¡®Insecticidas humanos¡¯ contra la malaria
Un experimento espa?ol tratar¨¢ de eliminar a los mosquitos que transmiten el paludismo administrando un f¨¢rmaco a las personas que corren el riesgo de ser picadas por ellos
Muerto el perro se acab¨® la rabia. Y, si matamos a los mosquitos, terminamos con la malaria. Esta ser¨ªa (a muy grandes rasgos) una de las m¨¢ximas para acabar con una enfermedad de la que no sabemos c¨®mo deshacernos. Hasta la fecha, el m¨¦todo m¨¢s eficaz han sido las mosquiteras impregnadas de insecticidas, que por un lado protegen a las personas mientras duermen y por otro matan a los zancudos. A ellas se les atribuye el 70% de los seis millones de vidas que se han salvado en los tres ¨²ltimos lustros en la lucha contra esta dolencia, que todav¨ªa mata cada a?o a m¨¢s de 400.000 personas.
?Y si las propias personas envenenaran a los mosquitos cuando son picadas? Esta es una idea que lleva rondando la cabeza de los investigadores desde hace varios a?os. Ya se han hecho decenas de experimentos en laboratorio que muestran que podr¨ªa ser parte de la soluci¨®n. Consiste en tomar ivermectina, un medicamento que funciona como veneno para el insecto. Los voluntarios, tras ingerirlo, alimentaban a mosquitos en laboratorios (dej¨¢ndose morder, tal y como se aprecia en la foto que acompa?a a este texto) y se ha comprobado c¨®mo las facultades de los insectos se ve¨ªan mermadas: perd¨ªan agilidad, su fertilidad se reduc¨ªa y viv¨ªan menos. El zancudo muere unas horas despu¨¦s de picar a alguien que lo haya ingerido recientemente. Su supervivencia va a aumentando conforme m¨¢s tiempo pasa tras la toma, pero d¨ªas despu¨¦s es capaz de limitarla a alrededor de una semana, con lo cual no da tiempo a que el par¨¢sito de la malaria se desarrolle dentro de ¨¦l, as¨ª que no la transmite.
EL NUEVO EXPERIMENTO CONTRA EL PALUDISMO
El segundo paso es m¨¢s complicado. Consiste en salir del laboratorio, comprobar si esto funciona en condiciones reales y, lo que es m¨¢s importante, medir si la incidencia del paludismo baja, ya que este es el fin ¨²ltimo. El pasado marzo se publicaron los resultados de un experimento de campo realizado en Burkina Faso: participaron algo m¨¢s de 2.700 personas y en las poblaciones donde tomaron el medicamento, los ni?os (que son los m¨¢s vulnerables a la enfermedad) presentaron un 20% menos de casos.
El siguiente es llevar esta prueba a una escala mayor en condiciones reales. Lo har¨¢n investigadores del ISGlobal de Barcelona, un instituto de salud subvencionado por "la Caixa". Han conseguido una financiaci¨®n de Unitaid de 25 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 22 millones de euros) para llevar el experimento a poblaciones de Mozambique y Tanzania donde viven unas 100.000 personas.
El proyecto, llamado Bohemia, ¡°trata de demostrar que este m¨¦todo puede ser un complemento, no una sustituci¨®n, a las redes mosquiteras¡±, cuenta Regina Rabinovich, directora de la iniciativa para la eliminaci¨®n de la malaria en ISGlobal. ¡°La lucha contra el paludismo est¨¢ estancada y tenemos que ir contra ¨¦l con todo lo que tengamos, es una batalla multidisciplinar. Con este experimento queremos saber c¨®mo reacciona el mosquito, el impacto que tiene el medicamento en diferentes especies, c¨®mo lo administramos a tanta gente, c¨®mo trabajamos con la industria para que lo fabrique a bajo coste¡±, a?ade la investigadora.
