¡°En ?frica tenemos todo lo necesario para producir lo que comemos¡±

Abdou Dieng (Kaolack, 1955) es desde junio de 2016 director regional para ?frica occidental y central del?Programa Mundial de Alimentos (PMA). Antes se licenci¨® en Derecho Empresarial en su pa¨ªs natal, Senegal, y complet¨® un m¨¢ster en Econom¨ªa del Transporte en Marsella, Francia. En 1994, entr¨® en el sistema de Naciones Unidas, donde comenz¨® a trabajar para programa como coordinador de la log¨ªstica en Angola. Antes se hab¨ªa fogueado laboralmente con 10 a?os de experiencia en el sector privado senegal¨¦s. "Todos los africanos no quieren venir a Europa. Aquel que tiene trabajo e ingresos, que puede asegurarse la comida y escolarizar a sus hijos, no tiene necesidad de abandonar su pa¨ªs", declara el experto en el centro log¨ªstico del PMA en Las Palmas de Gran Canaria, donde ha acudido a principios de a?o para trabajar en el refuerzo de la colaboraci¨®n entre la organizaci¨®n y el Gobierno espa?ol y analizar la manera de optimizar su trabajo.

Como oficial logista del PMA, Dieng ha pasado por destinos como Italia, Hait¨ª, Nicaragua y Camer¨²n. Tras nueve a?os en esta ¨¢rea, fue ascendido a director de pa¨ªs en Guinea-Bissau y posteriormente, ocup¨® el mismo puesto en Costa de Marfil, Guinea, Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo y Etiop¨ªa. Ha formado parte de misiones como la de Rep¨²blica Centroafricana, donde fue coordinador humanitario entre diciembre de 2013 y mayo de 2014, y la misi¨®n de Naciones Unidas para la Respuesta de Emergencia al ?bola (UNMEER, por sus siglas en ingl¨¦s), donde fue coordinador en Guinea.

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Pregunta. ?Cu¨¢l es la evoluci¨®n que ha podido observar durante todos estos a?os de trabajo en el continente africano?

Respuesta. Lo que hoy pasa en ?frica es bastante complicado. A principios del siglo XXI, ten¨ªamos conflictos como el de Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, pero desde hace alg¨²n tiempo podemos observar un fen¨®meno nuevo que viene a a?adirse a estos conflictos que ya conoc¨ªamos: el terrorismo. Antes hab¨ªa guerras entre etnias, entre estados. Ahora, los estados ya no se pelean: todas las guerras se luchan en el interior de los pa¨ªses.

P. ?Y en lo que se refiere a la situaci¨®n socioecon¨®mica?

R. Lo que tambi¨¦n choca hoy, en el siglo XXI, en ?frica, es observar todas esas riquezas que se dan al lado de una miseria injustificable. Para m¨ª, el hecho de comer es un derecho, como dicen los brasile?os. Figura en su constituci¨®n y si no tienes para comer, el estado te ayuda a alimentarte. Hoy, en ?frica, hay mucha gente que no puede asegurar su alimentaci¨®n, que no puede escolarizar a sus hijos, que no puede sanar a su familia, que no tiene trabajo, que carece de esperanza. Eso es lo peor. Cuando tienes esperanza, sabes que vas a llegar a una situaci¨®n en la que se d¨¦ una mejora. Pero cada vez que tenemos la impresi¨®n de que las cosas evolucionan, siempre hay algo que nos hace retroceder unos a?os. Eso no anima.

"Es necesario aumentar la cooperaci¨®n para crear oportunidades en la propia ?frica"

P. Leemos cosas positivas sobre la econom¨ªa en ?frica, pero parece que ese crecimiento del que se habla no llega a la mayor¨ªa de la poblaci¨®n.

