El secreto de la gente que pierde peso y nunca m¨¢s lo recupera

Rachel Frederickson, una chica de 24 a?os y un metro sesenta de altura, adelgaz¨® 70,5 kilos en lo que dura un reality show. Frederickson entr¨® en el concurso de la cadena estadounidense NBC The Biggest Loser con 118 kilos, y se volvi¨® a casa con 47,6. La transformaci¨®n parec¨ªa demasiado buena para ser cierta... y as¨ª era. Lo que sucedi¨® en el pol¨¦mico programa, en el que varias personas con llamativa obesidad compet¨ªan por ver quien adelgazaba m¨¢s, fue solo un espejismo t¨ªpico de las dietas. As¨ª lo document¨® un grupo de endocrinos que sigui¨® la vida de 11 concursantes durante los 6 a?os posteriores a su p¨¦rdida de peso televisada.

Uno de los participantes, quien hab¨ªa comenzado el programa con 195 kilos y lo hab¨ªa terminado con 86,6, gan¨® 45 kilos en pocos a?os tras volver a su vida normal. Lo peor fue que su metabolismo, que se hab¨ªa ralentizado durante el proceso de adelgazamiento, era incapaz de quemar m¨¢s de 800 calor¨ªas al d¨ªa. Mucha hambre ten¨ªa que pasar para no seguir engordando... La lecci¨®n del estudio es evidente: es complicado, por no decir imposible, mantener el peso despu¨¦s de adelgazar con un cambio de estilo de vida dr¨¢stico y fugaz. Por eso vale la pena no recurrir a las dietas rel¨¢mpago. Pero lo cierto es que incluso si uno se toma su tiempo, es complicado mantenerse despu¨¦s de hacer dieta. ?Es que no hay esperanza para quienes quieren perder los kilos de m¨¢s?

S¨ª, siempre la hay, pero se enfrentan a un proceso muy complejo que las hormonas ponen en marcha para recuperar el peso perdido. "Al reducir las calor¨ªas de la dieta aumenta la concentraci¨®n de hormonas como la grelina, que est¨¢ implicada en aumentar la ingesta (se produce en el est¨®mago para avisar al cerebro de que el cuerpo necesita comida), y hay una reducci¨®n de las concentraciones de hormonas como la PYY, la CCK, la leptina y la insulina. Adem¨¢s, disminuye el gasto energ¨¦tico basal (las calor¨ªas que el organismo consume en reposo), de manera que el cuerpo emplea menos energ¨ªa para mantener sus procesos biol¨®gicos. La suma del aumento del apetito y la reducci¨®n del gasto hace que sea muy dif¨ªcil el mantenimiento del peso a largo plazo", explica la endocrin¨®loga y coordinadora del ¨¢rea de Obesidad de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n, Nuria Vilarrasa. Pero nada es imposible.

?Seguir una dieta baja en carbohidratos ayuda?

?ltimamente se habla mucho de los efectos beneficiosos de la dieta cetog¨¦nica para no engordar -la conocida como keto est¨¢ en pleno auge-. Este enfoque del control del peso ha ganado presencia con la publicaci¨®n de un trabajo del departamento de Nutrici¨®n de la Universidad de Harvard, dirigido por el especialista en la relaci¨®n entre la comida y las hormonas David Ludwig. Seg¨²n el cient¨ªfico, el tipo de calor¨ªas que ingerimos es m¨¢s importante que su n¨²mero. Para ¨¦l, una dieta baja en hidratos de carbono funciona a la hora de mantener el peso a largo plazo "porque la reducci¨®n de los carbohidratos aumenta el gasto de energ¨ªa". Pero el dietista-nutricionista y coordinador del grupo de especializaci¨®n en Nutrici¨®n Cl¨ªnica y Diet¨¦tica de la Academia Espa?ola de Nutrici¨®n y Diet¨¦tica, N¨¦stor Ben¨ªtez, recuerda que valorar si vale la pena seguir este plan alimenticio es algo que hay que hacer de manera individualizada, que no vale para todos.

Ben¨ªtez no es el ¨²nico dietista-nutricionista que se muestra cauteloso con esta manera de mantener el peso ideal a largo plazo, muchos de ellos tienen dudas porque hay estudios muy rigurosos que advierten de los peligros de no ingerir carbohidratos. Entre los riesgos destacan que prescinde de las vitaminas, los minerales y la fibra, y que en algunos casos produce estre?imiento y halitosis, s¨ªntomas inequ¨ªvocos de un proceso biol¨®gico conocido como cetosis. Adem¨¢s, no es una dieta f¨¢cil de mantener en el tiempo y puede ser bastante agresiva, ya que suele incluir el ayuno. Es eso se a?ade que el peso desciende porque el cuerpo echa mano de las reservas de grasa, que son finitas y tambi¨¦n cumplen funciones biol¨®gicas.

