La reina Letizia inaugura en Valencia un centro de referencia mundial sobre alimentaci¨®n urbana

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Valencia presenta ante la ONU el Centro Mundial para la Alimentaci¨®n Urbana Sostenible

Valencia, sede del debate sobre la alimentaci¨®n en las ciudades

¡°La alimentaci¨®n es demasiado importante para dejarla en manos de los grandes mercados¡±

Desde su huerto de r¨¢banos se divisa al fondo la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Puro campo en contraste con edificios singulares conviviendo en apenas unos kil¨®metros. Chelo Soler lleva 20 a?os cosechando las tierras que le dej¨® su suegra, y cada d¨ªa que el tiempo le permite trabajar, se embarra si hace falta hasta las rodillas para sacar su producci¨®n y venderla de tres a siete de la ma?ana en un espacio habilitado para peque?os agricultores en Mercavalencia. All¨ª disponen directamente sus hortalizas a tiendas, restaurantes o quien quiera ahorrarse los intermediarios y confiar en su producto. Ella es heredera de una tradici¨®n que se remonta al siglo XIII y se llama la Tira de Contar, una estructura que protege a los peque?os agricultores y fomenta la venta de alimentos frescos y de proximidad. Modelos del pasado que se revalorizan ahora y se recomiendan como sistemas alimentarios dado que la presi¨®n de las grandes industrias, la volatilidad de los precios o el cambio clim¨¢tico influyen en la seguridad alimentaria.

Este lunes ha dejado su ropa vieja, con la que cuenta que trabaja tan c¨®moda y contenta en el huerto, y se muestra exultante con su camisa de flores como invitada a la inauguraci¨®n del Centro Mundial de Alimentaci¨®n Urbana Sostenible (Cemas) celebrada este lunes en Valencia y presidida por la reina Letizia Ortiz, que es embajadora especial de la Organizaci¨®n de la ONU para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) para la nutrici¨®n. "Me parece fenomenal que se levante aqu¨ª esta iniciativa. Desde que ha empezado, no paro de aprender", dice simp¨¢tica Soler. Tras el evento, la agricultora ha estado hablando un rato con el director general de la FAO, Jos¨¦ Graziano da Silva, entidad que lidera el centro, junto al Ayuntamiento de Valencia, y frente al que se iz¨® la bandera de la ONU. Coinciden en enfoques sobre los mejores m¨¦todos para su sector.

Graziano mencion¨® en su discurso la urgente necesidad de promover el consumo de productos frescos, de cercan¨ªa, nutritivos y diversos para cambiar los sistemas alimentarios y evitar que aumente la cifra de 830 millones de personas obesas y cerca del doble con sobrepeso en todas las regiones del mundo. "La gente cada vez come peor, y el motivo fundamental es que los sistemas alimentarios actuales fomentan el consumo de alimentos ultra procesados, altos en sal, az¨²car, grasas saturadas e ingredientes artificiales", repite hasta la saciedad Graziano en el que ser¨¢ su ¨²ltimo acto internacional antes de dejar su cargo la pr¨®xima semana.

Se podr¨¢n compartir tanto ¨¦xitos como fracasos, para que haya un intercambio de ideas y puedan aprender unas localidades de otras"

Enrique Yeves, director de la FAO en Espa?a

Para promover estas nuevas estrategias de alimentaci¨®n sostenible en las ciudades, unificarlas, catalogarlas y difundirlas, se ha inaugurado el Cemas con la mirada puesta en que cerca del 55% de la poblaci¨®n mundial vive en zonas urbanas, el 68% lo har¨¢n en 2050, y que es en ellas donde se consume alrededor del 80% de los alimentos producidos. "Llevamos muchos a?os trabajando en el sector de la agricultura y no hab¨ªamos reparado en las ciudades, donde vive la mayor¨ªa de las personas, consumen y se alimentan", declara Enrique Yeves, reci¨¦n nombrado director de FAO en Espa?a, que tambi¨¦n estuvo durante la presentaci¨®n de esta iniciativa en la ONU el pasado febrero.

