Madres panda: la moda de Silicon Valley para criar ni?os con ¨¦xito
El nuevo modelo llega avalado por Esther Wolcicki y sus hijas, dos de ellas CEO de las multimillonarias empresas YouTube y 23andMe
?Ser¨ªas capaz de sobornar a quien hiciera falta con tal de que tus hijos fueran admitidos en una universidad de ¨¦lite? S¨ª es as¨ª, tienes un apodo. El reciente esc¨¢ndalo de las trampas y mentiras con las que m¨¢s de 50 familias trapichearon para que sus reto?os fueran admitidos en las universidades m¨¢s prestigiosas de Estados Unidos ¡ªconocidos actores de Hollywood entre ellos¡ª es el ejemplo perfecto de un padre apisonadora. Otro modelo de crianza que estuvo muy en boga hace unos a?os es el de la madre tigre, en referencia a las progenitoras que se pasan la vida literalmente encima de sus hijos con niveles casi crueles de exigencia y para quienes llegar a casa sin el sobresaliente o el trofeo de turno tiene como consecuencia un castigo.
Varios estudios demostraron que este tipo de educaci¨®n, lejos de crear ni?os prodigio, como pretend¨ªa, creaba ansiedad y depresi¨®n. Luego est¨¢n los padres helic¨®ptero, que sobrevuelan sobre sus hijos (no subas ah¨ª que te vas a caer, no vayas a esa excursi¨®n que es peligrosa, mejor no te juntes con aquel ni?o¡) y los padres secretario, que se encargan de organizarle al ni?o la mochila, la agenda, los deberes... Son distintas expresiones de la hiperpaternidad, o lo que es lo mismo, la sobreprotecci¨®n de nuestros hijos. Pero ahora se lleva lo contrario: la crianza panda.
La confianza, el principio fundamental del m¨¦todo Wojcicki
Esther Wojcicki ha hecho popular el nuevo m¨¦todo con su libro How to Rise Successful People. La profesora en Silicon Valley, meca mundial de la innovaci¨®n tecnol¨®gica, e inspiraci¨®n de gente tan exitosa como Steve Jobs, argumenta que hoy d¨ªa los padres viven en un constante estado de ansiedad generado por las dudas acerca de c¨®mo educar a los hijos. Ir¨®nicamente, parte de su agobio se debe a la gran cantidad de literatura sobre educaci¨®n... y a los ejemplos de crianzas perfectas que ven en las redes sociales. Para Woj, como la llaman los alumnos del instituto en Palo Alto (California) donde da clase, "es fundamental hablar a nuestros hijos peque?os como si fueran adultos, permitir que nuestros adolescentes elijan proyectos y pasiones que les permitan relacionarse y descubrir el mundo por s¨ª solos, dejadles que dirijan su vida para alcanzar todo su potencial". Sus palabras quiz¨¢ suenen demasiado ambiciosas, incluso pretenciosas, pero hay que decir que sabe de lo que habla, al menos a ella no le ha ido mal con sus tres hijas: Susan Wojcicki, CEO de YouTube, Janet, profesora de Pediatr¨ªa en la Universidad de California y Anna, fundadora de la empresa de biotecnolog¨ªa 23andMe, cuyo valor aproximado se calcula en 440 millones de d¨®lares, casi 400 millones de euros.
Lejos de haberlas presionado para llegar hasta donde han llegado, ellas eligieron libremente sus carreras y, seg¨²n asegura Wojcicki en su libro, siempre las hizo sentirse independientes, que ten¨ªan el control de su vida y que pod¨ªan hacer todo lo que quisieran. Porque su teor¨ªa parte de que, para ser feliz, primero hay que saber que tienes el control de tu vida. La confianza es el principio fundamental en el que se basa su m¨¦todo, pero para transmitir ese valor a los hijos primero son los padres los que deben confiar en ellos mismos.
