Esperanza Aguirre, la vig¨ªa que no lo vio

Esperanza Aguirre ha sufrido peligrosos accidentes pol¨ªticos en sus 34 a?os de servicio p¨²blico. De unos sali¨® ilesa y de otros sac¨® beneficios. El juez Manuel Garc¨ªa Castell¨®n ha decidido ahora impu?tarla al hallar indicios de su supuesta participaci¨®n en seis delitos vinculados a la financiaci¨®n ilegal del PP-Madrid entre 2003 y 2012: cohecho, malversaci¨®n, falsificaci¨®n de documentos, fraude, tr¨¢fico de influencias, prevaricaci¨®n y falsedad electoral. Es el accidente m¨¢s grave de su vida p¨²blica, pero la expresidenta conf¨ªa en ahuyentar pronto la sospecha: ¡°Todo es falso¡±, dice Aguirre.?

Desde que estall¨® el caso G¨¹rtel, en febrero de 2009, hasta hoy, la mitad de los miembros su Gobierno han sido imputados; sus dos principales escuderos ¡ªel vicepresidente Ignacio Gonz¨¢lez y el secretario general del PP-Madrid Francisco Granados¡ª ingresaron un tiempo en la c¨¢rcel como supuestos cabecillas de tramas corruptas a¨²n pendientes de juicio; otro consejero, Alberto L¨®pez Viejo, cumple prisi¨®n por una condena de 31 a?os. Aguirre nunca pas¨® de la categor¨ªa de testigo en las distintas causas y siempre cont¨® lo mismo al juez: ¡°No supe nada, me enga?aron¡­¡±.

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Cuando los hechos aplastaron sus desmentidos, Aguirre sostuvo que ignoraba lo que pasaba en su jurisdicci¨®n. Granados repite que no hab¨ªa nombramiento que se escapara del control de la presidenta. La selecci¨®n de personal, vista la n¨®mina de imputados y condenados en estos a?os, no pudo ser m¨¢s desacertada.

Esperanza Aguirre (de 67 a?os) lo ha sido casi todo en pol¨ªtica: concejal, ministra de Educaci¨®n, presidenta del Senado, presidenta de la Comunidad de Madrid, presidenta del PP-Madrid; y aspirante a lideresa nacional. Ha pasado m¨¢s de la mitad de su vida en despachos amueblados de mucho poder.

Lleg¨® en 2003 a la presidencia regional tras un accidente. La traici¨®n de dos diputados socialistas frustr¨® la investidura de Rafael Simancas y concedi¨® a Esperanza Aguirre una segunda oportunidad tras su primer fracaso electoral. Dirigentes del PP colaboraron en la huida de los tr¨¢nsfugas del PSOE, pero nunca nadie pudo demostrar que la presidenta estuviera detr¨¢s de aquel juego sucio. Aguirre aprovech¨® la circunstancia, se repitieron elecciones y logr¨® mayor¨ªa absoluta.

Tras su llegada al Gobierno ¡ªoctubre de 2003¡ª, las empresas de Francisco Correa se lucraron con los actos institucionales organizados para el autobombo de Aguirre. El da?o est¨¢ calcu?lado en la sentencia del caso G¨¹rtel: m¨¢s de 100 contratos ama?ados durante seis a?os; m¨¢s de ocho millones despilfarrados en eventos, y el consejero Alberto L¨®pez Viejo, condenado a 31 a?os de prisi¨®n por cobrar mordidas de aquellos actos. Aguirre cuenta que sospech¨®, que pregunt¨® y que la enga?aron.?

En su batalla por el poder en el PP-Madrid, Aguirre se enfrent¨® a Alberto Ruiz-Gallard¨®n, quien present¨® como candidato a Manuel Cobo, entonces vicealcalde de Madrid. ?ste cont¨® as¨ª lo ocurrido en un comit¨¦ nacional del partido: ¡°Me da miedo lo que hacen. Cualquier cosa les vale. Todo para que entren a saco los calumnistas. Y si hay que hacerlo, se hace a trav¨¦s de medios de comunicaci¨®n con problemas. Esta revista [exhibe un n¨²mero de ?poca] fue levantada [prohibida su distribuci¨®n] por Aguirre, seg¨²n me confes¨® ella misma, porque ya no era necesario seguir apu?al¨¢ndome al retirar mi candidatura. Dec¨ªa [la portada de ?poca que no se distribuy¨®]: ¡®A por Rajoy, las maniobras de Gallard¨®n, desvelamos los secretos de Cobo. El padre de Cobo, indultado de un delito grave¡±.

¡°Me siento enga?ada y traicionada. No vigil¨¦ todo lo que deb¨ªa. Por eso dimito¡±, dijo hace dos a?os

Como jefa del partido, Aguirre coloc¨® de secretario general a Granados. De 2003 a 2012, seg¨²n el juez, el PP se financi¨® ilegalmente con dinero negro. Pero la presidenta, que gan¨® las elecciones de 2007 y 2011 por mayor¨ªas aplastantes, no supo nada de las cuentas subterr¨¢neas con las que se alimentaban sus m¨ªtines, seg¨²n dice.

El Gobierno de Aguirre abri¨® siete hospitales e intent¨®, sin ¨¦xito, privatizarlos; impuls¨® la escuela p¨²blica biling¨¹e en Madrid; baj¨® impuestos; amag¨® con poner a la venta Telemadrid y el Canal de Isabel II, y dej¨® empantanada la Ciudad de la Justicia con un destrozo de 200 millones.

Para hacerse con el control de Caja Madrid, la cuarta entidad financiera de Espa?a, Aguirre plane¨® sacar de la presidencia a Miguel Blesa, amigo de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y poner en su lugar a Ignacio Gonz¨¢lez, sin ninguna experiencia en gesti¨®n bancaria, pero a quien quer¨ªa premiar con un cargo que multiplicaba por 20 su salario de vicepresidente auton¨®mico. Mariano Rajoy abort¨® aquella operaci¨®n y coloc¨® a Rodrigo Rato en el puesto.

Aguirre dimiti¨® como presidenta en septiembre de 2012 por ¡°motivos personales¡±, aunque sigui¨® al frente del partido. Regres¨® en 2015 como candidata a la alcald¨ªa de la capital, pero fracas¨®. Un a?o antes de su vuelta, quien hab¨ªa sido su secretario general en el PP de Madrid ingres¨® en prisi¨®n acusado de corrupci¨®n. Dos a?os despu¨¦s de su vuelta, quien hab¨ªa sido su vicepresidente ingres¨® en prisi¨®n acusado de corrupci¨®n. Fue entonces cuando Aguirre abandon¨®: ¡°Me siento enga?ada y traicionada. No vigil¨¦ todo lo que deb¨ªa. Por eso dimito¡±.

Aquello que no vigil¨® todo lo que deb¨ªa amenaza ahora con ensuciar, para siempre, una carrera pol¨ªtica plagada de accidentes.