Vitamina D2 o D3, para veganos o sin lactosa: cu¨¢ndo hay que tomar cada una (y cu¨¢ndo no hacer nada)
Sea por moda o necesidad, las versiones de estos controvertidos suplementos son cada vez m¨¢s numerosas
Pocas veces la palabra "epidemia" ha tenido un uso tan sorprendente como el que adquiri¨® cuando los cient¨ªficos la usaron para describir el d¨¦ficit de vitamina D. "Una aparente epidemia a nivel mundial", son las palabras exactas que recoge un documento con las recomendaciones de la Sociedad Espa?ola de Endocrinolog¨ªa y Nutrici¨®n (SEEN) de 2017. Seg¨²n el informe, al 88% de la poblaci¨®n del planeta le falta la vitamina, y los espa?oles no se libran; de ah¨ª la sorpresa. Hasta el 90% de las necesidades de esta mol¨¦cula pueden cubrirse gracias al contacto con la luz solar, pero la carencia afecta hasta al 40% de la poblaci¨®n menor de 65 a?os del pa¨ªs en Espa?a, un pa¨ªs de sol generoso, y la cifra asciende hasta entre el 80% y el 100% entre los mayores.
Los expertos tratan de explicar la paradoja "por el escaso aporte diet¨¦tico, la protecci¨®n a la exposici¨®n solar en los meses de verano y porque la mayor parte de Espa?a est¨¢ por encima del paralelo 35?N, donde la posibilidad de sintetizar vitamina D es escasa en invierno y primavera". Y est¨¢ claro que el hecho de que muchas personas pasen gran parte de la jornada en interiores tampoco ayuda. Como las horas de oficina son innegociables, los ciudadanos, ajenos a los matices, pueden lanzarse a pedir suplementos que corrijan la carencia en cuanto se les haga ver la situaci¨®n. ?C¨®mo saben si tomarla, de qu¨¦ manera y cu¨¢ndo lo mejor es no hacer nada en absoluto?
Tres tipos de vitamina D, una de ellas con riesgo
Si uno busca beneficios a los suplementos de vitamina D no tardar¨¢ en encontrar informaci¨®n que se los otorgue. Algunos est¨¢n bien documentados: "Es muy importante para regular el metabolismo del calcio, que debe estar siempre en unos m¨¢rgenes estrechos de normalidad en la sangre. Cuando no lo est¨¢ y falta vitamina D, el organismo lo busca en el hueso, el gran reservorio del calcio, y se produce osteoporosis", indica Xavier Nogu¨¦s, jefe del servicio de Medicina Interna y coordinador el grupo de Investigaci¨®n Musculoesquel¨¦tica del Instituto de Investigaciones M¨¦dicas del Hospital de Mar.
Otros r¨¦ditos son dudosos. Los suplementos de vitamina D se han promocionado, y no siempre con suficiente evidencia cient¨ªfica, como una soluci¨®n milagrosa para todo tipo de males, desde los problemas de huesos, de coraz¨®n y del sistema inmunol¨®gico hasta la diabetes y el c¨¢ncer. Es cierto que hay enfermedades en las que se recomienda el suplemento, pero solo si un m¨¦dico toma la decisi¨®n en funci¨®n de los resultados de un an¨¢lisis de sangre. Seg¨²n Nogu¨¦s, expresidente de la Sociedad Espa?ola de Investigaci¨®n ?sea y Metabolismo Mineral, la dosis diaria recomendada para la poblaci¨®n sana es de 1.000 miligramos de calcio y unos niveles de vitamina D por encima de 20 nanogramos por mililitro (ng/mL), el que la SEEN tuvo en cuenta para calibrar el alcance de la "epidemia". "Eso es lo ideal. Para la poblaci¨®n con enfermedad, por ejemplo, con osteoporosis, se eleva a entre 1.000 y 1.200 mm de calcio y vitamina D por encima de 30 ng/mL, y para conseguirlo deben tomar unas 800 o 1.000 miligramos de vitamina D al d¨ªa, y de calcio tambi¨¦n si no lo aporta la dieta", indica el facultativo.
Las personas sanas no necesitan m¨¢s que llevar una buena dieta y exponerse levemente al sol 3 o 4 d¨ªas a la semana, en un breve paseo. Su problema suele estar en encontrar tiempo para hacerlo, el de quienes s¨ª tienen que suplementar este micronutriente est¨¢ en que no es tan f¨¢cil dar con el adecuado. Los tipos de suplementos m¨¢s habituales corresponden a la vitamina D2 (o ergocalciferol) y la D3 (colecalciferol). "La D2 procede de los vegetales y necesita m¨¢s cantidad para ser potente, a diferencia de la D3, que se obtiene del pescado azul, el h¨ªgado de bacalao o la leche", describe Nogu¨¦s, quien se?ala la existencia de otro medicamento, la D3 activa (calcitriol). "Se administra a gente con problemas en la paratiroides o de ri?¨®n. Puede dar intoxicaciones, por lo que se da en microgramos y con receta m¨¦dica. En los otros casos, son muy raras siempre y cuando no se equivoque la dosis".