Pero ?c¨®mo creer en ti como padre cuando siempre tenemos esa sospecha de que los otros lo est¨¢n haciendo mejor con sus hijos? Esther asegura que hay que seguir tu instinto, como la osa panda. Es un sexto sentido que viene con el carn¨¦ de paternidad y que muchas veces desterramos porque pensamos que otros lo hacen mejor... y optamos por copiarles. Y despu¨¦s de ser capaz de confiar en ti mismo como educador, tienes que estar preparado para confiar responsabilidades a tus hijos, en lugar de cuestionarles constantemente. El estilo Woj, apodado panda crianza por la similitud con el entra?able animal bicolor, que combina el cari?oso cuidado de su cr¨ªa con el gesto de dejarla ir cuando esta ya se vale por s¨ª misma y puede ser independiente, estar¨ªa muy cerca de lo que los expertos en psicolog¨ªa infantil entienden como el modelo ideal de crianza (un concepto que siempre es puesto a prueba), aquel que muestra autoridad sin ser autoritario.
Hija de inmigrantes rusos, madre de millonarias americanas
?Pero hay alg¨²n modelo de criar a tu hijo mejor que otro? "En principio s¨ª, lo son todos aquellos que eviten estilos parentales sobreprotectores, autoritarios o negligentes. En realidad, la mejor forma de educar estar¨ªa enmarcada dentro de un estilo educativo al que llam¨¢bamos autoritativo o capacitador. Esta forma ideal de educar vendr¨ªa a decir a los ni?os 'puedes hacer lo que quieras dentro de unas normas y l¨ªmites que tus padres hemos establecido y que te proporcionan seguridad y bienestar", explica la psic¨®loga infantil Sara Tarr¨¦s. Resumiendo, la mejor manera de educar ser¨ªa aquella que tiene como objetivo proporcionar a los ni?os el bienestar f¨ªsico y emocional que les permita desarrollar plenamente sus facetas personal, acad¨¦mica, social y emocional. "Es una combinaci¨®n equilibrada que mezcla altas dosis de afecto y amor incondicional con un control firme en el cumplimiento de las normas y los l¨ªmites", a?ade.
Por supuesto, la firmeza se entiende como lo opuesto a la agresividad o violencia, la habilidad de ser muy claros en los l¨ªmites establecidos en el seno familiar. Pero la especialista en psicolog¨ªa infantil reconoce que educar de este modo no es tan f¨¢cil como parece. "No todo el mundo llega a conseguirlo y muchos ni siquiera se lo plantean. Entre otras muchas razones porque requiere tiempo, paciencia y mucha inteligencia emocional que, desgraciadamente, no todos los padres y madres tienen. Cuanta m¨¢s inteligencia emocional tengamos, mejor educaremos a nuestros hijos y mejores personas dejaremos para el mundo de ma?ana", indica la psic¨®loga.
Si bien hay padres excesivamente protectores, ese no es el ¨²nico extremo posible. Tambi¨¦n hay progenitores que, con la intenci¨®n de que sus hijos desarrollen agallas y reda?os para afrontar la vida (que puede llegar a ser muy dura), son capaces de poner ciertas trabas en su camino para ver c¨®mo las resuelven, algo con lo que Wojcicki ¡ªhija de una familia de pobres inmigrantes rusos que se buscaron la vida en California¡ª no est¨¢ de acuerdo. "Se pueden desarrollar agallas sin necesidad de sufrir tragedias. No querer arreglarle, a prop¨®sito, una situaci¨®n complicada para el ni?o es algo terrible. Para que desarrollen valor no hay que elaborar ninguna argucia que le ponga impedimentos, simplemente hay que creer en tu hijo, la confianza en ellos les da el margen de maniobra para perseguir lo que quieren".
