Seis h¨¢bitos para reducir el riesgo de tener alzh¨¦imer
Un estudio concluye que es posible recortar las probabilidades de desarrollar la enfermedad hasta un tercio, incluso cuando existe predisposici¨®n gen¨¦tica
Los a?os se hacen agotadores para quienes tienen familiares afectados por alguna demencia, y tambi¨¦n para aquellos que piensan que pueden heredarla de sus padres y abuelos. Pero los casos gen¨¦ticamente determinados, que son los que se consideran hereditarios, son minoritarios y casi siempre se presentan a temprana edad (los primeros s¨ªntomas suelen comenzar antes de los 60 a?os, algunos incluso en los cuarenta). En el caso del alzh¨¦imer, por ejemplo, menos del 1% son de este tipo. "Esto significa que el 99% son casos espor¨¢dicos en los que, por lo que se sabe hasta ahora, la enfermedad se origina por una interacci¨®n entre una predisposici¨®n gen¨¦tica y factores ambientales como nuestro estilo de vida", explica la portavoz del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, Sagrario Manzano. Y que, hasta cierto punto, se pueden prevenir.
Por eso los cient¨ªficos, mientras buscan una cura para la demencia, est¨¢n investigando qu¨¦ podr¨ªamos hacer para esquivarla, qu¨¦ estamos haciendo mal para que se produzcan tantos casos (la Organizaci¨®n Mundial de la Salud estima que se producen 10 millones de nuevos diagn¨®sticos al a?o) y c¨®mo se podr¨ªa frenar su aparici¨®n, o, por lo menos, retrasarla lo m¨¢ximo posible. Ya han identificado maneras de hacerlo, seg¨²n expuso uno de los participantes en la ¨²ltima Conferencia Internacional de la Asociaci¨®n de Alzh¨¦imer (AAIC, por sus siglas en ingl¨¦s), que tuvo lugar el mes pasado en Los ?ngeles (Estados Unidos). All¨ª se present¨® un estudio de la Universidad de Exeter, publicado en la revista JAMA, que concluye, con cifras y datos m¨¢s exactos de los que ya se conoc¨ªan, que los factores de riesgo gen¨¦tico y el estilo de vida influyen de manera independiente sobre el deterioro cognitivo. Seg¨²n el trabajo, unos buenos h¨¢bitos de vida disminuyen el riesgo de padecer demencia independientemente de la carga gen¨¦tica con la que se haya nacido, reforzando la idea de que la adherencia a un estilo de vida saludable previene el deterioro cognitivo.
?Por qu¨¦ no comer grasas trans afecta al cerebro?
El estudio hizo un seguimiento de ocho a?os a cerca de 200.000 personas de entre 60 a 74 a?os, en Reino Unido. Los datos sobre su estilo de vida se evaluaron principalmente con relaci¨®n a cuatro aspectos: tabaquismo, actividad f¨ªsica, consumo de alcohol y dieta. Los investigadores hicieron el an¨¢lisis a trav¨¦s de muestras de sangre y de un perfil gen¨¦tico, que determin¨® si los participantes ten¨ªan un riesgo alto o bajo de padecer alzh¨¦imer. La investigaci¨®n encontr¨® que las probabilidades de desarrollar demencia eran un 32% m¨¢s bajo en personas con un alto riesgo gen¨¦tico si hab¨ªan seguido un estilo de vida saludable, en comparaci¨®n con aquellos que no (los cient¨ªficos definieron como peor estilo de vida el de los fumadores, bebedores habituales que no practicaban ejercicio y que no segu¨ªan una dieta equilibrada). Si ahora te viene a la mente alg¨²n familiar o amigo que no prob¨® una gota de alcohol, que no fum¨® un cigarrillo en su vida, que caminaba a diario y que com¨ªa poco y sano, pero a quien tristemente le alcanz¨® la enfermedad, el autor principal del estudio, David Llewellyn, advierte en el art¨ªculo: "No hay garant¨ªas, algunas personas hicieron todo lo correcto y a¨²n as¨ª desarrollaron demencia. Pero lo que sugieren nuestros hallazgos es que puede ser posible reducir su riesgo en aproximadamente un tercio viviendo un estilo de vida saludable, independientemente de su riesgo gen¨¦tico".