"Este centro es el resultado de m¨¢s de cuatro a?os de trabajo y servir¨¢ para recoger experiencias en distintas partes del mundo. Se podr¨¢n compartir tanto ¨¦xitos como fracasos, para que haya un intercambio de ideas y puedan aprender unas localidades de otras", apunta Yeves, que ejemplifica que se tratar¨¢n temas de etiquetado, de alimentaci¨®n escolar, de desperdicios, de calidad de los alimentos, de apoyo a la agricultura familiar, o c¨®mo en alg¨²n sitio determinado se resolvi¨® alguna cuesti¨®n de intoxicaci¨®n alimentaria. "Tambi¨¦n servir¨¢ para saber qu¨¦ informaci¨®n requieren m¨¢s los Ayuntamientos, qu¨¦ demandas hay y optimizar los esfuerzos", a?ade.

Queda una tarea ingente por hacer para la que se requerir¨¢ personal y financiaci¨®n. Los planes de sus impulsores contemplan que el m¨¢ximo n¨²mero de Ayuntamientos conozca que existe este centro, as¨ª como las experiencias que ser¨¢n volcadas en una base de datos y se traducir¨¢n a distintos idiomas para que a un edil de una isla de Indonesia le puedan servir, por ejemplo, las iniciativas que la alcaldesa de T¨²nez ejecuta para atraer a los turistas a los restaurantes locales frente a los de las grandes cadenas.

"Es un momento hermoso para constatar la esencia de la civilizaci¨®n. Si hay tecnolog¨ªa para acabar con la humanidad, tiene que haberla para alimentar al mundo", reflexiona Vicente Domingo, director del Cemas, que moder¨® un debate con la activista ecofeminista india Vandana Shiva y el premio Nobel de la Paz 2007, Edward Rubin. Ambos alertaron de la necesidad de una transformaci¨®n del modelo actual, basado en combustibles f¨®siles, deforestaci¨®n, dominaci¨®n de las grandes multinacionales y desatenci¨®n a una alimentaci¨®n sana. "No podemos dejarlo todo al mercado, solo contemplan los beneficios, no la calidad", se?al¨® Shiva.

En esa l¨ªnea habl¨® tambi¨¦n el alcalde de Valencia, Joan Rib¨®, que con crudeza se?al¨® que mientras que pronunciaba las palabras de su discursos, miles de personas mor¨ªan de hambre. "Una de las muertes m¨¢s dolorosas y humillantes que cualquier persona puede sufrir", dijo. "Y en estos mismos minutos, unas ocho toneladas de alimentos van a ser tiradas a la basura sin haber sido consumidas. Muchos han recorrido miles de kil¨®metros, en muchos casos congelados, para despu¨¦s no ser ingeridos por nadie", rese?¨® en el edificio que acoger¨¢ el Cemas, en la Marina de Valencia, desde donde se ven centenares de contenedores que atracan en el puerto de la ciudad, a apenas unos metros.

"Pi¨¦nsenlo. Nunca antes hemos tenido la posibilidad de ser la primera generaci¨®n que erradique el hambre", alent¨® Rib¨®. Se necesita aliento. Solo el cambio clim¨¢tico, que act¨²a con m¨¢s virulencia en latitudes m¨¢s c¨¦ntricas, ya lo percibe Soler en su cosecha de r¨¢banos valencianos. "Buf, se nota much¨ªsimo. Ya el g¨¦nero no sale como era hace 20 a?os. Antes se necesitaban 30 d¨ªas para recolectar, ahora est¨¢n en 20 y no salen igual, hay m¨¢s bichos, casi no hay fr¨ªo, hace todo el a?o calor, no es lo mismo", concluye la agricultora que compagina su trabajo en el huerto con el de monitora de comedor porque el primero no le alcanza. Otro de los retos: que la agricultura sea rentable, en el campo y en la ciudad.

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