Seis claves que convierten a Sergio Scariolo en el l¨ªder de un equipo campe¨®n

El liderazgo no se impone, se gana. Las personas que lideran un grupo deben dar ejemplo, entender a los suyos, construir un ambiente sano y conocer las cualidades y las limitaciones de su equipo. Es el camino hacia el ¨¦xito. Lo sabe bien Sergio Scariolo, entrenador de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto, campeona en el reciente Mundial de China. Su equipo no part¨ªa como favorito, incluso antes de que comenzara el campeonato los expertos vaticinaron que ser¨ªa la gran decepci¨®n. Las dudas sobrevolaron la expedici¨®n y las cr¨ªticas se cebaron con el equipo cuando las cosas no iban bien. Sin embargo, Scariolo y sus chicos confiaban plenamente en ellos, ten¨ªan fe en sus posibilidades. Buena culpa la tuvo el seleccionador, que subo guiarles y contagiarles el gen competitivo para no dar nunca un partido por perdido.

Durante la competici¨®n, el t¨¦cnico italiano call¨® muchas bocas. Lo consigui¨® sin levantar la voz, a base de trabajo y de destreza, gracias a su pizarra. Esa riqueza t¨¢ctica permiti¨® a su equipo tumbar rivales a priori superiores. Scariolo escond¨ªa sus cartas, pero tambi¨¦n sab¨ªa leer las de sus adversarios. Sus habilidades le llevaron a erigirse en el motor de un equipo campe¨®n. Por eso, cuando dijo que aceptaba una entrevista sobre su liderazgo como entrenador, me pareci¨® un regalo. Me hac¨ªa mucha ilusi¨®n conocer c¨®mo dirig¨ªa el seleccionador nacional de baloncesto, la persona que hab¨ªa conseguido que Espa?a conquistara su segundo Mundial. Adem¨¢s de este ¨¦xito, Scariolo logr¨® la pasada temporada el anillo de la NBA como segundo entrenador de los Toronto Raptors.

La conversaci¨®n con el entrenador se centr¨® en las claves sobre su manera de llevar el grupo. No cabe duda de que su m¨¦todo es de aplicaci¨®n para cualquier otra persona que tenga responsabilidades sobre otros, sea el jefe de una empresa, el cabeza de familia o trabaje como profesor. Veamos algunos de sus secretos:

1. Saber escuchar antes de hablar y de tomar decisiones. Scariolo reconoce su evoluci¨®n como entrenador. Comenz¨® centr¨¢ndose en la parte t¨¦cnica de su trabajo y poco a poco desarroll¨® habilidades de liderazgo que le auxilian en la gesti¨®n de personas muy diversas y con mucho talento. ¡°Una de las cosas que m¨¢s me han ayudado en esta segunda etapa ha sido aprender a escuchar antes de hablar, de tomar cualquier decisi¨®n o de dar consejos. Para que sea efectivo hay que crear un clima adecuado, especialmente si tienes cierta autoridad sobre la otra persona. Solo de este modo consigues que el jugador se sienta c¨®modo para expresarse¡±.

2. Desenmascarar el ego propio. La segunda habilidad de su aprendizaje como entrenador es reconocer y desenmascarar el ego propio. Es dif¨ªcil hacer sentir importante a alguien con el ego de por medio. Por ello, es importante reconocerlo, aunque est¨¦ disfrazado de un trato amable. ¡°El ego es tu peor enemigo para gestionar personas con talento¡±, reconoce el t¨¦cnico italiano.

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3. Diferenciar los tipos de errores que se cometen y vivirlos como maestros. Scariolo creci¨® leyendo el poema If, de Rudyard Kipling. Los versos estaban en un cuadro que ten¨ªa su padre en el despacho de casa. El t¨¦cnico recuerda especialmente la parte en la que dice que tanto el ¨¦xito como el fracaso son dos grandes embusteros. El entrenador asumi¨® el mensaje en su vida, lo que le ha ayudado a minimizar sus triunfos y a convivir mejor con sus errores. Seg¨²n su experiencia, diferencia dos tipos de errores: los que pod¨ªan haberse evitado y aquellos que fueron el resultado de una decisi¨®n. ¡°Estos ¨²ltimos son los que m¨¢s llaman la atenci¨®n del p¨²blico. Estoy acostumbrado a ellos y no me afectan tanto. Se toman decisiones con la mejor intenci¨®n y con la informaci¨®n de la que se dispone. Sin embargo, los errores que pod¨ªan haberse evitado son los que m¨¢s molestan y me ense?an. Son mis enemigos, pero al mismo tiempo, mis amigos, porque act¨²an como grandes maestros¡±.

4. Centrarse en lo esencial. ¡°Aprendo muchas cosas en la NBA. Se manejan dimensiones brutales, tanto en presupuestos como en medios o en el n¨²mero de seguidores, lo que genera mucho ruido y mucha expectativa sobre el equipo¡±, reconoce Scariolo. Esta situaci¨®n le ha obligado a tejer una relaci¨®n de comunicaci¨®n con sus jugadores en la que es necesario eliminar lo superfluo y centrarse en lo esencial. De ese modo se logra equilibrar la exigencia con el realismo de lo que los jugadores pueden digerir en cada instante.

5. Identificar el momento y la forma adecuada para proponer ideas. En la actualidad, Scariolo es entrenador asistente de los Toronto Raptors. Reflexiona sobre c¨®mo vive ese proceso de tener un jefe y qu¨¦ ha aprendido de ello: ¡°No me siento inc¨®modo siendo segundo entrenador. En este papel tengo que admitir que no todas mis ideas van a ser aceptadas. Tengo que hacer un esfuerzo a la hora de proponerlas. Si no se ha tomado una idea m¨ªa porque no he sabido expresarla bien y el tiempo demuestra que podr¨ªa haber tenido mejores consecuencias para el equipo, me hace sentir mal y me obliga a venderlas mejor. Lo que he aprendido es a saber identificar el momento y la forma adecuada para hacerlo, que es tan importante como el contenido de la idea en s¨ª misma¡±.

6. Gestionar la presi¨®n desde la relativizaci¨®n. ¡°Un entrenador de baloncesto est¨¢ sometido a una gran presi¨®n. Tiene que tomar muchas decisiones en un espacio corto de tiempo. Estas tienen un gran impacto en el resultado final, por lo que te expone a cr¨ªticas o desaprobaciones. He aprendido a relativizar. Dar lo mejor de m¨ª mismo sabiendo que si hoy pierdes un partido, ma?ana tienes otra oportunidad para ganar. Esto ocurre en el deporte, pero tambi¨¦n en la vida. El ¨¦xito o el fracaso son muy relativos¡±, afirma el t¨¦cnico.

Scariolo es un profesional humilde, con grandes valores y con una inmensa generosidad y cercan¨ªa. Un ejemplo inspirador de liderazgo efectivo y afectivo.