¡°Los trastornos del sue?o en ni?os pueden provocar problemas de memoria, sobrepeso y depresi¨®n¡±
El director del Laboratorio de Cronobiolog¨ªa, Juan Antonio Madrid, se?ala la importancia de cuidar las rutinas del sue?o para proteger el cerebro de los m¨¢s peque?os
La crisis del coronavirus est¨¢ afectando al descanso de los adultos, pero tambi¨¦n a los ni?os. Pesadillas, terrores nocturnos, dificultad para conciliar el sue?o o despertar varias veces por la noche son algunas se?ales que indican que los cambios introducidos en su vida por la pandemia est¨¢n desajustando su reloj cronobiol¨®gico. El catedr¨¢tico en Fisiolog¨ªa y director del Laboratorio de Cronobiolog¨ªa (CRONOLAB) de la Universidad de Murcia, Juan Antonio Madrid, describe el impacto que esto puede tener en la salud de los m¨¢s peque?os.
Pregunta. ?C¨®mo ha afectado el confinamiento al sue?o de ni?os y adolescentes?
Respuesta. La pandemia y los meses de confinamiento han provocado una p¨¦rdida de dos elementos fundamentales para el buen funcionamiento del sue?o: los sincronizadores sociales y ambientales. Es decir, nuestro reloj biol¨®gico responde a unas horas y a determinadas relaciones que lo sincronizan. El problema del confinamiento es que hemos perdido se?ales como la entrada en el colegio o el instituto, la hora del comedor, la salida, las actividades extraescolares, que marcaban nuestro reloj. Adem¨¢s, muchas familias viven en espacios reducidos, con escasa luz natural. Todo eso son se?ales que han desajustado el reloj biol¨®gico de ni?os y mayores.
P. ?Cu¨¢les son los trastornos del sue?o infantil m¨¢s frecuentes durante la epidemia?
R. Lo m¨¢s habitual es un retraso o dificultad para iniciar el sue?o, el insomnio de conciliaci¨®n, que hace que a los ni?os les cueste m¨¢s de lo normal empezar a dormir y por tanto les costar¨¢ levantarse a una hora socialmente aceptada. Pero tambi¨¦n han aumentado las pesadillas, porque se empapan de la preocupaci¨®n de los padres y de alguna manera ellos lo traducen en sus propias inquietudes, miedos, pesadillas m¨¢s v¨ªvidas y despertares por la noche.
P. ?Qu¨¦ riesgos para la salud conlleva ese sue?o entrecortado en los ni?os?
R. Sabemos que durante el sue?o, sobre todo si es profundo, se limpia el cerebro. Si se consigue mantener una correcta higiene del sue?o, el sistema nervioso puede retirar todos los productos t¨®xicos y reducir procesos inflamatorios. Podr¨ªa decirse que las horas en las que dormimos son como los ¡°barrenderos¡± de la ciudad cerebral, que nos est¨¢n limpiando por la noche. Cuando el sue?o se para o se entrecorta, ya no siguen limpiando. Por eso es importante el tiempo y la profundidad del sue?o. Nuestro cerebro necesita del sue?o para limpiarse y no perder tantas neuronas, reduce el estr¨¦s oxidativo y el proceso inflamatorio, adem¨¢s de mantener fuerte nuestro sistema inmune, m¨¢s importante que nunca en esta ¨¦poca.
P. La falta de sue?o en los adultos afecta al estado de ¨¢nimo, concentraci¨®n y memoria: ?influye de la misma forma a los m¨¢s peque?os?
R. S¨ª, sin duda. Lo que sucede es que las alteraciones circadianas ligadas a esas irregularidades en el sue?o se traducen en varios problemas: metab¨®licos, cognitivos y emocionales. Es verdad que el confinamiento puede afectar a la memoria y observamos que a los ni?os les puede costar m¨¢s concentrarse en sus tareas y actividades. Pero, adem¨¢s, esto va ligado a un aspecto que a veces se subestima: la depresi¨®n, no con los s¨ªntomas del adulto, sino con otras se?ales como apat¨ªa, no tener ganas de levantarse por la ma?ana y falta de motivaci¨®n incluso por jugar. Otros problemas que provoca la irregularidad en el sue?o son las alteraciones metab¨®licas y endocrinas, que a su vez disminuyen la sensibilidad a la insulina, aumenta el apetito y puede provocar aumento de peso empeorado por el sedentarismo.