El ¨¦xito es cuesti¨®n de inteligencia, pero emocional
La teor¨ªa suena coherente, pero ?es f¨¢cil llevarla a la pr¨¢ctica del d¨ªa a d¨ªa? La mayor¨ªa de los padres y madres partimos con las mejores intenciones, pero al final terminamos en cierta manera mareando al ni?o al pasar de la permisividad al autoritarismo en funci¨®n de c¨®mo nos encontramos ese d¨ªa. O sea, que son nuestras emociones las que marcan el estilo educativo, nuestro cansancio, el estr¨¦s, los enfados, nuestra alegr¨ªa ¡ "As¨ª, los ni?os viven en la confusi¨®n m¨¢s absoluta. Acaban haciendo lo que quieren y es dif¨ªcil que logren acatar las normas que supuestamente hay en casa. Aunque la flexibilidad ha de estar siempre presente, debemos tener claro que los ni?os deben saber qu¨¦ se espera de ellos en todo momento y cu¨¢les son las consecuencias de no cumplir con ello. Los padres y madres tienen que ser coherentes (en lo que dicen, piden y esperan de los hijos, en funci¨®n de su edad y habilidades), congruentes (no hagas lo que no quieres que repitan) y constantes (mant¨¦n las normas a lo largo del tiempo) si desean educar a los hijos sin volverlos locos", explica Tarr¨¦s.
Por otra parte, todos queremos que nuestros hijos triunfen, pero ?de qu¨¦ manera? ?Podemos decir que Esther ha tenido ¨¦xito como madre porque sus ni?as se han convertido en adultas que facturan millones al a?o? ?Les ha dado su ¨¦xito acad¨¦mico autom¨¢ticamente el pasaporte de la felicidad? La realidad es que esta profesora de instituto se ha animado a escribir su historia despu¨¦s de que miles de personas le preguntaran siempre lo mismo: ?C¨®mo lo has hecho? ?C¨®mo has criado a estas tres l¨ªderes? Y es que en el fondo todos los padres deseamos lo mejor para nuestros hijos, y eso incluye que tengan ¨¦xito en la vida tanto personal como profesional. Y, claro est¨¢, para ello buscamos los mejores recursos que tenemos a nuestro alcance. Pero, siendo realistas, ?no ha tenido nada que ver la capacidad intelectual de estas peque?as ni la gen¨¦tica (el pap¨¢, del que no hemos hablado, es f¨ªsico en la Universidad de Stanford)? Parece que s¨ª, pero tambi¨¦n es cierto que los genes no lo son todo.
"Teniendo en cuenta que el ¨¦xito en la vida depende un 80% de la inteligencia emocional que tengamos frente a un 20% de nuestra capacidad intelectual, deber¨ªamos apostar por todas aquellas oportunidades que permitan a nuestros hijos desarrollar la comprensi¨®n y la gesti¨®n de sus emociones. Y ello pasa previamente por casa, por nuestro modo de educarles, nuestra forma de tratarles y hablarles ¡El autoconocimiento, el control emocional, la automotivaci¨®n, la empat¨ªa y otras habilidades sociales van a permitir que nuestros hijos e hijas tengan mayores oportunidades de conseguir aquellos objetivos que se marquen en la vida", cuenta Sara Tarr¨¦s.
El truco est¨¢ en ir descifrando el acr¨®nimo en ingl¨¦s con el que definen la f¨®rmula de Esther Wojcicki, TRICK. Es el acr¨®nimo de Trust (confianza), Respect (respeto, por sus decisiones), Independence (independencia, una cualidad que hay que fomentar), Collaboration (colaboraci¨®n, la que hay que tener con ellos para guiarles) y Kindness (amabilidad, quererlos por encima de todo). Y algo fundamental para que al final tengamos ¨¦xito en la crianza: "Es absolutamente necesario que los padres dejemos de buscar ese protagonismo que pretendemos obtener a trav¨¦s de los logros de nuestros hijos. Sus logros son suyos, sus ¨¦xitos son suyos y sus fracasos tambi¨¦n. Porque solo as¨ª entendidos aprender¨¢n c¨®mo superarlos y verlos como nuevas oportunidades de ¨¦xito", explica Sara Tarr¨¦s.
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