Los veganos e intolerantes al gluten tienen las suyas
La manera m¨¢s sencilla de obtener vitamina D es en forma de aceite de h¨ªgado de bacalao o de perlitas, una informaci¨®n importante para los veganos. Lo m¨¢s habitual es encontrarla sintetizada, as¨ª que no est¨¢ de m¨¢s preguntar en la farmacia, y tener en cuenta que las bebidas vegetales suplementadas pueden ser ayuda suficiente (pero cuidado al elegir, no todas son igual beneficiosas). "Con una buena dieta y una exposici¨®n solar adecuada, una persona sana vegana no necesita suplementos", subraya Rafael Birlanga, vocal de la Junta Ejecutiva del Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana.
Entre los que no son veganos, el miedo al colesterol es lo que puede influir en los niveles de vitamina D en la sangre. Por su car¨¢cter liposoluble, la mol¨¦cula se encuentra en las grasas de alimentos como la mantequilla, la leche entera, la nata y el pescado azul, productos tachados de la lista entre quienes ponen a raya la temida lipoprote¨ªna. "La gente opta por la leche y los yogures desnatados, evita las mantequillas y la nata, no es muy de sardinas en casa porque huelen mal, y el salm¨®n o el arenque tampoco se consumen a diario", se?ala Nogu¨¦s. Y hay alimentos que es bueno comer aunque sean pura grasa.
Las personas con intolerancia a la lactosa tambi¨¦n encuentran ciertos obst¨¢culos, ya que los suplementos pueden llevan lactosa entre sus excipientes. Entre sus funciones est¨¢n las de evitar la oxidaci¨®n del principio activo, hacer que el comprimido se disuelva donde debe hacerlo y solidificar activos l¨ªquidos. "En este caso, se ha de buscar suplementos sin lactosa, con otro tipo de az¨²car", sugiere Nogu¨¦s. Existen opciones nutricionales como los huevos, el h¨ªgado o los pescados azules, pero "las personas con intolerancia tambi¨¦n pueden tomar leche o bebidas vegetales sin lactosa suplementadas con vitamina D", indica Birlanga.
Una recomendaci¨®n en entredicho
Los suplementos de vitamina D, que normalmente se administran cada 15 d¨ªas o una vez al mes, no suelen registrar alergias o efectos secundarios. No m¨¢s all¨¢ de que pueda acelerar el tr¨¢nsito intestinal como lo har¨ªa una cucharada de aceite. Una sobreexposici¨®n o intoxicaci¨®n con esa vitamina, en cambio, "puede tener efectos graves como episodios de n¨¢useas, v¨®mitos y, si se agrava, puede aumentar la concentraci¨®n de calcio, lo que puede dar lugar a calcificaciones en zonas blandas como ¨®rganos y producir anomal¨ªas", advierte el nutricionista Birlanga.
Por si no fuera suficiente llamada a la prudencia, la suplementaci¨®n de vitamina D levanta controversias. Nogu¨¦s reconoce que el h¨¢bito de prescripci¨®n se ha reducido y se intenta fomentar la ingesta a trav¨¦s de la dieta. Aunque en el pasado la mayor parte de sociedades cient¨ªficas apoyaban su prescripci¨®n, la evidencia de diversos estudios mueve a algunas entidades a dejar de recomendarla. Es el caso de organizaciones prestigiosas como la Preventive Services Task Force de Estados Unidos, que desaconseja los complementos de vitamina D para la prevenci¨®n primaria de fracturas en mujeres posmenop¨¢usicas.
Para Pablo Alonso Coello, investigador Miguel Servet del Centro Cochrane Iberoamericano, la necesidad de suplementar obedece a un patr¨®n que se repite en otras modas de salud que medicalizan a la poblaci¨®n. "Las sociedades cient¨ªficas marcan recomendaciones, y aunque han mejorado en su transparencia, tienen conflictos de inter¨¦s por la colaboraci¨®n con la industria", dice el investigador. Pero la influencia tiende a disminuir gracias a organismos m¨¢s gubernamentales, "que est¨¢n recomendando incluso en contra de la vitamina D como respuesta a la aparici¨®n de evaluaciones m¨¢s cr¨ªticas que muestran sus limitaciones", a?ade.
Coello es director de una reciente evaluaci¨®n basada en diversas revisiones, a cargo de la Universidad Pompeu Fabra junto con el Centro Cochrane Iberoam¨¦rica, que determina que la ingesta regular de vitamina D sint¨¦tica no tiene incidencia positiva en la prevenci¨®n de roturas ¨®seas en la poblaci¨®n general. "Se ha demostrado que la vitamina D no previene ni los problemas cardiovasculares ni el c¨¢ncer, tampoco las fracturas en poblaci¨®n general. Solo est¨¢ claro que mejora la prevenci¨®n en el caso la poblaci¨®n de alto riesgo, como ancianos fr¨¢giles institucionalizados o con problemas de salud como las fracturas osteopor¨®ticas. La prescripci¨®n ha sido excesiva, dado que los umbrales no est¨¢n claros", dice Coello. "Lo que hay que recetar es que salgamos m¨¢s, no m¨¢s pastillas", sentencia.
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