Esta noche va a meterse m¨¢s de 1.000 calor¨ªas: haga esto para evitarlo

No est¨¢ siendo un buen a?o para los madridistas. Tras perder en casa contra el Legan¨¦s, el?Real Madrid se ha quedado fuera de la Copa del Rey por cuarto a?o consecutivo y sigue hundido en la clasificaci¨®n de La Liga, a 17 puntos del l¨ªder. Con estos ¨¢nimos los hinchas del equipo se enfrentan esta tarde al partido de ida de octavos de la Champions contra el Paris Saint-Germain (PSG) en el Bernab¨¦u.

Y no solo es el baj¨®n: con una temporada as¨ª los jugadores de la formaci¨®n blanca est¨¢n regalando a sus seguidores alg¨²n kilo de m¨¢s; esta noche se podr¨ªan enfrentar a otras 1.000 calor¨ªas.

"El hambre emocional es algo compulsivo, no atiende a horarios y suele dirigirnos a comer alimentos llenos de az¨²cares, grasas y sal", ?ngela Quintas (experta en nutrici¨®n humana)

S¨ª, ser hincha de un equipo perdedor ¡ªo de uno en mala racha¡ª engorda. Una investigaci¨®n de mercado realizada durante la temporada 2004-2005 de la NFL (la liga nacional de f¨²tbol americano) conclu¨ªa que, los lunes siguientes a los domingos de partido, se consum¨ªa entre un 16% y un 28% m¨¢s de alimentos altos en calor¨ªas y grasas en la ciudad del equipo perdedor. En cambio, en la del ganador, entre un 9% y un 16% menos de comida basura. En aquellas que no tienen equipo no hab¨ªa diferencia con otros d¨ªas de la semana. Resultados similares se obtuvieron al repetir el an¨¢lisis entre los fans de equipos de f¨²tbol franceses.

"En el caso de que un adulto consuma cuatro cervezas durante una tarde de f¨²tbol", se?ala la nutricionista Mar¨ªa Astudillo, autora de La dieta ALEA, "habr¨¢ tomado m¨¢s de 12 gramos de etanol y m¨¢s de 400 calor¨ªas. Si acompa?a esas bebidas con una bolsa de patatas fritas, acabar¨¢ tomando m¨¢s de 1.000 calor¨ªas en una tarde de forma innecesaria, por lo que en seis tardes como esa habr¨¢ engordado un kilo".

En busca de serotonina y de hidratos

"Un atrac¨®n nos ayuda a sentirnos mejor puntualmente, pero no mejora nuestro estado de ¨¢nimo a largo plazo",?Jos¨¦ Viosca Ros (bioqu¨ªmico)

Tanto ganar como perder provoca reacciones qu¨ªmicas en el cuerpo. La euforia suprime el apetito porque el cerebro produce niveles m¨¢s altos de serotonina y dopamina, que aumentan la energ¨ªa y hacen que necesitemos menos alimentos.

Cuando nuestro equipo pierde, ocurre lo contrario y, entonces, buscamos la compensaci¨®n en la comida: alimentos que mejoran el estado de ¨¢nimo, como los frutos secos que poseen un efecto antiestr¨¦s sobre el organismo o el chocolate que contiene tript¨®feno, un potenciador de la serotonina.

Pero cualquier cosa parece en ese momento tener el poder de consolarnos: "La comida es una de las recompensas naturales, como el sexo y el agua, que activan los mecanismos cerebrales del placer", explica el bioqu¨ªmico Jos¨¦ Viosca Ros. "Estudios de imagen cerebral han reflejado que cuanto m¨¢s placentera es la comida, mayor es la liberaci¨®n de dopamina en el estriado", que es uno de los principales nodos de la red cerebral encargada de procesar el placer.

"Cuatro cervezas durante una tarde de f¨²tbol y una bolsa de patatas son m¨¢s de 1.000 calor¨ªas de forma innecesaria. En seis tardes habr¨¢ engordado 1 kilo", Mar¨ªa Astudillo (autora de La dieta ALEA)

A esto se une que a la hora de la merienda, m¨¢s o menos cuando se celebra la mayor¨ªa de los partidos, es en la que se segrega mayor cantidad de serotonina que, seg¨²n explica ?ngela Quintas, licenciada en Ciencias Qu¨ªmicas y experta en nutrici¨®n humana, "es una hormona que, adem¨¢s de intervenir en muchos procesos como regulaci¨®n del sue?o ¡ªgracias a la melatonina que produce¡ª, genera la necesidad de consumir hidratos de carbono".

El hambre emocional quiere m¨¢s calor¨ªas

"Con las buenas y las malas noticias muchas veces actuamos de forma parecida: con alcohol y un buen atrac¨®n. ?Por qu¨¦?", se pregunta Quintas, experta en nutrici¨®n humana. "Tenemos que diferenciar entre el hambre emocional y el real. El primero es una sensaci¨®n que se genera no por llevar tiempo sin comer sino por otros motivos. Es algo compulsivo, no atiende a horarios y suele dirigirnos a comer alimentos llenos de az¨²cares, grasas y sal. Eso inhibe las partes que controlan el estr¨¦s y las emociones, proporcionando mucha sensaci¨®n de bienestar justo despu¨¦s de ser ingeridos, aunque tambi¨¦n genera sentimientos de culpabilidad", apunta.

Viosca Ros, autor de El cerebro. Descifrar y potenciar nuestro ¨®rgano m¨¢s complejo, subraya que "comer nos ayuda a sentirnos mejor puntualmente (por definici¨®n, el placer es una sensaci¨®n moment¨¢nea)", pero duda de que sirva para cambiar el estado de ¨¢nimo, "entendido como algo duradero en el tiempo".

Lo que sabemos sobre la relaci¨®n de la dieta y el estado de ¨¢nimo "viene de (los escasos) estudios que indagan en c¨®mo los alimentos pueden ayudar en la prevenci¨®n y en el tratamiento de la depresi¨®n". As¨ª como las investigaciones cient¨ªficas buscan la forma en que la comida pueda ayudar a controlar el estado de ¨¢nimo, las evidencias que existen hasta el momento apuntan a que los beneficios no solo se obtienen de lo que se come sino que por el tiempo en que se prolonga esa alimentaci¨®n.

No estamos hablando de depresi¨®n ¡ªque es una enfermedad¡ª, pero las conclusiones de estos ensayos s¨ª le aplican. Si lo que pretende es subir su nivel de serotonina comeindo patatas de forma compulsiva: "La dieta puede ayudar a regular el estado de ¨¢nimo, pero ninguna funciona a base de atracones, tiene que ser un h¨¢bito prolongado en el tiempo", zanja Viosca.

Todo lo contrario a lo que hace con sus amigos mientras ve un partido de f¨²tbol o a lo que se muestra en los anuncios. "El picoteo es malo per se", sentencia el dietista Juan Revenga. "Hay que comer cuando hay que comer, y ¡ªal ser posible¡ª sin m¨¢s distracciones que una charla en compa?¨ªa".

Qu¨¦ se puede comer durante el partido para no engordar