La talla no lo es todo: lo que hay que saber para elegir el sujetador adecuado
Hacerlo mal puede tener consecuencias para la salud; desde la ca¨ªda del pecho hasta dolor en las mamas, rozaduras y alergias
Mary Phelps Jacobs estaba harta de hacer malabarismos para evitar que el artificioso cors¨¦ de la ¨¦poca asomara por el escote de su vestido. Un buen d¨ªa, mientras la mujer de la alta sociedad neoyorquina se preparaba para una fiesta, cansada de la inc¨®moda prenda, opt¨® por quit¨¢rsela y sustituirla por dos pa?uelos de seda blanca atados con un cord¨®n que se coloc¨® en el pecho, a modo de sujeci¨®n. As¨ª fue como, por casualidad, cre¨® y patent¨® el primer sujetador de la historia. Fue en 1913, con el nombre de backless brassiere, que significa "cors¨¦ sin parte trasera" en ingl¨¦s. Aquello signific¨® toda una liberaci¨®n para la mujer, ya que los efectos para la salud de aquellos cors¨¦s eran nefastos: provocaban desde mareos hasta problemas respiratorios, pasando por hemorragias internas. Pero la historia de esta prenda de lencer¨ªa, originalmente tan sencilla, cambi¨® al vender los derechos de la patente a la Warner Brothers Corset Company, que comenz¨® a fabricarlos a escala industrial. As¨ª empez¨® el l¨ªo.
Un l¨ªo, s¨ª, porque los empresarios incorporaron el volumen de los pechos al tallaje del sujetador. O sea, que fueron los autores de las copas de sujetador que utilizamos hoy en d¨ªa y que se indican con las letras A, B, C, D¡ (dependiendo de las empresas de corseter¨ªa y los pa¨ªses, el abecedario puede prolongarse hasta la N). Estas letras traen de cabeza a las mujeres pues, a juzgar por la estad¨ªstica, parece que no somos capaces de dar con la talla adecuada (y deshacernos de esta prenda tampoco es una recomendaci¨®n que pueda hacerse a la ligera). Las encuestas, que suelen repetirse a menudo (casi anualmente), aseguran que entre el 70% y el 80% de las mujeres llevan a diario una talla de sujetador equivocada. Pero elegir la letra adecuada no es el ¨²nico obst¨¢culo que una mujer debe afrontar a la hora de elegir sujetador, hay otras preguntas que se repiten menos y que son igual de relevantes.
?Los tejidos sint¨¦ticos son malos para la piel?
Cu¨¢l es el g¨¦nero ideal para tejer los sujetadores es una cuesti¨®n importante, pero no es sencillo informarse sobre este detalle, ya que se presta f¨¢cilmente a generar mitos. El m¨¢s com¨²n es el que rodea a las telas sint¨¦ticas. "Es importante derribar la creencia de que los tejidos sint¨¦ticos podr¨ªan resultar da?inos. Esto no es as¨ª, puesto que un buen sujetador debe estar compuesto por materiales sint¨¦ticos con cierta proporci¨®n de elastano, ya que es el necesario para ofrecer una adecuada tensi¨®n. Los sujetadores hechos solo con algod¨®n, por ejemplo, no son los ideales debido a su r¨¢pida capacidad de deformaci¨®n, sin embargo, son la elecci¨®n perfecta en la ni?ez y en aquellas mujeres que est¨¢n dando el pecho o sufren alergias", dice la experta en Senolog¨ªa y Patolog¨ªa mamaria, as¨ª como jefa del servicio de Ginecolog¨ªa del Hospital del Henares, Virginia D¨ªaz Miguel.
Casi no tengo pecho, ?necesito llevarlo?
Dejando a un lado el uso del sujetador como herramienta est¨¦tica y centr¨¢ndonos en su uso pr¨¢ctico, hay que saber que no hay m¨²sculo dentro de la mama, por lo que todo su peso recae en unas bandas de tejido conocidas como ligamentos de Cooper. Si estos se destensan, ya no hay marcha atr¨¢s: no vuelven a recuperar su estado original. La experta explica que por eso "hay mujeres que tienen poco pecho y que deciden prescindir del sujetador, ya que no tienen peso que sujetar y no encuentran ninguna ventaja llev¨¢ndolo (aunque, si hacen deporte, s¨ª deben hacerlo porque esta actividad implica un desplazamiento). Para aquellas mujeres con mucha mama si es recomendable su uso, ya que no utilizarlo puede hacer que estos ligamentos que sujetan la mama se estiren por efecto de la gravedad y lleguen a provocar un dolor que puede llevar, a la larga, a problemas posturales y dolores de espalda, hombros e incluso de cabeza".
