El ritmo de los emigrantes africanos que cambi¨® para siempre la m¨²sica europea
Una exposici¨®n en Par¨ªs analiza la influencia de los flujos de personas, las luchas pol¨ªticas y las culturas africanas en la m¨²sica occidental
ALEX ROSS, en su brillante recorrido por la m¨²sica del siglo XX titulado El ruido eterno y al comentar las reacciones a Porgy and Bess, ¨®pera de George Gershwin que gener¨® un importante debate racial estrenada en 1935, certificaba que la verdadera aportaci¨®n de la m¨²sica americana estaba en los ritmos que introdujeron los emigrantes africanos. As¨ª, las andanzas de un mendigo afroamericano con discapacidad motriz que intenta rescatar a la joven Bess de las garras de un proxeneta y de un camello ¡°lograron la haza?a monumental de reconciliar la rigidez de la m¨²sica escrita con notaci¨®n occidental con el principio afroamericano de la variaci¨®n improvisada¡±.
Pienso en Gershwin y en su doble vida como artista culto y popular, como ni?o estadounidense e hijo de emigrantes jud¨ªos y como hombre blanco y hombre ¡°negro blanco¡± mientras me dirijo en la l¨ªnea 8 del metro de Par¨ªs al Palacio de la Puerta Dorada. El emblem¨¢tico edificio de Albert Laprade y Jean Prouv¨¦ de 1931 alberga el Museo de Historia y de la Emigraci¨®n, donde ahora mismo puede verse la exposici¨®n Paris¨CLondres. Music Migrations (1962- 1989): un an¨¢lisis de c¨®mo la influencia colonial y la emigraci¨®n convirtieron a estas dos capitales en referencias de la m¨²sica, y tambi¨¦n un pulso a los dogmas fronterizos que se avecinan en tiempos de Brexit y frentes nacionales.
Desde el inicio de los a?os sesenta, diversas corrientes musicales estuvieron ligadas a flujos migratorios y transformaron Par¨ªs y Londres en capitales multiculturales. La inmersi¨®n hist¨®rica que propone la exposici¨®n explora los v¨ªnculos entre migraciones, m¨²sicas, luchas antirracistas y movilizaciones pol¨ªticas, y muestra c¨®mo varias generaciones de emigrantes se sirvieron de la m¨²sica para dar voz a sus reivindicaciones. Se trata de una experiencia visual y musical con m¨¢s de 600 documentos (instrumentos, obras de arte, discos, fanzines, fotograf¨ªas, trajes, carteles¡). Entre 1955 y 1960, 200.000 emigrantes de pa¨ªses de la Commonwealth (Jamaica, India, Pakist¨¢n¡) se instalaron en el Reino Unido; y entre 1954 y 1962, 150.000 argelinos llegaron a Francia. Tras la II Guerra Mundial, Par¨ªs y Londres entraron en una sociedad de consumo en la que los j¨®venes, mezclados, aspiraron a la libertad tentados por una nueva posibilidad de emancipaci¨®n cultural.
Me detengo en Fela Kuti, que empez¨® a cantar en ingl¨¦s en los a?os setenta. Reviso el momento en que Serge Gainsbourg grab¨® su Marsellesa reggae (Aux Armes Et Caetera). Cuando le preguntaron si era una provocaci¨®n, respondi¨®: ¡°El reggae es una m¨²sica revolucionaria; La Marsellesa es una canci¨®n revolucionaria¡±. Repaso la influencia que tuvo Don Letts (propulsor del punk-reggae, a quien se le vio huir de la polic¨ªa en el carnaval de Notting Hill de 1976) en los Clash, que revisionaron Police & Thieves de Junior Murvin, cover alabada por el propio Bob Marley. Y prosigo los periplos de Asian Dub Foundation, Youssou N¡¯Dour o el desembarco de Salif Ke?ta en Par¨ªs en 1984 para entender la m¨²sica como algo m¨¢s que un medio de expresi¨®n excepcional para canalizar ideas.
En un momento especialmente delicado por la profusi¨®n de nacionalismos y censores de la apropiaci¨®n cultural, Benjamin Stora, presidente del Consejo de Orientaci¨®n del museo, sostiene: ¡°El lenguaje universal se despliega por la acci¨®n de las artes, pero las poblaciones v¨ªctimas del racismo y de la exclusi¨®n se apropian de las artes como un arma de reconocimiento identitario, a veces incluso en contra de lo universal".
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