Durar¨¢ dos a?os, dos fases en las que se administrar¨¢n tres tomas de ivermectina (una al mes) a la poblaci¨®n (excepto ni?os menores de cinco a?os y embarazadas) y se estudiar¨¢ si se reducen los casos de malaria. ¡°El objetivo final, si se muestra efectivo, ser¨ªa que la Organizaci¨®n Mundial de la Salud pueda recomendar esta pr¨¢ctica en los lugares end¨¦micos de paludismo para seguir reduciendo las muertes que causa cada a?o¡±, explica Carlos Chaccour, que lidera el proyecto.
Adem¨¢s de las personas, tambi¨¦n se suministrar¨¢n f¨¢rmacos a animales. Los lugares de ?frica m¨¢s azotados por la malaria son t¨ªpicamente agr¨ªcolas y ganaderos, donde la poblaci¨®n vive muy cerca del ganado. Algunas especies de mosquitos se alimentan de animales, especialmente cuando las personas est¨¢n protegidas por redes mosquiteras. As¨ª que se convierten en otro foco de transmisi¨®n del paludismo. El pasado martes, estos mismos investigadores publicaron una investigaci¨®n (ver mapa) que muestra cu¨¢les son los lugares que m¨¢s se beneficiar¨ªan de medicar al ganado con ivermectina para luchar contra la malaria. Para ello, han tenido en cuenta la incidencia de la enfermedad, la abundancia de animales y de Anopheles arabiensis, mosquitos que acostumbran a alternar en su dieta a humanos con otros mam¨ªferos.
En total, adem¨¢s de las 100.000 personas que participar¨¢n en el estudio, se administrar¨¢ el f¨¢rmaco a unos 12.000 cerdos y vacas. Pero el mayor reto, desde el punto de vista log¨ªstico, es conseguir llegar a una poblaci¨®n rural, dispersa y con unas costumbres y cultura que no tiene nada que ver con la de los investigadores. El experimento est¨¢ lejos de limitarse a repartir unas pastillas y comprobar los resultados.
El primer experimento de campo usando ivermectina para matar a los mosquitos tras la picadura ha conseguido reducir la malaria en un 20% en ni?os
El ISGlobal tiene experiencia en una empresa similar. En 2016, implement¨® en Mozambique un programa llamado Maltem. Era muy similar: consist¨ªa en administrar un f¨¢rmaco a la poblaci¨®n, pero en lugar de matar al mosquito, pretend¨ªan acabar con el par¨¢sito de la malaria. La idea era que si las personas no lo portan, por muchos zancudos que les piquen, no tendr¨ªan nada que transmitir. Los resultados de este estudio todav¨ªa no son p¨²blicos, pero Rabinovich adelanta que ¡°son prometedores¡±.
Los investigadores ya saben los enormes retos de desarrollar una administraci¨®n masiva de medicamentos (DMA, por sus siglas en ingl¨¦s). El componente social es casi tan crucial como el cient¨ªfico. Es preciso recorrer aldea por aldea, ganar la confianza de sus habitantes, implicar a los lugare?os para que la mayor parte de ellos tomen unas dosis de este f¨¢rmaco, que aunque es un veneno para los mosquitos, se han mostrado completamente seguras en humanos. De hecho, se usa regularmente para tratar otras enfermedades end¨¦micas en ?frica, como la oncocercosis y la filariasis linf¨¢tica. ¡°Trabajamos con 400 microgramos por kilo de peso, lo que marca la etiqueta europea. Se han realizado experimentos con mayores cantidades, que son m¨¢s efectivas y tambi¨¦n te¨®ricamente seguras, pero son todav¨ªa experimentales¡±, matiza Chaccour. Con una poblaci¨®n tan grande han preferido ser conservadores para evitar efectos secundarios.
La DMA no comenzar¨¢ hasta enero de 2021. En este a?o y medio, los investigadores tienen la tarea de que todo est¨¦ a punto: desde los permisos a los protocolos de actuaci¨®n, pasando por la contrataci¨®n de personal local.
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