?Con aro o sin ¨¦l?
"El aro no es malo, lo importante es que nunca se clave en la mama", explica D¨ªaz Miguel. Es cierto que ha tenido algo de mala fama, pero su funci¨®n siempre ha sido la de aportar mayor sujeci¨®n al pecho. "Por eso en mujeres con mamas completamente desarrolladas, aporta mayor apoyo a la gl¨¢ndula mamaria, aumentando el confort, de ah¨ª que muchas mujeres opten por este tipo de sujetadores, sobre todo aquellas con m¨¢s volumen". A la hora de elegir un sujetador con aro debemos, eso s¨ª, tener claro que debe ajustarse bien, no comprimir excesivamente, que el pecho no quede demasiado suelto, que no se clave ni deforme el seno. "Simplemente hay que tener en cuenta que nunca debe tocar el tejido mamario, nunca debe clavarse y tiene que envolver completamente la mama, de ah¨ª la importancia de elegir la talla adecuada", explica la doctora.
?Qu¨¦ me pongo si estoy dando de mamar?
Los fabricantes de sujetadores no son ajenos a este importante momento biol¨®gico, en el que la prenda debe ser suficientemente flexible como para asimilar los cambios de las mamas. "Durante la lactancia, el pecho experimenta fluctuaciones en su volumen debido al proceso de lactogen¨¦sis, por lo que el sujetador ideal tiene que permitir regular esos cambios de tama?o, adem¨¢s de tener una apertura delantera en la copa que facilite amamantar", subraya D¨ªaz Miguel. Y a?ade: "Debe contar con los tirantes, los laterales y la parte posterior bastante ancha, para evitar que el aumento de volumen y peso da?en el contorno o los hombros. Existen en el mercado sujetadores de lactancia evolutiva que permiten una regulaci¨®n en la espalda para adaptarse a los cambios en la talla de pecho que se experimentan durante el tiempo que dura la lactancia".
En este caso, el mejor tejido es el algod¨®n, ya que es ligero, transpirable, antialerg¨¦nico y evita que se irriten zonas delicadas como el pez¨®n. Precisamente el hecho de que este material ceda mucho hace que no sea el m¨¢s indicado para mujeres no lactantes. Pero hay que tener en cuenta otros detalles a la hora de elegir sujetador durante la lactancia, detalles como que no lleve aros, ya que pueden obstruir el flujo sangu¨ªneo o presionar el sistema de conductos de la leche materna, y tambi¨¦n que no lleven muchos elementos decorativos, adornos o lazos que puedan llegar a desprenderse y da?ar al beb¨¦.
No es lo mismo si haces yoga que atletismo
"Cuando se practica un ejercicio f¨ªsico con cierta intensidad, la mama oscila y la musculatura y los tejidos del pecho pueden sobrecargarse", explica la m¨¦dica. Por eso es necesario el uso de sujetadores especiales cuando practicamos deporte. Seg¨²n el grupo de investigaci¨®n en salud del seno de la Universidad de Porstmouth, el movimiento de los pechos de una mujer durante el ejercicio puede variar de 4 cent¨ªmetros durante una caminata a 15 cent¨ªmetros cuando una corre (aunque algunos senos llegan a desplazarse hasta 21), y este movimiento multidireccional puede causar dolor. La profesora de biomec¨¢nica Joanna Scurr, quien dirige el grupo de investigaci¨®n, afirma que "hacer ejercicio con un sost¨¦n deportivo bien ajustado es tan importante como correr con las zapatillas adecuadas".
Claro que no es lo mismo practicar alguno de los innumerables tipos de yoga que boxeo, y la intensidad del deporte es la clave para elegir la prenda m¨¢s adecuada. "Un buen sujetador deportivo debe recoger y comprimir las mamas. Los mejores modelos son aquellos en los que las tiras convergen en el centro de la espalda y no pueden deslizarse por los hombros. Las costuras deben ser imperceptibles, que no causen marcas o rozaduras, el tejido, transpirable para mantener la piel seca y con temperatura normal. Tampoco debe contener aro (puede ocasionar cardenales internos al impactar con el pecho) u otros elementos met¨¢licos", explica la jefa de Ginecolog¨ªa del Hospital del Henares.
