiente sobre todo de una serie de estaciones de radio y de una red de tel¨¦fonos p¨²blicos estatales por sat¨¦lite, desempe?a un papel cada vez m¨¢s importante en la zona. Wrays P¨¦rez, de 55 a?os es el presidente (pamuk) del Gobierno Aut¨®nomo de la Naci¨®n Wampis. El Congreso est¨¢ compuesto por 96 representantes de todas las aldeas, y la Constituci¨®n tiene 40 p¨¢ginas con disposiciones detalladas sobre los derechos y los deberes del Gobierno y sobre la administraci¨®n del territorio y la cultura.
Wrays P¨¦rez, de 55 a?os es el presidente (pamuk) del Gobierno Aut¨®nomo de la Naci¨®n Wampis.Hoy por hoy, los guerreros visionarios de la actualidad se han convertido en estadistas y han sentado un nuevo precedente en el Amazonas al crear un Gobierno ind¨ªgena aut¨®nomo. "Mientras Per¨² y otros pa¨ªses hablaban de c¨®mo proteger los bosques tropicales en la Conferencia del Clima de Par¨ªs", dice? P¨¦rez, "nosotros dimos un paso concreto para contribuir a este objetivo mundial".
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