?Pero cu¨¢l es exactamente el v¨ªnculo entre estilo de vida y nuestro sistema cognitivo? Por ejemplo, ?por qu¨¦ no comer grasas trans va a afectar a mi cerebro? Pues resulta que hay enfermedades neurodegenerativas que se caracterizan por un procesamiento anormal de prote¨ªnas cerebrales, procesos que, por otra parte, a¨²n no se conocen bien y que se producen por la conjunci¨®n de factores gen¨¦ticos, cardiovasculares, inflamatorios, nutricionales y psicol¨®gico-sociales. "La nutrici¨®n, la mejora en nuestras habilidades sociales y una reducci¨®n en la exposici¨®n a t¨®xicos modificar¨ªan estos procesos, lo que se engloba en el t¨¦rmino de envejecimiento cerebral saludable", explica el neur¨®logo del Hospital Universitario Ram¨®n y Cajal Guillermo Garc¨ªa Rivas.
El m¨¦dico explica en qu¨¦ consisten la resistencia y la resiliencia, los dos conceptos que se dan en las enfermedades neurodegenerativas. "Por resistencia se entiende la ausencia de enfermedad en el cerebro, y por resiliencia se entiende la capacidad que tenemos de amoldarnos a su presencia sin que presentemos un deterioro cognitivo. Este ¨²ltimo concepto tiene que ver con la reserva cognitiva y con las observaciones de la poca correlaci¨®n que existe entre la carga lesional presente en un cerebro determinado y el grado de deterioro cognitivo. Esto quiere decir que hay personas que tienen alteraciones patol¨®gicas cerebrales y sin embargo apenas tienen deterioro". Entonces, ?puede decirse que posiblemente la adopci¨®n de h¨¢bitos de vida saludable aumente m¨¢s nuestra resiliencia que nuestra resistencia? "Efectivamente, es posible que la adopci¨®n de h¨¢bitos de vida saludables y una modificaci¨®n en nuestros h¨¢bitos nutricionales faciliten una mayor conectividad neuronal o aumenten la capacidad de nuestra reserva cognitiva, que estar¨ªan m¨¢s relacionados con un incremento de la resiliencia que el disminuir o evitar la agregaci¨®n de prote¨ªnas anormales, que tendr¨ªa m¨¢s que ver con la resistencia", explica Rivas.
?Y qu¨¦ ocurre con otro tipo de demencias? ?Se puede aplicar este planteamiento a los enfermos que padecen demencia vascular, frontotemporal o por cuerpos de Lewy? "Es cierto que la gran mayor¨ªa de los estudios que se han realizado a la hora de intentar identificar los factores de riesgo y encontrar posibles factores protectores que ayuden a prevenir demencias se han centrado, sobre todo, en el alzh¨¦imer, al ser la que afecta a m¨¢s personas. Pero, en todo caso, estos factores de riesgo que se han identificado tambi¨¦n tienen gran impacto en la probabilidad de desarrollar cualquier otro tipo de demencia", explica Sagrario Manzano. "Es fundamental que en materia de prevenci¨®n actuemos sobre los factores de riesgo que ya conocemos, y eso implica que cualquier individuo debe adoptar una posici¨®n protagonista sobre su estado de salud. Si no cuidamos nuestro cerebro tendremos m¨¢s probabilidades de desarrollar demencia, sobre todo enfermedad de Alzheimer, en edades avanzadas de la vida", contin¨²a la especialista.
Las claves para prevenir la demencia
La prevenci¨®n consiste en llevar un estilo de vida saludable para conseguir envejecer mejor, y no se trata de atajar un solo factor de riesgo (dejar de fumar, por ejemplo), sino todos ellos juntos. La portavoz del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa, Sagrario Manzano, enumera lo que podemos comenzar a hacer ya mismo para prevenir la enfermedad.
Ejercicio f¨ªsico, una costumbre vital
Muchos estudios avalan que un ejercicio f¨ªsico regular y no explosivo se asocia a un mantenimiento de la funci¨®n cognitiva, y a un retraso del comienzo del alzh¨¦imer. Un estudio que reuni¨® los resultados de 29 ensayos cl¨ªnicos desvel¨® que el ejercicio aer¨®bico puede mejorar a corto plazo el rendimiento de adultos sanos en su memoria, atenci¨®n y velocidad de procesamiento en comparaci¨®n con la pr¨¢ctica de otro ejercicio no aer¨®bico, como los estiramientos o la tonificaci¨®n.