El grado de compresi¨®n depende del tipo de ejercicio. Los deportes de bajo impacto, como un entrenamiento relajado en el gimnasio, el yoga y el pilates, suelen ser estilo top y de materiales muy suaves al tacto. Las disciplinas como el baloncesto y el ciclismo, de impacto moderado, necesitan sujetadores con tirantes m¨¢s anchos y que proporcionen m¨¢s estabilidad. Las actividades de alto impacto, como el atletismo, que implican movimientos bruscos y r¨¢pidos, precisan sostenes que compriman el pecho y reduzcan sus movimientos. Lo complicado es que no aprieten al mismo tiempo, que la mujer pueda sentir la sensaci¨®n de tener el pecho recogido, sin que se mueva nada, pero tambi¨¦n la de que puede respirar c¨®modamente.
La mejor soluci¨®n tras una mastectom¨ªa
A las pacientes a las que se les extirpa tejido mamario se les puede reconstruir el pecho en el mismo acto quir¨²rgico o no, en funci¨®n de sus condiciones f¨ªsicas, de la necesidad de radioterapia, de su propio deseo... "Para aquellas en las que se realiza la extirpaci¨®n de la gl¨¢ndula y no se coloca ning¨²n tipo de pr¨®tesis existen sujetadores que disponen de unos bolsillos en las copas donde se coloca la pr¨®tesis externa (una especie de mama de silicona u otro material), esto permite conservar la forma de la mama, que sea sim¨¦trica y ayuda a equilibrar la postura. Por otro lado, en aquellas pacientes con reconstrucci¨®n inmediata, el sujetador ideal debe estar elaborado con un alto contenido de algod¨®n, debe ser transpirable, con copas sin costuras, tirantes acolchados y apertura frontal para facilitar su colocaci¨®n", cuenta la especialista.
?C¨®mo elijo mi primer sujetador?
La experta asegura que "no existe una edad concreta a partir de la cual sea necesario usar sujetador. El desarrollo mamario tiene lugar entre los 11 y los 15 a?os, y la necesidad de su uso va a depender del volumen de este. Lo ideal es que este primer sujetador sea sin aro, de algod¨®n y sin costuras, ya que la misi¨®n que tiene es la de realizar una sujeci¨®n ligera".
Cinco cosas m¨¢s importantes que la copa del sujetador
El hecho de que no exista un tallaje universal, junto a la creencia err¨®nea de que la talla de sujetador no cambia a lo largo de la vida, hacen que elegir la prenda no sea sencillo. Para facilitar las cosas, el grupo de investigaci¨®n en salud del seno de la Universidad de Portsmouth, un centro de investigaci¨®n de la biomec¨¢nica de la mama al que acuden muchas empresas de lencer¨ªa de todo el mundo para pedir asesoramiento, recomienda olvidarse de las copas y, una vez estemos dentro del probador, centrarnos en cinco aspectos:
1. F¨ªjate en el tirante: Una vez ajustado (el pecho no es sim¨¦trico, por lo que uno puede estar perfectamente m¨¢s alto o bajo que otro), no debe resbalar ni hundirse en los hombros. Algunos estudios han mostrado que los sujetadores pueden llegar a provocar deformidades al ajustarlos mal o hacer mucha presi¨®n.
2. As¨ª se comprueba la banda: Es la parte que sujeta el aro y ayuda a mantener toda la sujeci¨®n. Por ello, para comprobar que la banda se ajusta adecuadamente, debe mantenerse nivelada alrededor de la caja tor¨¢cica. Para comprobar que es as¨ª, separa la banda de tu torso tirando de ella con los dedos y observa el espacio que deja: no deber¨ªa ser mayor de 5 cent¨ªmetros.
3. La importancia de las costuras interiores y el aro: El aro o la costura (en caso de ser un sujetador sin aro) nunca deben descansar sobre la mama y, adem¨¢s, tienen que cubrir todo el seno, hasta llegar hasta el ¨¢rea de la axila.
4. C¨®mo debe actuar la copa: Las copas tienen que envolver toda la mama, deben sostener todo el seno, sin abultamientos ni espacios a los lados o en la parte superior o inferior. Prueba a doblar tu espalda hacia adelante, tienes que ver que el pecho queda dentro de la copa.
5. Comprobar el frente central o el puente: El puente o el frente del sujetador deben descansar planos, sin protuberancias, contra el estern¨®n. Si no es as¨ª, hay que probar con una talla m¨¢s de copa.
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