Turismo (in)sostenible
Es hora de que el sector se reinvente hacia un modelo que acabe con las consecuencias sociales y medioambientales de la masificaci¨®n
?Hace cu¨¢nto que no innovamos en la industria del turismo? Es bastante visible el retraso del sector en lo que se refiere a generar un impacto consciente con sus actividades, en comparaci¨®n con otras industrias.
Cuando, hace un par de meses, en Francia se anunci¨® que se aplicar¨ªa una ecotasa a los billetes de avi¨®n, se cre¨® una divisi¨®n: hay personas a favor y en contra de esta medida, cada uno con sus propias creencias y su propia legitimidad. Esta decisi¨®n parece indicar el fin del statu quo, ya que ahora los actores del sector del turismo deben asumir sus responsabilidades. M¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n de un impuesto ecol¨®gico, me pregunto en qu¨¦ medida el turismo deber¨ªa ser responsable. Estoy convencido de que tiene que ser el mismo modelo el que debe reinventarse. Asegurarse de que se tengan en cuenta los impactos negativos del turismo de masas. Pero, ?cu¨¢ndo se arriesgar¨¢ la industria y cambiar¨¢ este comportamiento?
El turismo representa el 10% del PIB mundial, lo que lo convierte en una industria l¨ªder a escala global. Casi 300 millones de empleos internacionales est¨¢n vinculados a este sector, es decir, uno de cada 10 empleados trabaja en ¨¦l. Al mismo tiempo, el turismo est¨¢ sujeto a la l¨®gica de la globalizaci¨®n, la optimizaci¨®n y la estandarizaci¨®n, que a menudo lo ha transformado en un producto de consumo.
Sin embargo, viajar es mucho m¨¢s que un simple producto de consumo, es un recurso. Un recurso para las personas, que les permite abrirse a los dem¨¢s, encontrarse, comprender el mundo y conocerse a s¨ª mismas. Viajar nos da las claves para entender el mundo, y por eso debemos preservarlo en las mejores condiciones posibles. No deber¨ªa da?ar a nada ni a nadie.
Si bien ha habido un aumento de la conciencia mundial en los ¨²ltimos a?os sobre los impactos negativos del turismo de masas, las soluciones m¨¢s all¨¢ de las medidas restrictivas adoptadas por algunas ciudades tardan en surgir. Hoy, la industria est¨¢ en proceso de romper con sus bases.
1.400 millones es el n¨²mero de turistas internacionales en el mundo, seg¨²n datos de enero de 2019 de la Organizaci¨®n Mundial del Turismo (OMT). En 10 a?os, habr¨¢ 400 millones m¨¢s. ?Pero es sostenible si el 46% de ellos, como pasa actualmente, se concentra en tan solo 10 pa¨ªses?
Viajar nos da las claves para entender el mundo, y por eso debemos preservarlo en las mejores condiciones posibles
El sector da?a, transforma y pierde valor. Una de las preguntas es qui¨¦n, si el viajero o las comunidades locales, necesita formarse para vivir la experiencia, y el verdadero problema sigue siendo c¨®mo preservar los destinos y las culturas. El da?o, por ejemplo, en los templos de Angkor en Camboya, donde se pide a las poblaciones locales que se adapten a una considerable invasi¨®n de visitantes: los due?os de peque?os comercios en la calle est¨¢n obligados a cesar su actividad para dar paso a establecimientos dirigidos a satisfacer la demanda de las masas, en detrimento de las comunidades locales. Las poblaciones est¨¢n sufriendo da?os para albergar cada vez m¨¢s infraestructuras, agotando as¨ª sus destinos culturales, que de hecho son su riqueza y el principal motivo por el que los turistas se sienten atra¨ªdos. Y todo esto sin beneficio econ¨®mico para las ellas. En Tailandia, el 70% de los ingresos del turismo va al extranjero, en hoteles, por ejemplo, que pertenecen principalmente a estructuras internacionales.
Al mismo tiempo, con estos desaf¨ªos sociales y culturales, la masificaci¨®n tambi¨¦n tiene un impacto ambiental significativo, lo que genera que algunos territorios est¨¦n bajo mucha presi¨®n. La industria, en la carrera por ser cada vez m¨¢s grande, ha formateado los viajes. Hemos traicionado la promesa de viajar, confundiendo democratizaci¨®n y estandarizaci¨®n. Ante esta situaci¨®n, los profesionales del turismo debemos hacer tres cambios significativos:
Primero, debemos dejar de explotar. Debemos evaluar, compensar y tomar medidas acordes con nuestras actividades. Debemos hacer que la huella de carbono de nuestros viajeros sea cero desde el momento en que pisamos el pa¨ªs hasta que nos vamos, pero tambi¨¦n animarlos a contrarrestar sus viajes con las aerol¨ªneas.
El segundo paso es dar voz a los actores locales, que a menudo se esconden detr¨¢s de los intermediarios. Devolv¨¢mosles el poder, porque es a ese primer nivel donde se crea la oferta tur¨ªstica. Luchemos para que los viajes locales sean sin¨®nimo de viajes de calidad. Es necesario reinventar nuevos modelos de gesti¨®n para las empresas tur¨ªsticas con el fin de integrar plenamente a estos actores en el proceso de toma de decisiones en el que est¨¢n involucrados.
La industria, en la carrera por ser cada vez m¨¢s grande, ha formateado los viajes. Hemos traicionado la promesa de viajar
Finalmente, en tercer lugar, seamos transparentes. Asegur¨¦monos de que los viajeros del ma?ana tengan todas las opciones en sus manos para que puedan tomar decisiones responsables y sostenibles. Tenemos que ser conscientes del riesgo que se deriva del turismo excesivo en algunos destinos y proponer alternativas a los viajeros. Adem¨¢s, si se despierta la curiosidad de estos hacia todas las riquezas que alberga nuestro planeta, conducir¨¢ a una mejor distribuci¨®n de los turistas en todos los territorios. Un proyecto de estas caracter¨ªsticas solo puede hacerse entre todos y debe poder confiar en el poder que ofrecen las tecnolog¨ªas digitales.
Estos compromisos de innovar en un entorno sostenible deben convertirse en la batalla del siglo para los operadores. Estoy tan convencido de esto que lo he convertido en mi leitmotiv personal los ¨²ltimos 10 a?os. Hay una necesidad urgente de reconstruir el turismo, una necesidad urgente de salir de un modelo que multiplica los efectos negativos para aquellos que viajan y los que dan la bienvenida. No hacer nada no es una opci¨®n plausible.
Eric Le Bonnardi¨¦re es co-fundador y CEO de Evaneos.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.