R. El crecimiento no es inclusivo. Existe un crecimiento, s¨ª, pero hay que ver qui¨¦n lo crea y c¨®mo se reparte. En la mayor¨ªa de los pa¨ªses africanos, el crecimiento se mantiene, en su mayor parte, a trav¨¦s de las empresas extranjeras, que repatr¨ªan sus beneficios como es normal. Pero hace falta crear oportunidades de empleo, de transformaci¨®n, para llegar a la emergencia econ¨®mica. Muchos pa¨ªses no lo consiguen, pero hay algunos en los que comienza a ir mejor. Eso requiere un liderazgo muy fuerte. Un pa¨ªs como Ruanda, por ejemplo, donde hay alguien que ha comprendido que gobernar no es servirse, sino servir a su pa¨ªs. Est¨¢n tambi¨¦n Etiop¨ªa o Senegal o Ghana. Pero los ejemplos no son muchos. Siempre nos enfrentamos a problemas de exclusi¨®n y hay un crecimiento que no est¨¢ repartido.?

P. La cooperaci¨®n humanitaria tambi¨¦n cambia en ese contexto del que habla. Hoy hay donantes que entienden que este tipo de cooperaci¨®n pasa por las emergencias o por lo militar y por la seguridad.

R. Eso no es cooperaci¨®n. Lo que describe es el miedo de los pa¨ªses que cooperan con ?frica a que lo que pasa all¨ª llegue a Europa. A que si no hacen nada para frenar el ¨¦bola, llegar¨¢ a Europa o que si no frenan las migraciones, los africanos les invadir¨¢n. Los problemas no se arreglan as¨ª. La militarizaci¨®n no es la soluci¨®n. Es necesario aumentar la cooperaci¨®n de manera que se ofrezcan oportunidades en la propia ?frica para que los africanos no piensen en abandonar sus pa¨ªses para venir aqu¨ª. La migraci¨®n es para quien no tiene esperanza y se dice "mi vida aqu¨ª y mi muerte son lo mismo, me voy". Hay que crear las condiciones para que podamos producir lo que comemos, transformar lo que producimos, crear empleos y hacer que ese crecimiento que vemos con respecto a cifras macroecon¨®micas llegue realmente a la poblaci¨®n.?

P. ?Cu¨¢l es el papel de la agricultura africana en esa visi¨®n de futuro?

R. Es lo m¨¢s importante. No podemos decir, en pleno siglo XXI, que comemos arroz si no lo cultivamos y dependemos de las importaciones. Si suben los precios, no los controlas. Y tenemos todo lo que hace falta para producir lo que comemos: la tierra, el agua, la gente y ahora, la tecnolog¨ªa. Eso permite no s¨®lo que la mayor parte de la poblaci¨®n, que depende de la agricultura, tenga ingresos y coma, sino tambi¨¦n tener esperanzas. La agricultura debe liderar el crecimiento. Desgraciadamente, no hay todav¨ªa esfuerzos de los gobiernos para convertir la agricultura en el motor del crecimiento.

"La agricultura debe liderar el crecimiento"

P. La manera de trabajar del PMA, ?c¨®mo ha cambiado?

R. Cuando llegu¨¦ al PMA, la mayor parte de los alimentos que repart¨ªamos eran los que los pa¨ªses donantes nos daban. Hoy no nos ceden los alimentos: nos dan dinero y nosotros los compramos. El segundo cambio en nuestra forma de operar es que sabemos que hay pa¨ªses en los que, si damos efectivo a la gente, podr¨¢n alimentarse. S¨®lo en ?frica occidental y central, en 2017, hemos repartido m¨¢s de 1.000 millones de d¨®lares en efectivo. Hay que hacer una evaluaci¨®n exacta para saber qu¨¦ causa la inseguridad alimentaria, pero existen pa¨ªses en los que hay alimentos disponibles y la gente no tiene dinero para adquirirlos. Y otros en los que, aunque tengan dinero, no hay alimentos que adquirir.

P. ?Qu¨¦ le gustar¨ªa que cambiara?

R. Que lleg¨¢ramos a la situaci¨®n en que la gente se alimente a s¨ª misma. Hay que arreglar el problema de la educaci¨®n: es fundamental. Educar a todos y darles oportunidades en sus pa¨ªses. Tambi¨¦n la gobernanza entre los dirigentes. Espero que con las nuevas generaciones las cosas cambien. No pierdo la esperanza. Pero va a tomar tiempo.

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