La importancia de las relaciones sociales
Est¨¢ demostrado que los sentimientos de autoeficacia y de autoestima, que conforman la denominada "actividad social", se relacionan con el mantenimiento de la funci¨®n mental. Los estudios muestran que la integraci¨®n social m¨¢s activa servir¨ªa para neutralizar el estr¨¦s de la vida cotidiana y su efecto neuroqu¨ªmico (hormonal), que no resulta demasiado bueno para el cerebro.
La estimulaci¨®n mental no acaba en el colegio
Hay estudios que indican que el incremento de los niveles de educaci¨®n se asocia a una mayor probabilidad de mantener el buen funcionamiento cerebral en el tiempo. La pregunta ser¨ªa si nos referimos a la educaci¨®n en edad infantil y juvenil, o a una educaci¨®n m¨¢s prolongada en el tiempo; es decir, a cualquier edad, de tal manera que mantuvi¨¦ramos una estimulaci¨®n mental continua. "Se han analizado tareas como leer libros, asistir a conferencias, participar en juegos de mesa, entre otras, y hay evidencia de un menor riesgo de deterioro cognitivo y de demencia si se realizan con asiduidad. Por tanto, podr¨ªamos aplicarnos la frase: m¨¢s vale tarde que nunca", detalla la neur¨®loga.
La prevenci¨®n se extiende al terreno cardiovascular
Su papel es crucial en el deterioro mental asociado a la edad. Y, adem¨¢s, la gravedad de los s¨ªntomas cognitivos en personas con enfermedad de Alzheimer se incrementa sustancialmente por la existencia de factores de riesgo vasculares. Dichos factores son: hipertensi¨®n arterial, hipercolesterolemia, diabetes, enfermedades card¨ªacas y tabaquismo, siendo la diabetes el fundamental.
La salud entra por la boca
Algunos estudios apuntan que la ingesta de pescado al menos una vez por semana podr¨ªa producir una reducci¨®n del 60% del riesgo de alzh¨¦imer, as¨ª como un enlentecimiento del deterioro cognitivo. Mientras el consumo elevado de grasas saturadas y de cobre incrementar¨ªa sin¨¦rgicamente el deterioro cognitivo, los ¨¢cidos grasos omega 3 podr¨ªan relacionarse con un menor incremento de la enfermedad. La dieta mediterr¨¢nea tambi¨¦n se ha asociado a un menor riesgo de padecer la enfermedad, al incluir antioxidantes, vitamina C y E, y omega 3. "En ning¨²n caso se trata de tratamientos curativos, ni los mencionados ni el famoso ginkgo biloba (que no ha demostrado eficacia en la demencia tipo alzh¨¦imer), pero s¨ª ser¨ªan recomendables en las fases iniciales a fin de retrasar el comienzo de la demencia", explica la especialista.
La importancia de la motivaci¨®n
Hay que procurar ser felices, tener ilusi¨®n por vivir, por disfrutar de todo lo que te rodea, porque la propensi¨®n a la aflicci¨®n se ha relacionado con una aceleraci¨®n del deterioro cognitivo. Enfermedades mentales como la depresi¨®n se han vinculado a una mayor atrofia (p¨¦rdida de neuronas) en una regi¨®n del cerebro denominada hipocampo ("puerta de entrada de las memorias") y otras regiones cerebrales. Cuidado tambi¨¦n con la apat¨ªa, que a menudo se ignora o se confunde con depresi¨®n, pues la p¨¦rdida de inter¨¦s y emociones es algo que est¨¢ presente en casi la mitad de las personas con demencia. La investigaci¨®n dirigida por la Universidad de Exeter, presentada en la Conferencia Internacional de la Asociaci¨®n de Alzh¨¦imer en Los ?ngeles, analiz¨® a 4.320 personas con alzh¨¦imer y un 45% de ellos la padec¨ªa.
Estatinas protectoras
Se considera que las estatinas pueden tener efectos protectores contra la demencia. Son tratamientos efectivos para la hipercolesterolemia (aumento de colesterol en la sangre), un factor de riesgo posible para la demencia vascular y la enfermedad de Alzheimer. Se asocia a la aterosclerosis, que supone un problema de las arterias y que da lugar a problemas de circulaci¨®n cerebral. "De nuevo, hay que aclarar que no se trata de un tratamiento curativo, pero que reducir¨ªa el riesgo de desarrollar una demencia o retrasar¨ªa su aparici¨®n", explica la portavoz del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa Sagrario Manzano los enumera.
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