P. Algunos estudios se?alan una relaci¨®n directa entre trastornos del sue?o y el riesgo de sufrir ansiedad y depresi¨®n. ?Debemos preocuparnos por los ni?os que no duermen bien?
R. Existe amplia literatura cient¨ªfica que relaciona la duraci¨®n del sue?o con el estado de ¨¢nimo, en ni?os y adolescentes. La buena noticia es que los ni?os generan m¨¢s melatonina natural y suelen recuperar el sistema circadiano m¨¢s r¨¢pido que los adultos, con una serie de pautas, higiene de sue?o, y m¨¢s ahora que empiezan a salir a la calle m¨¢s horas y pueden practicar m¨¢s ejercicio. Es previsible con el paso de las semanas y la vuelta a la normalidad, estas alteraciones circadianas vayan remitiendo.
P. ?Y si el ni?o tiene miedo o reticencias a salir a la calle?
R. Todav¨ªa no hemos llegado al extremo patol¨®gico, pero tenemos el antecedente de los hikikomori en Jap¨®n, adolescentes y adultos que se a¨ªslan voluntariamente, solo se relacionan virtualmente y no salen al exterior. Hablamos de casos extremos, de meses y a?os sin ver la luz del sol. Hemos comprobado que su reloj biol¨®gico se rompe en mil pedazos y el sue?o se fragmenta sin distinguir entre el d¨ªa y la noche, que a largo plazo puede derivar en s¨ªndromes como fatiga cr¨®nica y fibromialgia. No digo que vaya a pasar ni que lo estemos observando en Espa?a, pero s¨ª que los j¨®venes que ya antes tend¨ªan al aislamiento, tendr¨ªan m¨¢s argumento ahora para reducir su contacto exterior. Mi recomendaci¨®n ser¨ªa que los padres intenten romper ese aislamiento.
P. ?Qu¨¦ consejos dar¨ªa a las familias para que regulen el sue?o?
R. Deber¨ªamos focalizar nuestra atenci¨®n en cuatro dimensiones: cuidar la alimentaci¨®n de los ni?os, intentar que su actividad f¨ªsica no se reduzca, proteger el aspecto mental, es decir, trabajar intelectualmente con ellos, que no se pasen todo el d¨ªa ante las pantallas, y sincronizar sus ritmos circadianos.
P. ?Y esto c¨®mo se consigue, c¨®mo se sincroniza?
R. Sabemos que cambiar demasiado nuestro horario biol¨®gico respecto a la luz solar tiene serias consecuencias para la salud. Si entendemos el funcionamiento del sue?o como un reloj que tenemos que volver a ponerlo en hora. Y eso pasa por intentar volver a marcar horarios. S¨¦ que es complicado con el teletrabajo y las escuelas cerradas, pero lo que s¨ª est¨¢ en nuestras manos es que la diferencia entre el d¨ªa y la noche sea lo suficientemente contrastado. Deber¨ªamos levantarnos, desayunar, salir al exterior, hacer deporte durante las primeras horas de luz solar. Y durante la noche hay que facilitar la oscuridad, cena ligera, silencio, relajarse, no preocuparles con las noticias del telediario, ni echar la ¨²ltima partida del videojuego antes de irse a dormir.
P. ?Servir¨ªa de algo incluir en la dieta m¨¢s alimentos ricos en tript¨®fano?
R. Los alimentos ricos en tript¨®fano podr¨ªan tener un doble efecto interesante. Durante el d¨ªa, el tript¨®fano es precursor de un neurotransmisor, la serotonina, que es un antidepresivo natural. As¨ª que si aumentamos los niveles de serotonina de forma natural actuar¨ªan como protector antidepresivo. Adem¨¢s, el tript¨®fano aumenta la producci¨®n de melatonina de noche, por eso puede ayudar incluir en la cena un pl¨¢tano y un vaso de leche tibia con cereales. Pero todo esto solo funciona si nos exponemos a la oscuridad y adelantando la cena dos horas antes de irse a dormir, porque la digesti¨®n interrumpe los procesos del sue?o. De todas formas, m¨¢s que tript¨®fano o suplementos de melatonina, lo m¨¢s efectivo para volver a sincronizar su reloj ser¨ªa la suma de todas las medidas anteriores: m¨¢s exposici¨®n temprana a la luz solar y ejercicio f¨ªsico, recuperar de alguna forma las rutinas horarias y sociales, y diferenciar claramente las actividades de d¨ªa y noche.
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