Para Ben¨ªtez, la alimentaci¨®n que har¨¢ que no volvamos a recuperar el peso perdido no est¨¢ recogida en ninguna dieta, lo importante es haber aprendido a comer, haber desarrollado h¨¢bitos de vida saludables. Hacen falta rutinas que podamos seguir de por vida y eso, seg¨²n la mayor¨ªa de los expertos, se consigue siguiendo la dieta mediterr¨¢nea, un tipo de alimentaci¨®n muy variada que, adem¨¢s de ser f¨¢cil de mantener a largo plazo, seg¨²n este art¨ªculo acelera el metabolismo, lo que se traduce en que el cuerpo quema hasta un 20% m¨¢s de calor¨ªas al d¨ªa. Eso s¨ª, si lo que quieres es adelgazar, contar calor¨ªas puede que no sea una buena estrategia.

M¨¢s all¨¢ de la cuenca Mediterr¨¢nea, es interesante conocer los resultados de un estudio prospectivo del Registro Nacional de Control del Peso de Estados Unidos (NWCR, por sus siglas en ingl¨¦s). El informe analiza el estilo de vida que mantuvieron durante 5 a?os y medio pacientes que hab¨ªan perdido bastante peso tras una dieta. El resultado fue que todos ellos inger¨ªan pocas calor¨ªas y controlaban las porciones, tomaban pocas grasas, m¨¢s prote¨ªnas, no se saltaban el desayuno, hac¨ªan ejercicio durante una hora al d¨ªa y se pesaban regularmente. El trabajo demuestra lo importante que es no abandonar la b¨¢scula, un instrumento que ayud¨® a las personas estudiadas a controlarse peri¨®dicamente y a no pasar nunca la l¨ªnea roja que ellos mismos hab¨ªan establecido previamente.

Mucho cuidado con eso de 'un d¨ªa es un d¨ªa'

Hay que tener mesura, pensarse bien cu¨¢ndo va uno a permitirse un capricho gastron¨®mico. Mantener el peso ideal requiere tener siempre conciencia de la ingesta de calor¨ªas. Seg¨²n un estudio de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, los periodos cortos de ingesta accidental pueden ser m¨¢s que suficientes para provocar un aumento de peso. De hecho, hay evidencias de que esos kilitos de m¨¢s que se acumulan porque nos hemos relajado durante las vacaciones de verano o en Navidades se mantienen durante el resto del a?o.

Otro trabajo, llevado a cabo por cient¨ªficos de la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, asegura que nuestro organismo se estabiliza aproximadamente a los 12 meses de haber seguido el protocolo de mantenimiento, tras la dieta (los niveles de grelina disminuir¨¢n y se incrementar¨¢n los de las hormonas inhibidora del hambre, as¨ª como los responsables de las sensaci¨®n de saciedad). Pero la endocrin¨®loga Nuria Vilarrasa, aunque reconoce que las primeras etapas tras una dieta hipocal¨®rica son las m¨¢s dif¨ªciles, matiza que los estudios llevados a cabo en este campo han demostrado que la elevaci¨®n de la grelina y los cambios en las hormonas reguladoras del apetito, que incrementan la sensaci¨®n de hambre, se mantienen durante a?os tras la intervenci¨®n diet¨¦tica.

Los cambios en el estilo de vida deben ser mantenidos de forma prolongada, durante m¨¢s del a?o que se?ala el estudio dan¨¦s, y deben acompa?arse de una dieta equilibrada y ejercicio f¨ªsico para aumentar el gasto energ¨¦tico y evitar la recuperaci¨®n del peso.

El secreto es cuidarse toda la vida, y eso incluye hacer deporte. "Un ejercicio f¨ªsico diario acompa?ado de una buena alimentaci¨®n ser¨¢ clave en el mantenimiento del peso. Si queremos mantener un buen estado de salud, debemos incorporarlo a nuestras vidas, igual que nos lavamos los dientes", concluye Ben¨ªtez. Algunos h¨¢bitos son dif¨ªciles de adquirir, pero tambi¨¦n hay muchos peque?os gestos que uno puede hacer para comer bien sin hacer sacrificios.